Mujeres se abren pasoFemale leadership gains ground

28 Mayo 2014

Cada día es más común encontrar a mujeres trabajando a la par de los hombres, pero, al parecer, no es suficiente. La brecha salarial y las pocas instancias para potenciar el liderazgo femenino son temas que no solo preocupan a países como Chile, en vías de desarrollo, sino que también a las grandes potencias. Así lo dejó ver el presidente Barack Obama cuando impulsó una agenda por la igualdad y, luego, firmó decretos para fomentar la igualdad salarial de la mujer. “La desigualdad se ha hecho más profunda”, declaró el mandatario, argumentando que si bien ha habido crecimiento económico en Estados Unidos, no han aumentado las oportunidades laborales.

En ese país, reconocen avances en materia de participación femenina en el mercado laboral, sobre todo en cargos de liderazgo; sin embargo, los sueldos de las mujeres no logran igualar al de los hombres. “Todavía existe una brecha salarial, aunque gran parte se debe a los tipos de roles en los que las mujeres están agrupadas, los que incluyen educación, salud y otros sectores que no siempre están bien remunerados”, comenta Sarah Stewart, socia de Boyden Pittsburgh y experta en directorios.

Aunque hombres y mujeres trabajen en cargos similares, explica John Byrne, Managing Director de Boyden Chile, la remuneración del hombre estadounidense es más elevada que la de la mujer. Por ejemplo, una cirujana gana solo 67,6% de lo que obtiene su par hombre en el mismo cargo, y una gerente de marketing, gana 67,7% de lo que obtiene su contraparte masculina.

Chile, por su lado, avanza, pero de a poco.

“En Chile, las mujeres han ganado experiencia y posibilidades, pero todavía pesa el asunto familiar (conciliación familiar versus trabajo y vida personal), tal como ocurre en Estados Unidos. Claro, miro todos los avances en los últimos diez años y es tremendo, pero, como empezaron más tarde y como la cultura es más conservadora, faltan más logros”, admite Kathleen Barclay, presidenta de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (AmCham) y co-presidenta de Women Corporate Directors (WCD).

Explica que Estados Unidos ha logrado mayor participación de la mujer, porque ésta entró en la fuerza laboral durante la Segunda Guerra Mundial, época en que eso era impensable para la sociedad chilena. Hoy día, la participación de las chilenas en la fuerza laboral llega a 48,7%, (INE, 2014) lo que es considerado una cifra baja si se compara con América Latina, que alcanza un promedio de 52,5% (Cepal, 2011). A esto cabe sumar la existencia de una marcada brecha salarial. Según la Nueva Encuesta Suplementaria de Ingresos 2012, entregada por el Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), las chilenas de altos cargos ganan 30,4% menos que sus pares hombres, es decir, si en promedio una ejecutiva gana $1.183.850, un hombre en el mismo cargo obtiene $1.700.217. En tanto, profesionales, científicos e intelectuales mujeres ganan $ 763.328, mientras que un hombre, por el mismo trabajo, obtiene $ 1.216.486. En el grupo técnico y profesionales de nivel medio, el promedio de remuneraciones es de $ 578.976. Las mujeres ganan $ 495.487, mientras que los hombres por igual trabajo ganan $ 656.830.

Para incentivar la participación de la mujer en trabajos formales, el gobierno de Michelle Bachelet asumió recientemente el compromiso de elevar la cobertura del subsidio al empleo femenino llegando al 60% de hogares con menores ingresos, con lo cual se espera apoyar a cerca de 550 mil mujeres. “Como nos interesan particularmente las mujeres que no están insertas en el mercado laboral, desarrollaremos un programa de acompañamiento y recursos para que puedan capacitarse y así encontrar empleo, o para que puedan optar a pequeños emprendimientos que también contarán con el necesario apoyo”, aclara la Ministra del Sernam, Claudia Pascual.

Paralelo a la ejecución de estos proyectos, se eliminará el artículo 203 del Código del Trabajo como una forma de evitar que los empleadores desistan de contratar a más de 20 mujeres pensando en la obligación de tener sala cuna. En su reemplazo, explica Claudia Pascual, se creará un fondo solidario -con aportes de los trabajadores, empleadores y el Estado- para financiar un sistema universal de cuidado infantil para trabajadoras y trabajadores.

