Eduardo Frei Desayuna en AmCham

14 Julio 2006
CHILE- USA
UNA HISTORIA CON FUTURO

Cómo Lograr una Óptima Relación Win-Win

Discurso de don Eduardo Frei
Presidente del Senado de la República de Chile en un Desayuno de AmCham el 13 de julio, 2006.



Su convicción de que Chile debe basar su energía en el recurso que más posee, el hidráulico y no depender de suministros extranjeros y que Chile no debe apoyar a Venezuela para el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fueron algunas de las expresiones que el Presidente del Senado Eduardo Frei realizó durante el Desayuno Mensual de AmCham.
Su exposición se centró, básicamente, en demostrar por un lado lo beneficioso que ha sido para Chile la firma de acuerdos comerciales con todo el mundo y por otro, la necesidad de que el sector privado invierta más en tecnología e innovación, que son temas que han ido, a su juicio quedando atrás. Por otro lado y respecto de Estados Unidos, remarcó la idea de que ese país debe buscar establecer con Chile una relación que le permita establecer desde acá una suerte de plataforma política hacia la región.
A la hora de las preguntas, enfrentó claramente el tema de los recortes de gas de Argentina, señalando “Me dicen por qué usted en su gobierno negoció el gas con Argentina. Y lo hice porque, primero, es una fuente barata; segundo, es una fuente limpia, y tercero, porque Chile no tiene combustibles. Por lo tanto, creo que fue una buena medida”. Agregó que “tenemos que sustentarnos con la única energía que Chile tiene, que es el agua”. Refiriéndose directamente a la situación con Argentina, señaló “Ahora, ¿qué no respetan los acuerdos? Lógicamente que no los respetan, pero yo no me pronuncio, yo no soy el Gobierno, yo soy legislador. Yo tengo mi opinión y punto”. A continuación, el discurso del senador Frei:


Buenos días. Muchas gracias por haberme invitado a compartir nuevamente con ustedes un agradable desayuno.
Hoy hablaremos de la relación win-win que hemos alcanzado con EEUU. De cómo esta relación que comenzó tímidamente a forjarse en los años ‘90 es hoy uno de los vínculos comerciales más fuertes y sólidos de Chile. Hablaremos de cómo esta relación se enmarca en una política exterior pensada y consensuada en dichos años. En pocas palabras, veremos cómo Chile se convirtió en el país que es hoy.
Analizaremos cifras concretas que muestran el resultado de la historia de amistad entre ambos países y de otros con los cuales hemos suscrito tratados de libre comercio. Sin embargo, no nos podemos quedar admirando el pasado y el presente, constataremos también cuáles son los peligros que amenazan esta relación de mutuo beneficio que tantos frutos ha generado a ambas partes.
La reciente visita de nuestra Presidenta, Michelle Bachelet, a los Estados Unidos, da cuenta del excelente vínculo que mantenemos con dicha nación y de la prioridad con que la relación entre ambos países es manejada a nivel de gobiernos.
Este estrecho y fuerte lazo no es producto del azar, sino que, por el contrario, es el resultado del trabajo y esfuerzo coordinado de los últimos gobiernos de Chile.

II.


FOTOGRAFÍA DE CHILE
En los gráficos y estadísticas que a continuación les paso a exponer vemos reflejado el Chile de hoy, nuestro Chile actual.
1.


Índice de competitividad
2.


Índice de percepción de corrupción en Latinoamérica
3.


Crecimiento económico por país en los 90
4.


Renta Bruta Nacional per capita en Latinoamérica
5.


Exportaciones e importaciones como porcentaje del PIB

III.


