La hora de las ERNCThe time of NCRE

02 Julio 2014

A mediados de mayo, la Presidenta de la República, Michelle Bachelet, presentó la Agenda de Energía, un documento con una mirada sustentable que otorga a las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) un rol e imprime su compromiso de levantar las barreras para su desarrollo en el país.

La meta es clara y apunta a que 45% de la capacidad de generación eléctrica instalada entre los años 2014 y 2025 provenga de este tipo de fuentes, a modo de dar cumplimiento a la Ley 20/25, la cual establece que para 2025, 20% de la matriz debe proceder de ERNC.

Por eso, el documento gubernamental considera una serie de medidas que allanarán el camino para su desarrollo, como elementos para facilitar su conexión a los sistemas de transmisión, acortar los plazos de tramitación y agilizar la participación de las licitaciones, entre otras. Incluso, instituciones públicas serán reforzadas -como es el caso de la Dirección General de Aguas (DGA)- y otras tendrán una reestructuración de su institucionalidad, como ocurrirá en los próximos dos meses con el Centro de Energías Renovables (CER). Este último pasará a ser el Centro Nacional de Fomento e Innovación en Energía Sustentable, y tendrá la responsabilidad de apoyar a la Corporación de Fomento de la Producción (Corfo) a impulsar los Programas de Innovación Estratégicos en Energía y promoción de las ERNC, además de implementar programas de cooperación público-privada para desarrollar aplicaciones de generación distribuida y redes inteligentes, así como un programa estratégico de Investigación y Desarrollo (I+D) en energía solar.

Además, dado que Chile es inmensamente rico en fuentes renovables, otro de los aspectos clave de la Agenda es el desarrollo de recursos energéticos propios -especialmente en zonas extremas y aisladas dependientes del diésel-, aprovechándolos de forma “adecuada, inteligente e innovadora”, versa el documento.

Sin ir más lejos, nuestro país es líder potencial en energía marina por la enorme fuerza contenida en sus más de 4 mil kilómetros de costa; posee la radiación más alta del planeta en el Desierto de Atacama, siendo muy atractivo para la energía solar; su posición privilegiada en el Cinturón de Fuego del Pacífico lo vuelve un gigantesco banco de geotermia; la disponibilidad de vientos en diversas zonas geográficas facilitan el desarrollo de numerosos proyectos eólicos; y su gran cantidad de ríos y cuencas permiten la construcción de centrales de mini hidro en numerosas locaciones.

Por otro lado, Chile también cuenta con diversas políticas e instrumentos de fomento que apoyan la inversión privada en este tipo de energías, entre las que se encuentran los instrumentos Corfo de cofinanciamiento para los estudios de pre-inversión y líneas de financiamiento para proyectos; además de iniciativas nacionales y regionales -incluso con el apoyo de instituciones extranjeras- que son lanzadas a concurso por diferentes organismos públicos.

Un ejemplo de ello es el apoyo a la tecnología de concentración solar de potencia (CSP) a través del Ministerio de Energía y Corfo, que adjudicaron un incentivo a comienzos de este año, para construir la primera planta de CSP de Chile y la más grande de Latinoamérica. Para esto, entregaron un subsidio de US$ 20 millones y la concesión de uso oneroso de un terreno fiscal optativo, además de la posibilidad de acceder a un paquete de financiamiento cercano a US$ 500 millones, proveniente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), elClean Technology Fund, el KFWKreditanstalt für Wiederaufbau(Banco Alemán de Desarrollo) y la Unión Europea.

Las barreras

Aunque la Presidenta Bachelet ha anunciado que espera incorporar más de 1.200 MW en los próximos cuatro años para cumplir las cuotas de participación de ERNC establecidas en la Ley 20/25 (cercanas a 7.000 MW), Chile requiere instalar entre 600 MW y 700 MW anualmente.

