Deportes en Chile: Contra Toda ProbabilidadSport in Chile: Against All Odds

26 Febrero 2014

Los deportistas chilenos han ganado terreno en disciplinas como BMX freestyle o tenis de mesa. El corredor ciego Cristián Valenzuela ganó la primera medalla paraolímpica de oro de Chile en los 5.000 metros de los Juegos Paraolímpicos de Londres 2012, mientras que Tomás González puso a la gimnasia chilena en el mapa mundial con su cuarto lugar en suelo y salto en las Olimpiadas de Londres. Este año, el piloto Ignacio Casale fue el primer chileno en ganar la categoría de cuadriciclos del Rally Dakar, que desde el 2009 ha tenido etapas en Chile.

La participación en los eventos deportivos masivos también está experimentando un auge. “Hace 10 años, era difícil conseguir que 2.000 personas se inscribieran en una corrida”, dice Renato Palma, gerente general de Nike Chile. Hoy en día, las 12.000 inscripciones en los eventos anuales de su compañía se agotan en dos días.

Pero aun cuando los chilenos se están poniendo en forma y los resultados comienzan a verse en competencias internacionales, el país sigue rezagado. Chile ha ganado un total de 13 medallas olímpicas en tenis, fútbol, tiro al vuelo, atletismo, boxeo y equitación. Sin embargo, con casi la mitad de la población de Argentina, tiene apenas un cuarto del medallero de su vecino en los Juegos Panamericanos. Es más, en muchos deportes en los que la geografía de Chile da una ventaja competitiva, tales como el esquí y el snowboard, la nación tiene poco impacto. Y aunque más chilenos calificaron para los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi que para los de Vancouver, el equipo nacional está compuesto por menos de 10 esquiadores.

La buena noticia es que Chile -bendito con montañas, costa y un clima favorable- tiene mucho potencial. Y, si bien cada cual tiene una sugerencia diferente sobre cómo mejorar el rendimiento deportivo, existe consenso en que las empresas del sector privado tendrán un papel importante en ello.

Muéstrame el Dinero

Chile gasta una cantidad relativamente mísera en sus deportistas de elite. El presupuesto de este año para el recién formado Ministerio del Deporte (ex Instituto Nacional de Deportes, o IND) es cercano a los US$160 millones, incluyendo US$25 millones de la operadora nacional de lotería Polla Chilena, que por ley está obligada a entregar un 12% de su ingreso al ministerio.

No obstante, la mayor parte de ese monto está destinado a programas que promueven la actividad física y nuevos centros deportivos para el público general. En el 2013, Chile gastó cerca de US$35 millones en deportista de alto rendimiento, sin incluir auspicios o donaciones, señala Jorge Silva, jefe de la división de actividad física y deportes del Ministerio. Ello corresponde a casi la mitad de lo que Nueva Zelanda desembolsa con un cuarto de la población de Chile.

El sector privado puede ayudar a llenar el vacío entre el financiamiento gubernamental y las necesidades de los deportistas, afirma Silva. La inversión pública y privada en el deporte de alto rendimiento en Chile se canaliza a través de la Asociación de Atletas Olímpicos (ADO), creada en el 2006, la que también recibe donaciones del público general. “Con suerte, 5% de los aportes en términos de desarrollo deportivo del país son privados”, afirma. "Siento que es un porcentaje que tiene que subir mucho más”.

Pero no todo es dinero. Víctor Heresmann, organizador de la carrera en bicicleta Valparaíso Cerro Abajo, afirma que las compañías necesitan aprender que el respaldo a los deportes puede ir más allá de colgar un banner en una carrera.

Heresmann dice que Canon arma una tienda en la carrera, donde entrega servicio técnico y arrienda lentes. La compañía consigue mostrar sus artículos, los deportistas se benefician con mejores fotos y los consumidores desarrollan una relación con la marca.

Consultado sobre cómo una compañía minera -por ejemplo- podría hacer algo similar, no duda. “Un rally dentro de la mina”, afirma, describiendo una escena con corredores que entran de lleno a una mina a tajo abierto. “O una carrera de orientación en una mina oscura o tener unteamde mineros para mostrar la resistencia física. O atletas versus mineros en competencia”.