CAMINO REALIZADO
Los gráficos y las cifras en ellos contenidos son contundentes y alentadores.
Sin embargo, ellos no contienen sólo números o cifras económicas, sino que manifiestan y dan cuenta de una realidad mucho más interesante. Ellos demuestran que Chile está inserto en el mundo. Chile es hoy un actor con presencia en el mundo globalizado.
Sin lugar a dudas y sin arrogancia de por medio, podemos señalar que por donde se nos mire somos el país de Latinoamérica con los más sólidos consensos político-sociales. Junto con ello, contamos con una extraordinaria fortaleza en nuestras cuentas fiscales, lo que parecía una meta inalcanzable -¡hace apenas veinte años!- para todos los países del Cono Sur.
Hoy, cuando los inversionistas tienen la intención de invertir en Latinoamérica, ponen sus ojos en nuestro país. En el pasado, teníamos que salir al mundo a buscar economías interesadas en tener relaciones comerciales con nosotros. En el presente el mundo busca a Chile.
Tenemos acuerdos comerciales con Norteamérica, Centroamérica, Sudamérica, Asia, Europa y Oceanía y, en general, excelentes relaciones con el resto del mundo. Somos un país pequeño, pero ordenado, que ha sabido sortear con calma y sin grandes sobresaltos las últimas crisis económicas mundiales.
Como lo mostraban las cifras, la percepción de corrupción en Chile es muy baja y a ojos del mundo somos un país apto para los negocios, bueno para invertir y una plataforma de lanzamiento para nuevos productos, ideas y tecnologías.
¿Sabían ustedes que Chile debe ser el país donde hay más marcas de autos? Hay más de 35 marcas distintas en un mercado de 15 millones de personas. Las automotoras del mundo ven a Chile como su pista de prueba para comercializar sus modelos. Esto es una fuerte señal de confianza en los chilenos, quienes dictan pauta sobre qué modelos se comercializan mejor, gustan más y son más aptos para los distintos mercados.
Chile tiene, desde hace tiempo, un prestigio bien ganado. El cobre, el vino, los salmones y las frutas son sólo una pequeña -pero importante- prueba de que nos toman en serio alrededor del mundo.
Somos un país que ha sabido rescatar lo bueno de los más grandes y obviar lo malo. Tenemos, como nación, pocos de los vicios que afectan a las potencias centrales, pero muchos de sus méritos. Nos falta bastante por avanzar, pero nadie puede decir que en casi 200 años de historia hemos hecho poco. Somos un país chico, de escasa población, donde todos se conocen y donde hay un gran espacio para crecer… y esto el mundo lo sabe y lo respeta.
Pero esta posición en el mundo, esta apertura hacia el resto del globo, no es producto de la improvisación ni del azar. Esta posición es el resultado de una visión estratégica forjada hace varios años.
Es producto y consecuencia del principio sobre el cual Chile se renovó durante los años ochenta. Asumimos entonces el “modelo exportador” y abrimos nuestra economía a los mercados internacionales. No fue una decisión fácil: tuvimos que enfrentar costos, riesgos y una durísima crítica interna, pero al final el árbol dio sus frutos... Hoy prácticamente todos los sectores gozan de ellos y los consideran imprescindibles. Esto forma parte de nuestro principal patrimonio: el consenso político-social que estabiliza a Chile.
Pero miremos hacia atrás y hagamos un poco de historia, ya que es a esta historia a la que le debemos los resultados actuales.
En diciembre de 1990, durante su visita oficial, el entonces Presidente de EEUU, George Bush padre, expresó sus intenciones de celebrar un tratado de libre comercio con Chile. Ese mismo año fue firmado entre ambos países un convenio de inversión.
En el mes de septiembre de 1991, Chile y México suscriben un acuerdo de complementación económica en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI). Este fijaba como meta intensificar las relaciones económicas bilaterales entre los dos países por medio de una liberalización de gravámenes y restricciones a las importaciones y exportaciones.