Entre las trabas que afectan a este tipo de proyecto se cuentan, por ejemplo, que el mercado de la energía es muy competitivo, ya que todas las tecnologías rivalizan por las licitaciones en igualdad de condiciones. “Quien piensa instalarse en este país debe evaluar muy bien su estrategia, capacidades y propuesta de valor, y validar que ésta les permita ganarse un espacio”, explica Cristian Sjögren, gerente de desarrollo de negocios de First Solar. Además, agrega, existe una fuerte competencia por los terrenos, incluso, con otras áreas productivas como la minería.

También están las restricciones en la transmisión, las cuales se buscan solucionar con la expansión del sistema troncal al norte de Santiago. Sin embargo, ampliar la capacidad de la red toma más tiempo que la construcción de ERNC (60 meses versus 9-24 meses), por lo que se estima que ésta estaría terminada recién hacia finales de la década, frenando cerca de la mitad de los proyectos –solares y eólicos- que podrían ingresar por el norte del Sistema Interconectado Central (SIC) antes de esa fecha. “Aquí hay un tema país que debemos resolver, que es planificar las ampliaciones de la capacidad de transmisión con mayor holgura”, señala Sjögren.

Incluso, lentamente, ya se han comenzado a percibir movimientos de las comunidades aledañas a los proyectos renovables, por lo que la idea es integrarlas desde la etapa de diseño en vista. Incluso, algunos actores están planteando la necesidad de regular los incentivos a la zona de influencia de los proyectos.

Ajustando motores

Según el CER ya se han instalado 486 MW de ERNC nuevos en lo que va del año con una inversión cercana a US$ 1.000 millones, y se esperan cifras similares para el segundo semestre. De este modo, 2014 finalizaría con 1.000 MW nuevos y US$ 2 mil millones invertidos, llegando a un total de 2.000 MW de ERNC en la matriz eléctrica nacional, cerca de 10% del total de la capacidad instalada. Si bien, estos números podrían verse levemente frenados por algunos años, tras la ampliación del SIC se espera una mayor incorporación de proyectos, acercando al país cada vez más a la meta 20/25 con una cartera diversificada de energía eólica, solar, de biomasa y mini-hidráulica; a la que se espera que, en un futuro, se sume la geotermia y la energía marina.

Según el director ejecutivo de la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera), Carlos Finat, estas últimas no han logrado desarrollarse porque, en el caso de la geotermia, es muy difícil acceder al financiamiento para cubrir los altos costos de inversión (US$5 millones por MW), además del difícil acceso al recurso por su ubicación y la escasa oferta de servicios. Durante 2015, el Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley para perfeccionar el sistema de concesiones geotérmicas.

En tanto, el caso de la energía marina es distinto y se han apostado todos los esfuerzos en el nuevo Centro de Excelencia en Energía Marina -en proceso de licitación-, el cual iniciará sus operaciones a principios del próximo año, con la finalidad de ayudar en el proceso de transformar al país en un polo de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) de este tipo de fuente. Y es que, aunque Chile tiene el potencial teórico bruto undimotriz más alto del mundo (240 GW), aún no existe ninguna tecnología de este tipo en etapa comercial que se haya impuesto sobre otras, ni un prototipo que reúna todas las condiciones necesarias para enfrentarse al mar chileno, aunque sí existen desarrolladores optimistas que lo están intentando.

Esto último no parece una locura, pues las nuevas ERNC -solar y eólica que en su momento también fueron cuestionadas, hoy se han impuesto a las tradicionales, como es el caso de la mini -hidro y la biomasa. De hecho, el mes de mayo la energía eólica pasó a liderar por primera vez la capacidad instalada nacional de ERNC y hoy alcanza a 572 MW en operación.

Sin embargo, Chile también se ha preocupado por reimpulsar las renovables más antiguas en la matriz. Por ejemplo, en el caso de las pequeñas y medianas hidroeléctricas, el Ministro de Energía, Máximo Pacheco, anunció que la hoja de ruta está lista y apunta a resolver los dos problemas más urgentes para el desarrollo de los proyectos: la conexión a los sistemas de transmisión y los alargados tiempos de tramitación.