Liderazgos

“Las mujeres son capaces, pero tienen que tener la posibilidad de mostrarse”, advierte Kathleen Barclay, desde su experiencia como co-presidenta de Women Corporate Directors, organización que fomenta el liderazgo femenino, abriendo puertas a directoras de empresas ubicadas en distintas partes del mundo, incluido Chile.

Optimista es también la mirada de Janet Sprohnle, directora ejecutiva de la consultora People & Partners.En su opinión, la participación de mujeres, tanto en mandos medios como en cargos directivos, está creciendo y, si no lo hace más, es por opción personal. “Hay mujeres que no siguen creciendo profesionalmente porque no dan abasto, porque no pueden estar criando, estar desenvolviéndose con niveles de responsabilidad muy grande, estar cumpliendo bien con los padres… Muchas optan por desarrollarse profesionalmente, pero dándole prioridad a la familia”, sostiene.

En Estados Unidos, las mujeres representan más del 50% de la fuerza laboral, pero ocupan menos del 20% de todos los cargos altos de liderazgo. “En los últimos veinte años se ha avanzado en términos de más mujeres que asumen cargos de administración superior y directorios, pero todavía queda un largo camino para equipararse”, dice Trina Gordon, Presidenta y CEO de Boyden World Corporation.

En Chile, según cifras de Women Corporate Directors, solo 3,4% de mujeres ocupa cargos directivos y 2,9% son directoras de empresas IPSA. El Economist Intelligence Unit y el Fondo Multilateral de Inversiones (ligado al BID), señalan que 12,8% de las pequeñas y medianas empresas chilenas tiene como gerente general a una mujer. Por su parte, datos recopilados por Comunidad Mujer, explican que el sector financiero (Banco Central y AFP’s) y las empresas (minería, salmoneras, retail y celulosas) son los ámbitos donde hay menos mujeres en cargos de poder.

Lo cierto es que el empoderamiento femenino es algo que, al parecer, traspasa fronteras. ¿La razón? “Las empresas que tienen mujeres líderes han cosechado muchos beneficios”, aclara John Byrne, de Boyden Chile. Es un hecho, dice, que muchas empresas están privilegiando el liderazgo femenino por sus capacidades para administrar mejor el riesgo y por su nivel de compromiso. “Aquellas empresas en que predominan las mujeres en los directorios superan en rendimiento a aquellas donde las mujeres son minoría, dando cuenta de mayores retornos por ventas (de 16%) y retornos a la inversión (de 26%). Finalmente, las empresas con una sostenida alta representación de mujeres (tres o más directoras en los últimos cuatro a cinco años) rindieron significativamente mejor que las empresas sin representación femenina”.

Aunque no es patrimonio del mundo femenino, Janet Sprohnle cree que la mujer ha desarrollado mejores habilidades blandas que le permiten anticiparse a conflictos. En
tanto que Kathleen Barclay opina que, en general, las mujeres saben escuchar y trabajar en equipo, cualidades indispensables a la hora de participar de directorios. Es por esta razón que la presidenta de AmCham, menciona que las mujeres necesitan de conexiones y oportunidades. Desde que Women Corporate Directors abrió su división en Chile (agosto de 2013), añade Kathleen Barclay, han podido enviar cinco currículos de chilenas para cargos directivos en Chile y en países latinoamericanos. “Sin estas redes, quizá, nunca habrían llegado. Queremos dar a las mujeres una red internacional que las apoye. Creo que, además, en el mundo globalizado, una red da una ventaja, otra óptica y mejores posibilidades a las mujeres para conseguir puestos en directorios”.

Otro ejemplo digno de destacar es lo que está haciendo WEConnect International, entidad que busca fortalecer a empresas que sean propiedad de mujeres con el fin de ayudarlas a conectarse con cadenas extranjeras, o multinacionales capaces de comprar sus productos de manera de que puedan abrirse a mercados internacionales. Pocos meses lleva WEConnect en Chile, pero ya firmó un acuerdo con AmCham para trabajar en conjunto en pro de la paridad económica y de las mejores oportunidades para el negocio femenino.

“Las mujeres en los negocios pueden tener toda la ayuda y el financiamiento en el mundo, pero si no pueden vender sus productos o servicios, entonces, no van a estar en el negocio por mucho tiempo”, advierte Elizabeth Vazquez, CEO de WEConnect International.

