Columbia Al HablaColumbia Calling

25 Noviembre 2011

Si bien miles de chilenos aspiran a estudiar en Estados Unidos, sólo un puñado de ellos en realidad tiene la posibilidad de hacerlo. Pero las cosas podrían simplificarse para aquellos potenciales estudiantes desde marzo del próximo año cuando la Universidad neoyorkina de Columbia abra sus puertas en Santiago. Columbia escogió la capital chilena como el lugar para su último “centro global”. La universidad ya cuenta con centros similares en Amman, Beijing, Mumbai y París, y en vías de abrir en Nairobi y Estambul. Santiago operará como el centro de la universidad para la región de habla hispana de América Latina. La universidad planea abrir otra oficina en Río de Janeiro el próximo año para atender a Brasil.

La directora de la oficina de Santiago es Karen Poniachik, ex ministra del anterior gobierno de Michelle Bachelet y magíster en asuntos internacionales de la Universidad de Columbia. “Hoy en día, Columbia es una universidad global, no solo una institución de Nueva York”, dijo a bUSiness Chile. “Sus estudiantes provienen de todas partes del mundo, tiene alumnos en todo el mundo y realiza investigación en todo el mundo, de modo que tiene una presencia global”.

Poniachik señala que el centro tendrá tres objetivos. En primer lugar, promoverá el reclutamiento por parte de alumnos, graduados y facultades profesionales de Columbia. Los chilenos que quieran estudiar en Nueva York podrán averiguar que se ofrece. En segundo lugar, la oficina de Santiago promoverá el intercambio entre facultades y pondrá a los investigadores en Nueva York en contacto con sus pares en América Latina. Y en tercer lugar, facilitará los intercambios estudiantiles, lo que permitirá a los alumnos de Columbia vivir, trabajar y estudiar en Chile. Al establecerse en Santiago, Columbia espera asegurar que sus académicos desempeñen un mayor rol en el debate de las políticas públicas, no solo en Chile sino que en toda la región.

El ímpetu de este proyecto provino en parte del millonario empresario chileno Andrónico Luksic, quien tiene una larga amistad con John Coatsworth, el decano de la Escuela de Asuntos Públicos e Internacionales (SIPA, por su sigla en inglés) de la Universidad de Columbia. Fue la influencia de Luksic la que ayudó a asegurar que se escogiera a Santiago por sobre otras ciudades latinoamericanas. Luksic está proporcionando parte del dinero para la nueva oficina, pero Poniachik indica que está buscando financiamiento adicional tanto del sector público como del privado. “El financiamiento es un gran tema”, reconoce. “Uno de mis desafíos es financiar no solo los programas, sino que también las actividades de investigación y los intercambios”.

En este momento, una pequeña cantidad de estudiantes va a Columbia desde Chile cada año gracias a becas proporcionadas por Luksic. Pero estas becas solo están abiertas a funcionarios de Gobierno de los Ministerios de Energía y Medio Ambiente. Otros chilenos financian sus estudios en Columbia con becas del programa estatal Becas Chile. Poniachik está en negociaciones con los directores de Becas Chile y otro programa estatal, la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica (Conicyt), a fin de tratar de obtener más becas para una mayor cantidad de estudiantes.

La directora del centro también quiere recurrir a la red de ex alumnos de Columbia para hacer que el proyecto despegue. En Chile, esos ex alumnos incluyen a los ex ministros de Hacienda Andrés Velasco y Hernán Büchi, los economistas Joseph Ramos y Manuel Agosín, el pedagogo Gregory Elacqua y el escritor Arturo Fontaine, director del Centro de Estudios Públicos.

“Hay más de 200 ex estudiantes de Columbia viviendo en Chile”, afirma Poniachik. El desafío es encontrarlos a todos. Actualmente tenemos cerca de 150 en nuestra lista de correo, los que van desde personas que estudiaron ahí en la década de los 60 hasta gente que estuvo ahí recientemente”.

Poniachik enfatiza que la oficina de Santiago no será un campus. Los estudiantes no podrán estudiar en la sede. La idea, más bien, es usarla como un trampolín para las operaciones latinoamericanas de Columbia.

Aun cuando la oficina no abrirá formalmente hasta marzo, Columbia ya ha organizado actividades en Chile. A comienzos de noviembre, la historiadora y catedrática de Barnard Nara Milanic vino a Santiago para presentar su libro Los Orígenes de la Inequidad en Chile.

Y, en enero, Columbia realizará cursos ejecutivos de una semana sobre finanzas internacionales en colaboración con la Universidad de Chile. “Profesores de Columbia vendrán desde Estados Unidos para enseñar a estudiantes chilenos”, cuenta Poniachik.

