Chile Acude a las UrnasChile Goes to the Polls

01 Agosto 2008


En octubre, Chile acudirá a las urnas para elegir a quienes serán sus autoridades municipales por los próximos cuatro años. Pero en esas elecciones hay más en juego que quién regirá al gobierno local; los comicios también serán una prueba de la fuerza de las dos principales coaliciones políticas del país -la centroizquierdista Concertación y la centroderechista Alianza por Chile- antes de la próximas elecciones parlamentarias y presidenciales en diciembre del 2009.


Y, según Ascanio Cavallo, decano de la Escuela de Periodismo de la Universidad Adolfo Ibáñez y reconocido analista político, ambas coaliciones enfrentan importantes desafíos. Quizás los de la Concertación -que se ha mantenido en el poder desde 1990- son mayores, pero no hay una correlación lineal entre el descontento con el Gobierno y el apoyo a la oposición, señaló en un desayuno de la AmCham realizado el 22 de julio.


Cuando la Presidenta Michelle Bachelet asumió el mando de la nación en marzo del 2006, lo hizo en condiciones extraordinariamente favorables, dijo Cavallo, “de hecho, quizás las más favorables de los últimos 40 años”. A diferencia de su antecesor, el presidente Ricardo Lagos, quien asumió cuando Chile aún luchaba por salir de la crisis asiática, Bachelet heredó una economía en expansión con decrecientes tasas de desempleo, sólidas finanzas fiscales y precios récord para el cobre.


Más aún, destacó Cavallo, fue la primera de cuatro presidentes de la Concertación en contar con una mayoría en ambas Cámaras del Congreso. No obstante, ha visto decaer su tasa de aprobación a un nivel cercano al punto más bajo que haya tenido un Gobierno de la Concertación: el del presidente Eduardo Frei en la mitad de la crisis asiática.


El problema, dijo a los miembros de la AmCham y sus invitados, es que sus ventajas tempranas se perdieron a poco andar. A medida que las tasas de inflación y los altos precios del petróleo se incrementaban, la economía se volvió menos estable y la percepción pública se volvió pesimista mientras la Alianza ganaba fuerza al tiempo que su candidato Sebastián Piñera consolidaba su posición como líder entre los candidatos a la Presidencia.


Además, la mayoría del Gobierno en el Congreso tuvo problemas con las diferencias al interior de la Concertación. “Este probablemente será el Gobierno de la Concertación que menos leyes apruebe”, predijo Cavallo.


La Presidenta Bachelet consiguió la aprobación para la reforma de pensiones que fue su principal promesa electoral, pero el panorama legislativo para el resto de su mandato es oscuro, aseveró Cavallo. “Hay un montón de leyes entrampadas en el Congreso que no tienen ninguna expectativa de ser aprobadas”.


Pero eso no significa que las elecciones municipales de octubre serán una carrera ganada para la Alianza. Históricamente, el margen de la Concertación sobre la oposición siempre ha sido mayor en las elecciones locales y hay signos que muestran que ello podría ser así nuevamente, sugirió Cavallo.


“Al hablar con líderes de la oposición, uno percibe un temor de que la posición de Piñera en las encuestas y la debilidad del Gobierno puedan no verse reflejados en los resultados”, señaló, “y de que la oposición, de hecho, podría recibir un duro golpe”.


Es por eso que Piñera probablemente no desempeñará un rol muy visible en la campaña municipal, predijo. La prueba clave para la Alianza, añadió, será no perder votos aún cuando -según parece- pierda alcaldes en algunas de las comunas clave como Santiago Centro.


Pensando a futuro sobre las elecciones presidenciales, aún es demasiado pronto para prever el resultado, dijo Cavallo. Por una parte, la Concertación aún no tiene un candidato y la experiencia muestra que sus electores no manifiestan su opinión hasta que eso ocurre, argumentó.


En su opinión, Piñera no va a la segura. Está actuando de manera autónoma -“claramente no sigue órdenes de partido”, destacó Cavallo- y esa no es una situación “normal”. Y, advirtió, no hay que olvidar que, más o menos a la misma altura de la última carrera por las elecciones presidenciales, el candidato de la oposición, Joaquín Lavín, estaba en una posición similar hasta que apareció Piñera y lo dejó en un tercer lugar.


