AmCham Chile evalúa los desafíos para proteger los entornos de trabajo pospandemia.
Uno de los ejes de acción de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio, AmCham Chile, es promover el desarrollo económico sostenible, y que tenga como protagonistas a las empresas que articulan su éxito en armonía con las comunidades, el medio ambiente y todos quienes conforman la organización.
En este contexto AmCham lanzó la “Guía de Mejores Prácticas del Trabajo Híbrido y Bienestar: Nuevas Tendencias”, un documento realizado por el Comité del Mercado Laboral del Futuro de la Cámara, a finales de 2021.
El documento, que está disponible en
amchamchile.cl, destaca y da a conocer iniciativas innovadoras de distintos socios de este gremio, vinculadas a los desafíos post pandemia dentro de las empresas.
El escrito, además de las recomendaciones y programas impulsados por las diversas compañías que hacen parte de la Guía, da cuenta de diversos estudios y análisis sobre cómo ha evolucionado el trabajo presencial, remoto e híbrido a lo largo de los años, y cómo se proyecta a futuro.
La seguridad como eje fundamental
Una de las organizaciones socias de AmCham Chile, la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS), pieza clave del sistema de seguridad social del país, se preparó para conmemorar el “Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo”, celebrado el pasado 28 de abril, con foco especial en el retorno de la presencialidad.
Se realizaron 25 actividades para sus entidades adheridas, con el objetivo de relevar la importancia de la Salud y Seguridad en el Trabajo (SST), en los ambientes laborales de los empleadores, para que ellos se comprometan con este asunto.
El gerente de Seguridad y Salud Ocupacional de la ACHS, Miguel Zapata, explicó que ellos, en conjunto con la Superintendencia de Seguridad Social, se han “propuesto aumentar” su “cobertura y calidad de asesoría en cuanto a apoyar a los empleadores a que logren gestionar sus riesgos, acompañándolos en un proceso de generación de un inventario de riesgos y medidas”.
Según explica el ejecutivo, todas las organizaciones deberían contar con dicha matriz, razón por la cual pretenden asesorar a alrededor de 17.000 organizaciones durante el 2022.
Este tipo de acciones se hacen aún más relevantes tras la pandemia, ya que producto de las cuarentenas y el encierro, durante 2020 y 2021 se vieron significativos avances en gran parte de los indicadores más importantes del mundo del trabajo, que entrega año a año la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO), por ejemplo en la reducción de los accidentes del trabajo, de trayecto y las fatalidades debido a razones laborales.
En su momento, la superintendenta de Seguridad Social, Patricia Soto, aseguró que si bien lo anterior fue “un hecho alentador (...) no puede ser leído sólo como una mejora en las prácticas de seguridad en el trabajo, sino que podría ser explicado también, en forma importante, por las condiciones del trabajo en 2020, como la adopción de teletrabajo y la menor actividad laboral, que se ha dado desde el inicio de pandemia”.
De hecho, a inicios de abril de este año, la ACHS expuso que con el retorno a la presencialidad, las bajas de accidentes que había reportado la SUSESO, fueron cambiando y la accidentabilidad comenzó a repuntar desde mediados de 2021, a pesar de que aún se sitúa por debajo de los valores pre pandemia. En noviembre del año pasado, el total de accidentes ascendía a 18.678 casos.
Recomendaciones en pos de la seguridad
La ACHS afirma que la gestión de la prevención de riesgos es un ámbito organizacional que requiere varias gestiones. La principal corresponde al proceso de Gestión de Riesgos, que consiste en contar con un inventario de los riesgos, con medidas definidas para los trabajadores expuestos a cada uno de ellos.
Para que dicha gestión ocurra de una manera sistemática en una organización, es necesario que se realicen algunas prácticas, clasificadas en tres dimensiones: definiciones y planificación de la gestión, ejecución de la gestión; y monitoreo y corrección de la gestión.
Miguel Zapata, explica que “la gestión de la prevención de riesgos en el trabajo, no solo es importante por ser una obligación de todos los empleadores, sino que apunta al cuidado de la vida y salud de los trabajadores y trabajadoras del país, aportando así con el desarrollo sano y sostenible de la sociedad”.
Contexto global
“A lo largo de la pandemia, hemos visto que contar con un sistema sólido de gestión de la seguridad y la salud, que incluya una participación significativa de los gobiernos, los empleadores, los trabajadores, los actores de la salud pública y todas las partes relevantes a nivel nacional y empresarial, ha sido crucial para proteger los entornos de trabajo y salvaguardar la seguridad y la salud de los trabajadores”. Esa es la reflexión de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) respecto de lo que han sido los dos últimos años, en el que proteger a los trabajadores del Covid-19 se transformó en la prioridad.
Hoy, cuando ya hemos comenzado a vivir la reapertura tras la pandemia, y en el marco del pasado “Día mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo”, las empresas y organizaciones reflexionan sobre cómo se debe avanzar en los trabajos, pero ahora en la presencialidad.
Y es que, de acuerdo a las cifras del Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales, si el teletrabajo alcanzó en su momento peak al 20,3% del total de trabajadores con contrato, durante el trimestre junio-agosto de 2020, con la liberalización de las medidas de confinamiento, esa cifra se ha reducido de forma importante. Comenzó en abril de 2022, con solo un 6,7% de los asalariados trabajando en formato remoto.
El accionar de AmCham ha sido relevante. La asociación gremial también impulsa una cultura, una manera de hacer empresa donde la contribución, experiencia y liderazgo de sus socios, permite generar transferencia de buenas prácticas en áreas tan importantes como el desarrollo sostenible, gobiernos corporativos, educación y ciencia, diversidad e inclusión, transformación digital, y por supuesto, cultura de trabajo.