Acceso Más Amplio

Esas ideas se aplican al nivel más alto del deporte. Pero años antes de que los deportistas lleguen ahí, hay niños probando diferentes actividades.

“Lo más importante es que en el colegio se enseñe más a los niños, no tanto en un deporte en específico sino en todos los deportes”, sostiene Ángelo Vidal, esgrimista en silla de ruedas que ha ganado medallas en los Juegos Panamericanos y Sudamericanos. Ello significa que la educación física debería comenzar a una edad temprana con deportes incorporados en el currículum. “Que la gente en general conozca a sus deportistas, sepa quien es que va a representar a Chile afuera (...). Que la gente sepa que hay más deportes que no son fútbol y tenis”.

Un obstáculo son los costos iniciales. En deportes como esgrima, pocos colegios tienen los recursos para comprar el equipamiento. Incluso las pruebas de atletismo requieren pistas. El Gobierno está construyendo 30 centros deportivos locales que entregarán instalaciones para deportes distintos al fútbol; uno de estos centros incluye la primera piscina pública temperada de la Región de la Araucanía.

No obstante, con las tasas de obesidad al alza en Chile, otras iniciativas apuntan al público general. Una de ellas ha sido el impulso nacional para promover el ciclismo y el correr en las calles de la ciudad. En Santiago, el proyecto CicloRecreoVía cierra más de 30 kilómetros de calles los días domingo en la mañana para que la gente pedalee, corra, patine o camine. Los auspiciadores colocan stands a lo largo de la ruta y ofrecen muestras de yogurt o agua gratis. El programa “Deporte En Tu Calle” del Ministerio realiza una actividad similar en otras cinco comunas y entrega reparación de bicicletas, primeros auxilios y agua a lo largo de rutas de ciclismo.

Tales esfuerzos están teniendo éxito, afirma Silva. “Hemos aumentado la cantidad de personas que participa en nuestras actividades de 629.000 en el 2009 a 1,45 millones”, señala, refiriéndose especialmente a la serie de corridas y cicletadas que forman parte del Tour IND.

Un crecimiento de ese tipo podría ayudar en deportes en los que Chile tiene una ventaja natural, tales como ciclismo de montaña, escalada o surf. Si bien tales deportes siguen en gran medida siendo territorio de la elite, las compañías están tratando de aumentar el nivel de acceso, dice Thomas Grob, gerente general del centro de esquí La Parva en Santiago.

“Hoy en día, el esquí es un deporte mucho más accesible que hace 5 o 10”, asevera Grob. Los centros de esquí cerca de Santiago ofrecen descuentos especiales y otras iniciativas para hacer que más gente suba a la montaña. De todos modos, señala, la mayoría de los esquiadores en Chile proviene de la clase media alta.

El Huevo y la Gallina

Un desafío es que la gente solo se entusiasma con un deporte cuando tiene un modelo a seguir. Pero eso significa que alguien tiene que tener éxito. Y eso requiere una mezcla de habilidades, suerte y respaldo económico que permita que un deportista entrene en lugar de ir a la universidad o comenzar una carrera.

Los deportistas y agentes de deportistas elogian el sistema de competencias amateur y federaciones deportivas del país por su capacidad para seleccionar a los mejores atletas. Pero una vez que el deportista se une a la categoría de elite, surge toda una nueva serie de desafíos.

“El apoyo viene con el tema de los resultados”, sostiene Vidal, el esgrimista. Las federaciones deportivas reciben dinero del Comité Olímpico según cuán bien le ha ido al deporte que representan en las últimas competencias. Vidal señala que recibió poco respaldo del Estado hasta que pudo mostrar que tenía medallas.

Y las empresas privadas a menudo se niegan a invertir o esperan por retornos demasiado rápidos, dice Miguel Ángel Mujica, vicepresidente del Comité Olímpico de Chile. “La inversión no puede ser cortoplacista”, asevera. “Tiene que ser en el medio y largo plazo como mínimo. Largo plazo es un ciclo olímpico, cuatro años”.