Es por esto que dicen que cuando una empresaria logra éxito comercial y participar de una red, crece su liderazgo y el negocio. “Cuando la empresa de una mujer crece en volumen de ventas y la empresaria necesita aumentar su capacidad operativa, generalmente emplea a mujeres. Cuando una empresaria se encuentra en la situación de buscar otros proveedores, generalmente escoge a mujeres. Estos comportamientos ofrecen mejores oportunidades para el crecimiento profesional y para una creciente participación femenina en todos los niveles de la economía”, aclara Belisa de las Casas, directora Latin America, WEConnect International.

Conciliación trabajo-familia y vida personal

Crecen, en Estados Unidos, las empresas que están dispuestas a brindar oportunidad a mujeres para convertirlas en líderes, del mismo modo que aumentan las políticas de flexibilidad tendientes a fomentar el equilibrio entre familia y carrera. Ejemplos de buenas prácticas que, de a poco, empiezan a verse también en Chile. Es lo que se grafica en el estudio Mejores Empresas para Madres y Padres que Trabajan, realizado en 2013 por Fundación Chile Unido en conjunto con Revista Ya, de El Mercurio. Desde 2006 han efectuado este estudio, constatando que la fuerza laboral femenina sigue siendo inferior a
la de los hombres, principalmente porque la mujer privilegia el cuidado de los hijos, porque carece de redes de apoyo o por el llamado fenómeno ‘techo de cristal’, donde se impone el estereotipo de que una jefatura tiene que ser masculina.

Se suma la opinión de la ministra Claudia Pascual: “se entiende que el trabajo no tiene horarios, que la persona tiene que estar disponible para la empresa en todo momento. Con este criterio, las mujeres no pueden o no quieren participar en cargos de responsabilidad, o los empleadores ven que la familia o la vida personal son una traba. Aquí lo que hay que discutir no es si las mujeres quieren o pueden asumir estos cargos, sino más bien terminar con esta carga laboral que impide desarrollarse como personas integrales”, agrega la Ministra del Sernam.

Hoy en día, una buena empresa para trabajar, señala la Directora Ejecutiva de Fundación Chile Unido, Verónica Hoffmann, es la que paga sala cuna, permite ir al médico con el hijo, ofrece flexibilidad laboral, entrega bono escolar, entre otros beneficios económicos, y genera espacios de desarrollo personal. “Las mujeres valoran que las empresas y organismos públicos se muestren como instituciones atractivas para trabajar (…), donde puedan estar tranquilas, sin la preocupación por el cuidado de sus hijos cuando son pequeños, o que tengan la posibilidad de atender emergencias durante su jornada laboral”, señala.

Walmart y el programa Compite + 1000

Desde el año pasado Walmart Chile entrega becas a mujeres que son dueñas y administradoras de sus propias empresas para participar de Compite + 1000, programa de la Universidad Adolfo Ibáñez, que les permite hacer crecer sus negocios. Walmart ha querido apoyar y trabajar con empresas proveedoras constituidas mayoritariamente por mujeres, pues creen que éstas aportan una nueva mirada y entendimiento de lo que los clientes, mayoritariamente mujeres, buscan en sus supermercados. “Estamos conscientes de que la presencia significativa de mujeres al interior de las empresas todavía es incipiente, por lo que queremos estar presentes en este proceso de cambio, apoyando el emprendimiento femenino”, explica Pilar Aspillaga, gerente de responsabilidad social de Walmart Chile.

A nivel global, indica que la multinacional se comprometió a duplicar la compra que realiza a empresas lideradas por mujeres, es decir, aquellas entidades en las que una o más mujeres tienen más de 51% de la propiedad y un rol relevante en su administración.

Every day it is more common to find women working on a par with me. However, the number of such cases is seemingly insufficient. The salary gap and the few opportunities in terms of strengthening female leadership are not only concerns for developing countries like Chile, but also for established powers. This was the view of President Barack Obama when he launched an agenda for equality, subsequently signing into force a number of decrees promoting equal pay for women. “Inequality has become entrenched”, he declared, arguing that while the United States has experienced economic growth, labor opportunities have been lacking.