La gama de oportunidades ofrecidas a los estudiantes será amplia.

“Columbia es uno de los institutos académicos más multidisciplinarios de Estados Unidos”, señaló Poniachik. “Se enseña de todo desde estudios religiosos hasta finanzas, derechos humanos, emprendimiento, física, geología y temas de género”.

Una vez que la oficina de Santiago esté operando, Poniachik señala que volcará su atención a otros países de la región contactándose con ex alumnos de Columbia en Perú, Argentina y Uruguay.

“Pero esa es la segunda etapa”, afirma. “Por ahora, estamos preocupados de encontrar una oficina aquí. Vamos a comenzar pequeños y crecer con el tiempo”.

Gideon Long trabaja como periodista freelance en Santiago

While thousands of Chileans aspire to study in the United States, only a handful actually gets the chance to do so. But things will become a little easier for those would-be students from March next year when New York’s Columbia University opens its doors in Santiago. Columbia has chosen the Chilean capital as the site for it latest “global center”. It already has similar centers in Amman, Beijing, Mumbai and Paris and is in the process of opening in Nairobi and Istanbul. Santiago will serve as Columbia’s hub for Spanish-speaking Latin America. The university plans to open another office in Rio de Janeiro next year to serve Brazil.

The director of the Santiago office is Karen Poniachik, a former minister in the previous government of Michelle Bachelet and a Columbia alumnus with a Master's degree in International Affairs. “Columbia is a global university these days, not just a New York institution,” she told bUSiness Chile. “Its students come from all over the world, it has alumni all over the world, and it conducts research all over the world, so it has to have a global presence.”

She says the center will have three aims. Firstly, it will promote recruitment by Columbia’s dozens of undergraduate, graduate and professional schools. Chileans who want to study in New York will be able to find out more about what is on offer. Secondly, the Santiago office will promote faculty exchanges and put researchers in New York in touch with their peers in Latin America. And thirdly, it will facilitate student exchanges, allowing Columbia students to live, work and study in Chile. By setting up in Santiago, Columbia hopes to ensure its academics play a greater role in public policy debate, not only in Chile but throughout the region.

The impetus for this project came in part from Chilean business magnate Andrónico Luksic, who has a long-standing friendship with John Coatsworth, the dean of Columbia’s School of International and Public Affairs (SIPA). It was Luksic’s influence that helped ensure that Santiago was chosen over other Latin American cities. Luksic is providing some of the money for the new office but Poniachik says she is looking for additional funding from both the public and private sectors. “Financing is a big issue,” she acknowledges. “One of my challenges is to finance not only the programs but also research activities and exchanges.”

At the moment, a small number of students go to Columbia from Chile each year thanks to grants provided by Luksic. But these grants are only open to government officials from the energy and environment ministries. Other Chileans finance their studies at Columbia with grants from the state program Becas Chile. Poniachik is in talks with the directors of Becas Chile and another state program, the National Commission for Scientific and Technological Research (Conicyt), to try to secure more grants for a greater number of students.

She also wants to tap into Columbia’s alumni network to get the project off the ground. In Chile, those alumni include former finance ministers Andrés Velasco and Hernán Büchi, economists Joseph Ramos and Manuel Agosín, educationalist Gregory Elacqua and writer Arturo Fontaine, director of the Center for Public Studies.

“There are more than 200 former Columbia students living in Chile,” Poniachik says. The challenge is to find them all. We currently have around 150 on our mailing list, ranging from people who studied there in the 1960s right through to people who were there recently.”

Poniachik stresses the Santiago office will not be a campus. Students will not be able to study there. The idea, rather, is to use it as a springboard for Columbia’s Latin American operations.

Even though the office is not due to open formally until March, Columbia has already organized activities in Chile. In early November, the historian and Barnard professor Nara Milanic came to Santiago to present her book on the origins of inequality in Chile.

And, in January, Columbia will run week-long executive courses on international finance in collaboration with the University of Chile. “Professors from Columbia will come down from the United States to teach Chilean students,” Poniachik says.

The range of opportunities offered to students will be broad.

“Columbia is one of the most multidisciplinary academic institutes in the United States,” Poniachik said. “They teach everything from religious studies to finance, human rights, entrepreneurship, physics, earth studies and gender issues.”

Once the Santiago office is up and running, Poniachik says she will turn her attention to other countries in the region by reaching out to Columbia alumni in Peru, Argentina and Uruguay.

“But that’s the second stage,” she says. “For now, we’re concerned with finding an office here. We’ll start small and grow over time.”

Gideon Long is a freelance journalist based in Santiago

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