Asimismo, las tendencias históricas sugieren que, aún cuando la oposición gane la elección presidencial, podría no obtener una mayoría en el Congreso, dijo Cavallo. “Y la experiencia con Bachelet en los últimos meses muestra cuán inquietante puede ser eso”.


Pero hay un factor -la inflación- que podría cambiar este panorama de manera drástica, advirtió Cavallo. Y eso no necesariamente son buenas noticias para la oposición, señaló, porque hay indicios que muestran que la Concertación se está uniendo tras una causa común: controlar las alzas de precios. “Como siempre ha ocurrido con la Concertación, trabaja mejor en la adversidad… y cuando ve fuertes amenazas, como la inflación, tiende a aunar fuerzas”.



In October, Chile will go to the polls to choose its municipal authorities for the next four years. But those elections are about more than who will run local government; they will also be a test of the strength of the country’s two main coalitions - the center-left Concertación and the center-right Alianza por Chile - ahead of the next presidential and congressional elections in December 2009.

And, according to Ascanio Cavallo, dean of the School of Journalism at the Adolfo Ibáñez University and well-known political commentator, both coalitions face important challenges. Those of the Concertación, which has held power since 1990, are perhaps larger, but there isn’t a linear correlation between dissatisfaction with the government and support for the opposition, he told an AmCham breakfast on July 22.

When President Michelle Bachelet took office in March 2006, she did so in extraordinarily favorable conditions, said Cavallo - “indeed, perhaps the most favorable of the last 40 years”. Unlike her predecessor President Ricardo Lagos, who took office when Chile was still fighting its way out of the Asian financial crisis, Bachelet inherited a growing economy with falling unemployment, sound fiscal finances and record copper prices.

Moreover, pointed out Cavallo, she was the first of the four Concertación presidents to have a majority in both houses of Congress. Yet, she has seen her approval rating drop to a level close to the lowest ever for a Concertación government - that of President Eduardo Frei in the throes of the Asian crisis.

The problem, he told AmCham members and their guests, is that her early advantages were soon lost. As inflation and high oil prices reared their head, the economy became less stable and the public mood swung to pessimism while the Alianza gained in strength as its candidate Sebastían Piñera consolidated his position as presidential frontrunner.

Moreover, the government’s majority in Congress fell foul of internal differences within Concertación. “This will probably be the Concertación government that passes least laws,” predicted Cavallo.

President Bachelet did obtain approval for the pension reform that was her central electoral promise, but the legislative outlook for the rest of her term is dim, said Cavallo. “There’s a jungle of laws bogged down in Congress that have no prospect of getting through.”

But that doesn’t mean the municipal elections of October will be a walk-over for the Alianza. Historically, the Concertación’s margin over the opposition has always been largest in local elections and there are signs this could be case again, suggested Cavallo.

“Talking to opposition leaders, one perceives a fear that Piñera’s position in the polls and the weaknesses of the government may not be reflected in the results,” he said, “and that the opposition could, in fact, take a hard knock.”

That is why Piñera will probably not play a very visible role in the municipal campaign, he predicted. The Alianza’s key test, he added, will be not to lose votes even if - as is likely - it loses its mayors in some key districts like Santiago center.

Looking ahead to the presidential election, it is still too early to predict the result, said Cavallo. For one thing, the Concertación doesn’t have a nominee yet and experience shows that its voters don’t express an opinion until that happens, he argued.

In his view, Piñera isn’t on to a sure thing. He is acting autonomously - “he clearly doesn’t follow party orders,” noted Cavallo - and that’s not a “normal” situation. And, he warned, it shouldn’t be forgotten that, at more or less the same point before the last presidential election, the opposition candidate, Joaquín Lavín, was in a similar position until Piñera appeared and pushed him into third place.

Moreover, historic trends suggest that, even if the opposition wins the presidential election, it may not obtain a majority in Congress, said Cavallo. “And experience under Bachelet in recent months shows how disruptive that can be.”

But there is one factor - inflation - that could change this outlook dramatically, warned Cavallo. And it is not necessarily good news for the opposition, he said, because they are signs that the Concertación is uniting behind the common cause of reining in price rises. “As has always been the case with the Concertación, it works better in adversity… and when it sees hard threats, like inflation, it tends to pull together.”
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