Desarrollo Sostenible: La historia del término que cambió paradigmas en el mundo medioambiental y que hoy es un eje central de AmCham

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01 Diciembre 2022
Autor: AmCham Chile
El concepto fue acuñado en 1987 y ha sido adoptado desde entonces como una hoja de ruta tanto para empresas como países.

No parece casualidad que el primer nombre de Gro Harlem Brundtland, la ex Primer Ministra de Noruega que acuñó en 1987 el concepto de “desarrollo sostenible” (sustainable development), se pronuncie de la misma forma que el verbo “crecer” (grow) en inglés.  Porque, a fin de cuentas, el desarrollo es crecimiento, ya sea económico, educacional o cultural.

Pero ¿a qué costo?

Eso fue precisamente lo que se preguntó Javier Pérez de Cuéllar, Secretario General de las Naciones Unidas, en 1983. Once años antes, en Suecia, la Cumbre de la Tierra levantó las alertas iniciales con respecto al desarrollo económico sin tener en consideración el medio ambiente. Si bien la conferencia se transformó en todo un hito para el ambientalismo pues se trató de la primera instancia internacional abocada en exclusiva a estos temas, su efectividad fue limitada pues se concluyó que la necesidad de desarrollo de los países emergentes se oponía a la protección de los recursos naturales.

Sin embargo, Pérez de Cuéllar nunca se convenció de esta idea. Se negó a creer que desarrollo y sostenibilidad fueran dos caminos paralelos que jamás pudiesen cruzarse. Por lo mismo, al año de haber asumido en la ONU tuvo una idea: crear un comité mundial que se encargara de unir estos dos conceptos y le permitiera a la humanidad soñar con un futuro próspero sin hipotecar los recursos del presente.

El peruano miró hacia Escandinavia, específicamente a Noruega, para encontrar a la persona que lideraría este Comité. Allí estaba Gro Harlem Brundtland ejerciendo sus funciones como Primer Ministra, hasta ese momento la única mujer en la historia de ese país en hacerlo. Una vez que Pérez de Cuéllar le aseguró que tendría total libertad para conformar y dirigir el Comité, Brundtland aceptó. Y como si se tratara de un regalo para la humanidad, el trabajo del Comité Mundial por el Medio Ambiente y el Desarrollo comenzó en Navidad de 1983.

El trabajo de la comisión duró cuatro años. Brundtland y los miembros que la integraron, elegidos ecuánimemente entre países desarrollados y subdesarrollados, viajaron por el mundo sosteniendo audiencias y misiones en lugares donde la pobreza y la degradación ambiental convivían a diario. El reporte vio la luz en marzo de 1987 en un libro titulado Nuestro Futuro Común (Our Common Future), el cual pasó a la historia por aunar, al fin, dos términos que parecían estar destinados a no juntarse jamás: “desarrollo” y “sostenible”.

La definición de desarrollo sostenible que acuñó Brundtland combinaba de forma esperanzadora las urgencias del presente sin perder de vista las que vendrán en los próximos años: “Hace referencia a la capacidad que haya desarrollado el sistema humano para satisfacer las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer los recursos y oportunidades para el crecimiento y desarrollo de las generaciones futuras”.

El término obtuvo reconocimiento mundial. El reporte alertó a los mandatarios del mundo y empujó a las Naciones Unidas a tomar acciones concretas en materia medioambiental. Fue así como Nuestro Futuro Común y, específicamente, “desarrollo sostenible” pasaron de la teoría a la práctica en 1992, cuando se realizó la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro. Allí, 178 países se comprometieron con el desarrollo sostenible dándole vida a la Agenda 21, un programa detallado de acciones a seguir en esta materia, y que luego en 2015 se transformaría en la Agenda 2030.




Desarrollo sostenible en Chile

“No podemos permitir que desarrollo y economía sean contradictorios al cuidado y protección del medio ambiente”. La anterior fue una de las tantas declaraciones que dio el presidente Gabriel Boric en junio pasado, luego de tomar la decisión de cerrar la fundición Ventanas de Codelco. El Mandatario aseguró que el asunto era complejo, “pero lo hacemos con la convicción de que es la decisión correcta”.

Desde tiempos de campaña presidencial, Boric prometió que su gobierno sería uno ecológico. Utilizó como banderas de lucha avanzar en la descarbonización de la industria energética del país e impulsar a Chile como potencia en la producción de hidrógeno verde, considerado como el combustible del futuro.

Meses después, ya habiendo asumido su rol como Mandatario, y tras un primer cambio de gabinete en septiembre, Boric le encomendó a Maisa Rojas, Ministra del Medio Ambiente, que encabezara la delegación chilena en la COP27 celebrada en Egipto durante noviembre y que estuvo compuesta por sus pares de Energía, Transporte y Relaciones Exteriores.

En aquella instancia, el gobierno reiteró su compromiso con la meta de carbono neutralidad para el año 2050 y la descarbonización al 2040. Además, se dio a conocer el Plan de Acción de Hidrógeno Verde 2023-2030”, que definirá la hoja de ruta para el desarrollo sostenible de esta industria en el país.

“El desarrollo sostenible implica promover decisiones que cuiden la naturaleza y sus seres vivos; la gestión responsable y eficiente de los materiales y energía que provienen de la naturaleza; y una sociedad que produce y usa de manera consciente, fomentando la creación de empleos verdes y oportunidades para personas y organizaciones a lo largo del país”, señala Rojas en conversación con AmCham Al Día.

La Secretaria de Estado agrega: “Trabajar por el bienestar de las personas y el cuidado del medioambiente está en el centro de mi quehacer como ministra. Ya conseguimos adherir al Acuerdo de Escazú, estamos trabajando en implementar la recientemente promulgada Ley Marco de Cambio Climático y esperamos en el corto plazo aprobar la ley que creará el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), una deuda que tiene el país para proteger sus ricos ecosistemas”.

