Buenos Ciudadanos Empresariales Good Corporate Citizens

17 Diciembre 2013

La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) ya no es un concepto nuevo en Chile. Hace 11 años, cuando AmCham Chile creó un premio para reconocer las prácticas comerciales socialmente responsables, esta idea era relativamente inédita. Pero eso ha cambiado. Hoy en día, empresas de todos los tamaños, desde compañías emergentes hasta multinacionales, tienen departamentos especiales y gerentes específicamente dedicados a la RSE.

La importancia de la responsabilidad social en Chile se ha incrementado a medida que las compañías se han dado cuenta de que los programas comunitarios, que a menudo se promocionan en las redes sociales, pueden ayudar a aumentar su valor de marca con los trabajadores y los clientes, mientras que al mismo tiempo retribuyen a las comunidades en que hacen negocios.

El Premio al Buen Ciudadano Empresarial de AmCham, creado en el 2002, es una competencia clave para empresas que intentan ver cómo se comparan sus programas. Los ganadores, que son seleccionados por un jurado, reciben publicidad y reconocimiento por sus proyectos. La idea es que otras compañías luego puedan emularlas a lo largo del país.

Originalmente, AmCham entregaba solo un premio al mejor programa a nivel nacional, pero se han incluido nuevas categorías, las que incluyen innovación, asociatividad, medio ambiente y -más recientemente- pequeñas y medianas empresas.

El 25 de octubre, AmCham entregó su Premio al Buen Ciudadano Empresarial 2013 a cuatro proyectos que, en la opinión del jurado, fueron los mejores ejemplos de RSE en el país. Como en años anteriores, la competencia fue dura: 23 compañías presentaron un total de 28 programas en áreas que abarcaban desde la educación y la capacitación hasta la eficiencia energética y el acceso Wifi. Los programas se evaluaron empleando una metodología desarrollada por la consultora chilena SustentaRSE.

Paola Berlin, conductora de noticias de CNN Chile, fue la anfitriona de la ceremonia de premiación en el Hotel Sheraton, a la que asistieron miembros del jurado, directores de AmCham y otros invitados. Entre los auspiciadores de la versión 2013 estuvieron Arauco, Diario Financiero, Deloitte, CNN Chile y Poder & Negocios.

Roberto Matus, gerente general de AmCham, participó como orador en la ceremonia e hizo hincapié en que las prácticas comerciales responsables son clave para la competitividad de las compañías chilenas en la sociedad actual. Los programas de responsabilidad social, dijo, pueden agregar valor a los productos y servicios de una compañía, al tiempo que mejoran la situación económica y social de las comunidades locales.

“Creemos que el país ha avanzado y ha dado pasos significativos en este proceso y para nosotros es muy importante ser parte de esta actividad”, aseveró.

Carolina Valdivieso, vicepresidenta de AmCham, compartió las palabras enviadas por la primera dama de Chile, Cecilia Morel, miembro del jurado que no pudo asistir a la ceremonia. En sus palabras, la primera dama sostuvo que el premio es una “iniciativa de especial nobleza”, porque se concentra no solo en el beneficio material de la comunidad, sino que también en el bienestar “espiritual”.

Sin embargo, es necesario que las empresas hagan más, señaló Ignacio Larraechea, gerente general de Acción RSE, entidad chilena de RSE sin fines de lucro. El ejecutivo manifestó que si bien la RSE ahora atrae a algunos de los mejores profesionales que están egresando de las universidades de Chile y muchas compañías ahora tienen códigos de ética empresarial, hay espacio para mejoras.

Casos destacados de malas prácticas comerciales en Chile han remecido la confianza de los consumidores, mientras que los conflictos laborales han aumentado en frecuencia y duración, lo que conlleva mayores costos para las empresas, dijo Larraechea. La comunidad empresarial solo se puede culpar a sí misma por esta situación, pero no es demasiado tarde para revertir la situación, sostuvo.

“No hay nadie que esté libre de culpa, aquí no podemos culpar con el dedo a determinadas empresas, estamos en proceso de cambiar y de mejorar esas prácticas”, aseveró.

Larraechea mencionó una encuesta de Acción RSE sobre estudiantes de universidades chilenas, la que arrojó que el 82% cree que las compañías solo se preocupan de maximizar sus beneficios a expensas del bienestar de las personas y el medio ambiente.