Eso puede ser difícil para las empresas, dice Silva del Ministerio del Deporte.

“Las compañías buscan resultados”, comenta. “Entonces, la mejor forma es mejorar el nivel deportivo”.

Es un problema del huevo o la gallina que surge una y otra vez. Ni el sector público ni el sector privado quieren invertir en un deporte sin deportistas de alto nivel y atención del público. Pero es más probable encontrar a los deportistas y la atención en deportes con apoyo comercial y estatal.

Una excepción es el rider de BMX freestyle Coco Zurita, quien ganó el primer lugar en el campeonato mundial de la especialidad en Colonia el año pasado. Tras ganar una serie de competencias en Chile, se fue a Estados Unidos en el 2003 y, en cuestión de meses, fue auspiciado por GT Bicycles, que lo colocó en un circuito de exhibiciones de BMX. Zurita regresó recientemente a Chile para un tour auspiciado por la marca de yogurt Yogu Yogu.

Su éxito ha ayudado a aumentar la popularidad del deporte en Chile, indica, lo que ha impulsado el crecimiento de las instalaciones y ha atraído a más niños al deporte. “Cree conciencia de lo que podemos hacer o de en lo que posiblemente podemos convertirnos”, afirma. “Ahora tenemos cinco o seisskate parksgrandes... El equipo de Vans US vino [a Chile] en octubre”.

Hoy en día, asevera, hay cuatro o cinco chilenos que tienen una posibilidad en el estrellato. Pero si tuviera 19 años de nuevo, Zurita afirma que de todos modos se iría a Estados Unidos en lugar de tratar de conseguir el éxito en Chile. En un país más grande, siempre habrá más auspiciadores y un público más grande, señala. Dado que el ciclismo freestyle no es un deporte olímpico, no hay ninguna posibilidad de conseguir apoyo estatal en Chile, lo que da aún menos razones a losriderspara quedarse en el país.

Las compañías también podrían romper el ciclo del huevo o la gallina al cambiar sus expectativas. Silva, del Ministerio, dice que las empresas tienden a evaluar el impacto de sus gastos en marketing y quieren un retorno inmediato.

“Yo he visto varios estudios en términos de retorno. No son muy favorables de repente en las actividades deportivas y por eso a veces las empresas no invierten”.

Nike es una empresa que ha decidido tomar una postura de largo plazo, señala Palma. Nike auspicia a los jugadores de fútbol más exitosos del país: Alexis Sánchez y Arturo Vidal. Pero también apunta a auspiciar deportes extremos, en especial skateboard, snowboard y surf.

Con una visión a más largo plazo, dice, el retorno sobre la inversión es difícil de medir. Nike quiere una mezcla de mayores ventas, una conexión emocional más fuerte con la marca y un impacto social, asevera. “Cuando son inversiones de muy corto plazo, además es muy difícil que rindan fruto”, explica.

¿Un Jerry Maguire Chileno?

El sector privado puede ayudar a profesionalizar los deportes en Chile al ofrecer más y mejores servicios de gestión de deportistas. Una cantidad cada vez mayor de deportistas está reconociendo la necesidad de respaldo y asesoría profesional, y están apareciendo consultores para ofrecer el servicio.

“El mensaje mío va a ser hacia los deportistas”, señala Grob. “Que no esperen que llegue un ángel o un buen samaritano diciendo ‘te voy a apoyar’. No, ellos tienen que crear de su imagen un producto que sea interesante para las empresas”.

Vidal, el esgrimista, dice que recientemente ha estado trabajando con asesores, pero que no hay suficientes agentes de deportistas en Chile. “Es lo que hace falta. Alguien que pueda decir ‘vamos a presentarte a esta empresa’”.

Pero para conseguir un representante, los deportistas primero tienen que desarrollar sus talentos. Lo frustrante es que en deportes en que Chile debería tener una ventaja competitiva, no se ha distinguido a nivel mundial, dice Silva.

