El Costo del Aire LimpioThe Cost of Clean Air

01 Septiembre 2007


Tras una década de mejoras constantes a la calidad del aire de Santiago, los últimos dos años han sido testigos de una preocupante tendencia de aumento de la contaminación. Y, según Ricardo Katz, director gerente de Gestión Ambiental Consultores, la situación podría empeorar antes de registrarse una mejoría.

Este deterioro atribuido principalmente al uso industrial de combustibles fósiles debido a la escasez de gas natural desde Argentina- es "un bache en el camino", señala Katz. Pero el experto, también señala que esta situación conlleva a plantearse preguntas aún más fundamentales, como saber, cuánto valoran los santiaguinos el aire limpio y cuánto crecimiento económico está la ciudad dispuesta a sacrificar a fin de respirar con mayor facilidad.


¿Qué le está pasando al aire de Santiago?

La tendencia de mejoría de la calidad del aire ha comenzado a desacelerarse y, desde el año pasado, incluso ha comenzado a revertirse. Las restricciones del gas argentino han aumentado y el sector industrial tiene que usar combustibles fósiles como el diésel, de modo que probablemente estemos ingresando a un período en que la calidad del aire comenzará empeorar en comparación con hace dos o tres años. Aún se requieren estudios, pero la causa probable es el cambio en los combustibles.

¿Cómo puede medirse el impacto que tiene el uso de los combustibles sobre la calidad del aire?

Las autoridades ambientales no llevan un registro del volumen de los distintos combustibles que se consumen en Santiago. Sus estimaciones se publican varios años después del hecho, de modo que hoy sólo tenemos estadísticas del período 2004-2005. Los niveles de emisiones diarias que publican las autoridades muestran el resultado del problema, pero no la causa.


Usted asesora a empresas sobre temas ambientales; ¿qué están haciendo sus clientes respecto de sus emisiones?

Las normas ambientales son independientes del tipo de combustibles empleados y una fábrica puede usar cualquier tipo de combustible siempre y cuando cumpla con los límites de emisiones. De modo que el hecho de que haya menos gas disponible para las industrias no significa necesariamente que están violando los límites impuestos. Una fábrica puede tener permiso para emitir 200 kilogramos anuales (de contaminantes del aire) y con el gas natural emitía sólo 50 kilogramos, de modo que había un beneficio "gratuito" para el aire. Ahora bien usando diésel, la misma fábrica podría estar emitiendo 180 kilogramos y aún así está bajo el límite, pero el beneficio para el aire desapareció.

En cuanto a mis clientes, si se cambian del gas al diésel tienen que modificar su tecnología de combustión o instalar filtros de control de emisiones, que es lo que están haciendo ahora. Esto a menudo implica mayores costos, pero no tienen otra alternativa.


Si se están tomando estas medidas, ¿por qué ha empeorado la contaminación del aire en Santiago?

Cambiar la tecnología e instalar controles de emisiones es un proceso. Algunos de mis clientes ya han hecho las modificaciones, pero otros aún están haciéndolas.


¿Cómo garantizan las autoridades que las empresas cumplan con las normas?

El gobierno impone límites a las emisiones, pero a menudo no con el rigor que debiera, que es la razón por la cual ciertas actividades están emitiendo más de lo que las normas permiten. Por una parte, hay una falta de recursos y, por otra, no quiero usar las palabras "voluntad política", pero las autoridades se han dado cuenta de que los cambios necesarios para adaptar un tipo distinto de combustible no son instantáneos y pueden tener un impacto negativo sobre la actividad industrial. Es por esta razón que el período para cumplir con las normas es implícito, no explícito.


¿Se está sacrificando la calidad del aire en Santiago para garantizar que la actividad industrial mantenga su sólido ritmo?

Sí, así parece. Los altos niveles de contaminación observados este año seguirán creciendo. Una opción es reducir los límites de emisión. En Santiago, éstos no se han modificado desde el 2000, pero las autoridades están revisando el plan de contaminación del aire de la ciudad y podrían reducir los límites aún más en el 2008. Creo que la norma debiera modificarse a fin de reducir el nivel de material particulado fino, que según muestran los estudios internacionales es el más peligroso para la salud.


¿Qué hay del efecto que tienen los automóviles en la contaminación del aire?

