A Medio Camino hacia el DesarrolloHalfway to Development

01 Diciembre 2007


Soledad Alvear, la oradora invitada al desayuno de noviembre de la AmCham, no es una desconocida para la Cámara. Después de todo, era la ministra de Relaciones Exteriores del presidente Ricardo Lagos cuando Chile concluyó la negociación de su Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos.

Pero, en el desayuno de la AmCham, Soledad Alvear -ahora presidenta del Partido Demócrata Cristiano y posible candidata presidencial para las elecciones que se realizarán en Chile en el 2009- estaba ansiosa por mirar tanto hacia los desafíos del país a futuro como sus logros en el pasado. De hecho, parecía sugerir que estos desafíos y logros son a veces las dos caras de una misma moneda.

Si bien Chile ha sido excepcionalmente exitoso en la reducción de la pobreza, aún tiene “un serio problema” con la distribución del ingreso, señaló Alvear. Y aunque ha tenido éxito en incrementar el acceso a la educación, aún tiene que afrontar la crucial tarea de elevar los estándares educacionales, añadió.

Y, como un reflejo de estos desafíos pendientes, la movilidad social sigue siendo baja. En Chile, el 66% de los niños del décimo más rico de la población se mantiene ahí mientras que, en Norteamérica, la cifra llega a un mero 19%, dijo Alvear a los miembros de la AmCham y sus invitados.

En otras palabras, Chile ha logrado mucho, “pero sólo vamos a medio camino”, argumentó. “Y para la próxima etapa del viaje –para el salto al desarrollo- necesitamos tener una visión del tipo de país que queremos”.

Eso es lo que tuvo Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, destacó, y más recientemente lo que -por ejemplo- Nueva Zelanda y Malasia han conseguido. “Y, en ese contexto, quisiera compartir con ustedes algunas preocupaciones”, confesó Alvear.

En los últimos años, ha habido un deterioro de la calidad de la política en Chile, indicó. Disputas que acaparan titulares, pero que a menudo son triviales distraen la atención del sólido trabajo de bajo perfil que es la prioridad de muchos políticos, mencionó.

La visión de su partido apunta a que Chile debiera avanzar hacia un sistema menos presidencialista -entregando más facultades al Congreso- y colocar límites para la reelección, con el fin de garantizar la renovación dentro del sistema político. Y podría resultar más conveniente para Chile tener un Congreso unicameral, en lugar de las dos cámaras actuales -la Cámara de Diputados y el Senado- de modo de acelerar el proceso legislativo, sugirió la presidenta de la DC.

Además se mostró preocupada de que no todos los partidos políticos en Chile estuvieran representados en el Congreso, instando a una reforma del sistema binominal que rige las elecciones de la nación. “En un sistema democrático, lo mejor es que las distintas fuerzas democráticas estén representadas en el Parlamento; ahí es donde debiera llevarse a cabo el debate, no afuera”, insistió.

En lo que respecta a la economía, el crecimiento sólido y sostenido, por cierto, es esencial con el fin de alcanzar el desarrollo, según Alvear, ello exige innovación y emprendimiento. Pero el Estado también podría hacerlo mejor, argumentó.

“No podemos continuar trabajando con el Estado como está ahora”, dijo en el desayuno. En un solo ejemplo, destacó que en la actualidad hay un laberinto de 120 programas distintos de gobierno, operados por 25 instituciones diferentes, a través de la cual las pequeñas y medianas empresas del país tienen que encontrar su camino para el respaldo que, de hecho, estas entidades ponen a su disposición.

Y el crecimiento sostenido necesita ser sustentado no sólo por una educación de mejor calidad, sino que también por una mejor capacitación en el lugar de trabajo, señaló Alvear, identificando esta área como una que requiere una reforma radical. “Éste es un campo en el que tanto el sector público como el privado debieran trabajar codo a codo”, aseveró.

Según Alvear, Chile necesita un Estado más sólido y fuerte con el fin de dar el salto final hacia el desarrollo. Sin embargo, destacó que el Partido Demócrata Cristiano está en favor de entregar a la gente cañas de pescar, más que pescado, e insistió en que este Estado más fuerte también debiera estar acompañado de una cooperación público-privada mucho mayor a medida que Chile intenta incrementar su competitividad.

Soledad Alvear, the guest speaker at AmCham’s November breakfast, is no stranger to the Chamber. She was, after all, foreign minister under President Ricardo Lagos when Chile completed negotiation of its Free Trade Agreement with the United States.

But, at the AmCham breakfast, Soledad Alvear - now president of the Christian Democrat Party and a possible candidate in Chile’s 2009 presidential race - was as anxious to look forward to the country’s challenges as back at its past achievements. Indeed, she appeared to suggest that these challenges and achievements are sometimes two faces of the same coin.

While Chile has been exceptionally successful in reducing poverty, it still has “a serious problem” with income distribution, said Alvear. And while it has successfully increased access to education, it still has to get to grips with the crucial task of raising educational standards, she added.

And, reflecting these pending challenges, social mobility remains low. In Chile, 66% of the children of the richest tenth of the population stay there whereas, in North America, the figure reaches a mere 19%, Alvear told AmCham members and their guests.

In other words, Chile has achieved a great deal “but we’re only halfway there”, she argued. “And for the next stage of the road - for the leap to development - we need a vision of the type of country we want.”

That is what Germany had after World War II, she pointed out, and more recently what - for example - New Zealand and Malaysia have achieved. “And, in that context, I’d like to share some worries with you,” confessed Alvear.

In recent years, there has been a deterioration in the quality of politics in Chile, she said. Headline-grabbing, but often trivial, disputes distract attention away from the solid low-profile work that is the priority of many politicians, she said.

Her party’s view is that Chile should move towards a less presidential system, giving Congress more powers, and, in order to ensure renewal within the political establishment, place limits on re-election. And, she suggested, Chile might be better off with a single-chamber Congress, rather than the present House of Representatives and Senate, so as to speed up the legislative process.

She also expressed concern that not all Chile’s political parties are represented in Congress, calling for a reform of the country’s binominal electoral system. “In a democratic system, it’s best for the different political forces to be represented in parliament; that’s where debate should take place, not outside,” she insisted.

As regards the economy, strong and sustained growth is, of course, essential in order to attain development and, according to Alvear, that calls for innovation and entrepreneurship. But the state could do better too, she argued.

“We can’t continue working with the state as it is now,” she told the breakfast. In one example, she pointed out that there is currently a maze of 120 different government programs, operated by 25 different institutions, through which the country’s small and mid-sized enterprises have to find their way to the support that is, in fact, available to them.

And sustained growth needs to be underpinned not only by better-quality education but also by better workplace training, said Alvear, identifying this as an area in need of radical reform. “This is one field in which the public and private sectors should work together very closely,” she urged.

According to Alvear, Chile needs a stronger and better state in order to make the final leap to development. However, she stressed that the Christian Democrat Party is in favor of giving people fishing rods, rather than fish, and insisted that this stronger state should also be accompanied by much more public-private cooperation as Chile seeks to increase its competitiveness.
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