Los nuevos rumbos del cobre

28 Febrero 2015
Jaulas para salmones, vestuario, melaminas, camillas, esponjas para limpieza y prótesis, son algunos de los artículos que se están comercializando para ampliar la gama de desarrollos a partir del metal rojo.

Nuevos aires vive el cobre. En momentos en que la exportación de cátodos y concentrados del metal rojo se han transformado en la principal billetera de Chile, una nueva industria se está gestando: los usos del mineral con valor agregado, incorporándolo como materia prima en productos mobiliarios, infraestructura, artículos de aseo, textil, cosmética y hasta como insumo médico.

Este giro responde necesidades clave del país: en primer lugar a diversificar la canasta exportadora basada en el cobre -Chile es el principal exportador a nivel mundial con el 32% del mercado- para evitar una excesiva dependencia de un metal cuyo valor se transa en la bolsa de metales de Londres (LME) y cuya proyección de precio determina el presupuesto del país.

Y en segundo lugar, a paliar los potenciales efectos de la sustitución del cobre por otros metales menos eficientes, como aluminio y fibra óptica cuando el costo del mineral sube, explica Miguel Ángel Durán, director de la Escuela de Minería y Recursos Naturales de la Universidad Central. Por otro lado, el grafeno no sería un problema en el mediano plazo porque aún no puede fabricarse a escala industrial.

El gran caballo de batalla para revertir este escenario es otorgar valor agregado al commodity a partir de sus propiedades bactericidas, las que fueron aprobadas formalmente en 2008 por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA en inglés), que certificó más de 270 aleaciones posibles. Este hito fue el puntapié inicial para dar curso a una nueva industria.

Hasta hace poco más de seis años, al cobre sólo se le reconocía las propiedades de conductividad y flexibilidad. De hecho, el 60% de los usos actuales del metal rojo siguen estando liderados por la transmisión de electricidad, telecomunicaciones, motores, sistemas de refrigeración, aleaciones, construcción y equipos electrónicos -chips, conexiones, transformadores y circuitos.

La resolución de la EPA marcó un antes y un después para el cobre, que venía trabajando desde hace años en demostrar sus ventajas para eliminar patógenos en poco tiempo. De hecho, a inicios de la década del noventa, debió enfrentar acusaciones de un posible daño a la salud que generaba su uso, entre otras, vertidas por la Organización Mundial de la Salud, que, incluso, lo llegó a comparar con el asbesto (se usó como aislante térmico en construcciones; fue prohibido a fines de los setenta en Estados Unidos).

Gonzalo Rivas, presidente del Consejo de Innovación para la Competitividad, recuerda que a partir de aquello, el Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, entregó US$ 1 millón al año para estudios que comprobaran las ventajas del cobre. Recién en 2003, con resultados sobre la mesa, se pudo demostrar su propiedad antimicrobiana, lo que contribuyó a cimentar lo que se está materializando hoy.

En el mundo, y en particular en Chile, existe una nueva generación de productos que están acercando el cobre a las personas. Hernán Sierralta, consultor senior de International Copper Association (ICA), que reúne a 37 miembros que representan casi un 80% de la producción mundial de cobre, señala que al año se invierten más de US$ 5 millones en investigación y desarrollo (I+D) para nuevas soluciones.

En el país, uno de los primeros en esta batalla fue Codelco, que a fines de 2007 creó INCuBA, con el fin de incrementar el consumo del cobre con la creación de emprendimientos e I+D que diversificaran su uso. Así nació uno de los más exitosos: Ecosea Farming. Junto a otros socios como ICA, en 2011 lanzaron al mar las primeras jaulas con aplicaciones de cobre para la industria salmonera, más resistentes y con propiedades bactericidas y virucidas. Son 100% reciclables, previenen el escape de peces, no necesitan cambio de malla por cinco años, y reduce los daños, estrés y mortalidad del salmón. Eduardo Foix, director de Desarrollo de Mercados de Codelco, explica que han logrado insertar 600 toneladas de cobre al mercado y están en plena fase de internacionalización, yad portasde firmar contratos para instalar mallas de cobre en Canadá y Asia. Además, diseñaron el primer prototipo de jaulas para otra especie: la seriola, en Caldera, en la Región de Atacama. Éstas -a diferencia de las salmoneras- están instaladas a mar abierto, lo que significa que son monitoreadas y controladas de manera remota para adaptarse a los cambios de oleaje y del viento. Una tecnología que ha requerido mucha investigación, explica el ejecutivo, ya que es el primer sistema que se fabrica “offshore” y de manera remota, para una especie que tiene hasta cinco veces el valor del salmón, lo que abre su uso en otras partes del mundo.

También abrieron el nicho textil. En 2011, lanzaron junto a Monarch, InnovaChile de Corfo y Copper Andino, los primeros calcetines con fibras de cobre que eliminan hongos, olores, infecciones bacterianas y mejoran la cicatrización de heridas. Luis Améstica, cofundador de Copper Andino, comenta que partieron comercializando 300 mil pares y este año esperan sobrepasar el millón. La marca ha extendido el uso del metal rojo a mini medias, ropa interior y camisetas. Y han surgido otras compañías que se han sumado a esta tendencia.

En ese mismo año, Copper Andino, Codelco y Arauco aplicaron partículas de cobre en la superficie de tableros melaminizados. Así surgió melamina Vesto, que hoy representa 20% del total de las ventas de tableros realizadas desde el país. En Arauco señalan que se comercializa en Chile, Perú, Colombia, México y algunos países de Centroamérica, como Guatemala y Costa Rica, con una producción que alcanza los 20.000 m3/mes. Para este año, proyectan facturar US$ 77 millones en esta línea y llegar a los US$ 90 millones en 2015. La gran novedad, es que por primera vez comenzaron a fabricar la melamina fuera de Chile, específicamente en la planta de Zárate, en Argentina.

