Google anunció hoy que ya está operativa la Región de Cloud de Santiago de Chile. Una “región” es la infraestructura dedicada a servicios de nube, ofreciendo almacenamiento de datos y otros servicios de Google Cloud, como Compute Engine, Google Kubernetes Engine, Cloud Storage y BigQuery.
La Región de Google Cloud de Santiago se suma a las otras 29 que ya existen en el mundo y es la segunda en América Latina, sumándose a la que la compañía ya tiene en São Paulo inaugurada en Brasil desde 2017, reforzando el compromiso de Google Cloud con las empresas latinoamericanas de trabajar en conjunto para acelerar la adopción de capacidades digitales. Todas las regiones cuentan con software, hardware y excelencia operacional.
Con 3 zonas de disponibilidad, la Región de Google Cloud abrirá nuevas posibilidades para las organizaciones chilenas y de otros mercados de América del Sur, al traer más cerca de ellas una opción de nube de larga escala. Esto permitirá mejorar la latencia de sus servicios, explorar nuevas arquitecturas de disaster recovery, elegir correr aplicaciones y almacenar datos localmente (elemento de particular importancia para algunas industrias reguladas), y explorar innovaciones tecnológicas de edge computing.
Con 3 zonas de disponibilidad, la Región de Google Cloud abrirá nuevas posibilidades para las organizaciones chilenas y de otros mercados de América del Sur, al traer más cerca de ellas una opción de nube de larga escala. Esto permitirá mejorar la latencia de sus servicios, explorar nuevas arquitecturas de disaster recovery, elegir correr aplicaciones y almacenar datos localmente (elemento de particular importancia para algunas industrias reguladas), y explorar innovaciones tecnológicas de edge computing.
“Vemos que esta nueva región es algo muy positivo para los usuarios de Google Cloud en Chile. La nube es hoy el gran catalizador para el cambio y habilitador de la transformación de los negocios”, afirmó Diego Cotignola Michetti, Socio Líder de Cloud Engineering de Deloitte.
“En Chile estamos en un momento de adopción muy acelerada de la nube en todas las industrias, y esto requiere una estrategia y ejecución responsable que no afecte la continuidad operacional. Disponer de una región local en Chile, reduce varias de las barreras y complejidad de la adopción de la nube que vemos en nuestros clientes. Primero, la ubicación geográfica en donde los datos efectivamente se almacenan, simplifica muchas veces el cumplimiento regulatorio y normas relacionadas con la seguridad y protección de los datos. Segundo, simplifica también varios aspectos técnicos y operacionales propios de la migración y de la convivencia entre lo que está en la nube y el resto de los sistemas de tecnología tradicionales. Y por último, incentiva el desarrollo local de talento técnico, que es probablemente uno de los factores de éxito más importante para el éxito de la adopción de la nube”, explicó el ejecutivo.
Esta nueva inversión de Google en Chile ocurre en el año que la empresa celebró su aniversario número 10 de presencia en el país. Chile ya es el hogar del primer centro de datos en América Latina, el cual opera desde 2015 y que fue expandido en 2018. Las inversiones en Chile también incluyen el cable submarino Curie que conecta Los Ángeles, California, con Valparaíso, extendiendo la red que garantiza un mejor servicio a nuestros usuarios y clientes. Curie, fue el primer cable submarino en llegar a Chile en casi 20 años y una vez desplegado fue la conexión de datos más larga del país.
Otro frente importante de la inversión que Google ha realizado en Chile se relaciona con las energías libres de carbono. Desde 2017, Google utiliza energía solar del desierto de Atacama, uno de los puntos geográficos que recibe más luz solar en el mundo. Con un área de más de 1.5 millones de metros cuadrados -el equivalente a 211 campos de fútbol- éste proyecto de energía renovable es la planta fotovoltáica actual más extensa de América Latina y provee a Google con 80 MV de energía limpia anualmente.
Esta inversión en energía solar, junto con los más de 50 proyectos de energía renovable alrededor del mundo, son fundamentales para operar una nube limpia y que ofrezca a los clientes de Google Cloud la posibilidad de reducir sus emisiones de carbono al migrar a la nube. Google opera completamente neutro de carbono desde 2017 y asumió el compromiso de operar 24/7 con energía libre de carbono hasta 2030.
Otro frente importante de la inversión que Google ha realizado en Chile se relaciona con las energías libres de carbono. Desde 2017, Google utiliza energía solar del desierto de Atacama, uno de los puntos geográficos que recibe más luz solar en el mundo. Con un área de más de 1.5 millones de metros cuadrados -el equivalente a 211 campos de fútbol- éste proyecto de energía renovable es la planta fotovoltáica actual más extensa de América Latina y provee a Google con 80 MV de energía limpia anualmente.
Esta inversión en energía solar, junto con los más de 50 proyectos de energía renovable alrededor del mundo, son fundamentales para operar una nube limpia y que ofrezca a los clientes de Google Cloud la posibilidad de reducir sus emisiones de carbono al migrar a la nube. Google opera completamente neutro de carbono desde 2017 y asumió el compromiso de operar 24/7 con energía libre de carbono hasta 2030.
Además de la inauguración de la región, Google Cloud anunció la expansión de sus programas de formación en nube en Chile. Adicional al contenido on line en español, disponible para desarrolladores y estudiantes chilenos en el sitio Capacita+, las universidades: Pontificia Universidad Católica de Chile, Universidad Adolfo Ibáñez, Universidad de Santiago, Universidad del Desarrollo, Universidad Católica de Valparaíso y DUOC se unen a 180 instituciones de formación superior con las que Google Cloud trabaja en América Latina para incorporar contenidos sobre tecnología y nube en los programas curriculares.
Esta inversión en educación busca formar más personas que puedan beneficiarse de las oportunidades de trabajo que generará el crecimiento de la industria de la nube en los próximos años. “Impulsar estos programas de formación es una de mis principales prioridades. En Google, entendemos que es fundamental, no solo contratar talento local, sino también tener un enfoque activo para fomentarlo. Queremos ser parte activa en asegurarnos de que la adopción de las tecnologías de nube genere oportunidades para nuevas carreras profesionales, especialmente para los jóvenes”, aseguró Eduardo López, Vicepresidente de Google Cloud para América Latina.
De esta manera, el VP de la compañía agregó: “Podemos generar muchas oportunidades profesionales para las nuevas generaciones y, al mismo tiempo, construir la fuerza laboral del futuro para el crecimiento de nuestro ecosistema, que incluye clientes, socios, startups, desarrolladores, etc.” La generación de nuevas carreras y oportunidades de negocio para otras empresas de tecnología es parte de los impactos positivos que Google Cloud estima que estos anuncios traerán para Chile.
Así como la Cloud Region debe generar este dinamismo en el ecosistema tecnológico, un estudio realizado por Oxford Economics, comisionado por Google y titulado El impacto Económico de Google en Chile y América del Sur, calculó que, en 2020, las operaciones del centro de datos y las inversiones relacionadas al mismo adicionaron $249 millones de dólares en actividad económica al PIB de América del Sur. Esta cifra es parte de un reporte más extenso que Google va divulgar en los próximos meses con más detalles del impacto de sus inversiones en la región.