Socios AmCham reflexionan sobre posibles mejoras al sistema de donaciones

06 Mayo 2021

La instancia contó con la presentación de Laura Mac Donald de Giving USA.


Los posibles perfeccionamientos al marco normativo que rige las donaciones en Chile fueron analizados en el webinar ¿Por qué donan las empresas? Impulsando una cultura filantrópica en Chile”, organizado por la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio (AmCham Chile) junto a CEFIS Universidad Adolfo Ibáñez..


La actividad contó con la apertura de Paula Estévez, gerenta general de AmCham Chile, y con la exposición de Laura MacDonald, Chair de Giving USA, Principal & Founder of Benefactor Group, quien presentó la realidad estadounidense respecto a este tema.


MacDonald reveló que – según las últimas cifras disponibles a 2019- el 87% de las donaciones en Estados Unidos proviene de las personas y solo el 5% es de origen corporativo. Asimismo, dio a conocer que mientras las donaciones de los individuos se dirigen principalmente al sector ligado a la religión, las de empresas se concentran en el sector Educación, “posiblemente para fortalecer la estructura de talentos disponibles”, estimó.


Luego, un panel moderado por Kathleen Barclay, Chair del Comité de Sustentabilidad y socia fundadora de KCB Asesorías, y que estuvo compuesto por María Magdalena Aninat, directora y fundadora de CEFIS Universidad Adolfo Ibáñez; Daniela del Valle, gerente general de la Fundación Ibáñez-Atkinson; Victoria Alonso, directora ejecutiva de Fundación Tierra Austral y Thomas Keller, CEO de Colbún, analizó la situación del país respecto a la materia.


Al respecto, Aninat señaló que, a diferencia de EE.UU., la principal fuente de donaciones en Chile es corporativa, contribuyendo con 84% del total. Sin embargo, advirtió que las donaciones de las compañías se concentran en ciertos sectores, porque la normativa vigente beneficia a algunas áreas en desmedro de otras como, por ejemplo, el cuidado del medio ambiente.


La representante de Fundación Tierra Austral coincidió con que la legislación no incentiva la donación en iniciativas ambientalistas, advirtiendo que por lo mismo solo un 0,9% de las organizaciones de la sociedad civil se dedica a este tema.


Por su parte, Del Valle contó cómo surgió la Fundación Ibáñez-Atkinson que partió bajo una motivación familiar, pero que evolucionó, tras tomar conciencia de la importancia de la profesionalización de los proyectos filantrópicos, que cuenten con gobiernos corporativos y altos estándares operacionales.


A su vez, Keller sostuvo que las donaciones para las empresas son vistas como una inversión social que va dirigida a comunidades y grupos de interés con que más se relacionan con el objetivo de conseguir sinergias que apoyen la estrategia de la compañía y las ayude a desarrollar mejor los proyectos.


Por último, Aninat consideró que el sistema de donaciones chileno debería tomar en cuenta de las recomendaciones de la OCDE que sugieren reducir su complejidad, establecer un registro único de donaciones, estipular incentivos tributarios, no regresivos, y facilitar las donaciones transitorias entre otras.


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