Posteriormente, durante una visita oficial del entonces Presidente Aylwin a Washington, el ex Presidente Bush le plantea la posibilidad de que Chile ingrese al NAFTA (North American Free Trade Agreement) cuando éste terminara de ser negociado entre los países miembros (Estados Unidos, Canadá y México).
Luego, durante mi gobierno, específicamente en junio de 1994, en una reunión sostenida con el entonces Presidente de los EEUU, Bill Clinton, anunciamos que se iniciarían las negociaciones formales para que Chile ingresara al ya suscrito NAFTA, una vez que el Presidente Clinton obtuviera la aprobación del
fast track en el Congreso de su país.
En la Primera Cumbre de las Américas, celebrada en Diciembre de 1994 en Miami, se firma el documento oficial que da inicio a las negociaciones para que Chile ingresara al NAFTA. Este documento fue firmado por los gobernantes de EEUU, Bill Clinton, con Jean Chretien de Canadá y Ernesto Zedillo de México.
Posteriormente, el día 5 de diciembre de 1996 se firmó el Acuerdo de Libre Comercio con Canadá, entrando en vigencia en julio de 1997.
Tras innumerables reuniones y negociaciones, en noviembre de 1997, el Congreso Norteamericano no aprueba la legislación correspondiente para otorgarle al Presidente Clinton el fast track.
Pese a todo, los positivos resultados obtenidos en el marco del Acuerdo Complementario con México, impulsaron la firma del TLC con ese país, firmándose
en abril de 1998 para posteriormente ratificarse en agosto de 1999. Este se basó en las disposiciones del NAFTA y del TLC entre Chile-Canadá.
En el año 1998 se crea una comisión conjunta para analizar y profundizar los temas del futuro para un acuerdo TLC entre Chile y EEUU.
Asimismo, el 18 de octubre de 1999, firmé el TLC con Centroamérica, el cual estableció un marco normativo común aplicable a los seis países miembros (Chile, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua) para que éstos posteriormente negociaran protocolos bilaterales complementarios que sólo se aplicarán a Chile y al país respectivo. Actualmente, tenemos acuerdos bilaterales vigentes con Costa Rica y con El Salvador.
Por fin, hacia fines de noviembre de 2000, durante el gobierno de Ricardo Lagos, se anuncia el comienzo de las negociaciones oficiales para lograr el tan ansiado TLC con EEUU.
El 6 de junio de 2003 pudimos cosechar el fruto de nuestra tenacidad con la firma, en Miami, del TLC con EEUU. Este acuerdo comenzó a regir el primer día de 2004.
Según datos de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales, en el caso particular del TLC entre Chile y EE.UU., el impacto comercial producido a sólo un año de firmado el acuerdo, significó un incremento del 30,5% en los envíos a EE.UU. Se alcanzaron así 4.834 millones de dólares por concepto de exportaciones con la nación amiga. Asimismo, del año 2004 al 2005 las exportaciones aumentaron en un 35% y sólo considerando los meses de enero y febrero del 2006 en relación con los mismos meses en el 2005 las exportaciones aumentaron un 38%. Sin duda, se trata de cifras nunca antes soñadas por nosotros. La relación comercial entre Chile y los EE.UU. es altamente complementaria, y debe buscarse una óptima relación de win-win. Chile envía a ese mercado grandes volúmenes de productos agrícolas, mineros, de industria alimenticia, forestales y muebles de madera. Por su parte, Estados Unidos nos envía bienes industriales y de capital.
Con esto Chile ha conseguido no sólo colocar sus productos en un mercado tan grande e importante como el estadounidense, sino que esto le ha valido un reconocimiento respecto de su imagen / país a nivel internacional. De aquí nacen evaluaciones positivas tan relevantes como la del World Economic Forum; el Índice de Libertad Económica del Heritage Foundation
y los indicadores que nos sitúan como la economía con más bajo riesgo/país de toda Latinoamérica.

