Arauco evalúa instalar planta de celulosa en Brasil con Stora Enso

13 Noviembre 2007
La escasa disponibilidad de bosques en nuestro país ha obligado a Arauco, forestal ligada al grupo Angelini, a buscar nuevos espacios en la región. Es una de las principales preocupaciones de la empresa con mayor patrimonio forestal y superficie apta para plantaciones en Sudamérica, con más de 1,3 millones de hectáreas. De estas, cerca de 832.000 están plantadas. Dentro de las opciones, Brasil es lejos la más potente, lo que fue confirmado por Roberto Angelini en la primera jornada de Expocorma en Concepción.



En un artículo de Diario Financiero, el ejecutivo adelantó que incluso podrían instalar allí una nueva planta de celulosa. En declaraciones a El Sur, Angelini expuso que “en Brasil se acaban de incorporar 50.000 hectáreas de plantaciones que se adquirieron a la finlandesa Stora Enso en una alianza estratégica, para que a futuro podamos hacer algunas cosas en conjunto en Brasil o en otros países, lo que podría concretarse en una nueva planta de celulosa”. Hoy la producción y comercialización de celulosa representa más del 40% de los ingresos de Arauco, siendo uno de los productores de celulosa con menores costos en el mundo, lo que constituye su principal ventaja competitiva. Según estimaciones de Feller Rate, actualmente la participación de la firma a nivel mundial llega a cerca de un 5% en celulosa blanqueada y un 15% en celulosa cruda. A fines de septiembre, Arauco cerró la alianza con Stora Enso, la mayor productora de papeles y tableros del mundo. A través de este acuerdo, Arauco compró activos brasileños de la firma finlandesa por US$ 280 millones. De este modo, la compañía forestal del grupo Angelini adquirió el 100% de un aserradero con producción de 150.000 m3 anuales, el 80% de las participaciones forestales de Arapoti (las 50.000 há mencionadas por Angelini) y el 20% de una planta productora de papel con capacidad de 205.000 toneladas anuales. Antes de concretar el negocio con Stora, la empresa ya operaba en ese país a través de Arauco Forest Brasil, que cuenta con 31.000 há de plantaciones. Con respecto a la operación global, el presidente de Empresas Copec dijo que “se han hecho fuertes inversiones en Brasil y Argentina. Hemos ido ampliando y adecuando nuestros requerimientos de patrimonio forestal para el tamaño de nuestra industria”. Agregó que esto significa bosques aptos “para ser procesados en todas nuestras instalaciones de celulosa, madera, MDF y aserraderos”. Precisamente, los aserraderos constituyen una de las divisiones que más preocupaciones le ha dado a Arauco en los últimos meses. Producto del impacto de la crisis inmobiliaria estadounidense, la firma ya cerró el aserradero La Araucana. En otros ha otorgado “vacaciones temporales”, decisión que, en total, afectó a 2.000 trabajadores, quienes, según ha señalado la empresa, han asumido la situación sin tensiones. Sobre este problema, Angelini explicó que, con más de 2 millones de casas que no se han vendido en Estados Unidos , Arauco tendrá que esperar hasta 2008 para recuperar su nivel de actividad en madera aserrada. “Hay que esperar que se digiera eso y una vez producida esa venta de casas, recién va a mejorar el negocio de los aserraderos. Esta es una cadena y nosotros estamos metidos entremedio”, aseguró. A ello se suma la inquietud por la clausura de la planta Licancel en la VII región. En vista del retraso en la decisión de las autoridades sobre el futuro del recinto, la empresa estudia cerrarlo definitivamente.

La escasa disponibilidad de bosques en nuestro país ha obligado a Arauco, forestal ligada al grupo Angelini, a buscar nuevos espacios en la región. Es una de las principales preocupaciones de la empresa con mayor patrimonio forestal y superficie apta para plantaciones en Sudamérica, con más de 1,3 millones de hectáreas. De estas, cerca de 832.000 están plantadas. Dentro de las opciones, Brasil es lejos la más potente, lo que fue confirmado por Roberto Angelini en la primera jornada de Expocorma en Concepción.



En un artículo de Diario Financiero, el ejecutivo adelantó que incluso podrían instalar allí una nueva planta de celulosa. En declaraciones a El Sur, Angelini expuso que “en Brasil se acaban de incorporar 50.000 hectáreas de plantaciones que se adquirieron a la finlandesa Stora Enso en una alianza estratégica, para que a futuro podamos hacer algunas cosas en conjunto en Brasil o en otros países, lo que podría concretarse en una nueva planta de celulosa”. Hoy la producción y comercialización de celulosa representa más del 40% de los ingresos de Arauco, siendo uno de los productores de celulosa con menores costos en el mundo, lo que constituye su principal ventaja competitiva. Según estimaciones de Feller Rate, actualmente la participación de la firma a nivel mundial llega a cerca de un 5% en celulosa blanqueada y un 15% en celulosa cruda. A fines de septiembre, Arauco cerró la alianza con Stora Enso, la mayor productora de papeles y tableros del mundo. A través de este acuerdo, Arauco compró activos brasileños de la firma finlandesa por US$ 280 millones. De este modo, la compañía forestal del grupo Angelini adquirió el 100% de un aserradero con producción de 150.000 m3 anuales, el 80% de las participaciones forestales de Arapoti (las 50.000 há mencionadas por Angelini) y el 20% de una planta productora de papel con capacidad de 205.000 toneladas anuales. Antes de concretar el negocio con Stora, la empresa ya operaba en ese país a través de Arauco Forest Brasil, que cuenta con 31.000 há de plantaciones. Con respecto a la operación global, el presidente de Empresas Copec dijo que “se han hecho fuertes inversiones en Brasil y Argentina. Hemos ido ampliando y adecuando nuestros requerimientos de patrimonio forestal para el tamaño de nuestra industria”. Agregó que esto significa bosques aptos “para ser procesados en todas nuestras instalaciones de celulosa, madera, MDF y aserraderos”. Precisamente, los aserraderos constituyen una de las divisiones que más preocupaciones le ha dado a Arauco en los últimos meses. Producto del impacto de la crisis inmobiliaria estadounidense, la firma ya cerró el aserradero La Araucana. En otros ha otorgado “vacaciones temporales”, decisión que, en total, afectó a 2.000 trabajadores, quienes, según ha señalado la empresa, han asumido la situación sin tensiones. Sobre este problema, Angelini explicó que, con más de 2 millones de casas que no se han vendido en Estados Unidos , Arauco tendrá que esperar hasta 2008 para recuperar su nivel de actividad en madera aserrada. “Hay que esperar que se digiera eso y una vez producida esa venta de casas, recién va a mejorar el negocio de los aserraderos. Esta es una cadena y nosotros estamos metidos entremedio”, aseguró. A ello se suma la inquietud por la clausura de la planta Licancel en la VII región. En vista del retraso en la decisión de las autoridades sobre el futuro del recinto, la empresa estudia cerrarlo definitivamente.


 
 
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