Esta falta de confianza, afirmó, se refleja en el sector de energía, donde varios grandes proyectos de generación eléctrica necesarios para el desarrollo económico de Chile se han suspendido o se han cancelado debido a la oposición local.

“La construcción de confianza es hoy el principal desafío para que Chile se desarrolle en sus tres aspectos: económica, ambiental y socialmente”, manifestó.

Restituir la Confianza

No obstante, el sector energético está liderando el camino para restituir esta confianza. El ganador del premio principal este año, GNL Quintero, es un muy buen ejemplo de una compañía de energía que está haciendo algo para restablecer la confianza en el sector. El consorcio -compuesto por Terminal de Valparaíso, Metrogas, Endesa y Enap- presentó un proyecto que ha ayudado a los pescadores de comunidades cercanas a su terminal de regasificación de gas natural licuado (GNL), en la costa central de Chile, a diversificar sus actividades productivas y mejorar su situación económica.

El programa empodera “a la comunidad como protagonista del cambio en su propio territorio mediante la capacitación, el acceso a redes y el apoyo a proyectos comunitarios de diversificación productiva”, aseveró Javier Irarrázaval, presidente del Comité de Responsabilidad Social de AmCham.

Los beneficios para la compañía también son claros. Si bien otros proyectos en el área de Quintero han tenido problemas para obtener la aprobación medioambiental, la firma ha logrado conseguir la aprobación sin mucha oposición, dijo Alfonso Salinas, gerente de sustentabilidad de la empresa.

“Para ser súper francos, el trabajo que hemos estado haciendo está inspirado no en eso, no en que nos dejen hacer más proyectos, está inspirado en un compromiso real, genuino con la ciudadanía, con la comunidad donde estamos insertos”, afirmó.

Mientras las partes involucradas en Quintero sigan empobrecidas el proyecto no es sustentable, afirmó Salinas. “El esfuerzo que hay que hacer tiene que ser ayudarlos a superar ese estado [tan deteriorado] (…) la meta al final es que los pescadores puedan cambiar radicalmente su suerte”.

Dos de los ganadores de este año -Chilectra y Colbún- también se relacionan con el sector energético. En la categoría de Asociatividad, Chilectra ganó con su proyecto Cátedra Chilectra que apunta a mejorar las perspectivas de empleabilidad de alumnos de programas de electricidad de escuelas técnicas del país. El proyecto opera asumiendo un enfoque integral de la educación, concentrándose en el desarrollo académico, personal y familiar de los estudiantes.

“Nuestros trabajadores son los que imparten las clases y se involucran con la formación de los nuevos técnicos que trabajarán para nuestra empresa y para las empresas contratistas”, dijo Gloria Salgado, gerente de comunicación de Chilectra.

En la categoría de Medio Ambiente, la generadora eléctrica Colbún ganó con un proyecto que aborda la escasez de agua de Chile. En algunas áreas de la zona central de Chile la compañía compite por recursos hídricos con los agricultores, pero en el valle del Maule vio una oportunidad para la cooperación más que para el conflicto. La empresa tiene un acuerdo con la Asociación de Regantes del Maule Sur para proveer capacitación en técnicas de riego eficiente y transferencia de tecnología, el que se concentra en agricultores de pequeña escala. El programa además promueve el desarrollo de proyectos de mini centrales hidroeléctricas en los canales de regadío administrados por la asociación.

Finalmente, otra razón para la falta de confianza en la sociedad chilena es la delincuencia, la que está relacionada de manera estrecha con la inequidad social. La compañía que ganó en la categoría de Innovación, Komatsu Cummins, vio una oportunidad para rehabilitar a jóvenes delincuentes y entregarles un camino hacia el empleo. Su proyecto, Reinventarse, entrega apoyo sicológico y asesoría para ayudar a los jóvenes a terminar sus estudios secundarios y luego los ubica en prácticas en la compañía.

“Esperamos que muchos empresarios se sumen y confíen en que la reinserción penal de los jóvenes es posible, es una realidad (…) la delincuencia nos afecta a todos, la solución también tiene que venir de todos”, dijo Humberto Ulloa, gerente de asuntos legales de Komatsu Cummins y miembro del directorio de Fundación Reinventarse.