Progress in terms of female participation in the labor market has been seen in the US, above all in leadership roles; however, salaries of women remain below those of men. “The salary gap still exists, even though a large part of this is due to the types of roles into which women are grouped, including education, health and other sectors which are not always well-paid”, said Sarah Stewart, partner at Boyden Pittsburgh and an expert on company boards.

Although men and women work in similar Jobs, explains John Byrne, Managing Director at Boyden Chile, the salaries of American men are higher than they are for women. For example, a female surgeon earns just 67.6% of what a man undertaking the same role makes, and a female marketing manager earns 67.7% of that of a male counterpart.

Chile, meanwhile, is making progress, slowly but surely.

“In Chile, women have gained experience and opportunities, but the issue of family still weighs heavily (the reconciliation of family versus job and personal life), just as is the case in the United States. Clearly, I see the progress made in the last ten years and it’s

tremendous, but, as they began later and given that the culture is more conservative, there are more achievements to be made”, admitted Kathleen Barclay, president of the Chilean-American Chamber of Commerce and co-president of Women Corporate Directors (WCD).

A greater level of female participation has been achieved in the United States, given that women became part of the labor force during the Second World War, an era in which such a thing was inconceivable in Chilean society. Today, labor force participation of Chilean women is 48.7% (Institute of National Statistics, [INE] 2014), which is considered low compared to the Latin American average of 52.5% (ECLAC, 2011). In any debate on this issue, it is necessary to consider the existence of a marked salary gap. According to the New Supplementary Income Survey 2012, conducted by the National Women’s Service (SERNAM), women in senior positions earn 30.4% less than their male counterparts. I.e., if an average female executive earns CLP$1,183,850, a man working in the same position earns CLP$1,700,217. Whereas female professionals, scientists and intellectuals earn CLP$763,328, a man with the same job earns CLP$1,216,486. With regards to technicians and mid-level professionals, the average salary is CLP$578,976, with women earning CLP$495,487 and men doing the same job CLP$656,830.

To incentivize female participation in formal employment, the government of Michelle Bachelet has recently taken on the commitment to expand the coverage of the female employment subsidy, to reach 60% of lowest income homes. This tool is expected to provide support to almost 550,000 women. “As we are particularly interested in the women outside the labor market, we will develop a program of support and resources to assist women in becoming trained and find work, or so they can initiate their own micro-enterprises, for which they will also receive assistance”, says the Minister of SERNAM, Claudia Pascual.

In parallel to these projects, article 203 of the Labor Code will be repealed as a means of ensuring that employers do not decide against contracting more than 20 women, thereby activating a legal obligation to provide a preschool at work. Claudia Pascual explains that in its place a new solidarity fund will be created (with support coming from the workers themselves, the employers and the State) which will finance a universal childcare system for male and female workers.

Leadership roles

“Women are more than capable, they just need the chance to show it”, states Kathleen Barclay, from her experience as co-president of Women Corporate Directors, an
organization which seeks to strengthen female leadership by opening doors to women business directors in different parts of the world, including Chile.

Janet Sprohnle, executive director of the consultancy firm People & Partners, is also optimistic. She believes that female participation, in both mid-level and director-level roles, is growing and, if the figure does not grow further, it is down to personal choice. “There are women who stop growing professionally because they are unable to cope, as they can’t be raising children, dealing with great amounts of responsibility, being good parents… Many choose to develop themselves professionally, while prioritizing the family”, she notes.

In the United States, women make up more than 50% of the work force, but occupy less than 20% of all senior leadership roles. “In the last twenty years, progress has been made in terms of more women taking on more senior management and directorial roles, but there’s still a long way to go to be on level terms” says Trina Gordon, president and CEO of Boyden World Corporation.

In Chile, according to figures from Women Corporate Directors, only 3.4% of women occupy directorial roles and 2.9% are directors of IPSA companies. The Economist Intelligence Unit and the Multilateral Investment Fund (linked to the IDB) have shown that 12.8% of the small and medium sized enterprises in Chile have a female general manager. Data gathered by Comunidad Mujer explains that the financial sector (the Central Bank and the AFP pension funds) and different companies (from the mining, salmon, retail and paper and pulp industries) register the lowest number of women in positions of power.

