Comité Comunicación Corporativa, Julio

30 Julio 2007

Enrique Correa, socio y director de Imaginacción Consultores y ex ministro de Chile, fue el orador invitado en la última reunión del Comité de Comunicación Corporativa de AmCham, que abordó el actual Proyecto de Ley  en relación al  Lobby.


Correa explicó los cambios sustanciales del actual proyecto con relación a su versión inicial, del cual fue activo participante. Cambios entre los que destacan la definición de la actividad, la instauración del marco institucional y el registro público para la inscripción de lobbystas. En el proyecto original se ampliaba el rango de participación del ejercicio de esta actividad, exceptuándose hoy de éste a las organizaciones sindicales, gremiales, no gubernamentales, centros de estudio y colegios profesionales. 


El expositor manifestó además que aunque esa exclusión se hace presente, ésta puede ser subsanada con aspectos  dentro el marco legal que dicen relación con la obligación de registro que soliciten las directivas de dichas organizaciones con autoridades y funcionarios del Estado, indicando la fecha, el lugar, asistentes y materia a tratar. Ello junto con otros aspectos que se conservan del proyecto original dará. A juicio de Correa, transparencia e igualdad ante la ley, permitiendo sentar precedentes de que el lobby no es sinónimo de tráfico de influencias.


A la par de responder las consultas de los participantes en torno a  la ética, y manejo del lobby, el director de Imaginacción  explicó  el “estado del arte” de esta actividad en países como EE.UU., donde se encuentra regulado y se distinguen a lobbystas consultores, contratados, pertenecientes a organizaciones sin fines de lucro y aquellos que incluso ayudan a preparar, elaborar antecedentes y los faciliten contactos directos; reuniendo todos ellos principios de integridad, honestidad, transparencia  y profesionalismo.


Correa señala, que es mejor tener una ley del lobby que no tenerla, pues cabe recordar que el principal objetivo es alcanzar la transparencia y la probidad en la toma de decisiones de las políticas publicas, contribuyendo así a la democracia

Enrique Correa, socio y director de Imaginacción Consultores y ex ministro de Chile, fue el orador invitado en la última reunión del Comité de Comunicación Corporativa de AmCham, que abordó el actual Proyecto de Ley  en relación al  Lobby.


Correa explicó los cambios sustanciales del actual proyecto con relación a su versión inicial, del cual fue activo participante. Cambios entre los que destacan la definición de la actividad, la instauración del marco institucional y el registro público para la inscripción de lobbystas. En el proyecto original se ampliaba el rango de participación del ejercicio de esta actividad, exceptuándose hoy de éste a las organizaciones sindicales, gremiales, no gubernamentales, centros de estudio y colegios profesionales. 


El expositor manifestó además que aunque esa exclusión se hace presente, ésta puede ser subsanada con aspectos  dentro el marco legal que dicen relación con la obligación de registro que soliciten las directivas de dichas organizaciones con autoridades y funcionarios del Estado, indicando la fecha, el lugar, asistentes y materia a tratar. Ello junto con otros aspectos que se conservan del proyecto original dará. A juicio de Correa, transparencia e igualdad ante la ley, permitiendo sentar precedentes de que el lobby no es sinónimo de tráfico de influencias.


A la par de responder las consultas de los participantes en torno a  la ética, y manejo del lobby, el director de Imaginacción  explicó  el “estado del arte” de esta actividad en países como EE.UU., donde se encuentra regulado y se distinguen a lobbystas consultores, contratados, pertenecientes a organizaciones sin fines de lucro y aquellos que incluso ayudan a preparar, elaborar antecedentes y los faciliten contactos directos; reuniendo todos ellos principios de integridad, honestidad, transparencia  y profesionalismo.


Correa señala, que es mejor tener una ley del lobby que no tenerla, pues cabe recordar que el principal objetivo es alcanzar la transparencia y la probidad en la toma de decisiones de las políticas publicas, contribuyendo así a la democracia

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