Actualmente, los procesos de obtención de los permisos de obra hidráulica tardan alrededor de 800 días, los que esperan disminuir considerablemente con el aumento de la dotación de la DGA; y, dado que las centrales de mini-hidro suelen estar en zonas cordilleranas muy alejadas de los tendidos troncales, lo que dificulta su conexión, se les permitirá utilizar las franjas fiscales de los caminos para instalar torres que acojan los tendidos de media tensión para estos volúmenes de energía, de forma conjunta a los de distribución domiciliaria y los de telecomunicaciones.

Incluso, según explica Fernando Hentzschel, gerente técnico del CER, al igual que las otras ERNC, tendrán la posibilidad de acceder a subsidios de hasta 2.000 UF para realizar los estudios necesarios para el desarrollo de líneas de transmisión asociativas, aprovechando que muchas veces los proyectos se levantan en localidades más o menos cercanas.

En este contexto, el Gobierno ha buscado llevar adelante una Agenda de Energía consensuada, recogiendo la opinión de diversos actores, lo que sumado a la madurez que han alcanzado las ERNC en el país y el apoyo que han adquirido en la opinión pública, aviva la esperanza de lograr la meta establecida por la Ley 20/25.

Para que esto sea posible es necesario que las ERNC sigan siendo una constante entre las prioridades del Gobierno, para que continúe agilizando los procedimientos administrativos y ayude en la puesta en marcha de aquéllas que están recién partiendo, como es el caso de la geotermia y la energía marina. Pero también es muy importante que los privados se comprometan con la visión país y trabajen en conjunto, además de creer y demostrar -como bien dicen Barrera y Sjögren- que “las ERNC quieren y pueden competir sin subsidios”.

Energía solar, la más avanzada

Sin duda la energía solar es la gran protagonista dentro de las ERNC, para la que incluso se ha considerado la creación de uncluster, lo que es considerable, dado que la primera planta solar fotovoltaica (PV) conectada al SIC -Tambo Real de Kaltemp- data de inicios de 2013 y la primera conectada al Sistema Interconectado del Norte Grande (SING) -El Águila I, de E-CL- data de julio del mismo año. Lo cierto, es que a poco andar su atractivo se hizo notar, y hoy cuenta con la cartera de proyectos más grande en el ámbito de las renovables, con 184 MW en operación, 263 MW en construcción, 6.550 MW con su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) aprobada y 3.698 MW en calificación.

Como explica Sjögren, de First Solar, el país cuenta con tres características clave para su desarrollo: la radiación solar más alta del mundo, altos costos de energía y una demanda en aumento; además de oportunidades en construcción, suministro, operación, administración y financiamiento. “Estamos acá hace un año y medio y ya estamosad portasde materializar nuestro primer proyecto, el cual será el más grande de Latinoamérica”, destaca.

Comparte esta visión el vicepresidente y director general de América Latina de SunEdison, Carlos Barrera, explicando que “Chile se posiciona como un país estable y seguro para los inversionistas, dada la seguridad jurídica y su entorno regulatorio. Una manifestación de ello es que estamos realizando inversiones a largo plazo con respaldo de instituciones financieras sólidas y de confianza, como la Overseas Private Investment Corporation (OPIC) del Gobierno de Estados Unidos, y la International Finance Corporation (IFC) del World Bank Group”, puntualiza.

In the middle of May, President Michelle Bachelet officially published the Energy Agenda. With sustainability at its core, the document grants a key role to NCRE and commits to confronting the main challenges of developing renewable energy in Chile.

Its goal is clear and aims to ensure 45% of installed electrical generation capacity between 2014 and 2025 comes from renewable sources. In this way, the 20/25 Act, which establishes that 20% of the national grid must derive from NCRE by 2025, will be fulfilled.

In order to achieve this target, the Government document proposes a series of measures paving the way to the development of NCRE in Chile. These include elements for facilitating its connection to transmissions systems and cutting the time period of and streamlining participation in requests for tenders, among others. In addition, public institutions will be reinforced – for example, the National Water Board (DGA). Others will be restructured, as is the case over the next two months for the Center for Renewable Energy (CER). The latter will soon become the National Center for Development and Innovation in Sustainable Energy. It will be responsible for supporting the Chilean Economic Development Agency (Corfo) in promoting the Strategic Innovation in Energy Programs. In addition, it will implement projects based on public-private cooperation for developing applications of distributed generation and smart grids, as well as managing a strategic program of Research and Development (R+D) into solar energy.

