El Nuevo Rumbo De Un Astillero

07 Noviembre 2007
Dando un nuevo giro a décadas de experiencia en la construcción de barcos, un astillero chileno se volvió hacia los yates de lujo con el que está pescando en la creciente piscina de los súper-ricos.

Tendrá camarotes, una piscina, un sauna y un gimnasio, un salón de belleza, una discoteca, un ascensor de cinco pisos y un helipuerto. Ésas son algunas de las características de un barco -o más bien de un yate expedicionario de 75 metros- que actualmente está construyendo un astillero chileno.

Si estuviera listo ahora, la embarcación sería la más grande en su tipo a nivel mundial, señala Hans Schmidt, presidente de MARCO Group. Gin Tonic II -como será bautizado el yate- será capaz de llevar sus 700m2 de lujo a través de largas distancias en alta mar.

Pero es más que una proeza de diseño e ingeniería. También es una evidencia de cómo MARCO, enfrentado a un temporal, pudo cambiar su rumbo y fijar un nuevo curso.

La empresa fue fundada en 1953 en Seattle como Marine Construction and Design Co. por el padre de Hans, Peter Schmidt, un ingeniero mecánico al que le apasionaba navegar. La empresa avanzó hasta establecer una posición como la primera empresa en desarrollar una polea mecánica para el acarreo de redes de pesca.

Y, a comienzos de la década de los 60, MARCO inauguró un astillero en Iquique justo cuando los ojos del norte de Chile -y del gobierno chileno- se volvían hacia los ricos territorios pesqueros del área como una forma de rellenar la brecha económica dejada por el colapso de la industria de los nitratos.

Entre 1962 y 1965, MARCO construyó más de 100 embarcaciones pesqueras en Iquique y, a medida que la flota de Chile crecía, las órdenes seguían llegando y los barcos que construían aumentaban su tamaño. De un promedio de 30m en la década de los 60, el largo de sus barcos pesqueros aumentó a 60m en la década de los 90 y después, en el caso de los pesqueros de atún, a más de 80m.

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Tendrá camarotes, una piscina, un sauna y un gimnasio, un salón de belleza, una discoteca, un ascensor de cinco pisos y un helipuerto. Ésas son algunas de las características de un barco -o más bien de un yate expedicionario de 75 metros- que actualmente está construyendo un astillero chileno.

Si estuviera listo ahora, la embarcación sería la más grande en su tipo a nivel mundial, señala Hans Schmidt, presidente de MARCO Group. Gin Tonic II -como será bautizado el yate- será capaz de llevar sus 700m2 de lujo a través de largas distancias en alta mar.

Pero es más que una proeza de diseño e ingeniería. También es una evidencia de cómo MARCO, enfrentado a un temporal, pudo cambiar su rumbo y fijar un nuevo curso.

La empresa fue fundada en 1953 en Seattle como Marine Construction and Design Co. por el padre de Hans, Peter Schmidt, un ingeniero mecánico al que le apasionaba navegar. La empresa avanzó hasta establecer una posición como la primera empresa en desarrollar una polea mecánica para el acarreo de redes de pesca.

Y, a comienzos de la década de los 60, MARCO inauguró un astillero en Iquique justo cuando los ojos del norte de Chile -y del gobierno chileno- se volvían hacia los ricos territorios pesqueros del área como una forma de rellenar la brecha económica dejada por el colapso de la industria de los nitratos.

Entre 1962 y 1965, MARCO construyó más de 100 embarcaciones pesqueras en Iquique y, a medida que la flota de Chile crecía, las órdenes seguían llegando y los barcos que construían aumentaban su tamaño. De un promedio de 30m en la década de los 60, el largo de sus barcos pesqueros aumentó a 60m en la década de los 90 y después, en el caso de los pesqueros de atún, a más de 80m.

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