Defendiendo el Crecimiento a través de Canales InternoDefending Growth through Domestic Channels

18 Mayo 2012

En estos días parece haber una plétora de fatídicos escenarios que podrían afectar el crecimiento económico de Chile en los próximos meses. Esta columna previamente ha destacado una serie de riesgos políticos y externos, incluidos Europa, China, los precios del petróleo y la inflación. Pero en esta lúgubre situación económica hay a lo menos un punto brillante: Chile es sorprendentemente resistente y recientemente ha mostrado una demanda interna más sólida de lo esperado. Si bien la demanda en definitiva se ve afectada por factores externos más amplios, esto podría impulsar el crecimiento económico de Chile por encima del promedio regional en el 2012.

Desde mayo del 2011 hasta enero del 2012, un sondeo a economistas realizado por el Banco Central de Chile mostró una caída consistente en la proyección promedio de crecimiento del PIB para el 2012, la que comenzó en un 5,5% y al final alcanzó un piso en el 4,0%. Este descenso se vio impulsado principalmente por factores geopolíticos y macroeconómicos globales. Sin embargo, los indicadores más recientes muestran un notable repunte tras alcanzar un 4,6% en abril. Además, el Banco Central elevó su proyección de un rango de un 3,75% a un 4,75% a uno de un 4,0% a un 5,0%, y de manera más importante elevó su estimación para la demanda interna de un 3,7% a un 5,3%.

Las más recientes mejoras surgen luego de las sólidas lecturas del IMACEC (una aproximación del PIB) de un 5,5% y un 6,1% interanual en enero y febrero, respectivamente. Si se analizan sobre una base ajustada por factores estacionales, los datos parecen aún más sólidos, alcanzando el 9,3% en febrero. Si se excluye al volátil sector minero, la actividad económica creció un saludable 6,9%.

La demanda interna continúa siendo un motor clave del crecimiento de Chile. El indicador líder más relevante son las ventas minoristas, las que registraron una expansión interanual del 12,4% en febrero en línea con mayores niveles de confianza del consumidor (49,3 según el Índice de la Percepción de la Economía de Adimark, un alza respecto de las lecturas del segundo semestre del 2011 en el rango bajo de los 40). Esto se ha visto ayudado por el bajo desempleo, que alcanzó un 6,4% en el período diciembre-febrero, la lectura más baja desde el 2007. Las últimas cifras de desempleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) destacan la históricamente alta tasa de participación laboral de un 60% con una fuerza laboral que sigue creciendo.

Más aún, pese al ajustado acceso al crédito, la expansión sigue sólida. En el último sondeo del Banco Central, un 24% de los bancos informó condiciones más restrictivas para los créditos de consumo, mientras que el 23% informó condiciones más estrictas para los créditos hipotecarios. Pese a los esfuerzos de los bancos por limitar la expansión del crédito antes de posibles reformas legales, la calidad crediticia sigue sólida mientras que la demanda continúa creciendo. En el mismo sondeo, un 6% de los bancos informó una demanda más sólida de créditos de consumo, mientras que un 39% destacó una demanda más sólida de créditos hipotecarios.

Al mismo tiempo, la demanda crediticia de las empresas también se ha mantenido sólida (más del 30% de los bancos registra una demanda más sólida) con condiciones supuestamente menos restrictivas, que deberían ser un buen augurio para el lado de la inversión en la ecuación de la demanda interna. Un sondeo ad hoc de planes de gasto de capital corporativo tiende a respaldar esto, donde la mayor parte de las empresas en Chile apunta a invertir más este año en proyectos orientados al frente local. Hay un particular dinamismo en los sectores de electricidad, minería, construcción y ventas minoristas.

Si bien los riesgos externos persisten y es probable que veamos al menos temporalmente lecturas de actividad más bajas en los próximos meses, Chile parece listo para defender el crecimiento a través de canales internos este año y lograr niveles de actividad económica cercanos al extremo superior del rango del Banco Central. Esto colocaría a Chile en el extremo superior del espectro de crecimiento del PIB en la región (un crecimiento de consenso del PIB para 2012 de un 3,4% y un 3,2%, respectivamente, para Brasil y México).

Brian P. Chase es gerente de cartera y titular de acciones andinas de Itaú Asset Management


These days there seems to be a plethora of doomsday scenarios that could impact Chile’s economic growth in the coming months. This column has previously highlighted an array of external and policy risks including Europe, China, oil prices and inflation. But in this gloomy economic situation there is at least one bright spot: Chile’s surprisingly resilient and recently stronger-than-expected internal demand. Although demand is ultimately affected by broader external factors, this could propel Chile’s economic growth above the regional average in 2012.

From May 2011 through January 2012, a Central Bank survey of economists showed a consistent decline in the 2012 average GDP growth forecast, starting at 5.5% and ultimately bottoming out at 4.0%. This decline was primarily driven by global geopolitical and macroeconomic factors. However, the most recent data shows a noticeable bounce, reaching 4.6% in April. In addition, the Central Bank increased its forecast range to 4.0-5.0% from 3.75-4.75%, and more importantly raised its internal demand forecast to 5.3% from 3.7%.

The latest upgrades come on the back of strong IMACEC (GDP proxy) readings of 5.5% and 6.1% year-over-year in January and February, respectively. Taken on a seasonally adjusted basis, the data looks even stronger, coming in at 9.3% in February. Excluding the volatile mining sector, economic activity grew a healthy 6.9%.

Domestic demand continues to be the key driver of Chile’s growth. The most relevant leading indicator is retail sales, which increased 12.4% in February year-on-year in line with higher consumer confidence levels (49.3 according to Adimark’s Index of Economic Perception, up from 2H11 readings in the low 40s). This has been helped by low unemployment, which reached 6.4% for the period December-February, the lowest such figure since 2007. The latest employment data from the National Statistics Institute (INE) highlights a historically high labor participation rate of 60% with the workforce continuing to grow.

Furthermore, despite tighter access to credit, expansion remains robust. In the latest Central Bank credit survey, 24% of banks reported more restrictive conditions for consumer loans while 23% reported tighter conditions for mortgages. Despite efforts by banks to limit credit expansion in anticipation of potential legal reforms, credit quality remains solid while demand continues to grow. In the same survey, 6% of banks reported stronger demand for consumer loans, while 39% noted stronger demand for mortgages.

At the same time, credit demand from companies has also remained strong (over 30% of banks report stronger demand) with arguably less restrictive conditions, which should bode well for the investment side of the internal demand equation. An ad hoc survey of corporate capital expenditure plans tends to support this, with most companies in Chile looking to invest more this year on domestically oriented projects. There is particular dynamism in electricity, retail, mining and construction.

Although external risks remain and we are likely to see at least temporarily lower activity readings in the coming months, Chile appears poised to defend growth through domestic channels this year and achieve levels of economic activity near the upper limit of the Central Bank range. This would place Chile at the higher end of the GDP growth spectrum in the region (consensus 2012 GDP growth at 3.4% and 3.2%, respectively, for Brazil and Mexico).

Brian P. Chase is Portfolio Manager, Head of Andean Equities, at Itau Asset Management

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