Empresas estadounidenses apuestan por Chile en tiempos inciertos

Entrevistas y Opinión
09 Diciembre 2020
En las últimas semanas hemos sido testigos de anuncios muy relevantes y significativos que evidencian el compromiso de las empresas estadounidenses  con la reactivación económica y el desarrollo sostenible de Chile. Microsoft dio a conocer la creación de la primera región de datacenter de la compañía en territorio nacional y la implementación de un plan de capacitaciones para más de 180 mil personas.

Días después, Oracle inauguró su nuevo datacenter transformándose en el primero que instala en Chile que tiene como objetivo convertir a nuestro país en una plataforma digital para dar servicios a toda la región. Estas dos iniciativas demuestran que ambas empresas apuntan a generar un ecosistema de innovación que nos posicione como un hub tecnológico líder en la región, habilitando miles de oportunidades para los chilenos tanto en empleo como en capacitación y tecnología, mediante un compromiso a largo plazo que, sin duda, aumentará la competitividad de nuestro país.

Estos anuncios se suman a la reciente autorización del ISP para el uso de la vacuna de Pfizer/Biontech, lo que dio inicio a la inoculación contra el Covid-19 el pasado jueves. Y no solo eso, sino que además el laboratorio Janssen de Johnson & Johnson ya ha aplicado en sus ensayos clínicos más de mil 200 vacunas a voluntarios chilenos, y pronto nuestro país contará con dosis disponibles de la compañía para el uso en la población.

Adicionalmente, hoy AES Gener dará cuenta de una relevante inversión que aportará de manera significativa al compromiso de Chile con la descarbonización y la reactivación económica del país, generando miles de empleos directos con foco en la contratación de mujeres y mano de obra local. Un hito positivo que se suma al proyecto que permitirá producir hidrógeno verde en Punta Arenas, a cargo de un consorcio internacional liderado por AME, también de capitales estadounidenses, que posicionará a nuestro país cómo líder mundial en la producción de un combustible que ayudará a reducir emisiones asociadas al cambio climático.






Todas estas iniciativas están llenas de simbolismo, porque hablamos de inversiones en tecnología y de innovaciones científicas que provienen de empresas estadounidenses socias de AmCham que llegan en un momento desafiante y de incertidumbre. Hemos escuchado en reiteradas ocasiones que la actual crisis económica, el proceso constitucional y la pandemia asociada al Covid-19 distanciarían las inversiones extranjeras en el país. Sin embargo, hoy vemos todo lo contrario.

Estos anuncios corroboran que los valores y principios que han caracterizado a Chile durante décadas permanecen más vigentes que nunca y que la vía institucional que encontró el país tras la crisis social fue clave. En el largo plazo el escenario base sigue siendo que estos principios, entre ellos el estado de derecho, la seguridad jurídica y el respeto a los tratados internacionales, marcan un norte, nos distinguen y están atrayendo actualmente inversión extranjera e innovación que genera un impacto relevante en la sociedad chilena, con empleos de calidad, con transferencia tecnológica y fomentando buenas prácticas en materia de diversidad, inclusión y gobierno corporativo.

La inversión extranjera y el comercio bilateral son esenciales para una recuperación económica, inclusiva y sostenible que nos permita continuar en el camino hacia el desarrollo. En AmCham estas reflexiones dominan hoy nuestro quehacer: nuestra propuesta, a la que llamamos Build Back Better, representa una oportunidad para que las empresas contribuyan a reconstruir no solamente la economía del país, pero también las confianzas de la sociedad, a través de acciones concretas que mejoran la calidad de vida de las personas. Ese es el camino al que todos debemos aspirar.




Por Paula Estévez, Gerenta General AmCham Chile

Columna publicada en La Tercera
Compartir