Probando el Sabor del Sur del Mundo

05 Septiembre 2008


Un pequeño productor chileno de concentrados de fruta cuenta entre sus clientes a algunas de las mayores firmas minoristas de bebidas del mundo.

La próxima vez que tome un jugo de frutas hecho por Tropicana, filial de PepsiCo, o pruebe un helado de frutilla elaborado por Nestlé, es posible que esté probando un poco del sabor del sur de Chile, cualquiera sea el lugar del mundo donde se encuentre.

Ello se debe a que esas compañías, junto con muchas otras gigantes minoristas alrededor del mundo, son clientes de Bayas del Sur, una pequeña empresa con un gran alcance cuyas oficina centrales están en Purranque, en la Región de Los Lagos, en el sur de Chile.

Bayas del Sur elabora concentrados de berries. La empresa compra berries como frutillas y frambuesas a agricultores locales emplazados desde Curicó por el norte hasta Osorno por el sur y los procesa para su exportación. Más recientemente, también incursionó al sur de Osorno para comprar berries patagónicos más exóticos -como saúco, calafate, maqui y murta- que se están comercializando por sus supuestos beneficios para la salud.

Gran parte de los concentrados de la empresa se destinan a la elaboración de jugos de fruta, que en los últimos años se ha convertido un próspero mercado. Una parte se usa en helados, otra en batidos y, cada vez más, en el creciente mercado ‘nutracéutico’ para elaborar suplementos dietéticos y medicinas alternativas.

“Somos los mayores productores de concentrados de frutilla, frambuesa, arándanos y moras”, sostiene Manuel de la Vega, gerente general de Bayas del Sur. “También estamos creciendo rápido en el mercado de los cranberries donde somos el segundo mayor actor del país”.

Bayas del Sur fue fundada por un empresario chileno en 1989, ayudado en gran parte por inversión estadounidense, pero enfrentó dificultades hasta 1994 cuando fue adquirida por Vecta Inversiones, grupo de inversionistas con sede en Santiago que incluye a De la Vega.

Vecta redujo la gama de productos de la empresa, lo que le permitió concentrarse en su negocio principal: los concentrados de berries. Las ventas despegaron y, apenas el año pasado, la compañía fue adquirida por un monto no revelado por los dueños de Grupo Frux, un grupo local de agronegocios.

Ese acuerdo hizo que Bayas del Sur entrara al mismo grupo de Agrícola Trucao, productor de arándanos; Exportadora Frux, firma exportadora; y Equimavi, empresa que fabrica maquinaria para embalar fruta. De la Vega afirma que espera que las sinergias entre las cuatro compañías permitan que Bayas del Sur se expanda a nuevos mercados y amplíe su gama de productos.

A medida que la empresa ha evolucionado, sus mercados de exportación se han modificado. Al comienzo, casi la totalidad de sus ventas estaban destinadas a Estados Unidos, pero eso ha cambiado al punto que, en el 2007, el 70% de sus exportaciones fueron a parar a la Unión Europea y sólo un 21% a Norteamérica. Gran Bretaña, Alemania y Austria -países donde hay una vigorosa demanda de alimentos saludables- figuran entre los mercados más importantes de Bayas del Sur.

Las ventas de la compañía ahora ascienden a cerca de US$8 millones anuales y, si bien la mayoría proviene de concentrados líquidos de berries, es el mercado de los extractos en polvo para uso en suplementos dietéticos el que ofrece el mayor espacio para el crecimiento.

Este es un mercado que ha crecido exponencialmente en los últimos años dado que la gente ha puesto cada vez más fe en el viejo adagio de ‘eres lo que comes’. Los clientes están buscando pastillas y polvos elaborados a partir de productos naturales que esperan los vuelvan más saludables, fuertes y bellos.

Tome, como ejemplo, Zinopin Daily. Este se comercializa en Europa como una pastilla que se vende sin receta para tener un corazón sano y para mejorar la circulación sanguínea. Cerca de dos tercios de cada píldora está elaborado a partir de “extracto de arándano patagón” provisto por Bayas del Sur. Los otros dos ingredientes son extractos de raíz de jengibre y corteza de pino.

Hay una buena dosis de escepticismo sobre los beneficios para la salud de tales productos y, en Estados Unidos, muy pocos tienen la poderosa aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés). Pero, ya sea que funcionen o no, son indudablemente populares, lo que es una buena noticia para Bayas del Sur.

“La demanda de productos orgánicos y nutracéuticos está creciendo realmente fuerte, en particular en países como Gran Bretaña”, señala de la Vega, añadiendo que Bayas también se está expandiendo para elaborar purés de fruta, productos de fruta congelada y concentrados de frutas distintas a los berries, como las ciruelas por ejemplo.

Irónicamente, uno de los países en donde las ventas de Bayas del Sur son muy pequeñas es el propio Chile. Ahí, el mercado de jugos de nicho como el cranberry y los suplementos dietéticos aún es modesto, afirma de la Vega.

Pero eso también está cambiando, agrega. De modo que los chilenos también podrían saborear pronto el sabor del extremo sur no sólo en sus tradicionales helados sino que también en nuevos jugos de fruta y nutracéuticos.

*Gideon Long se desempeña como periodista freelance en Santiago. Además trabaja para la BBC.



