[:es]Cinco factores para una comunicación efectiva aplicada a la empleabilidad[:]

12 Agosto 2020
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Actualmente, una de las habilidades esenciales para la empleabilidad es la comunicación efectiva. Se habla de una capacidad humana básica, la de comunicar; no obstante, hacerla efectiva y estratégicamente no es sencillo. Contar con esta destreza es fundamental para el desarrollo de carrera y para gestionar la empleabilidad, entendida como la capacidad para encontrar una ocupación en las condiciones deseadas.

En esta línea, comunicar requiere pensar el contenido que se va a entregar en función de quién lo va a recibir. No se puede transmitir el mismo mensaje y de la misma forma a destinatarios distintos y esperar el mismo efecto o resultados.

Si se lleva esto al plano de la empleabilidad y al desarrollo de carrera, la comunicación utilizada adecuadamente permitirá concretar objetivos, aprovechando cada oportunidad que se tenga para entregar el mensaje preciso, con la información adecuada y en el estilo que más se ajuste al propósito buscado.

“La forma en que ofrecemos nuestros talentos y habilidades variará conforme a quién tenemos en frente, al tipo de industria, a las características de la organización, al puesto al que se aspira, a las funciones a desempeñar e, incluso, a las circunstancias en que se desarrolle la conversación o entrevista”, afirma Karina Pérez, directora de Robert Half Chile.

Para la ejecutiva, lo anterior también se aplica para acciones de networking o creación de redes de contacto, o para el caso de emprendedores que necesitan buscar financiamiento o apoyos de algún tipo. En todos estos casos, la comunicación debe tener un propósito y darse conforme a quienes participan en ella y a las circunstancias en que se desarrolla.



A continuación, Robert Half entrega cinco factores para una comunicación efectiva aplicada a la empleabilidad:

1. Mirada estratégica. Investigar y planificar son la base para una buena comunicación. Ello, porque en la medida que se es capaz de descifrar y entender los factores que están involucrados, se podrá aproximar mejor desde el punto de vista comunicacional. La gran ventaja que se tiene actualmente es la enorme cantidad de información disponible sobre organizaciones y personas. Por lo tanto, al enfrentar un momento donde se deberá “vender” el perfil profesional, la persona tendrá que hacerse, a lo menos, las siguientes preguntas: ¿quién es el destinatario? ¿Cómo es la organización y la industria?

2. Pensar el mensaje. Un mismo contenido o mensaje tiene múltiples formas de ser entregado. No solo en cuanto a lo que se dice, sino a cómo, el medio que se usa y la oportunidad, entre otros factores a tener en cuenta. Si se logra desarrollar el hábito de pensar los mensajes y adaptarlos de acuerdo a quién los recibirá, se estará logrando una ventaja que aumentará la efectividad de la comunicación y mejorará ostensiblemente la empleabilidad de la persona.

3. Escucha activa. Escuchar implica involucrarse en la comunicación con otros y, con ello, interpretar adecuadamente lo que se dice, por qué lo dicen y desde dónde lo dicen (qué experiencias están detrás). Cuando se practica la escucha activa, además de ser genuina expresión de comunicación, también se está validando al interlocutor o audiencia. Adicionalmente, el comprometerse en la comunicación interpersonal permite obtener información valiosa sobre el destinatario para poder usarla y mejorar la efectividad de los mensajes.

4. Feedback permanente. Tanto en una entrevista laboral como en una conversación cotidiana o en un diálogo de negocios, “alimentar” la conversación es fundamental. Esto quiere decir que se debe hacer saber al interlocutor (destinatario) que se está siguiendo su idea e interesado en lo que está diciendo. Ojo que no se trata de interrumpir permanentemente, pero sí de usar algunas acciones que contribuyen a transmitir compromiso con el diálogo.

5. Consistencia. El enfatizar ciertos aspectos del perfil o carrera de cada uno, o incluso omitir algunos cargos o experiencias cuando se posee trayectorias muy extensas, no debe llevarse al extremo. Siempre se debe procurar que los antecedentes personales sean consistentes en el tiempo. En ningún momento olvidar que las personas solicitan referencias a conocidos o ex empleadores, consultan las redes sociales, buscan en internet, etc. Y si lo que encuentran dista mucho de lo transmitido en una entrevista personal o en el CV, entonces se generarán muchas dudas.[:]
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