What is certain is that female empowerment is something that, seemingly, transcends borders. The reason? “Companies with women in charge have reaped many benefits”, states John Byrne, of Boyden Chile. It is a fact, he says, that many companies are prioritizing women leaders for their abilities to better manage risk and for their level of commitment. “Those companies with predominantly female board members perform better than those in which women are in a minority, achieving better sales returns (of 16%) and returns on investment (26%). Finally, companies with a sustained high female representation (three or more directors in the last four or five years) achieved significantly better than companies with no female representation”.

Although not confined to the female world, Janet Sprohnle believes that women have developed enhanced soft skills that allow them to foresee conflict situations. Kathleen Barclay is of the opinion that, in general, women know how to listen and work as part of a team; both indispensable qualities for women directors. That is why the AmCham president mentions the fact that women need connections and opportunities. Since

Women Corporate Directors opened its Chile division (in August 2013), Kathleen Barclay explains that the organization has been able to submit five resumes of Chilean women for posts of director in Chile and other Latin American countries. “Without these networks, perhaps none of them would have succeeded. We want to provide women with an international network of support. I believe that, in addition, in a globalized world, a network is advantageous, providing another point of view and creating greater possibilities for women to secure director-level positions”.

Another notable example is the work being done by WEConnect International. The organization seeks to strengthen businesses owned by women in order to help them connect to foreign chains, or multinationals with the capability of buying their products and opening them up to international markets in the process. WEConnect has only been in Chile for a few months, but it has already signed an agreement with AmCham to work together in favor of economic parity between the sexes and better opportunities for businesswomen.

“Women in business can access all the help and financing in the world, but without the ability to sell their products or services, they won’t be in business for very long”, warns Elizabeth Vazquez, CEO of WEConnect International.

It is for this reason that when a businesswoman achieves commercial success and participates in a network, her leadership and business grow together. “When a woman’s company experiences growth in sales volume and the businesswoman needs to increase her operational capacity, she generally employs women. When a businesswoman is in the process of looking for new suppliers, she generally chooses women. This behavior offers better opportunities for professional growth, as well as enhancing female participation across all levels of the economy”, says Belisa de las Casas, Latin America director at WEConnect International.

Work-family reconciliation and personal life

Companies in the United States which are open to providing women with the opportunity to become leaders generally experience economic growth, in the same way that they increase policies of flexibility aimed at strengthening the family-career balance. Examples of good practices are beginning to be seen in Chile as well, little by little. This has been shown by the study Best Companies for Working Mothers and Fathers, compiled in 2013 by Fundación Chile Unido, in conjunction with Ya magazine from the El Mercurio newspaper. This research has been conducted since 2006, and shows that the female workforce is still smaller than that of men. This is mainly because women take charge of
childcare duties, either because they lack support networks or because of the phenomenon known as “techo de cristal” (“glass roofs”), a stereotype which holds that managers should be men.

Minister of SERNAM Claudia Pascual noted the following: “work is conceived of as having no timetable, in which the worker must be available to the company at any given moment. With this criteria in mind, women can’t or don’t want to participate in jobs with responsibilities, or employers see the family or personal life as a hindrance. What should be discussed is not if women want or can assume these types of roles, but rather ending this burden of work that impedes their development as fully-rounded people”.

Nowadays, a good company to work for, according to the executive director of Fundación Chile Unido, Verónica Hoffmann, is one which covers preschool costs, allows the parent to take the child to the doctor, offers flexible working hours, provides school vouchers, among other economic benefits, as well as generating spaces for personal development. “Women appreciate it when businesses and public entities are attractive places to work (…), in which they can relax a little, without having to worry about childcare, or that they may have to attend to an emergency during working hours”, she adds.

Walmart and the Compite + 1000 program

Since last year, Walmart Chile has been awarding grants to women who are owners and managers of their own companies to participate in Compite + 1000 (“Compete + 1000”), a program from Adolfo Ibáñez University which enables them to grow their businesses. Walmart has wanted to support and work with suppliers composed mostly of women, as it believes they provide a new vision and understanding of what their clients, the majority of whom are women, look for in a supermarket. “We are aware that the significant presence of women inside companies is still a recent occurrence, which is why we want to play a part in this process of change, by supporting female entrepreneurship”, explains Pilar Aspillaga, head of social responsibility at Walmart Chile.

At the global level, the multinational is committed to doubling purchases from companies led by women, i.e. those in which one or more women hold more than 51% of the ownership and play an important role in the running of the business.

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