La California de América del Sur The California of South America

20 Octubre 2010

California es el lugar donde los sueños se hacen realidad, donde se comienza de nuevo y donde el sol siempre brilla. Desde sus viñedos a su susceptibilidad a terremotos y su espíritu emprendedor, Chile es en muchos sentidos la California de América del Sur. De modo que no resulta sorprendente que la vista del Presidente Sebastián Piñera en septiembre fuera celebrada como la reunión de dos socios estratégicos con mucho que aprender el uno del otro.


El Plan Chile-California suscrito en el 2008, con el respaldo de AmCham, sentó las bases de esta visita y AmCham participó con orgullo en la misión comercial encabezada por el Presidente Piñera.


Los ministros de Economía, Energía, Agricultura y Cultura llevaron con ellos equipos de líderes de negocios y volvieron al país con acuerdos suscritos, los que con el tiempo deberían generar mayores oportunidades comerciales.


La energía es un área clave en donde California está a la vanguardia de nuevas tecnologías y regulaciones. Como se analiza en el artículo de la sección Enfoque de esta edición, la experiencia de California en materia de energía nuclear y energía renovable podría ayudar a Chile a satisfacer sus necesidades energéticas sin arriesgarse a sufrir escasez en el futuro o a contaminar el medio ambiente.


Tras su crisis de electricidad entre los años 2000 y 2001, California ha logrado encontrar un equilibrio entre atraer nuevas inversiones y la protección del medio ambiente. Esta no es una tarea sencilla tal como ha descubierto Chile a medida que intenta reconciliar su necesidad de suministros energéticos de bajo costo y las preocupaciones medioambientales, en especial en lo que se refiere a proyectos de generación a carbón.


En los últimos años, una serie de importantes inversiones en proyectos de generación eléctrica han encontrado problemas para recibir aprobación; algunos en las primeras etapas de su desarrollo, otros cuando el proyecto estaba bien avanzado. Muchos de estos problemas, aunque no todos, han estado relacionados con objeciones medioambientales. Pero el resultado da la impresión de un campo de juego disparejo, que podría hacer que los inversionistas lo piensen dos veces antes de comprometerse a invertir en Chile en el futuro.


Esto se ha convertido en una importante preocupación para la inversión extranjera en Chile y la incertidumbre regulatoria nunca es algo bueno. Chile necesita con urgencia estas inversiones, no sólo como parte de su actual recuperación económica sino que también como parte de un plan de más largo plazo para el crecimiento, el que creará un país mejor y más próspero para todos los chilenos. No obstante, los inversionistas estarán reticentes a arriesgar millones de dólares si temen que sus proyectos podrían ser retrasados, modificados o incluso cancelados.


Chile se ha ganado una excelente reputación debido a las garantías que ofrece a los inversionistas extranjeros. Ahora, a medida que Chile se acerca a su meta de convertirse en un país desarrollado, debe trabajar arduamente para mantener estas garantías mientras que al mismo tiempo mejora los estándares ambientales y de seguridad en las industrias de energía y minería. Esto es exactamente lo que California ha hecho bien a través de la cooperación entre los sectores público y privado.


Las empresas y los consumidores en el estado de la Costa Oeste han compartido el costo de regulaciones más estrictas en áreas como emisiones de carbono, lo que también tendrá que darse hasta cierto punto en Chile. No obstante, California ha demostrado que los estándares medioambientales de clase mundial y un entorno atractivo para las empresas pueden coexistir.


En AmCham felicitamos al Presidente Piñera y su equipo por su productiva visita a California y estamos comprometidos para trabajar arduamente con el fin de maximizar los beneficios de este viaje para el comercio y el emprendimiento. Tanto Chile como California tienen mucho que ganar a partir de esta alianza estratégica en áreas que van desde la energía hasta la cultura y la agricultura.


Sin embargo, para que Chile materialice su sueño de convertirse en un país desarrollado durante la próxima década, debe mantener una reputación sobresaliente en materia de inversión extranjera. En AmCham, creemos que esto puede lograrse a través de la cooperación público-privada y con el respaldo de socios como California. Desde el Napa Valley al Valle de Casablanca, el Oeste ¡realmente es lo mejor!

California – it’s the place where dreams come true, new beginnings are made and the sun always shines. From its vineyards to its susceptibility to earthquakes and entrepreneurial spirit, Chile is in many ways the California of South America. So it’s not surprising that President Piñera’s visit there in September was celebrated as a meeting of two strategic partners with much to learn from each other.


The Chile-California Strategic Partnership signed in 2008, with the support of AmCham, laid the foundation for this visit, and AmCham was proud to participate in the trade mission led by President Piñera.


The Ministers of Economy, Energy, Agriculture and Culture all took teams of business leaders with them and came back with signed agreements that should generate increased business opportunities down the road.


Energy is a key area where California is in the vanguard of new technologies and regulations. As discussed in the Spotlight, California’s experience with nuclear power and renewable energy could help Chile meet its energy needs without risking shortages in the future or polluting the environment.


After its electricity crisis of 2000-2001, California has managed to find a balance between attracting new investments and environmental protection. This is not an easy task as Chile has discovered as it tries to reconcile its need for low-cost energy supplies with environmental concerns, especially regarding coal-fired generation projects.


In the last few years, a number of major investments in power generation projects have run into approval problems; some in the early stages of their development, others when the project is well advanced. Many of these problems, though not all, have been related to environmental objections. But the result gives the impression of an uneven playing field, which may cause investors to think twice before making a commitment to investing in Chile in the future.


This has become a major concern for foreign investment in Chile, and regulatory uncertainty is never a good thing. Chile badly needs these investments, not just as part of its current economic recovery but as part of a longer term plan for growth which will create a better and more prosperous country for all Chileans. But investors will be reluctant to risk millions of dollars if they fear projects could be delayed, modified, or even cancelled.


Chile has earned an excellent reputation due to the guarantees it offers to foreign investors. Now, as Chile approaches its goal of becoming a developed country, it must work hard to maintain these assurances while at the same time improving environmental and safety standards in the energy and mining industries. This is exactly what California has done well through cooperation between the public and private sectors.


Companies and consumers in the West Coast state have shared the cost of stricter regulations in areas like carbon emissions, which will also have to happen to some degree in Chile. But California has shown that world-class environmental standards and an attractive environment for business can coexist.


At AmCham we congratulate President Piñera and his team on a productive visit to California and are committed to working hard to maximize the benefits of this trip for trade and entrepreneurship. Both Chile and California have much to gain from this strategic partnership in areas ranging from energy to culture and agriculture.


But for Chile to realize its dream of becoming a developed country in the next decade, it must maintain its outstanding reputation for foreign investment. At AmCham we believe this can be achieved through public-private cooperation and with the support of partners like California. From Napa Valley to the Casablanca Valley, the West really is the Best!

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