Elevar las Esperanzas para las Empresas Estadounidenses Raising Hopes for US Business

12 Abril 2012

Cuando Hillary Clinton llama, uno deja lo que sea que esté haciendo y sale corriendo. Eso es lo que líderes y ejecutivos de organizaciones empresariales estadounidenses del sector privado en más de 100 países hicieron para una conferencia de dos días celebrada por el Departamento de Estado en Washington, DC, el 21 y 22 de febrero.

La conferencia Global Business Conference contó con la asistencia de funcionarios de alto nivel del Gobierno de Estados Unidos incluidos la secretaria Clinton, el secretario de Comercio John Bryson y el vicepresidente Joe Biden. Además de ejecutivos estadounidenses de alto nivel, casi la totalidad de las 115 Cámaras Americanas de Comercio (AmCham), incluida AmCham Chile, fue representada por sus presidentes o directores ejecutivos.




El propósito de la reunión era determinar cómo el Departamento de Estado puede ayudar a promover las empresas estadounidenses en el extranjero, incrementar las exportaciones del país, atraer nueva inversión a Estados Unidos y crear más empleos en la nación. Esto es parte de la iniciativa más amplia que la secretaria Clinton lanzó el año pasado para fortalecer la relación entre diplomacia y economía, o como dice ella “el arte del gobernar económico”.

“Por primera vez en la historia, el Gobierno de Estados Unidos convocó al sector privado para preguntar: ¿cómo podemos servirles mejor?”, señaló Javier Irarrázaval, presidente de AmCham Chile y director gerente para América Latina de Walt Disney Company, quien asistió a la conferencia.

El primer día incluyó comentarios de Thomas Donohue, presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, intervención que fue seguida por sesiones plenarias sobre mejores prácticas para colaboración y sobre qué puede hacer el Gobierno por las empresas. El segundo día estuvo compuesto de sesiones de debates regionales dirigida, en el caso del Hemisferio Occidental, por la subsecretaria Roberta Jacobson.

Dos temas surgieron de estas sesiones como preocupaciones clave en la región: los programas de visa y la protección de la propiedad intelectual.

Todos saben que desde los atentados del 11 de septiembre obtener una visa para visitar Estados Unidos puede ser un dolor de cabeza. El Gobierno de Estados Unidos ha hecho algunas mejoras recientemente en el proceso de solicitud, haciéndolo más barato, más rápido y más amigable, pero hay espacio para mejoras como Irarrázaval sabe por experiencia personal.

En marzo, llevó a su familia a Miami para un crucero, pero admite que no pudo completar sin ayuda el proceso de solicitud de visa online. “Simplemente no pude hacerlo, es una pesadilla”.

Es necesario que la tasa de rechazo de las solicitudes de visa de Chile se reduzca del 5% a menos de un 3% para entrar al Programa de Exención de Visa de Estados Unidos, pero mientras tanto el Gobierno de Estados Unidos podría ayudar haciendo que el proceso de solicitud sea más amigable, afirmó Irarrázaval.

El problema es que la molestia que implica obtener una visa está afectando a las empresas. Por ejemplo, muchos empresarios ahora prefieren evitar escalas en Estados Unidos cuando van en ruta a Europa, Asia u otros destinos.

“Esto también afecta al turismo desde Chile a Estados Unidos y viceversa debido al cargo de reciprocidad”, destacó Irarrázaval. El aeropuerto internacional de Santiago ahora acepta el pago con tarjeta de crédito por el arancel de ingreso de US$140 por persona (solía ser solo pago en efectivo) pero el costo, en especial para las familias grandes, puede ser prohibitivamente caro.

Otro problema que surgió en la reunión fue la propiedad intelectual: “Las empresas farmacéuticas y de entretenimiento se hicieron oír con fuerza”, dijo Irarrázaval.

El problema es que Chile está implementando muy tarde algunos aspectos del Tratado de Libre Comercio (suscrito en el 2003) relacionados con la propiedad intelectual. La nación ha adoptado medidas para cerrar estas brechas, por ejemplo con un nuevo proyecto de ley que está actualmente en el Congreso destinado a fortalecer la protección de las patentes farmacéuticas, pero se podría hacer más para atacar la piratería.

“La posición de Estados Unidos es que Chile se ha quedado rezagado en sus compromisos (…) hoy en día Estados Unidos no firmará nuevos tratados de comercio con países como Colombia, Panamá o Corea del Sur a menos que hayan implementado estos requisitos”, sostuvo Irarrázaval.

El riesgo es que el Gobierno de Estados Unidos pueda tomar “serias medidas” en contra de Chile si este no cumple con las condiciones del acuerdo, advirtió.

“Esperaría que el Gobierno estadounidense actúe de manera más agresiva en todo el mundo, incluido Chile”, indicó.

Además de proteger los derechos de las empresas estadounidenses en el extranjero, la conferencia también se concentró en cómo las asociaciones empresariales pueden trabajar más estrechamente con el Departamento de Estado para incrementar la competitividad de los exportadores estadounidenses.