Como se habrán dado cuenta y recordarán, mis permanentes viajes al extranjero no fueron en vano. El resultado está a la vista. Estos sirvieron para firmar varios tratados de libre comercio y acercar a Chile al mercado norteamericano.

V.


LA TENACIDAD PAGA MUY BIEN.
1.


CUADRO ACUERDOS COMERCIALES SUSCRITOS POR CHILE (DIRECON)
2.


ACUERDOS EN TRAMITACIÓN
3.


RESULTADOS DE LOS ACUERDOS COMERCIALES con MEXICO
4.


CANADA
5.


EEUU
6.


CENTROAMÉRICA
7.


UNION EUROPEA
Hasta ahora, hemos analizado los beneficios que la relación Chile-EEUU ha generado para nuestro país. Sin embargo, win-win significa ganancia para ambos socios y debemos preguntarnos cual es el provecho o beneficio que EEUU ha obtenido de esta amistad.
Siendo sincero, pienso que EEUU no ha tenido una política consistente con Latinoamérica, más bien pareciera que para
EEUU no tiene prioridad. EEUU solo ha reaccionado frente a situaciones de crisis, y sus relaciones con la región dejan bastante que desear. Es a partir de esta realidad donde creemos que EEUU puede obtener su win-win de la relación con Chile.
El vínculo que hemos sembrado y del cuál estamos cosechando
es serio, sólido, realista en el cual se respetan los puntos divergentes. Es una relación que sirve de parámetro para nuestra vecindad. A partir de esta amistad y sus sólidos fundamentos, EEUU puede comenzar a cultivar sus relaciones con el resto de nuestros vecinos, vemos una clara oportunidad de inversión en ello. A través de esta inversión
en Chile, EEUU puede profundizar su relación con el resto de los países de Latinoamérica usando los mismos parámetros de seriedad respeto y compromiso seguidos con Chile y que tan buenos resultados mostramos hoy.
Mucho se habla de Chile como plataforma de inversiones para el resto de Latinoamérica, en este caso podemos decir que Chile puede constituirse como plataforma política
para EEUU y replicar el modelo con el resto de los países de Latinoamérica.

VI.


FUTURO Y AMENAZAS
Si bien nuestra realidad es extremadamente alentadora, no nos podemos quedar dormidos admirando nuestro pasado y presente. Las amenazas están latentes y en cualquier momento pueden derrumbar lo construido en años.
Las hay internas y externas.
En el ámbito interno, no podemos desconocer ni dejar de mencionar el grave problema que enfrenta nuestra educación. Estamos educando nuestro futuro. Si
no mejoramos el sistema e introducimos cambios sustantivos, nuestro futuro y el de nuestros hijos, se verá mermado. Sin ser alarmista, esto equivaldría a hipotecar el principal activo de Chile.
Hace algunas semanas vimos cómo los estudiantes secundarios se manifestaron masivamente en señal de protesta por una educación de baja calidad. Como lección nos debe quedar la urgente necesidad de introducir innovaciones radicales que apunten a un salto en la calidad del sistema docente. Esta vez fueron los jóvenes chilenos quienes nos enseñaron a nosotros, los adultos. Mi mensaje entonces no puede ser otro: escuchemos y atendamos su llamado.
Según el estudio del Banco Mundial denominado “Reducción de la pobreza y crecimiento: círculos virtuosos y círculos viciosos”, la mejor forma de seguir creciendo económicamente es luchando contra la pobreza. El
mencionado estudio demuestra que si bien el crecimiento es fundamental para superar la miseria, es la propia pobreza la que impide alcanzar altas tasas de crecimiento en América latina. La investigación indica que, en promedio, un aumento del 10% en la pobreza reduce el crecimiento anual del país en un 1%.
Dicha medición agrega que una de las principales herramientas para luchar contra la pobreza es mejorar el nivel de la educación de nuestra población.
No seamos ciegos ni sordos. En el desafío de la educación se requiere la contribución de todos los actores de la sociedad, no sólo del Gobierno. TODOS debemos aportar para mejorar el nivel de la educación... Invertir en educación es el mejor negocio para la sociedad.
Invertir en educación implica sacar de las calles a los niños que, sin un norte y sin apoyo parental, terminan uniéndose a pandillas marginales que confunden precarios ideales con guerrillas urbanas. Lo hemos visto en la reciente y lamentable rencilla entre cabezas rapadas y neonazis que ya ha dejado víctimas fatales. Sólo la esperanza puede salvar a nuestros jóvenes y una educación de calidad es lo único que puede aportar los cimientos adecuados para construir esperanza para una vida sana y plena.
GRÁFICO DE PORCENTAJE DEL GASTO PÚBLICO ASIGNADO A LA EDUCACIÓN
El gráfico recién visto nos demuestra que Chile es uno de los países que
destina uno de los mayores porcentajes del gasto público a la educación. Lo que nos revela que el problema no está en el monto de los recursos asignados.
Otra amenaza latente e importante es la escasa inversión en tecnología e investigación.
Chile es un país aventajado en recursos naturales en comparación con otras naciones, pero nos falta poner valor agregado a nuestras exportaciones. Es ahí donde tenemos que concentrar nuestras fuerzas, y como lo dije anteriormente, para tener gente capaz de investigar y aplicar tecnología es fundamental contar con una buena educación.
GRÁFICO: COMPARACIÓN GASTO DOMÉSTICO BRUTO EN INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO COMO PORCENTAJE DEL PIB
Este gráfico da cuenta del gasto doméstico bruto en investigación y desarrollo como porcentaje del PIB. Estamos muy por debajo de la inversión que realizan países como EEUU y Corea del Sur.
GRÁFICO: PORCENTAJE DE LOS PRODUCTOS EXPORTADOS QUE CONSTITUYEN EXPORTACIONES DE ALTA TECNOLOGÍA
El gráfico habla por sí mismo, ¡se dan cuenta que nos falta agregar valor a nuestras exportaciones!
Sigamos el ejemplo de países como Irlanda. Este último se ha constituido en uno de los principales exportadores de software en Europa. Semejante logro lo alcanzó mediante la incorporación de estudios tecnológicos en los distintos niveles de la educación. Pero eso no fue todo: también fueron esenciales las alianzas con el sector privado, pudiendo así generar proyectos en conjunto.
Otra amenaza interna es la autocomplacencia. No podemos descansar sobre las glorias pasadas sin grave riesgo de ser dejados atrás por el avance frenético del conocimiento. Debemos permanecer atentos, con una actitud de perpetuo aprendizaje y persistir en el esfuerzo por ser cada día un poco mejores. Sería nefasto creer que el sol sale todos los días sólo para nosotros y nuestros pequeños problemas.
Ahora bien, amenazas las hay externas también, no podemos desconocer el riesgo que representa la aparición de ciertos populismos regionales. A Chile no le conviene un vecindario embriagado con falsas utopías y promesas de riqueza fácil. Estas sólo conducen a un aumento de la pobreza e incrementan la lucha entre países. Es un hecho que los nacionalismos -sean del origen que sean- distorsionan las sanas relaciones entre los Estados y alimentan explicaciones de nuestras carencias sociales que nos ocultan las verdaderas raíces de la pobreza. No nos engañemos más: no existen atajos para derrotar la miseria. El único sendero posible es estrecho y no es otro que el del trabajo bien hecho.
Sigamos marcando la pauta y demos el ejemplo. Chile hace décadas que viene demostrando una estabilidad política y económica que da confianza al mundo y ésta es una ventaja que no podemos ni debemos perder.
VI.