Los equipos de esquí de Estados Unidos, Noruega, Austria y otras partes del mundo entrenan en Los Andes en Santiago durante el invierno austral. Pero la presencia de pistas de esquí de alta calidad y de un grupo de competidores de alto nivel no es suficiente para crear un esquiador de excelencia; los deportistas también necesitan entrenar en nieve durante el largo invierno boreal.

Y concentrarse en deportes de invierno puede no ser la ruta más rápida para llegar al podio. Cerca de 300 de las 1.000 medallas entregadas en los Juegos Sudamericanos corresponden a atletismo y natación. Un país que quiere más oro necesita entrenar para esas competencias, dice Silva.

Incluso mientras el gobierno busca aumentar el financiamiento para los deportistas, también considera los mega-eventos como una forma de establecer el nombre de Chile en el deporte. Hace poco, el recién nombrado ministro del Deporte, Gabriel Ruiz-Tagle, viajó con la representación chilena del Rally Dakar.

En lo que viene ahora, el Comité Olímpico está concentrado en los Juegos Sudamericanos, que se celebrarán del 7 al 18 de marzo en Santiago. Los juegos han dado a Chile una razón para mejorar sus instalaciones de natación, atletismo y ciclismo, y podrían concentrar la atención del público en deportes distintos al fútbol, al menos por 11 días.

Steven Bodzin trabaja como periodista freelance en Santiago

Chilean athletes have gained ground in sports from freestyle BMX to table tennis. Blind runner Cristián Valenzuela won Chile’s first ever Paralympic gold in the 5,000-meters track event in the London 2012 Paralympics, while Tomás González put Chilean gymnastics on the world map with his fourth-place performance in mat and vault at the London Olympics. This year, rider Ignacio Casale was the first Chilean to win in the quad bike category of the Dakar Rally, which has had stages in Chile since 2009.

Participation in mass sporting events is also booming. “Ten years ago, it was tough to get 2,000 people signed up for a run,” says Renato Palma, general manager of Nike Chile. Today, the 12,000 spots in his company’s annual events sell out in two days.

But even as Chileans get fitter and the results start to show in international contests, the country still lags. Chile has won a total of 13 Olympic medals in tennis, soccer, shooting, athletics, boxing and equestrian events. But with almost half of Argentina’s population, it has barely a quarter of its neighbor’s medal count at the Pan American Games. Moreover, in many sports where Chile’s geography gives it a competitive advantage, such as skiing and snowboarding, the country has made little mark. And though more Chileans have qualified for the Sochi Winter Olympics than for the previous contest in Vancouver, the national team is composed of fewer than 10 skiers.

The good news is that Chile, blessed with mountains, coastline and a favorable climate, has plenty of potential. And, while everyone has a different suggestion for how to improve athletic performance, there is a consensus that private businesses will play a major role.

Show me the money

Chile spends a relative pittance on its elite athletes. This year’s budget for the newly formed Sports Ministry (formerly the National Sports Institute, or IND) is around US$160 million, including US$25 million from national lottery operator Polla Chilena, which is obliged by law to give 12% of its income to the Ministry.

But most of that is earmarked for programs that promote physical activity and new sports centers for the public. In 2013 Chile spent about US$35 million on high performance athletes, not including sponsorship or donations, says Jorge Silva, director of the Physical Activity and Sports Division of the Ministry. That’s about half of what New Zealand spends with a population one quarter of Chile’s.

The private sector can help fill the gap between government funding and athletes’ needs, says Silva. Public and private investment in high performance sport in Chile is channeled through the Association of Olympic Athletes (ADO), created in 2006, which also receives donations from the public. “At most 5% of the support for sports development in the country comes from private donors,” he says. “I think that can rise a lot.”

But it’s not all about money. Víctor Heresmann, organizer of the annual Valparaíso Cerro Abajo urban downhill bike race, says companies need to learn that support for sport can go beyond hanging a banner on a racetrack.

