Sequía en Australia Drying up Down Under

25 Septiembre 2012

Australia y Chile comparten más que una larga costa en el océano Pacífico; ambas naciones están luchando para lidiar con las consecuencias de una severa sequía. En la última década, Australia -el continente habitado más seco del mundo- ha sufrido uno de los peores períodos de sequía de su historia, lo que ha afectado las cosechas, el turismo y el crecimiento económico. A medida que el cambio climático y la creciente demanda ejercen más presión sobre los recursos, se estima que esta situación empeorará en los próximos años. Sin embargo, tras una serie de reformas en la década de los 90, Australia se ha convertido en un modelo para la gestión global de agua gracias, en parte, a la creación de un mercado de derechos temporales de agua que ha ayudado a asignar agua donde más se necesita.

El 28 de septiembre, el doctor Mike Young, experto en políticas de agua y director del Instituto del Medio Ambiente de la Universidad de Adelaide, está invitado a presentar una charla en la Universidad del Desarrollo en Santiago. Antes de su visita, conversó con bUSiness Chile sobre la experiencia de Australia y las lecciones que Chile puede sacar de ella.

Durante la reciente sequía en Australia, ¿cómo ha logrado la nación asegurar los suministros de agua para las ciudades, las industrias y los agricultores, y qué puede aprender Chile de esto?

La mayor lección que surge de las recientes sequías de Australia es la importancia de lo que denominamos el mercado temporal del agua. En Australia, existen dos mercados de agua paralelos. Hay un mercado permanente, donde las personas compran y venden sus participaciones de largo plazo o derechos para acceder al agua, y hay un mercado temporal, donde la gente negocia volúmenes de agua sobre una base diaria. Durante nuestras recientes sequías, la posibilidad de comerciar temporalmente agua de una locación a otra redujo de manera significativa el impacto adverso de la sequía.

Chile es rico en recursos hídricos, pero -tal como en el caso de Australia- sufre por su desigual distribución geográfica. ¿Qué ha hecho Australia para superar este problema?

Australia ha invertido en grandes embalses de almacenamiento y en el desarrollo de mercados de agua. Una innovación reciente ha sido el desarrollo de acuerdos que permiten a los usuarios de agua decidir traspasar agua no utilizada de un año al siguiente. Si hay espacio en el embalse, el usuario de agua puede decidir dejar “su” agua en el embase en el entendido de que si el embalse se llena, su agua será la primera en regarse.

Australia ha invertido en plantas de desalinización que consumen mucha energía para suministrar agua a importantes áreas urbanas. ¿Son estas una solución para Chile o son una pérdida de dinero como sostienen algunos críticos?

La experiencia australiana muestra que la desalinización es una fuente de agua costosa, pero muy confiable. La pregunta más bien es cuánto invertir en esta fuente que si invertir o no. Con excepción de Darwin, todas nuestras ciudades en el continente han recurrido al suministro de desalinización. Varias empresas mineras también están analizando la opción, aún cuando es costosa.

¿Cómo evaluaría el éxito del sistema de derechos de agua de Chile comparado con el de Australia?

Supongo que en algunas regiones nuestros mercados son mejores que los de ustedes y, en otros casos, es al revés. Dicho esto, Australia ha hecho un fuerte compromiso para separar su sistema de entrega de licencias de agua de modo que los costos de transacción sean tan bajos como sea posible. Separar implica reemplazar el derecho de una propiedad individual en partes. Cada parte se trata con una serie de derechos, asignaciones y acuerdos de permiso de modo que las negociaciones puedan finalizarse rápidamente.

Los críticos del sistema de derechos de agua de Chile afirman que concentra los derechos en manos de unos pocos, ¿tiene Australia problemas similares?¿Cómo ha lidiado con ellos?

Hasta ahora, estos problemas no han surgido en Australia. En particular, la concentración en unas pocas manos no se ha convertido en un problema.

¿Qué papel desempeñan los mercados de agua en lograr la gestión sustentable del agua y cómo se pueden hacer más eficientes en Chile?

Tengo muchas ganas de aprender más de las modalidades empleadas en Chile. Pasé los últimos tres meses en Reino Unido trabajando en opciones para la transferencia de la experiencia australiana a Inglaterra y Gales. Lo que espero es que la experiencia australiana sea igualmente aplicable a Chile, pero necesitaría considerables modificaciones. Entre otras cosas, es clave que cada componente en un sistema separado sea definido con integridad hidrológica y que los derechos se definan como participaciones en la cantidad de agua que se puede extraer en cualquier momento.

En Chile, los derechos de agua no están vinculados al terreno o al uso. ¿Deberían estar vinculados al uso? ¿Por qué o por qué no?

En Australia, hemos tenido mucho cuidado en asegurar que los derechos no estén vinculados al terreno o al uso. Esto ha aumentado la innovación y promovido cambios en la forma en que se usa y se mantiene el agua. Como ya he enfatizado, es posible hacer esto si y sólo si el diseño del sistema administrativo empleado permite que se produzcan cambios.

En Chile la falta de información sobre quién posee qué derecho a menudo causa confusión para los agricultores e inversionistas. ¿Cuán importante es para los mercados de agua contar con un sistema claro de información pública?

Australia está avanzando hacia un régimen en donde los registros de derechos de agua son de acceso público, tal como son los de tierra. También estamos trabajando fuertemente para hacer que haya información disponible de manera oportuna sobre los precios pagados. Entre otras cosas, ahora tenemos mucho cuidado para hacer anuncios de política de una manera que no aliente la negociación con información privilegiada.

