Chile: Inflexión Macroeconómica en el HorizonteChile: Macro-economic inflection point on the horizon

04 Septiembre 2014

Por los últimos 12 meses, Chile
ha estado mostrando datos
macroeconómicos más débiles
con respecto al año anterior,
con el PIB desacelerando, principalmente
por una caída en la inversión,
como producto de efectos externos y la
incertidumbre con la reforma tributaria.
Sin embargo, al parecer, Chile se está
acercando a un punto de inflexión macroeconómico,
con 1) la situación externa
mejorándose, 2) el Gobierno moderando
su tono con respecto a la reforma tributaria,
3) la inflación suavizándose, dando
más flexibilidad al Banco Central en su
política monetaria y 4) un nuevo paquete
de estímulo anunciado por el Gobierno.

Desde abril de 2013, las expectativas
de crecimiento del PIB para 2014 y 2015
han estado a la baja, cayendo desde 5% en
promedio hasta 2,9% y 3,8%, respectivamente,
según la última encuesta del Banco
Central. Durante este tiempo, el IMACEC,
un proxy de PIB mensual medido por el
Banco Central, ha estado bajando, llegando
a solo 2,3% en abril y mayo de este año.

Esto está explicado principalmente por
una caída en la inversión. La formación
bruta de capital fijo ha caído en términos
porcentuales año contra año, algo que se
inició en el tercer trimestre de 2013 por
primera vez desde 2009. Factores externos
han contribuido a esto, específicamente las
condiciones económicas en China, donde
hay mucha incertidumbre en la industria
inmobiliaria y dudas sobre la intensidad del
consumo de materias primas. Además, en
Chile, la reforma tributaria anunciada por
el Gobierno provocó que muchas empresas
postergaran sus decisiones de inversión hasta
que hubiese una versión final y pudieran
internalizar los impactos financieros.

Aunque aún existe algún grado de
incertidumbre en los factores que afectan
la inversión, y esto puede empezar a impactar
otros aspectos de la economía, como
el desempleo, el consumo y la actividad
industrial, ya hay algunas señales que
apuntan a una inflexión macroeconómica
en los próximos meses.

Primero que nada, la economía global
está colectivamente más sana. Los PMI
(Índice de Gestores de Compras Manufactureras)
en el mundo han estado mejorando,
liderados por el mundo desarrollado.
En los mercados emergentes, también ha
habido una recuperación, aunque más
leve. Esto incluye China, donde el último
PMI salió sorpresivamente en 52, su
nivel más alto desde enero de 2014 y en
línea con el promedio global. Además, las
políticas monetarias en el mundo siguen
siendo expansivas.

En segundo lugar, en el caso específico
de Chile, el Gobierno ha moderado su
tono con respecto a la reforma tributaria,
negociando con la oposición una versión
que tendría un impacto menos fuerte
para las empresas y sus accionistas. Más
importante que los detalles del acuerdo,
es la señal que se da al mercado, específicamente
que hay un acuerdo y los
participantes pueden entender mejor su
impacto para finalmente reactivar sus
planes de inversión. Además, con un
acuerdo más amplio, se ayuda a calmar
el mercado y mostrar que el “modelo
económico chileno” sigue intacto.

Tercero, la inflación ya se está suavizando,
frenando la tendencia hacia
una “stagflation”. Esto está dando más
flexibilidad al Banco Central, el cual está
con una posición más cómoda. Se pudo
observar con el corte de 25 puntos básicos
en la Tasa de Política Monetaria (TPM)
que hizo en julio, la cual totaliza cortes
por 125 puntos básicos desde octubre de
2013. Según la última encuesta del Banco
Central, el mercado está esperando un
último corte de 25 puntos básicos antes
de fin de año, llevando la TPM a 3,5%. Sin
embargo, con los últimos datos económicos,
hay algunos economistas esperando
cortes de hasta 75 bps antes del término
de 2014, los cuales servirían aún más
para estimular la economía.

Finalmente, aunque no lo llama
“estímulo” expresamente, el Gobierno
anunció un aumento en su inversión para
2015-2021, desde 2,5% a 3,5% del PIB.
El plan tiene un valor total de US$ 18.000
millones y contempla principalmente proyectos
de infraestructura, incluyendo la
construcción de 7 embalses grandes y 15
embalses chicos, un nuevo terminal en el
aeropuerto de Santiago, un puente hacia
la isla de Chiloé, un plan de concesiones
y mejoras en varias autopistas.

