Reconstruir el Capital SocialRebuilding Social Capital

04 Noviembre 2011
Los principales indicadores económicos de Chile dan a las empresas del país sudamericano toda la razón para estar optimistas sobre el futuro, pero a juicio de Lorenzo Constans, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), existe el peligro de que las amenazas internas y externas puedan socavar el crecimiento de largo plazo de Chile.

En el marco de un desayuno de AmCham celebrado el 1 de septiembre en el Hotel W de Santiago, Constans advirtió a los invitados al evento sobre las posibles repercusiones de una desaceleración económica global para la economía pequeña y abierta de Chile. Constans afirmó, sin embargo, que una amenaza aún mayor es la falta “capital social” que tiene el país, lo que ha creado una sociedad peligrosamente dividida y desconfiada.

Desde la perspectiva macroeconómica, Chile está en buena forma. El producto interno bruto (PIB) se dispone a crecer un 6,5% este año, mientras que el gasto de consumo crecerá en torno al 6,6% y la inversión, un 11%, según las últimas cifras del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Las exportaciones e importaciones deberían aumentar en un 5,4% y un 8,5%, respectivamente, mientras que se proyecta que la inflación caerá al 3,2% en el 2012 tras promediar un 4% este año. El desempleo, en tanto, se mantiene estable en cerca del 7,2%.

“Las señales son muy positivas”, dijo Constans, quien destacó que la rápida recuperación económica de Chile tras la crisis financiera global y el terremoto del 27 de febrero del 2010, se basa en las sólidas políticas macroeconómicas de la nación y en su sistema bancario bien capitalizado.

“Pese al reciente aumento de la deuda externa, los bancos chilenos siguen bien financiados con niveles moderados de financiamiento externo y no hay falta de liquidez”, sostuvo Constans, citando un informe del FMI.

Además, el PIB per cápita de Chile -de cerca de US$15.000- es el más alto de América Latina y la nación es una de las 20 principales economías del mundo en términos de inversión extranjera, al recibir un total de US$15.000millones en el 2010, un alza del 17% respecto del 2009.

Chile ha perseguido una política de apertura comercial desde la década de los 90 y, como resultado, las exportaciones han crecido a más de US$70.000 millones. En particular, el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos, que entró en vigencia en el 2004, ha tenido un enorme impacto positivo en el comercio bilateral en los últimos siete años.

Hay algunos desafíos en particular para el sector minero tales como los altos costos de la energía y la falta de trabajadores calificados, pero en general las empresas chilenas están optimistas sobre lo que queda del 2011 y el 2012, indicó Constans.

No obstante, el panorama no es tan positivo en el resto de mundo. Una serie de shocks incluido el terremoto de Japón a comienzos de este año, la rebaja de Standard & Poor’s a la calificación de deuda de Estados Unidos en agosto y la crisis de deuda de la Unión Europea han hecho que la economía global se tambalee.

El riesgo es que este clima de incertidumbre global pueda afectar la demanda por las exportaciones de Chile y dañar su futuro crecimiento, advirtió Constans.

“No saber cómo terminará [la crisis de deuda] obviamente tiene importantes repercusiones para nuestro país”, afirmó.

De todos modos, hay cosas que Chile puede hacer para mejorar el crecimiento local. Estas incluyen implementar medidas pro-competitividad, eliminar las barreras al emprendimiento y diversificar las exportaciones. El empleo y la educación también son claves para el crecimiento de largo plazo y una distribución más equitativa del ingreso, sostuvo Constans.

Pero Chile primero debe reconstruir su capital social, lo que significa fomentar la confianza.

Chile no es el único país remecido por violentas protestas en los últimos meses a medida que el descontento social en muchos países ha alcanzado un punto crítico, pero el hecho de que estas se hayan producido en un escenario de sólido crecimiento económico demuestra una falta de confianza en las instituciones, el gobierno y las empresas privadas, sugirió Constans.

Chile es la “punta de lanza” en términos de desarrollo en la región, añadió, pero algunos países usan sus recursos de manera más eficiente que otros debido a su capital social, en otras palabras la forma en la que la gente trabaja para resolver problemas.

“Tenemos que trabajar como equipo hombro con hombro no dándonos codazos (…) necesitamos poner lo bueno del país por encima de intereses privados o partidistas”, señaló Constans.

Las empresas privadas deben trabajar para reconstruir la confianza de la opinión pública tras los recientes escándalos que involucraron prácticas crediticias abusivas e invertir en el bienestar de largo plazo de sus trabajadores, señaló el presidente de la CPC.