Hay dos factores ahí. En primer lugar, ha habido un incremento en la cantidad de vehículos en las calles y en segundo lugar, con el alto precio de la gasolina, también ha habido un aumento en el porcentaje de vehículos a diésel. Si bien la tecnología es buena y el diésel es de alta calidad, estos vehículos contaminan más que los automóviles a gasolina.

Los vehículos individuales deben cumplir con límites de emisiones, pero la cantidad total de emisiones no está regulada. De modo que podríamos tener, digamos, cinco millones de vehículos cumpliendo los límites de emisiones, pero la calidad del aire empeoraría debido a que la polución proveniente del parque automotor se habrá incrementado. A mi juicio, ha habido una falta de planificación, porque además de regular las emisiones individuales tienes que controlar la cantidad de vehículos. Es por ello que mucha gente cree que debiera haber un impuesto a la contaminación aplicado a las bombas de bencina o a los peajes por manejar dentro de la ciudad.


¿Cuál ha sido el impacto del Transantiago, el nuevo sistema de transporte público?

No ha tenido el impacto positivo que se suponía debía tener. No tengo las cifras exactas, pero he visto buses viejos a diésel pintados para que parezcan buses nuevos del Transantiago. Incluso los nuevos están contaminando más que cuando comenzaron a operar debido a la falta de mantenimiento u otros factores.


¿Puede Santiago seguir creciendo al ritmo actual sin que aumente la contaminación del aire?

Es posible, pero es caro y todos tenemos que pagar el costo, ya sea a través de mayores cuentas de calefacción, costos de los combustibles o del transporte público. Sin embargo, en la sociedad en general hay una falta de voluntad para asumir este costo. Los beneficios del aire más limpio no son tan notorios como los costos que salen de los bolsillos de la gente. Se quejan del aire, pero hasta ahí no más llegan. Mira la cobertura que han dado los medios de comunicación al problema de la contaminación este año, no fue ni cercana a la extensa revisión del Transantiago, lo que muestra que la gente se preocupa más del transporte público y de la delincuencia que de la contaminación.


¿Es inevitable la contaminación del aire en Santiago o es culpa de la deficiente planificación urbana?

Estadísticamente hablando, el medio ambiente aún es considerado un lujo en los países en vías de desarrollo y, por lo tanto, no es una prioridad. Chile ha llegado a un nivel de ingresos en el que este tema debiera ser una preocupación. Pero Santiago no es una ciudad, es muchas ciudades y dentro de Santiago hay áreas que están más contaminadas que otras. Un libro publicado el año pasado por el Centro de Estudios Públicos (CEP) muestra que el adinerado barrio de Las Condes está relativamente limpio y que el de Pudahuel, más desposeído, está muy contaminado. Esto es básicamente un tema de la circulación atmosférica y de la ubicación de las industrias contaminantes. Es cuestión del gobierno abordar este tema, pero primero la gente tiene que exigirle que lo haga, porque de lo contrario no lo hará.


¿Cómo se compara el aire de Santiago con el de otras grandes ciudades en América Latina?

Santiago tiene una mejor calidad del aire que ciudades como São Paulo y Ciudad de México, pero -a medida que la calidad del aire aumenta- las mejoras se vuelven más difíciles y costosas. Ha habido un gran avance en Santiago, pero uno no puede esperar que el camino nunca tenga sobresaltos y claramente estamos entrando en un tramo lleno de baches.

After a decade of steady improvement in the quality of Santiago’s air, the last two years have seen a worrying trend of rising pollution. And, according to Ricardo Katz, managing director of Gestión Ambiental Consultores, an environmental consultancy firm, the situation could get worse before it gets better.

The deterioration - attributed mainly to industrial use of oil-based fuels in the face of a scarcity of natural gas from Argentina - is “a bump on the road”, says Katz. But, he adds, it also points to the more fundamental question of how much santiaguinos value clean air and how much economic growth the city is willing to sacrifice in order to breathe easier.

What’s happening to the air in Santiago?

The trend of improving air quality has begun to slow and, since last year, has even started to reverse. Argentine gas restrictions have increased and the industrial sector is having to use oil-based fuels like diesel, so we are probably entering a period in which air quality will be worse than two or three years ago. Studies are still needed but the likely cause is the change in fuels.


How can the impact of fuel use on air quality be measured?