Mirando hacia el Futuro

Todos los ganadores concordaron en que el ambiente empresarial en Chile es complicado dado el actual clima de desconfianza. No obstante, también manifestaron su optimismo en cuanto a que proyectos como los que presentaron este año pueden hacer una diferencia, no solo al mostrar que las compañías se preocupan por sus comunidades, sino que también al tener un impacto real en las vidas de las partes involucradas en estas comunidades.

Como destacó Salinas de GNL Quintero, ignorar a estas partes involucradas no es una opción y apoyarlas hace que los empleados y los clientes se sientan bien. “Es como que todos estamos contentos, porque Chile clasificó al Mundial [de Fútbol]. ¿Por qué estamos contentos? Porque somos chilenos”, sostuvo Salinas.

Miembros del Jurado

El jurado a cargo de elegir a los ganadores del Premio al Buen Ciudadano Empresarial 2013 de AmCham estuvo compuesto por: Cecilia Morel, primera dama de la nación; Kathleen Barclay, presidenta de Amcham; Javier Irarrázaval, director de AmCham y presidente del Comité de Responsabilidad Social Empresarial de AmCham; Jeffrey Vick, cónsul general de la Embajada de Estados Unidos en Chile; Cecilia Castro, presidenta de la Corporación de Dirigentes de Campamentos; Ignacio Larraechea, gerente general de Acción RSE; Gonzalo Delaveau, presidente de Chile Transparente; Bruno Krumenaker, presidente de Generación Empresarial; y Andrés Santa Cruz, presidente de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC).

Para más información sobre los Premios al Buen Ciudadano Empresarial de AmCham, por favor contacte a [email protected]


Corporate Social Responsibility (CSR) is no longer a new concept in Chile. Eleven years ago, when AmCham Chile created an award to recognize socially responsible business practices, this idea was relatively unheard. But that has changed. Today, companies of all sizes, from startups to multinationals, have special departments and managers specifically devoted to CSR.

The importance of social responsibility in Chile has grown as companies have realized that community programs, which are often promoted on social media, can help to build their brand value with workers and customers, while at the same time giving back to the communities where they do business.

AmCham’s Good Corporate Citizenship Award, created in 2002, is a key competition for companies looking to see how their programs stack up. The winners, which are selected by a jury, receive publicity and recognition for their programs. The idea is that other companies will then be able to emulate them throughout the country.

Originally, AmCham gave just one award for the best program nationally, but new categories have been added including innovation, community development, the environment and, most recently, small and medium-sized enterprises.

On October 25, AmCham handed out its 2013 Good Corporate Citizen Award to four projects that, in the opinion of the jury, were the best examples of CSR in the country. As in previous years, the competition was tough – 23 companies presented a total of 28 programs in areas ranging from education and training, to energy efficiency and Wifi access. The programs were evaluated using a methodology developed by Chilean consultancy SustentaRSE.

Paola Berlin, a news anchor on CNN Chile, hosted the awards ceremony at the Sheraton Hotel, which was attended by members of the jury, AmCham directors and other guests. The sponsors of the 2013 version included Arauco, Diario Financiero, Deloitte, CNN Chile and Poder & Negocios.

Roberto Matus, General Manager of AmCham, spoke during the ceremony and emphasized that responsible business practices are key for the competitiveness of Chilean companies in today’s society. Social responsibility programs, he said, can add value to a company’s products and services, while improving the economic and social situation in local communities.

“We believe the country has taken important steps in this process and for us it’s very important to be a part of this activity,” he said.

Carolina Valdivieso, Vice President of AmCham, spoke on behalf of First Lady Cecilia Morel, a member of the jury, who was unable to attend. She said the award is an “especially noble initiative” because it is focused not only on the material benefit for the community, but also its “spiritual” well-being.

But companies need to do more, said Ignacio Larraechea, CEO of the Chilean CSR non-profit Acción RSE. He pointed out that although CSR now attracts some of Chile’s best university graduates and many companies now have codes of business ethics, there is room to improve.

High profile cases of business malpractice in Chile have shaken consumer confidence, while labor conflicts have increased in frequency and duration, entailing higher costs for companies, said Larraechea. The business community only has itself to blame for this situation, but it is not too late to turn things around, he said.