Un pequeño productor chileno de concentrados de fruta cuenta entre sus clientes a algunas de las mayores firmas minoristas de bebidas del mundo.

La próxima vez que tome un jugo de frutas hecho por Tropicana, filial de PepsiCo, o pruebe un helado de frutilla elaborado por Nestlé, es posible que esté probando un poco del sabor del sur de Chile, cualquiera sea el lugar del mundo donde se encuentre.

Ello se debe a que esas compañías, junto con muchas otras gigantes minoristas alrededor del mundo, son clientes de Bayas del Sur, una pequeña empresa con un gran alcance cuyas oficina centrales están en Purranque, en la Región de Los Lagos, en el sur de Chile.

Bayas del Sur elabora concentrados de berries. La empresa compra berries como frutillas y frambuesas a agricultores locales emplazados desde Curicó por el norte hasta Osorno por el sur y los procesa para su exportación. Más recientemente, también incursionó al sur de Osorno para comprar berries patagónicos más exóticos -como saúco, calafate, maqui y murta- que se están comercializando por sus supuestos beneficios para la salud.

Gran parte de los concentrados de la empresa se destinan a la elaboración de jugos de fruta, que en los últimos años se ha convertido un próspero mercado. Una parte se usa en helados, otra en batidos y, cada vez más, en el creciente mercado ‘nutracéutico’ para elaborar suplementos dietéticos y medicinas alternativas.

“Somos los mayores productores de concentrados de frutilla, frambuesa, arándanos y moras”, sostiene Manuel de la Vega, gerente general de Bayas del Sur. “También estamos creciendo rápido en el mercado de los cranberries donde somos el segundo mayor actor del país”.

Bayas del Sur fue fundada por un empresario chileno en 1989, ayudado en gran parte por inversión estadounidense, pero enfrentó dificultades hasta 1994 cuando fue adquirida por Vecta Inversiones, grupo de inversionistas con sede en Santiago que incluye a De la Vega.

Vecta redujo la gama de productos de la empresa, lo que le permitió concentrarse en su negocio principal: los concentrados de berries. Las ventas despegaron y, apenas el año pasado, la compañía fue adquirida por un monto no revelado por los dueños de Grupo Frux, un grupo local de agronegocios.

Ese acuerdo hizo que Bayas del Sur entrara al mismo grupo de Agrícola Trucao, productor de arándanos; Exportadora Frux, firma exportadora; y Equimavi, empresa que fabrica maquinaria para embalar fruta. De la Vega afirma que espera que las sinergias entre las cuatro compañías permitan que Bayas del Sur se expanda a nuevos mercados y amplíe su gama de productos.

A medida que la empresa ha evolucionado, sus mercados de exportación se han modificado. Al comienzo, casi la totalidad de sus ventas estaban destinadas a Estados Unidos, pero eso ha cambiado al punto que, en el 2007, el 70% de sus exportaciones fueron a parar a la Unión Europea y sólo un 21% a Norteamérica. Gran Bretaña, Alemania y Austria -países donde hay una vigorosa demanda de alimentos saludables- figuran entre los mercados más importantes de Bayas del Sur.

Las ventas de la compañía ahora ascienden a cerca de US$8 millones anuales y, si bien la mayoría proviene de concentrados líquidos de berries, es el mercado de los extractos en polvo para uso en suplementos dietéticos el que ofrece el mayor espacio para el crecimiento.

Este es un mercado que ha crecido exponencialmente en los últimos años dado que la gente ha puesto cada vez más fe en el viejo adagio de ‘eres lo que comes’. Los clientes están buscando pastillas y polvos elaborados a partir de productos naturales que esperan los vuelvan más saludables, fuertes y bellos.

Tome, como ejemplo, Zinopin Daily. Este se comercializa en Europa como una pastilla que se vende sin receta para tener un corazón sano y para mejorar la circulación sanguínea. Cerca de dos tercios de cada píldora está elaborado a partir de “extracto de arándano patagón” provisto por Bayas del Sur. Los otros dos ingredientes son extractos de raíz de jengibre y corteza de pino.

Hay una buena dosis de escepticismo sobre los beneficios para la salud de tales productos y, en Estados Unidos, muy pocos tienen la poderosa aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés). Pero, ya sea que funcionen o no, son indudablemente populares, lo que es una buena noticia para Bayas del Sur.

“La demanda de productos orgánicos y nutracéuticos está creciendo realmente fuerte, en particular en países como Gran Bretaña”, señala de la Vega, añadiendo que Bayas también se está expandiendo para elaborar purés de fruta, productos de fruta congelada y concentrados de frutas distintas a los berries, como las ciruelas por ejemplo.

Irónicamente, uno de los países en donde las ventas de Bayas del Sur son muy pequeñas es el propio Chile. Ahí, el mercado de jugos de nicho como el cranberry y los suplementos dietéticos aún es modesto, afirma de la Vega.

Pero eso también está cambiando, agrega. De modo que los chilenos también podrían saborear pronto el sabor del extremo sur no sólo en sus tradicionales helados sino que también en nuevos jugos de fruta y nutracéuticos.

*Gideon Long se desempeña como periodista freelance en Santiago. Además trabaja para la BBC.

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