Foto_cobre_3 Jaulas de cobre.

Pese a los resultados, Codelco decidió a fines de 2013 reformular INCuBA y transformarlo en “Codelco Lab”, que actúa como una aceleradora de proyectos, el cual ya no es parte de la propiedad del emprendimiento, sino que ayuda a articular los ya existentes para que puedan crecer en el mercado. Eduardo Foix de Codelco señala que se necesitaban muchos recursos para levantar una compañía, lo que reducía el nivel de impacto requerido. Hoy, buscan acelerar la llegada de empresas al mercado. Para ello, a inicios de 2015 se trasladarán al Centro de Innovación UC Anacleto Angellini, para apoyar a los 30 proyectos que conforman hoy su cartera. Entre las novedades, están trabajando con la Clínica Mayo en un desarrollo para incorporar una delgada capa de cobre en los implantes de titanio que tienen una alta tasa de rechazo. En este caso, el metal rojo ayudaría a incrementar la aceptación de la prótesis en el cuerpo y bajaría las opciones de contagio de enfermedades intrahospitalarias.

Infraestructura y nanotecnología


Sus ventajas antimicrobianas han posibilitado el desarrollo en infraestructura, mobiliario, grifería y quincallería, dando paso a su uso en recintos deportivos y hospitales. Con impulso de la ICA, Codelco, y otras firmas, por ejemplo, hace seis años partieron con la instalación de cobre en la UCI del Hospital Salvador Allende, en Calama. Se sumaron camas y accesorios de cobre en el Hospital Roberto del Río. Y hoy ya es posible encontrarlo en recintos hospitalarios en el extranjero, como es el caso del centro de traumatología del Pullman Regional Hospital, en Washington, Estados Unidos, que tiene 29 mil metros cuadrados con cobre, para reducir infecciones.

Esto se suma al centro deportivo Juan Pinto Durán en Santiago, que en mayo pasado, inauguró nuevas instalaciones (camarines, habitaciones del hotel, salas de reuniones y comedor, entre otras) con intervenciones del mineral: mobiliarios, grifería, productos textiles, entre otros.

Después de dos años de exploración, la firma chilena Nanotec logró dar con formulaciones que permitieron llevar a escala industrial productos con nanopartículas de cobre para diversos desarrollos. Si bien la idea era suministrar el insumo, dado el poco interés de la industria decidieron hacer ellos mismos las aplicaciones para los clientes, explica Patricio Jarpa, gerente general de la firma. Así, en 2011 lanzaron tarjetas de crédito y débito con nanopartículas de cobre y hoy se han ampliado a autoadhesivos antimicrobianos Copper Zone, que se adhiere a distintas superficies para lugares de alto tráfico; un film antibacteriano con filtro UV, o esponjas antibacterianas para limpieza junto a Virutex. Comenta que esperaban comercializar 100 mil unidades este año, sin embargo, cumplieron la meta en octubre cuando lanzaron el producto. El ejecutivo, que estima facturar US$ 2 millones este año, explica que a la fecha trabajan en 34 proyectos de nanopartículas de cobre, en ámbitos como higiene o construcción, que sólo se darán a conocer cuando esté la tecnología probada.

El cobre está entrando con fuerza al sector cosmético. Por ejemplo, Brooks, de Empresas Davis, lanzó este año un talco y spray Brooks 42K para pies sanos. La compañía se proponía cerrar 2014 con una participación de mercado de 2% de la categoría con este producto, sin embargo, las cifras finales indican que ya la superaron, señala Rodrigo Alles, jefe de marketing de la empresa. Siguen explorando nuevas soluciones y este mes lanzarán Brooks 42K Shower Gel, que integra las propiedades del cobre en la higiene personal.

Línea Vesto con melamina de cobre de Arauco. Línea Vesto con melamina de cobre de Arauco.



Valor agregado


En la multinacional 3M también investigan soluciones. Hernán Conejeros, gerente técnico de 3M Chile, comenta que tienen un portafolio de proyectos con propiedades bactericidas en el país, el que esperan materializar en los próximos dos años. Sin embargo, desde la década del noventa que fabrican terminales y conectores de cobre, de los cuales actualmente se exportan 90 toneladas. Sin embargo, su precio sería 30% más bajo si se vendiera sin procesar, lo que refleja la importancia de dar valor agregado al cobre.

Los productos deberían aumentar, asevera Sierralta, de la ICA. Explica que la entidad maneja una cartera de 11 proyectos de I+D alrededor del mundo en diferentes grados de madurez. En etapa de comercialización, se encuentran aplicaciones en acuicultura, motores de cobre y cableado para transmisión de datos, mientras que en el desarrollo de productos, destaca el proyecto de disipadores de energía sísmica (un mercado que podría utilizar 20 mil toneladas del mineral al año) y el control térmico de baterías. Agrega, que para 2015, proyectan un presupuesto de más de US$ 7 millones, de los cuales US$ 3 millones son fondos de co-financiamiento de entidades internacionales interesadas por nuevos desarrollos o mejorar tecnológicas alrededor del mundo. Sólo en acuicultura hay más de 20 entidades haciendo proyectos de I+D, como Mitsubishi Materials, DaeChang, la Armada de Estados Unidos, Mainstream, entre otros.

Las piezas del ajedrez por primera vez se están moviendo y van en la dirección correcta. Chile está liderando con fuerza una batalla para defender su principal industria con presupuestos concretos y nuevos productos, los que ya están saliendo al extranjero. Es de esperar que se sumen más empresas, el portafolio de productos se amplíe y el número de consumidores crezca cada vez más para lograr la anhelada diversificación productiva.
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