El Intercambio Comercial Abre Muchas PuertasTrade Opens Many Doors

01 Enero 2007


El crecimiento del intercambio comercial, por supuesto que es destacable, pero hay mucho más que comercio en las relaciones entre Chile y Estados Unidos, señala el Embajador de Estados Unidos, Craig A. Kelly, al tiempo que su designación en Santiago se acerca a su fin.

El éxito del Tratado de Libre Comercio entre Chile y Estados Unidos es una gran historia. En apenas sus primeros tres años de vigencia, el comercio bilateral se incrementó en más de un 150%, y el año pasado se avaluó en más de US$16.000 millones. Estados Unidos es la principal fuente de importaciones de Chile y el mayor receptor de las exportaciones chilenas. Sin duda, esas cifras son impresionantes. Sin embargo, más importantes son las personas, y los nexos comerciales y culturales detrás de esos titulares.

El año pasado, más de 2.000 empresas chilenas exportaron a Estados Unidos casi 2.000 productos de diversa índole. Desde Estados Unidos., cerca de 12.000 firmas locales exportaron alrededor de 5.000 productos diferentes a Chile. Esperamos sumar este año las carnes rojas y de ave a nuestro intercambio comercial. Nuestra relación comercial con Chile ha crecido rápidamente y es increíblemente diversa.

Lo que me impresiona, es que nuestros lazos comerciales reflejan la profundidad, alcance y diversidad de la relación general entre Estados Unidos y Chile. Desde intercambios deportivos hasta científicos, constantemente encontramos nuevas rutas para que nuestra gente comparta experiencias y perspectivas. Gran parte de esta cooperación está a nuestro alrededor e integrada a tal punto en nuestro diario vivir, tanto que muchas veces pasa desapercibida. Ésta es una señal saludable de una amistad madura.

En septiembre del 2005, inauguramos la American Academy of Science and Technology en Santiago, que organiza constantemente una serie de eventos, donde visitantes estadounidenses y anfitriones chilenos se reúnen, conversan y respaldan las iniciativas de este país hacia una mayor innovación. A lo largo de Chile, hay 13 Centros Binacionales (Binational Centres) y 5 Rincones Americanos (American Corners). Todos ellos, son puntos de reunión para que estadounidenses y chilenos interactúen.

Compartimos la meta de Chile de mejorar los sistemas educacionales. Hemos enviado a más de 2.000 chilenos a Estados Unidos a través de las becas Fulbright. Ahora mismo, estamos trabajando con Chile para incrementar la cantidad de becas para chilenos que pretenden obtener un doctorado en ciencias en universidades estadounidenses. En la Embajada, tenemos un funcionario cuya única labor es aumentar las oportunidades de desarrollo profesional y capacitación para profesores de inglés. A nivel universitario, hay más estudiantes estadounidenses aprendiendo español en Santiago -más de 2.000- que en cualquier otra capital latinoamericana.

Asimismo, nuestra cooperación ambiental ha ido por sobre y más allá de nuestra visión original del capítulo de medio ambiente del TLC. En esta materia, otro importante hito fue la reciente suscripción de una alianza de parques hermanos entre el Yosemite National Park en California y el Parque Nacional Torres del Paine. Las empresas estadounidenses también están directamente involucradas en el fomento de la conservación en Chile. Goldman Sachs recibió el año pasado, el reconocimiento de parte de la secretaria Rice, por destinar 275.000 hectáreas (una superficie casi equivalente al estado de Rhode Island) a una reserva en la Patagonia, lo que ayudó tanto a preservar flora y fauna única, así como a dar a los lugareños chilenos un papel directo en la conservación de esta parte inigualable de la herencia mundial.

Como países del Pacífico, tanto Estados Unidos como Chile miran naturalmente a Asia en busca de lazos políticos y económicos. Chile es uno de los sólo tres miembros latinoamericanos en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC). Compartimos con Chile el objetivo a largo plazo de alcanzar un Tratado de Libre Comercio del Asia-Pacífico. Asimismo, estamos orgullosos de haber respaldado la candidatura de Chile para acceder a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y hoy estamos emocionados de ver que Chile es invitado a unirse a otro importante grupo económico como es la OCDE. La participación en tales organizaciones reconoce los logros económicos de Chile, su madurez política y su bien merecida reputación como un socio confiable y constructivo. Chile es un ejemplo excepcional de cómo integrar exitosamente una economía a un mundo globalizado.