Furthermore, and given that Chile is immensely rich in sources of renewable energy, another of the key aspects of the Agenda is the development of local resources – especially in extreme and isolated areas dependent on diesel. As the document itself notes, the idea is to take advantage of these resources in an “appropriate, intelligent and innovative” way.

Chile is a potential leader in many areas of renewable energy: in marine energy, it has enormous potential for power given its four thousand kilometer coastline; it is home to the largest amounts of radiation on the planet in the Atacama Desert, making it highly attractive in terms of solar energy; the country itself sits in a privileged position on the Pacific Ring of Fire, making it a huge geothermal reserve; the availability of wind in different geographical areas facilitates the development of multiple wind power projects; and its large quantity of rivers and water basins allow for the construction of mini-hydro projects in various locations.

On the other hand, Chile also has diverse development policies and mechanisms which support private investment in this type of energy. Among these are the Corfo co-financing instruments for pre-investment research and financing lines for funding projects. There are also national and regional initiatives, including those with the support of foreign institutions, put out to tender by different public bodies.

This reality is exemplified by the support for Concentrated Solar Power (CSP) technology. The Ministry of Energy and Corfo ruled on an incentive scheme at the beginning of the year relating to the construction of the first CSP power plant in Chile and the biggest in Latin America. The two institutions submitted a grant of US$20 million and the concession of the use of optional public land for good or valuable consideration. In addition, the scheme includes the chance to access a finance package of nearly US$500 million from the Inter-American Development Bank (IDB), the CleanTechnology Fund,the KFW Kreditanstalt für Wiederaufbau(German Development Bank) and the European Union.

Obstacles

President Bachelet has announced the expected addition of more than 1,200 MW to the national grid over the next four years. Nevertheless, in order to meet the NCRE participation targets established under the 20/25 Act (almost 7,000 MW in total), Chile needs to install between 600 MW and 700 MW per year.

Among the obstacles impeding this type of project is, for example, the fact that the energy market is highly competitive, as all technologies compete for funding on equal terms. “Anyone wanting to set up in the country should assess their strategy, capabilities and value proposal extremely well, and weigh up whether this will enable them to occupy a space in the market”, says Cristián Sjögren, Head of Business Development at First Solar. He adds, “There is also strong competition for land, including from other production areas like the mining industry”.

In addition, there are restrictions relating to transmission, with solutions to the problem being sought by expanding the main system north of Santiago. However, increasing the capacity of the system takes more time than it does to construct new NCRE projects (60 months compared to 9-24 months). That is why its estimated completion is the end of the decade. This would slow down almost half the projects – solar and wind – that could be integrated via the Central Interconnected System (SIC) prior to this date. “There is an issue which must be solved here, which is to plan increases to the transmission capacity with a far greater margin”, says Sjögren.

Furthermore, a slow stirring of communities close to renewable energy projects has been detected recently. For this reason, the goal is to include these groups in the project process from the design stage onwards. Certain actors are even proposing the need to regulate incentives in areas affected by the projects.

Fine-tuning the engines

According to the CER, 486 MW of new NCRE has already been installed so far this year, accounting for almost US$1 billion of investment. Similar figures are expected for the second half of the year. As such, 2014 could end with 1,000 MW of new NCRE installed and US$2 billion invested. This would bring to 2,000 MW the total amount of NCRE within the national grid, which is close to 10% of total installed capacity. While these figures may decrease slightly over the next few years, following the expansion of the SIC, an increased incorporation of projects is expected. This would bring the country ever closer to the 20/25 target, as well as ensuring it had a diversified portfolio of wind, solar, biomass and mini-hydro power energy; to which it is hoped geothermal and marine energy will be added in the future.

According to the Executive Director of the Chilean Renewable Energy Association (Acera), Carlos Finat, the two latter types of power generation have not been successfully developed as yet. This is because, in the case of geothermal, it is extremely hard to access financing to cover the high associated investments costs (US$5 million per MW), as well as the difficulty in accessing the resource itself and the scarce supply of services. As a result, in 2015 the Government will submit a Bill to Congress for improving geothermal concessions.