En el campo de la educación, las empresas deberían trabajar más estrechamente con las instituciones educacionales para garantizar que los alumnos graduados cuenten con las capacidades requeridas en el lugar de trabajo.

Una fuerza laboral bien educada junto con una mayor productividad son esenciales si Chile pretende lograr su meta de convertirse en un país desarrollado en esta década, pero enfrentado al pesimista panorama económico global de la actualidad, su éxito depende más que nunca de la unidad de la nación y de un sentido de objetivo común.

“El futuro de Chile está lleno de oportunidades, pero podríamos desaprovecharlas si dejamos que la incertidumbre y la desconfianza nos saquen del camino hacia una sociedad más inclusiva con una mejor calidad de vida para todos”, concluyó Constans.

Julian Dowling es Editor de bUSiness CHILE.

Chile’s main economic indicators give Chilean companies every reason to be optimistic about the future, but according to Lorenzo Constans, president of the Confederation for Production and Commerce (CPC), there is a danger that internal and external threats could undermine Chile’s long-term growth.

Speaking at an AmCham breakfast at Santiago’s W Hotel on September 1, Constans warned guests about the possible repercussions of a global economic slowdown for Chile’s small, open economy. But an even greater threat, he said, is the country’s lack of “social capital” which has created a dangerously divided and distrustful society.

From the macroeconomic perspective, Chile is in good shape. Gross Domestic Product (GDP) is set to grow 6.5% this year while consumer spending will rise around 6.6% and investment 11%, according to the latest figures from the International Monetary Fund (IMF).

Exports and imports should rise 5.4% and 8.5%, respectively, while inflation is projected to fall to 3.2% in 2012 after averaging 4% this year. Unemployment, meanwhile, remains steady around 7.2%.

“The signs are very positive,” said Constans, noting that Chile’s rapid economic recovery after the global financial crisis and the earthquake on February 27, 2010, is based on its solid macroeconomic policies and well-capitalized banking system.

“Despite the recent increase in external debt, Chilean banks remain well financed with moderate levels of external financing and there is no lack of liquidity,” said Constans, quoting an IMF report.

In addition, Chile’s per capita GDP – around US$15,000 – is the highest in Latin America and it is one of the world’s top 20 economies in terms of foreign investment, receiving a total US$15 billion in 2010, up 17% from 2009.

Chile has pursued a policy of trade openness since the 1990s and, as a result, exports have grown to over US$70 billion. In particular, the Free Trade Agreement with the United States, which came into force in 2004, has had a huge positive impact on bilateral trade in the last seven years.

There are some challenges, particularly for the mining sector, including high energy costs and a shortage of trained workers, but overall Chilean businesses are optimistic about the rest of 2011 and 2012, said Constans.

The picture is not so rosy in the rest of the world though. A series of shocks including the earthquake in Japan in March, Standard & Poor’s downgrade of the US debt in August and the worsening EU debt crisis have the global economy teetering.

The risk is that this uncertain global climate could dampen demand for Chile’s exports and hurt its future growth, warned Constans.

“Not knowing how [the debt crisis] will end obviously has important repercussions for our country,” he said.

Still, there are things Chile can do to boost growth at home. These include implementing pro-competitiveness measures, removing barriers to entrepreneurship and diversifying exports. Employment and education are also key to long-term growth and more equitable income distribution, said Constans.

But first Chile must rebuild its social capital, which means fostering trust.

Chile is not the only country rocked by violent protests in recent months as social discontent in many countries has reached a tipping point, but the fact these have taken place in a scenario of strong economic growth demonstrates a lack of trust in institutions, government and private business, suggested Constans.

Chile is the “tip of the spear” in terms of the region’s development, he added, but some countries use their resources more efficiently than others because of their social capital, in other words the way people work together to resolve problems.

“We have to work as a team shoulder to shoulder, not elbowing each other… we need to put the good of the country above private or partisan interests,” said Constans.

Private businesses must work to rebuild the public’s confidence after recent scandals involving abusive credit practices and invest in the long-term well-being of their workers, said the CPC president.

In the field of education, companies should work closely with educational institutions to ensure students graduate with the skills needed in the workplace.

A well-educated workforce and higher productivity are essential if Chile is to achieve its goal of becoming a developed country this decade, but faced with the current gloomy global economic outlook its success depends more than ever on national unity and a sense of common purpose.

“Chile’s future is full of opportunities but we could miss out if we let uncertainty and mistrust take us off the path to a more inclusive society with better quality of life for all,” concluded Constans.

Julian Dowling is Editor of bUSiness CHILE

Compartir