La Economía de Chile: Mirando a Largo PlazoChile’s Economy: Playing the Long Game

19 Octubre 2012

Chile es un país pequeño que está altamente expuesto a la economía global debido a su apertura comercial y dependencia de las exportaciones de materias primas, en especial del cobre. Sin embargo, el impacto económico de la actual crisis global, generada por la crisis de deuda de la eurozona, hasta ahora ha sido limitado.

“Los efectos que ha tenido hasta ahora en Chile la crisis internacional han sido relativamente tenues. No significa que no ha habido, sí los ha habido y hemos visto por ejemplo una cantidad de información importante respecto a exportaciones a Europa (…). Sin embargo, en términos generales han sido efectos relativamente tenues”, señaló Rodrigo Vergara, presidente del Banco Central de Chile, en un desayuno de AmCham celebrado el 28 de septiembre en el Hotel Radisson.

De hecho, el producto interno bruto de Chile creció un 5,4% en el primer semestre de este año frente al mismo período del 2011, lo que es un crecimiento “que hoy día es bastante notable dentro del contexto internacional”, afirmó.

No obstante, ello no significa que Chile haya sido inmune. Si bien la demanda se mantiene sólida, Vergara espera que el crecimiento promedie entre un 4,75% y un 5,25% en el 2012 (menos que el 6% del 2011) incluyendo una “moderada desaceleración” en el segundo semestre de este año.

A nivel mundial, ha habido algunas señales positivas en los últimos meses, pero “no nos engañemos, la solución no es definitiva, esto tiene mucho camino todavía por recorrer”, dijo el economista con estudios en Harvard.

Vergara destacó que si bien las medidas fiscales anunciadas recientemente por España y Alemania han ayudado a reducir las primas de riesgo soberano en estos países, es improbable que ellas reduzcan la volatilidad del mercado en el mediano plazo. Las recientes protestas populares en España y Grecia, además de las divisiones políticas dentro de la eurozona, no han ayudado a restituir la confianza.

En tanto, el resto del mundo está mostrando señales de debilidad. El crecimiento en Estados Unidos es moderado y el desempleo ronda el 8%. El nuevo programa de compra de activos de la Reserva Federal de Estados Unidos, conocido como flexibilización cuantitativa o QE3, combinado con tasas de interés históricamente bajas, es parte de una política expansiva que se espera continúe por algún tiempo, sostuvo Vergara.

China, por su parte, ha rebajado su meta de crecimiento a un 7,5% en el 2012, la que -si bien aún es muy sólida- es menor que el crecimiento promedio de dos dígitos observado durante la última década.

“Para Chile, lo que sucede en la economía china es muy, muy relevante. Todos sabemos que es fundamental en la determinación del precio de los commodities, en la demanda de commodities”.

En cuanto a los demás miembros del BRIC [Brasil, Rusia e India], ha habido una desaceleración en India y, más importante para Chile, en Brasil. En el resto de América Latina, el panorama es “razonablemente positivo” para los países de la cuenca del Pacífico, esto es México, Colombia, Perú y Chile, indicó Vergara.

En Chile, la economía continúa mostrando un sólido crecimiento impulsado por la demanda de consumo y un alto nivel de empleo, mientras que la inflación sigue baja. De hecho, el Banco Central proyecta que la inflación será de apenas un 2,5% en el 2012 y prevé que se mantendrá bajo su meta del 3% en el largo plazo.

“Los riesgos de mediano plazo siguen vigentes particularmente, porque tenemos un mercado laboral apretado y porque se han ido copando las brechas de capacidad (…) lo que hacia mediano plazo nos hace pensar que tenemos que ser muy cautelosos en materia inflacionaria”, afirmó Vergara.

En cuanto a la tasa de cambio real, subrayó que Chile no es el único país que enfrenta la debilidad del dólar estadounidense, la que ha afectado a todas las economías emergentes en distinto grado. El dólar se ha debilitado más por las medidas de estímulo fiscal en Estados Unidos, pero pese a la sólida apreciación del peso chileno en el 2012, en un período de tiempo más largo el avance es acorde con el promedio regional, destacó.

Y podría ser peor. Parte de los ingresos del cobre de Chile se ahorra en un fondo soberano en el extranjero, lo que ayuda a mitigar el impacto en la tasa de cambio. Sin embargo, eso no es mucho consuelo para los exportadores de fruta que están pidiendo que el Banco Central intervenga.

“El valor del dólar se encuentra en la parte baja de sus fundamentos de largo plazo (…) como en el pasado nos reservamos el derecho de intervenir si la situación así lo amerita”, sostuvo.

Pero no existe una panacea y la intervención también tiene sus costos, destacó. El Banco Central ha mantenido su tasa referencial en un 5% desde enero y, si bien una rebaja temporal podría aliviar los efectos de la tasa de cambio, también ejercería presión sobre la inflación a futuro.

Vergara explicó que “las decisiones [del Banco Central] se guían por metas de mediano plazo” en vez de por variaciones de corto plazo.

No obstante, hay medidas no relacionadas con la tasa de cambio que podrían ayudar a mejorar la competitividad de Chile. Por ejemplo, los costos de la energía son un importante desafío dado que los precios de la electricidad industrial en Chile se encuentra por sobre los del promedio de la OCDE. “Hay que hacer un llamado a las autoridades correspondientes para que tomen la iniciativa y el liderazgo (…) para que tengamos costos de energía más bajos acordes con nuestro nivel de desarrollo”, señaló.

