Bain & Company, empresa socia de AmCham Chile, hizo una investigación sobre el comportamiento que tiene la gente a la hora de usar una tarjeta de crédito y reflejó que este mecanismo de pago está quedando en el pasado. El estudio reveló que, durante el 2020 el porcentaje de usuarios estadounidenses menores de 25 años que no usan una tarjeta de crédito creció en un 83%. De hecho, al considerar el desglose de la participación de mercado por tarjeta de crédito, el porcentaje de jóvenes sin tarjetas ahora supera incluso al proveedor más popular.
Asimismo, estas generaciones están utilizando alternativas de pago, como carteras digitales y “compre ahora, pague después”, a un ritmo mucho más alto que las anteriores. A medida que esta multitud envejece, la adopción de opciones de pago está lista para crecer. Además, esta tendencia podría contribuir a una disminución continua en el uso de tarjetas de crédito: hoy, solo alrededor del 30% de los consumidores usan una de estas para financiar sus billeteras digitales.
Muchas señales indican que las tarjetas de plástico seguirán el mismo camino que los DVD.
Para los emisores de tarjetas tradicionales que buscan una evolución al estilo de Netflix, será fundamental adaptarse a las preferencias de los consumidores jóvenes, como un proceso de configuración más fácil y rápido, y crear su propio espacio en el mercado de pagos digitales.
No obstante, un factor podría retrasar la interrupción y es que los consumidores que utilizan alternativas de pago digital encuentran el doble de problemas en la tienda que en el formato en línea, desde el bloqueo de la aplicación hasta las dificultades de navegación y los problemas de inicio de sesión. Por lo que, para aumentar la adopción, los proveedores de pago alternativos deberán garantizar una experiencia de usuario impecable en las tiendas físicas.
El estudio de la consultora concluyó que si los proveedores logran mitigar estos problemas, las alternativas de pago representarán una gran amenaza para las tarjetas de crédito. Por lo que es importante que los inversores líderes en tecnología financiera deben seguir de cerca las tendencias y actuar rápidamente para obtener la ventaja de ser el primero en moverse.