Una Sociedad con un Propósito en Común

AmCham al Día
01 Diciembre 2004
Autor: AmCham Chile
La relación existente entre la Cámara de Comercio de EE.UU. y AmCham Chile ha sido beneficiosa para ambas partes.

De cierta manera, la cooperación entre Estados Unidos y las comunidades de negocios de Chile es una especie de microcosmos de esta asociación, con un propósito en común, que ha surgido entre Estados Unidos y Chile. El fuerte apoyo que generó en el Congreso Norteamericano el Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Chile y EE.UU. fue un tributo a las virtudes de este tratado y a los largos esfuerzos de muchas personas de la comunidad de negocios, en particular, de la Asociación de Cámaras de Comercio Americanas en América Latina (AACCLA), AmCham Chile y la Cámara de Comercio de EE.UU., que fueron unos de los participantes más activos de la campaña para obtener el apoyo del congreso, conducida bajo el alero de la Coalición de Libre Comercio de EE.UU.-Chile.

Nuestras organizaciones trabajaron diligentemente, durante más de dos años, para mantener siempre vigente el tema del tratado de libre comercio y su discusión pública permanente, tanto en Capitol Hill como en los distritos claves de Estados Unidos. Se sostuvieron reuniones, casi diariamente, con los miembros del Senado y de la Cámara de Diputados; se organizaron numerosas reuniones informativas para el personal del Congreso y, cada vez que fue necesario, se dio testimonio sobre las virtudes del TLC, ante el Parlamento.

Junto con AmCham Chile, en diciembre de 2002 se publicó el libro “Las Caras del Comercio con Chile: Historias de Éxito de Pequeños Negocios”, destacando a 50 pequeñas y medianas empresas (Pymes) estadounidenses, que ya se estaban beneficiando del TLC. Esta publicación se usó ampliamente en las reuniones con el Congreso en Washington, para acentuar el valor del acuerdo para las Pymes. De manera de complementar dicho libro, la Cámara de Comercio de EE.UU. trajo a los representantes de más de 50 empresas pequeñas de todo EE.UU., para participar en el impulso final de la campaña, destinada a la aprobación definitiva, en el Congreso, del TLC EE.UU.-Chile y EE.UU.-Singapur. También se organizó un viaje del Embajador de Chile en Estados Unidos, Andrés Bianchi, a los Estados que representaban a los socios comerciales claves de Chile, de modo de subrayar, junto a los miembros del Congreso, los potenciales beneficios del TLC para las empresas norteamericanas.

Tanto esta colaboración, como el TLC mismo, se han convertido en un modelo para los tratados subsiguientes, a lo largo de las Américas, como por ejemplo, el TLC de EE.UU. con América Central y las negociaciones en curso del TLC de EE.UU. con la Comunidad Andina. Nuestras organizaciones comerciales ayudaron a enviar un mensaje vital a los demás países Latinoamericanos y del Caribe, que están participando en negociaciones comerciales: si uno se mantiene en el camino de la apertura de mercado, la reforma económica y la democracia (como lo ha hecho Chile), Estados Unidos está preparado para mejorar las relaciones comerciales y económicas. El compromiso económico con frecuencia conduce a una mayor cooperación en otras áreas, tal como la política de inmigración, los esfuerzos antinarcóticos y la guerra contra el terrorismo.

En cierta forma, la aprobación del TLC fue sólo el comienzo de nuestros esfuerzos colectivos. Su puesta en práctica y el desarrollo exitoso de las nuevas oportunidades de mercado que se generaron, han sido incluso más complicados que las negociaciones. El punto de interés de la nueva fase de la asociación es el Programa de Cooperación en el Desarrollo de Mercados - PCDM, encabezado por el programa de TradeRoots (Raíces del Comercio) de la Cámara de Comercio de EE.UU. El objetivo general del PCDM es incentivar a las Pymes de América a aprovechar las nuevas oportunidades que está generando el Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y Chile. Gracias a la red de contactos y a la experiencia proporcionada por AACCLA y AmCham Chile, la Cámara está intentando promover a Chile como una puerta de entrada para invertir en América Latina.

Los actores principales en esta fase han sido TradeRoots y AmCham Chile, cuyos esfuerzos se han desplegado en tres etapas. La primera etapa se conoce como la fase de educación, durante la cual TradeRoots organiza seminarios dentro de los estados participantes en EE.UU., para enseñar a las Pymes los beneficios de los Tratados de Libre Comercio. A través de estos congresos, TradeRoots también ayuda a los empresarios americanos a identificar a posibles socios comerciales, que sean viables en Chile. La segunda etapa del programa se llama fase de facilitación. En este período, TradeRoots intenta facilitar las exportaciones de EE.UU. a las firmas chilenas socias, utilizando con frecuencia los servicios de AmCham Chile y/o del Departamento de Comercio de EE.UU.

La etapa final y, tal vez, la más importante es la Fase de Capacitación, que intenta institucionalizar la infraestructura educacional del TLC. La Cámara promueve la inversión en el mercado chileno, como una puerta de entrada, para la futura inversión en otros países latinoamericanos. Por lo tanto, TradeRoots dedica gran parte de su enseñanza educacional a la realización de actividades de capacitación, orientadas a las Pymes, de manera de entregarles las herramientas necesarias, para que éstas puedan crecer alrededor del mundo y con el propósito de enseñarles el valor y los beneficios del libre comercio.

La relación existente entre la Cámara de Comercio de EE.UU. y AmCham Chile ha sido tan beneficiosa para ambas partes, como lo es el actual vínculo entre los dos gobiernos respectivos. Esta sociedad, con un propósito en común, sigue vigente a través de nuestra iniciativa TradeRoots. Las embajadas ubicadas en el barrio diplomático Embassy Row, en Washington, han sido notificadas sobre esta sociedad y nos han ayudado a difundirla. Como consecuencia, tanto nuestra asociación como nuestro propósito en común tienen el potencial de crecer en el futuro. Un asunto verdaderamente apasionante.
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Cámara Chilena Norteamericana de Comercio