Tras la reunión, la Asociación de Cámaras Americanas de Comercio en Latinoamérica y el Caribe (AACCLA, por su sigla en inglés), que representa a las 23 AmCham de la región, envió una carta a la secretaria Clinton en la que presenta sus recomendaciones. Estas incluyen una colaboración más estrecha entre las AmCham y los consulados estadounidenses para facilitar los viajes de negocios a Estados Unidos.

“Creemos que la relación de Estados Unidos con América -donde Estados Unidos domina una parte vital del comercio total y a donde se destinan casi la mitad de las exportaciones estadounidenses- es un caso especial y único, y que nuestra región puede y debería ser el caso de prueba que ilustre la potencia de su visión del arte del gobernar económico”, se lee en la carta.

Si bien Irarrázaval sostuvo que la conferencia fue un primer paso positivo, hizo hincapié en que los ejecutivos y funcionarios de las AmCham estarán renuentes a gastar el tiempo y el dinero que implica asistir a una conferencia de seguimiento a menos que vean que se han tomado medidas concretas.

“Si se abre la puerta a las empresas y se elevan las expectativas, se tiene que hacer algo [al respecto]”, afirmó. Y, con las elecciones en Estados Unidos acercándose rápidamente en noviembre, la secretaria Clinton tiene un tiempo limitado para demostrar que recibió el mensaje.

When Hillary Clinton calls, you drop whatever you are doing and come running. That is what private sector executives and leaders from US business organizations in over 100 countries did for a two-day conference hosted by the State Department in Washington, DC on February 21-22.

The Global Business Conference was attended by high level officials from the US government including Secretary Clinton, Secretary of Commerce John Bryson and Vice President Joe Biden. In addition to top US business executives, nearly all of the world’s 115 American Chambers of Commerce (AmChams), including AmCham Chile, were represented by their presidents or executive directors.

The purpose of the meeting was to determine how the State Department can help promote US businesses abroad, increase US exports, attract new investment to the United States, and create American jobs.
This is part of Secretary Clinton’s broader initiative launched last year to strengthen the relationship between diplomacy and economics – or “economic statecraft” as she puts it.

“For the first time ever, the US government called together the private sector to ask: how can we help you better?” said Javier Irarrázaval, AmCham Chile’s president and managing director of Latin America for the Walt Disney Company, who attended the conference.

The first day included remarks by Thomas Donohue, president of the US Chamber of Commerce, followed by plenary sessions on best practices for collaboration and what the government can do for business. The second day consisted of regional breakout sessions hosted, in the case of the Western Hemisphere, by Acting Assistant Secretary Roberta Jacobson.

Two issues emerged from these sessions as key concerns in the region: visa programs and intellectual property protection.

Everyone knows getting a visa to visit the United States since 9/11 can be a headache. The US government has made some recent improvements in the application process, making it cheaper, faster and friendlier, but there is room to improve as Irarrázaval knows from personal experience.

In March he took his family to Miami for a cruise but admits he could not complete the visa application process online without help. “I just couldn’t do it, it’s a nightmare.”

Chile’s visa application rejection rate needs to be reduced from 5% to less than 3% in order to enter the US visa waiver program, but in the meantime the US government could help by making the application process more user-friendly, said Irarrázaval.

The problem is that the hassle involved in getting a visa is affecting business. For example, many businesspeople now prefer to avoid stopovers in the United States en route to Europe, Asia or other destinations.

“This also affects tourism from Chile to the U.S. and vice versa due to the reciprocity charge,” noted Irarrázaval. Santiago’s international airport now accepts credit card payment for the US$140 per person entry fee (it used to be cash only) but the cost, especially for large families, can be prohibitively expensive.

Another issue raised at the meeting was intellectual property: “there were loud voices from the pharmaceutical and entertainment businesses,” said Irarrázaval.

The problem is that Chile is very late implementing some aspects of the Free Trade Agreement (signed in 2003) related to intellectual property. It has made moves to close these gaps, for example with a new bill currently before Congress to strengthen the protection of pharmaceutical patents, but more could be done to crack down on piracy.

“The US position is that Chile has fallen way behind its commitments… today the United States will not sign new trade agreements with countries like Colombia, Panama or South Korea unless they have already implemented its requirements,” said Irarrázaval.

The risk is that the US government may take “serious action” against Chile if it does not comply with the terms of the agreement, he warned.

“I would expect the US government to act more aggressively around the world, including in Chile,” he said.

In addition to protecting the rights of US companies overseas, the conference also focused on how business associations can work more closely with the State Department to increase the competitiveness of US exporters.

Following the meeting, the Association of American Chambers of Commerce in Latin America (AACCLA), representing the 23 AmChams in the region, sent a letter to Secretary Clinton listing its recommendations. These include closer collaboration between AmChams and US consulates to facilitate business travel to the United States.

“We believe that the US relationship with the Americas, where the United States commands a vital share of total trade and where nearly half of all US exports are currently destined, is a special and unique case, and that our region can and should be the test case that illustrates the potency of your economic statecraft vision,” said the letter.

While Irarrázaval said the conference was a positive first step, he emphasized that AmCham officials and executives will be reluctant to spend the time and money involved in attending a follow-up conference unless they see concrete steps have been taken.

“If you open the door for companies and raise expectations, you have to do something,” he said. And, with US elections fast approaching in November, Secretary Clinton has limited time to show that she got the message.

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