¿Qué pueden hacer países como Chile y Australia para mitigar el impacto del cambio climático en los suministros de agua dulce?

La primera política de cambio que siempre hago es avanzar hacia un régimen en donde los derechos se definan como un derecho a una participación de la cantidad [de agua] que se puede usar de manera sustentable.

El agua está investida de un significado cultural y simbólico en las sociedades indígenas. ¿Qué pueden aprender Chile y otros países de los aborígenes de Australia en términos de gestión de agua?

No creo que Australia ya lo haya resuelto esto. Todavía estamos buscando la mejor manera de involucrar a los pueblos aborígenes en las muchas propuestas políticas que usamos.

¿Cuál será el enfoque de su participación en el seminario que se realizará en la Universidad del Desarrollo a fines de este mes?

Además de todas las ideas ya mencionadas, también llamaré la atención sobre la forma en que la escasez de agua alrededor del mundo está cambiando las oportunidades para negociar productos de riego. Chile, como Australia, está bien posicionado para beneficiarse de estos desarrollos.

Australia and Chile share more than a long Pacific coastline; they are both struggling to cope with the consequences of severe drought. In the last decade, Australia, the world’s driest inhabited continent, has suffered one of the worst dry spells in its history, affecting crops, tourism and economic growth. As climate change and rising demand put added pressure on resources, this situation is expected to worsen in the coming years. However, after a series of reforms in the 1990s, Australia has become a model for global water management thanks, in part, to the creation of a market for temporary water rights that has helped to allocate water where it is needed most.

On September 28, Dr. Mike Young, an expert in water policy and director of the Environment Institute at the University of Adelaide, is invited to speak at Santiago’s Universidad del Desarrollo. Ahead of his visit, he spoke to bUSiness Chile about Australia’s experience and the lessons Chile can draw from it.

During Australia’s recent drought, how has it managed to ensure water supplies for cities, industries and farmers and what can Chile learn from this?

The biggest lesson emerging from Australia’s recent droughts is the importance of what we call the temporary water market. In Australia, two water markets exist side by side. There is a permanent market where people buy and sell their long term share or entitlement to access water and there is a temporary market where people trade volumes of water on a daily basis. During our recent droughts, the possibility to temporarily trade water from one location to another significantly reduced the adverse impact of the drought.

Chile is rich in water resources but, like Australia, it suffers from their uneven geographical distribution. What has Australia done to overcome this problem?

Australia has invested in large storage dams and in the development of water markets. A recent innovation has been the development of arrangements that enable water users to decide to carry-forward unused water from one year to the next.
If there is space in the dam, a water user can decide to leave “their” water in a dam on the understanding that if the dam fills up, their water will be the first to spill.

Australia has invested in energy-intensive desalination plants to supply water to major urban areas. Are these a solution for Chile or are they a waste of money as some critics argue?

The Australian experience is that desalination is an expensive but very reliable source of water. The question is more one of how much to invest in this source rather than whether or not to invest. With the exception of Darwin,, all our mainland cities have gone down the desalination supply pathway. Several mining companies are also looking at the option – even though it is expensive.

How would you evaluate the success of Chile’s water rights system compared to Australia’s?

My guess is that in some regions our markets are better than yours and, in other cases, the reverse occurs. That said, Australia has made a strong commitment to unbundling its water licensing system so that transaction costs are as low as possible. Unbundling involves the replacement of a single property right into its component parts. Each part is dealt with a suite of entitlements, allocations and permitting arrangements so that trades can be completed quickly.

Critics of Chile’s water rights system say it concentrates the rights in a few hands, does Australia have similar problems and how was it dealt with them?

So far, these problems have not arisen in Australia.
In particular, concentration in a few hands has not become a problem.

What is the role of water markets in achieving sustainable water management and how can they be made more efficient in Chile?

I am looking forward to learning more about the arrangements used in Chile. I have spent the last three months in the United Kingdom working on options for the transfer of Australian experience to England and Wales.
My expectation is that the Australian experience is equally applicable to Chile but would need considerable modification.
Amongst other things, it is critical that each component in an unbundled system be defined with hydrological integrity and that entitlements are defined as shares in the amount of water that can be extracted at any point in time.

In Chile water rights are not linked to land or use. Should water rights be linked to use? Why or why not?

In Australia, we have taken great care to ensure that rights are not linked to land or to use. This has increased innovation and promoted changes in the way water is used and held. As I have already stressed, it is possible to do this if and only if the design of the administrative system used allows changes to occur.

In Chile a lack of information about who owns what right often causes confusion for farmers and investors. How important is it for water markets to have a clear public information system?

Australia is moving towards a regime where water entitlement registers are publicly accessible, as they are for land. We are also working hard to make timely information on prices paid available. Amongst other things, we are now very careful to make policy announcements in a manner that does not encourage insider trading.

What can countries like Chile and Australia do to mitigate the impact of climate change on freshwater supplies?

The first policy change that I always make is to move to a regime where the entitlement is defined as a right to a share of the amount [of water] that can be used sustainably.

Water is vested with cultural and symbolic significance in aboriginal societies. What can Chile and other countries learn from Australia’s aborigines in terms of water management?

I don’t think that Australia has got this right yet.
We are still searching for the best way to involve aboriginal people in the many policy processes we use.

What will be the focus of your participation in the seminar to be held at the Universidad del Desarrollo later this month?

In addition to all of the above ideas, I will also draw attention to the way water shortages around the world are changing opportunities to trade irrigated products. Chile, like Australia, is well positioned to gain from these developments.

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