The environmental authorities don’t keep records of the volume of different fuels consumed in Santiago. Their estimates are released several years after the fact so today we only have statistics from 2004-2005. The daily emissions levels they publish show the result of the problem, but not the cause.


You advise companies on environmental issues; what are your clients doing about their emissions?

Environmental norms are independent of the type of fuel used and a factory can use any type of fuel providing it complies with its emissions limits. So the fact there is less gas available to industries does not necessarily mean they are violating the limits. A factory might have the right to emit 200kg/year [of air pollutants] and with natural gas was only emitting 50kg, so there was a “free” benefit to the air. Now using diesel, the same factory might be emitting 180kg and is still under the limit, but the benefit to the air is gone.

Speaking for my own clients, if they switch from gas to diesel they have to change their combustion technology or install emissions control filters, which is what they are doing now. This often implies greater costs, but they have no choice.


If these measures are being taken, why has air pollution in Santiago worsened?

Changing technology and installing emissions controls is a process. Some of my clients have already made the changes but others are still doing so.


How do the authorities ensure companies comply with the norms

The government enforces emissions limits but often not with the rigor it should, which is why certain activities are emitting more than the rules allow. On the one hand, there is a lack of resources and, on the other, I don’t want to use the words “political will” but the authorities have realized that the changes necessary to adapt to a different type of fuel are not instantaneous and can have a negative impact on industrial activity. This is why the period to comply with the norms is implicit, not explicit.


Is the quality of air in Santiago being sacrificed to ensure that industrial activity continues at a robust pace?

Yes, it appears so. The high levels of pollution seen this year will continue to increase. One option is to reduce emissions limits. These have not changed in Santiago since 2000, but the authorities are reviewing the city’s air pollution plan and could reduce limits further in 2008. I believe the norm should be changed to reduce the level of fine particulate matter which international studies show is the most dangerous to health.


What about the impact of cars on air pollution?

There are two factors there. Firstly, there has been an increase in the number of vehicles on the roads and secondly, with the high price of gasoline, there has also been an increase in the percentage of diesel-fuelled vehicles. Even though the technology is good and the diesel is high quality, these vehicles pollute more than gasoline-fuelled vehicles.

Individual vehicles must comply with emissions limits but the total amount of emissions is not regulated. So we could have, say, five million vehicles all complying with emissions limits but air quality would be worse because the total pollution coming from the vehicle park would have increased. In my opinion, there has been a lack of planning because as well as regulating individual emissions you have to control the number of vehicles. That is why many people think there should be a pollution tax levied at the pump or tolls for driving within the city.


What has been the impact of Transantiago, the new public transport system?

It hasn’t had the positive impact it was supposed to have. I don’t have the exact figures but I’ve seen old diesel-fuelled buses painted to look like new Transantiago buses. Even the new buses are emitting more than when they started running due to lack of maintenance or other factors.


Can Santiago keep growing at its current pace without increasing air pollution?

It is possible but it’s expensive and everyone has to pay the cost, whether through higher heating bills, fuel costs or public transport. But in society in general there is a lack of will to pay this cost. The benefits of cleaner air are not as noticeable as the costs that come out of people’s pockets. They complain about the air, but that’s as far as it goes. Look at the media coverage of the pollution problem this year, it was not nearly as extensive as that of Transantiago which shows people care more about public transport and crime than pollution.


Is air pollution unavoidable in Santiago or is poor urban planning to blame?

Statistically speaking, the environment is still considered a luxury in developing countries and therefore is not a priority. Chile has reached an income level at which it should be a concern. But Santiago is not a city - it is many cities and within Santiago there are areas that are more polluted than others. A book published last year by the Centro de Estudios Públicos (CEP) shows that the well-to-do neighborhood of Las Condes is relatively clean and the poor neighborhood of Pudahuel is very polluted. This is basically an issue of atmospheric circulation and the location of emitting industries. It is up to the government to address this issue, but first people have to demand it does so because otherwise it won’t happen.

How does Santiago’s air compare with other big cities in Latin America?

Santiago has better quality air than cities like Sao Paulo and Mexico City but, as the air gets better, improvements become more difficult and costly. There has been a great improvement in Santiago but you can’t expect the road always to be smooth and we are clearly entering a bumpy stretch.
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