In the case of marine energy, the situation is different. All efforts have been focused on the new Marine Energy Center of Excellence – currently out to tender – which will begin operating from the beginning of next year. The idea is that the Center will help transform the country into a reference point for research, development and innovation (R+D+i) into marine energy. Although Chile has the greatest theoretical wave power potential in the world (240 GW), there is currently no prevailing technology or prototype in the commercial stage that meets all the necessary conditions for withstanding the Chilean sea. There are, however, optimistic developers making efforts towards these ends.

Marine energy may not be such a far-fetched idea, despite the aforementioned costs. After all, NCRE, especially solar and wind power, were severely questioned in the past and now they rival the traditional energy sources. The situation is similar with regard to mini-hydro and biomass energy too. In fact, in May wind power became the number one NCRE source in Chile in terms of installed capacity, with 572 MW operational.

However, Chile is also preoccupied with fostering the development of the oldest forms of renewable energy in the grid. For example, in relation to small and medium-sized hydroelectric projects, the Minister of Energy, Máximo Pacheco, has announced that readiness of the roadmap and is seeking to resolve the two most urgent problems in terms of project development: connection to the transmission systems and the long processing periods related to project applications.

Currently, the procedure for securing a permit to undertake hydroelectric works takes around 800 days. It is hoped that the increased resources directed to the DGA will help to reduce this time period considerably. Furthermore, mini-hydro facilities are usually located in mountainous regions far from the main power lines, meaning their connection is impeded. As such, developers will be allowed to use state access points for installing medium-voltage pylons and transmitting the energy generated, in conjunction with domestic distribution and telecommunications.

According to Fernando Hentzschel, Head Technician at the CER, in the same way as other NCRE, mini-hydro projects will have the chance to access subsidies of up to 2,000 UF for conducting the necessary research into developing associated transmission lines. This will allow them to take advantage of the fact that these types of projects are frequently implemented in areas more or less close to one another.

In this way, the Government has sought to pursue an Energy Agenda based on consensus. By incorporating the opinions of different stakeholders, in addition to the maturity of NCRE in Chile and the support for these types of energy sources among the general public, there is hope that the targets set by the 20/25 Act can indeed be met.


To achieve this goal, NCRE must remain an ongoing priority for the Government. Administrative procedures must continue to be streamlined and support for projects recently implemented must be sustained, such as geothermal and marine energy. It is also crucial that private actors commit to this vision and work together, in addition to believing and demonstrating, as Barrera and Sjögren say, that “NCRE wants to and can compete without subsidies”.

Solar energy, the most advanced source

Undoubtedly, solar energy is the main protagonist among NCRE. As such, authorities have even considered creating a ‘cluster’ (a considerable feat), thanks to the first photovoltaic (PV) solar plant connected to the SIC (Tambo Real, built by Kaltemp), which began operating in early 2013, plus the first one connected to the Far North Interconnected System (SING) (El Águila I, built by E-CL), which has been operational since July 2013. Support for this type of energy source has been quick to materialize, and today the solar project portfolio is the biggest among the renewable energies: 184 MW operational, 263 MW under construction, 6,550 MW with approved Environmental Rating Resolutions (RCA) and 3,698 MW under review.

As Sjögren, from First Solar, explains, Chile has three key characteristics for the development of solar energy: the highest solar radiation in the world, high energy costs and rising demand. It also has opportunities in construction, supply, operation, administration and financing. “We have been here for a year and a half and we are alreadyad portasimplementing our first project, which will be the biggest in Latin America”, he notes.

Carlos Barrera, Vice-President and Director-General for Latin America at SunEdison, shares this view. He explains that “Chile is a stable and safe country for investors, given its legal guarantees and regulatory environment. An example of this is our long term investment, which is conducted with the support of solid and trustworthy financial institutions, like the US Government’s Overseas Private Investment Corporation (OPIC), and the World Bank Group’s International Finance Corporation (IFC)”.


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