“There is no one who is blameless, we can’t point fingers, but we are in the process of changing and improving these practices,” he said.

He cited a survey by Acción RSE of Chilean university students, which showed that 82% believe that companies only worry about maximizing their profits at the expense of the well-being of people and the environment.

This lack of trust, he said, is reflected in the energy sector where several large power generation projects needed for Chile’s economic development have been put on hold or cancelled due to local opposition.

“Building trust is, today, the main challenge for Chile to develop in all aspects: economic, environmental and social,” he said.

Rebuilding trust

But the energy sector is leading the way in rebuilding this trust. The winner of this year’s main prize, GNL Quintero, is a prime example of an energy company that is doing something to restore confidence in the sector. The consortium – comprised of Terminal de Valparaíso, Metrogas, Endesa and Enap – presented a project that has helped fishermen in communities near its LNG regasification terminal, on Chile’s central coast, to diversify their productive activities and improve their economic situation.

“The program empowers people as agents of change in their community through training, access to networks and support for production diversification projects,” said Javier Irarrázaval, President of AmCham’s Social Responsibility Committee.

The benefits for the company are also clear. While other projects in the Quintero area have had trouble getting environmental approval, it has managed to get approval without much opposition, said Alfonso Salinas, Sustainability Manager at the company.

“To be frank, the work we are doing is not inspired by this, it’s not so they let us do more projects, it’s inspired by a real commitment to the community,” he said.

As long as the stakeholders in Quintero remain impoverished the project is not sustainable, said Salinas. “We have to help them improve their quality of life.”

Two of this year’s other winners – Chilectra and Colbún – are also related to the energy sector. In the Community Development category, Chilectra won for its projectCátedra Chilectrathat aims to improve employment prospects for graduates of electrical programs at the country’s technical colleges. It works by taking an integral approach to education, focusing on the academic, personal and family development of students.

“Our workers are the ones who give the classes and get involved with the training of the new technicians who will work for us and our subcontractors,” said Gloria Salgado, Communications Manager at Chilectra.

In the Environment category, power generator Colbún won for a project that addresses Chile’s water shortage. In some areas of central Chile the company competes for water resources with farmers, but in the Maule Valley it saw an opportunity for cooperation rather than conflict. It has an agreement with the Farmers’ Association of Maule Sur to provide training in efficient irrigation techniques and technology transfer focused on small-scale farmers. It also promotes the development of mini-hydro projects on irrigation channels administered by the association.

Finally, another reason for the lack of trust in Chilean society is crime, which is closely related to social inequality. The company that won in the Innovation category, Komatsu Cummins, saw an opportunity to rehabilitate young offenders and give them a path to employment. Its project,Reinventarse(literally, reinventing yourself), provides psychological support and counseling to help young people finish high school and then places them in internships in the company.

“We hope that businesspeople step up and see that rehabilitation of young offenders is possible… Crime affects us all and we must fight it together,” said Humberto Ulloa, Manager of Legal Affairs at Komatsu Cummins and a member of Fundación Reinventarse’s board.

Looking to the future

All the prizewinners agreed that the business environment in Chile is complicated given the current climate of distrust. But they also expressed optimism that projects like the ones they presented this year can make a difference, not just by showing that companies care about their communities, but also by having a real impact on the lives of stakeholders in these communities.

As Salinas at GNL Quintero pointed out, ignoring these stakeholders is not an option – and supporting them makes employees and customers feel good. “It’s like we are all happy that Chile qualified for the World Cup, why are we happy? Because we’re Chileans,” said Salinas.

Jury Members

The jury that selected the winners of AmCham’s Good Corporate Citizen Award 2013 was formed by: Cecila Morel, First Lady of Chile; Kathleen Barclay, President of Amcham; Javier Irarrázaval, Director of AmCham and President of AmCham’s Social Responsibility Committee; Jeffrey Vick, Consul General at the US Embassy in Chile; Cecilia Castro, President of Corporación de Dirigentes de Campamentos; Ignacio Larraechea, CEO of Acción RSE; Gonzalo Delaveau, President of Chile Transparente; Bruno Krumenaker, President of Generación Empresarial; and Andrés Santa Cruz, President of the Confederation for Production and Commerce (CPC).

For more information about AmCham’s Good Corporate Citizenship Awards please contact [email protected]

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