CONCLUSIONES



Para crecer las plantas necesitan buena tierra, agua y luz. La buena tierra de Chile está en los mercados mundiales, en su necesidad cada vez más fuerte de naciones exportadoras con instituciones económicas y políticas confiables. Nuestra agua es la juventud chilena. Si logramos enriquecerla con educación de calidad será capaz de aportar un vigor impensado a nuestro crecimiento como país. Nuestra luz es la filosofía del trabajo bien hecho y de la apertura mental hacia nuevos aprendizajes.
Los populismos nos dirán que es posible sacar ventajas desconociendo los compromisos internacionales y debilitando las instituciones. Nos dirán incluso que nos podríamos desarrollar sin nuestros vínculos con los grandes mercados. Chile ya ha probado ese camino y las consecuencias son más y más pobreza. Sólo nos queda seguir cultivando nuestros acuerdos de mutuo beneficio con las grandes potencias. Sólo estos son capaces de conectarnos con millones de consumidores ávidos de mejores productos a precios competitivos. El mundo se merece la calidad elaborada con manos chilenas, pero, por sobre todas las cosas, Chile tiene derecho a aprender del mundo y a medirse de igual a igual con productores de todos los rincones del planeta. Nuestra juventud no espera menos de nosotros.





Muchas gracias,
Eduardo Frei
Presidente del Senado de la República de Chile
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