No hay ninguna duda de que el creciente intercambio comercial iniciado con el TLC ha abierto muchas puertas. A medida que sigamos abriendo muchas más, esperamos con ansias trabajar con Chile en desafíos compartidos como la energía, el cambio climático y la inversión. La seguridad energética seguirá siendo una prioridad para todos, a la vez que buscamos equilibrar cambio climático y crecimiento económico.

Estados Unidos es el mayor inversionista en Chile, pero me gustaría ver más. Quisiera ver un mayor flujo de inversión en ambos sentidos y un tratado tributario bilateral sería una herramienta importante para lograr esa meta.

Al analizar los primeros tres años del TLC y mi estadía de tres años en Santiago, me voy sabiendo que la relación entre Chile y Estados Unidos es más sólida que nunca a todo nivel. A pesar de que el comercio puede acaparar los titulares, hay cientos de otras formas en las que diariamente estadounidenses y chilenos cooperan, comparten y aprenden unos de otros. Tengo la plena confianza en que ambas naciones seguirán trabajando juntas para mejorar las vidas de sus ciudadanos, y que mi sucesor también podrá decir, en tres años más, que las relaciones están mejor que nunca.

Craig A. Kelly es Embajador de Estados Unidos en Chile.


AmCham Chile Entrega Reconocimiento al Embajador Kelly

“No es fácil dejar sin habla a un estadounidense de origen irlandés”, confesó Craig Kelly. Pero eso fue lo que le ocurrió al Embajador de Estados Unidos en Chile cuando, en la cena de gala celebrada durante la Conferencia Business Future of the Americas, AmCham Chile le entregó un reconocimiento por su rol en la obtención e implementación del Tratado de Libre Comercio suscrito por ambas naciones, así como también por su contribución a la educación y al desarrollo general de las relaciones bilaterales.

El Embajador Kelly es “un gran amigo de Chile y de la AmCham”, sostuvo el presidente de la AmCham Chile, Mateo Budinich. “Con su carisma, optimismo, energía y accesibilidad, es capaz de ir más allá de la Embajada y, un lunes cualquiera, jugar béisbol -su deporte favorito- con niños de escasos recursos”.

El reconocimiento de la AmCham, añadió Budinich, no es sólo para la persona que hizo mucho para posicionar a las empresas chilenas en ferias y eventos comerciales en Estados Unidos, sino que también para la persona que, con la misma dedicación, había abocado sus esfuerzos a la tarea de mejorar el manejo del inglés en Chile.

Según el embajador Kelly, su trabajo en Chile, en conjunto con su equipo comercial y de la mano de AmCham Chile, demostró que el capitalismo democrático fortalece al libre mercado. “Y, hoy, estoy muy emocionado de recibir este premio, gracias a mis amigos de la AmCham”, concluyó.

The growth of trade, of course, stands out but there is much more than trade to relations between Chile and the United States, writes U.S. Ambassador Craig A. Kelly as his posting in Santiago draws to a close.

The success of the U.S.-Chile Free Trade Agreement is a great story. In just its first three years, bilateral trade is up over 150% and last year was valued at more than US$16 billion. The U.S. is the main source of Chile’s imports and the largest recipient of Chilean exports. Without a doubt, those figures are impressive. More important, however, are the people, businesses and cultural ties behind the headlines.

Last year, over 2,000 Chilean companies exported to the U.S. almost 2,000 different products. From the U.S., nearly 12,000 U.S. companies exported almost 5,000 different products to Chile. We hope to add poultry and red meat to our trade this year. Our commercial relationship with Chile has grown rapidly and is amazingly diverse.