Sobre el compromiso de este gobierno con el desarrollo sostenible, Rojas asegura: “El compromiso del Presidente Gabriel Boric es que este sea el primer gobierno ecológico en la historia de Chile y nuestra prioridad desde el Ministerio del Medio Ambiente es darle contenido a esa intención”.

Más allá de un gobierno de turno, el Estado de Chile ha suscrito cada uno de los acuerdos que en materia de sustentabilidad han emergido desde la Organización de Naciones Unidas. Como no podía ser de otra forma en 2015, como parte de los 193 estados miembros de la ONU, firmó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, el cual corresponde a un plan de acción en favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que además tiene por objeto fortalecer la paz a nivel global.  Está compuesto por 17 objetivos, que van desde el fin de la pobreza, pasando por una educación de calidad, hasta la vida submarina y la reducción de las desigualdades.




Desarrollo Sostenible: un eje central en AmCham Chile

Los socios de la Cámara Chilena Norteamericana de Comercio están comprometidos con el desarrollo sostenible, uno de los motores principales de la organización. AmCham promueve una forma de hacer empresa estrechamente relacionada con el cuidado del medio ambiente y el trabajo en conjunto con las comunidades, así como la generación de valor para la sociedad más allá de lo económico.

En ese sentido, AES Andes y su proyecto de intercambio bidireccional de energía entre Chile y Argentina es un ejemplo claro de proyectos sostenible que resuelven las urgencias del presente sin hipotecar los recursos de las generaciones futuras.

La operación involucra la línea InterAndes, una vía de transmisión de 345 kV que se extiende por 409 kilómetros desde Antofagasta a la subestación Cobos, en Salta, Argentina. Mediante este acuerdo, durante el día se exportarán hasta 80 MW de energía desde nuestro país hacia tierras transandinas, mientras que durante la noche se importarán hasta 200 MW. De esta manera se abaratarán costos sistémicos y se reducirán emisiones, así como el desperdicio de energía renovable en el sistema eléctrico de nuestro país.

“A partir de este momento, los intercambios de energías ya son una realidad, contribuyendo a dar seguridad a ambos sistemas y convirtiéndose en un habilitante clave en el proceso de transición energética, al reducir los vertimientos de energía renovable del sistema. Trabajando todos juntos, por un objetivo común, estamos acelerando el futuro de la energía”, señaló al respecto Javier Di, CEO de la compañía, en un comunicado.

Lo anterior va en la línea con su proyecto Greentegra, el cual busca la descarbonización de su matriz eléctrica para 2025. Para lograrlo, AES Andes comunicó la salid anticipada de cuatro centrales de carbón: Las dos unidades de Ventanas, en Quintero, y las de Angamos y Mejillones.

Arauco es otra de las compañías socias de AmCham con proyectos sostenibles potentes. La forestal participó en la COP27 que se realizó este año en Egipto y dio a conocer dos importantes iniciativas en esta materia: “Valdivia Cero” y “Nature Net Positive”.

“Por tercer año consecutivo nos certificamos como carbono neutral. Nos medimos desde el 2009, somos la primera y todavía única compañía forestal a nivel mundial en lograr ser neutrales”, relató Nicolás Jobet, líder de Acción Climática de la compañía, a DF.cl.

El proyecto Valdivia Cero contempla la misión de que esta comuna de la Región de Los Ríos sea la primera del país en ser carbono neutral. Arauco, como parte del Consorcio Valdivia Sustentable, envió la iniciativa a ProChile y postuló para tener un espacio como expositores en Egipto.

Por otra parte, ser nature net positive conlleva una acreditación internacional que certifica que la compañía es “positiva” para el planeta. “¿Qué significa? Que, sin nosotros, el planeta está peor”, explicó Jobet al mismo medio.

Otro socio estratégico de AmCham con importantes proyectos sostenibles es Grupo Cerro, cuyo estandarte es el complejo Cerro Dominador, la primera planta termosolar de Latinoamérica que se ubica en pleno Desierto de Atacama. Las instalaciones combinan una planta fotovoltaica de 100 MW más una termosolar de 110 MW, capaz de producir energía limpia y renovable los 365 días del año.

Cerro Dominador posee un sistema de almacenamiento de tanques de sales frías y calientes, lo que permite producir energía durante la noche sin recibir la luz del sol. Esto permite que se reemplacen las emisiones de aproximadamente 640 mil toneladas de dióxido de carbono (CO2) por año. Las instalaciones fueron visitadas por el directorio de la Cámara en el marco de la instancia ‘AmCham en Regiones’.

Al respecto, la Ministra del Medio Ambiente valoró las iniciativas que las empresas socias de AmCham han impulsado en sustentabilidad. “Todos debemos ser parte de la transformación. Los privados no deben ver la sostenibilidad como un accesorio. No es marketing. Avanzar en la sostenibilidad debe estar al centro de las decisiones de negocios. Como gobierno promoveremos y apoyaremos el hacer empresa con una visión de este siglo, que se haga cargo de la crisis climática, de pérdida de biodiversidad y de contaminación”.

“Ser sostenibles es la única manera de que las empresas y sus negocios sean viables. Larry Fink, presidente de BlackRock –el mayor fondo de inversión del mundo- ha dicho que la crisis climática es un factor de riesgo para las compañías. Impulsar la acción climática y la sostenibilidad en el mundo de la empresa es un deber para resguardar el valor de las compañías y sus accionistas”, cierra Rojas.
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Cámara Chilena Norteamericana de Comercio