Con todos estos catalizadores es probable
que Chile revierta la tendencia actual
en los próximos meses y empiece a mostrar
mejores indicadores macroeconómicos,
los cuales deberían resultar en ajustes
alcistas en las expectativas del mercado
y provean las señales iniciales de una
recuperación de la economía chilena.

Por Brian P. Chase
Portfolio Manager
Head of Andean Equities
Itaú Asset Management

For the last 12 months, Chile has shown weaker macroeconomic data compared to last year, including a slowdown in GDP, mainly due to a fall in investment. This situation has been brought about by external events as well as uncertainty surrounding the tax reform. However, Chile is seemingly drawing ever closer to a macroeconomic inflection point, given the following: 1) improvements to the external situation, 2) a more moderate Government tone with respect to the tax reform, 3) a levelling out of inflation, allowing the Central Bank greater flexibility with regard to its monetary policy, and 4) a new stimulus package being announced by the Government.

Since April 2013, GDP growth expectations for 2014 and 2015 have fallen, from an average of 5% to 2.9% and 3.8% respectively, according to the latest Central Bank survey. During this period, the IMACEC, a monthly GDP proxy measured by the Central Bank, has been falling, reaching just 2.3% in April and May of this year.

This is mainly explained by a fall in investment. Gross fixed capital formation has fallen year on year in percentage terms, being observed in the third quarter of 2013 for the first time since 2009. External factors have contributed to this situation, especially economic conditions in China, where there is a large amount of uncertainty in the real estate industry and doubts surrounding the intensity of the consumption of raw materials. Furthermore, in Chile the tax reform announced by the Government has provoked many businesses to postpone their investment decisions until a final version has been drafted, allowing them to internalize its financial impacts.

There is still considerable uncertainty surrounding factors affecting investment, which can start to impact on other sectors of the economy, such as unemployment, consumption and industrial activity. Nevertheless, there are already signals pointing to a macroeconomic inflection point being reached in the next few months.

Firstly, the global economy is collectively far healthier. The Purchasing Managers Index (PMI) is improving around the globe, and being led by the developed world. There has also been a recovery in emerging markets, albeit a lighter one. This includes China, where the last PMI was a surprising 52, its highest level since January 2014 and in line with the global average. In addition, monetary policies around the world continue to be expansionary.

Secondly, in the particular case of Chile, the Government has moderated its tone in terms of the tax reform, negotiating a new version with the opposition that could lead to a reduced impact on business and shareholders. More important than the actual details of the agreement is the sign this sends to the markets; specifically, it signals the reaching of an agreement and that participants better understand its impact, so they can finally begin reviving their investment plans. Furthermore, a broad consensus helps to calm the market and show that the “Chilean economic model” remains intact.

Thirdly, inflation is leveling out, slowing the trend of stagflation. This means the Central Bank has more flexibility and is generally in a more comfortable position. This was seen in the cut to the Monetary Policy Rate (MPR) of 25 basis points in July, bringing overall cuts made since October 2013 to 125 basis points. According to the latest Central Bank survey, the market is expecting a final cut of 25 basis points by the end of the year, bringing the MPR to 3.5%. However, given the latest economic indicators, there are some economists expecting cuts of up to 75 basis points by the end of 2014, thereby stimulating the economy even farther.

Finally, and although not specifically referred to as a “stimulus”, the Government has announced an increase to its investment for the period 2015-2021, from 2.5% of GDP to 3.5%. The plan is budgeted at US$18million and mainly relates to infrastructure projects, including the construction of seven large reservoirs, 15 smaller reservoirs, a new terminal at Santiago airport, a bridge to the island of Chiloe, and a plan of concessions and improvements to numerous highways.

With all these catalysts in place, it is likely that Chile will reverse the current trend in the coming months and begin to show improved macroeconomic indicators. These should result in upward adjustments in market expectations and give rise to initial signs of recovery to the Chilean economy.

By Brian P. Chase
Portfolio Manager, Head of Andean Equities
Itaú Asset Management

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