What strikes me is that our business ties reflect the depth, breadth and diversity of the overall U.S.-Chile relationship. From science to sports exchanges, we are constantly finding new avenues for our people to share experiences and perspectives. Much of this cooperation is all around us and integrated into our daily lives to such a degree that it can go almost unnoticed. This is a healthy sign of a mature friendship.

In September 2005, we opened the American Academy of Science and Technology in Santiago. It hosts a steady stream of events, with American visitors and Chilean hosts meeting, talking and supporting this country’s drive for increased innovation. Throughout Chile, there are 13 Binational Centers and five American Corners. All are venues for Americans and Chileans to interact.

We share Chile’s goal of improving educational systems. We have sent over 2,000 Chileans to the U.S. as Fulbright scholars. We are right now working with Chile to increase the number of scholarships for Chileans pursuing PhDs in the sciences at U.S. universities. At the Embassy, we have an officer whose sole function is to increase training and professional development opportunities for English language teachers. At the university level, there are more U.S. students studying Spanish in Santiago - over 2,000 - than in any other Latin American capital.

Our environmental cooperation has gone above and beyond our original vision in the FTA’s environmental chapter. One milestone was the recent signing of a Sister Park Partnership between Yosemite National Park in California and Torres del Paine. U.S. companies are also directly involved in fostering conservation in Chile. Goldman Sachs was recognized last year by Secretary Rice for setting aside 275,000 hectares (roughly the size of the state of Rhode Island) in Patagonia, helping to preserve unique flora and fauna and giving local Chileans a direct role in the conservation of this unique part of world heritage.

As Pacific countries, both the U.S. and Chile look naturally to Asia for economic and political ties. Chile is one of only three Latin American members of the Asia-Pacific Economic Cooperation (APEC) organization. We share with Chile the long-term goal of a Free Trade Area for the Asia-Pacific. We are proud to have supported Chile’s candidacy to accede to the Organization for Economic Cooperation and Development (OECD) and are now thrilled to see Chile being invited to join another significant economic group like the OECD. Membership in such organizations recognizes Chile’s economic achievements, political maturity, and well-earned reputation as a constructive, reliable partner. Chile is an exceptional example of how to integrate an economy successfully into a globalized world.

There is no doubt that growing trade initiated by the FTA has opened many doors. As we continue to open more, we look forward to working with Chile on shared challenges like energy, climate change and investment. Energy security will remain a priority for all, as we look to balance climate change with economic growth.

The U.S. is the largest investor in Chile, but I would like to see more. I would like to see greater investment flowing both ways, and a bilateral taxation treaty would be an important tool in achieving that goal.

As I look back over the first three years of the FTA and my three-year tour in Santiago, I leave knowing the U.S.-Chile relationship is stronger than ever on every possible level. While trade might grab headlines, there are thousands of ways in which Americans and Chileans cooperate, share and learn from each other every day. I have every confidence that both countries will continue to work together to enhance their citizens’ lives - and that my successor, too, will be able to say in three years that relations are better than ever.

Craig A. Kelly is U.S. Ambassador to Chile.


AmCham Chile Presents Prize to Ambassador Kelly

“It’s not easy to render an Irish American speechless,” confessed Craig Kelly. But that is what happened to the U.S. Ambassador to Chile when, at a gala dinner held during the Business Future of the Americas Conference, AmCham Chile presented him with a prize in recognition of his role in obtaining and implementing the two countries’ Free Trade Agreement and of his contribution to education and the overall development of bilateral relations.

Ambassador Kelly is “a great friend of Chile and AmCham,” said AmCham Chile president, Mateo Budinich. “With his charisma, optimism, energy and approachableness, he is capable of transcending the Embassy and, on Mondays, of going to play baseball - his favorite sport - with poor children.

” AmCham’s prize, added Budinich, was not only for the person who had done so much to position Chilean companies in trade fairs and other commercial events in the United States but also for the person who, with the same dedication, had harnessed his efforts to the task of improving English proficiency in Chile.

According to Ambassador Kelly, his work in Chile, together with his commercial team and in conjunction with AmCham Chile, has shown that democratic capitalism strengthens the free market. “And, today, I am very moved to receive this prize, thanks to my friends at AmCham,” he concluded.
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