La actual escasez de mano de obra es otro tema que enfrentan los empleadores. Esto “es una muy buena noticia, porque significa un incremento en los salarios (…) que evidentemente va a producir en el mediano plazo mejoras en la distribución del ingreso; pero todo esto tiene que fortalecerse con el mejoramiento en la calidad de ese capital humano para que realmente estos incrementos en salarios vayan acompañados de aumentos en productividad”.

Chile además tiene una de las menores tasas de participación femenina en la fuerza laboral de la OCDE, lo que es necesario que cambie para que Chile impulse su competitividad, dijo Vergara. Otros desafíos incluyen eliminar cuellos de botella en la infraestructura de transporte y controlar el gasto público.

En momentos en que el Congreso de Chile analiza el presupuesto fiscal para 2013, tanto el Gobierno como el sector privado deberían estar atentos al impacto económico que tiene un mayor gasto, manifestó Vergara.

Pero la disciplina fiscal no es suficiente. Al tiempo que el ingreso per cápita de Chile se acerca a los estándares de países desarrollados, la economía de manera natural se va a volver más costosa y los productores tendrán que incrementar su productividad para competir mejor. Vergara concluyó que la innovación y la diversificación de mercados son elementos esenciales en esto.

Julian Dowling es editor of bUSiness CHILE

Chile is a small country that is highly exposed to the global economy because of its trade openness and dependence on exports of raw materials, especially copper. But the economic impact of the current global crisis, triggered by the debt crisis in the euro zone, has so far been limited.

“There has been some impact, for example on exports to Europe, but the effects have been relatively insignificant,” said Rodrigo Vergara, the president of Chile’s Central Bank, at an AmCham breakfast at the Radisson Hotel on September 28.

In fact, Chile’s Gross Domestic Product grew 5.4% in the first half of this year versus the same period of 2011, which is “very significant growth within the current international context,” he said.

But that doesn’t mean Chile has been immune. Although demand remains strong, Vergara expects growth to average between 4.75% and 5.25% in 2012 (down from 6% in 2011) including a “moderate slowdown” in the second half of this year.

Globally, there have been some positive signs in recent months but “let’s not fool ourselves, it’s still a very complicated situation and there is a long way to go,” said the Harvard-trained economist.

He noted that while fiscal measures announced recently by Spain and Germany have helped to reduce sovereign risk premiums in these countries, they are unlikely to reduce market volatility in the medium-term. Recent popular protests in Spain and Greece, as well as political divisions within the euro zone, have not helped to restore confidence.

Meanwhile, the rest of the world is showing signs of weakness. Growth in the United States has been sluggish with unemployment hovering around 8%. The Federal Reserve’s new QE3 asset purchase program, combined with historically low interest rates, is part of an expansive policy that is expected to continue for some time, said Vergara.

China, for its part, has cut its growth target to 7.5% in 2012 which, while still very strong, is less than the average two-digit growth seen over the last decade.

“Whatever happens in the Chinese economy is very important for Chile, especially in terms of the demand for commodities.”

As for the other BRIC countries, there has been a slowdown in India and, more importantly for Chile, in Brazil. In the rest of Latin America, the outlook is “reasonably positive” for the Pacific Rim countries, namely Mexico, Colombia, Peru and Chile, said Vergara.

In Chile the economy continues to show solid growth driven by consumer demand and a high level of employment, while inflation remains low. In fact, the Central Bank forecasts inflation of just 2.5% for 2012 and sees it staying under its target of 3% in the long term.

“There are still medium term risks since the labor market is tight and the capacity gap has been closing, which means we have to be very cautious,” said Vergara.

As for the real exchange rate, he pointed out that Chile is not alone in facing the weakness of the US dollar, which has affected all emerging economies to differing degrees. The dollar has been further weakened by fiscal stimulus measures in the United States, but despite the strong appreciation of the Chilean peso in 2012, over a longer time period the increase is in line with the regional average, he noted.

And it could be worse. A portion of Chile’s copper income is saved in an offshore sovereign wealth fund, which helps to mitigate the impact on the exchange rate. But that’s not much solace for fruit exporters that are calling for the Central Bank to intervene.

“The value of the dollar is at the lower end of its long-term fundamentals, which means we have not ruled out intervention if it is justified,” he said.

But there is no “magic bullet” and intervention also has its costs, he pointed out. The Central Bank has maintained its benchmark rate at 5% since January and, while a temporary reduction could alleviate the effects of the exchange rate, it would also pressure inflation going forward.

“The Central Bank makes decisions based on long-term trends rather than short-term variations,” Vergara explained.

But there are non-exchange rate measures that could improve Chile’s competitiveness. For example, energy costs are an important challenge since industrial electricity prices in Chile are above the OECD average. “The authorities have to take measures to bring energy costs into line with our level of development,” he said.

The current labor shortage is another issue facing employers. “This is good news on the one hand because it means higher wages and better income distribution in the medium term, but it must be supported with job training so that salary increases are accompanied by higher productivity.”

Chile also has one of the lowest rates of female labor force participation in the OECD, which needs to change for Chile to boost its competitiveness, Vergara said. Other challenges include removing bottlenecks in transport infrastructure and controlling public spending.

With Chile’s Congress currently considering the 2013 fiscal budget, the government and the private sector should be wary of the economic impact of higher spending, said Vergara.

But fiscal discipline is not enough. As Chile’s per capita income nears developed country standards, the economy will naturally become costlier and producers will have to increase their productivity to compete better. “Innovation and diversification of markets are essential elements in this,” Vergara concluded.

Julian Dowling is Editor of bUSiness CHILE

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