Canon, he says, sets up a shop at the race, providing technical service and renting out lenses. The company gets to show off its wares, the athletes benefit from better photos, and consumers develop a relationship with the brand.

Asked how, for example, a mining company might do something similar, he didn’t hesitate: “A rally in a mine,” he said, drawing a picture of riders plunging into an open pit. “Or an orienteering race in a dark mine, or have a team of miners to show off their physical stamina. Or athletes versus miners in an exhibition race.”

Broader access

Such ideas apply to the top level of sport. But years before athletes get there, they are kids trying out different activities.

“The most important thing is for schools to teach kids more sports,” says Ángelo Vidal, a wheelchair fencer who has won medals in the Pan American and South American games. That means physical education should begin at an early age with sports incorporated into the curriculum. “People should know who is representing Chile abroad. They should know that there are sports that aren’t soccer or tennis.”

One obstacle is startup costs. For sports like fencing, few schools have the resources to buy equipment. Even track and field events require running tracks. The government is building 30 local sports centers that will provide venues for sports other than soccer — one such center includes the first heated public pool in the Araucanía Region.

But, with obesity rates in Chile on the rise, other initiatives are aimed at the general public. One has been the nationwide push to promote cycling and running on city streets. In Santiago, the CicloRecreoVía project closes more than 30km of streets on Sunday mornings for people to pedal, run, skate or walk. Sponsors put up stands along the route offering samples of yogurt or free water. The Ministry’sDeporte En Tu Calle(Sport in Your Street) program runs a similar activity in five other communities, providing bike repairs, first aid and water along bike routes.

Such efforts are succeeding, Silva says. “We’ve increased the number of people taking part in our activities from 629,000 in 2009 to 1.45 million,” he says, referring especially to the Tour IND series of running and cycling events.

That sort of growth could help sports where Chile has a natural advantage, such as mountain biking, climbing or surfing. While such sports remain largely the province of the elite, companies are trying to increase access, says Thomas Grob, CEO of the La Parva ski resort in Santiago.

“Today, skiing is much more accessible than it was 5 or 10 years ago,” says Grob. Ski centers near Santiago offer special discounts and other initiatives to get more people up in the mountains. Still, he says, most skiers in Chile come from the upper-middle class.

Chicken and egg

One challenge is that people only grow enthusiastic about a sport when they have a role model. But that means someone needs to succeed. And that requires a mix of skill, luck, and the economic support that allows an athlete to train instead of attending university or starting a career.

Athletes and sports managers praise the country’s system of amateur competitions and sports federations for their ability to select the best athletes. But once an athlete joins the ranks of the elite, a whole new set of challenges arises.

“Support comes with success,” says Vidal, the fencer. Sports federations get cash from the Olympic Committee based on how well the sport has done in recent contests. Vidal says he got little support from the state until he could show that he had medals.

And private companies often decline to invest, or hope for overly speedy returns, says Miguel Ángel Mujica, vice president of Chile’s Olympic Committee. “The investment can’t be short-term,” he says. “They need to think in the medium to long term. Long term is an Olympic cycle, four years.”

That can be difficult for companies, says Silva at the Sports Ministry.

“Companies want results,” he says. “So the best way to do that is improve the level of play.”

It is a chicken-and-egg problem that comes up again and again. Neither the private nor public sector wants to invest in a sport without high-level athletes and public attention. But the athletes and attention are more likely to be found in sports with commercial and state support.

One exception is BMX freestyle rider Coco Zurita, who won first place in the world championship in Cologne last year. After winning a series of events here in Chile, he left for the US in 2003 and, within months, was sponsored by GT Bicycles, which put him on a circuit of BMX shows. He recently returned to Chile for a tour sponsored by yogurt brand Yogu Yogu.

His success has helped increase the popularity of the sport in Chile, he says, which has driven the growth of facilities and brings more kids into the sport. “I create awareness of what we can do, or can possibly become,” he says. “Now we have five or six huge skate parks... The Vans US team came out [to Chile] in October.”

Today, he says, there are four or five Chileans who have a chance at stardom. But if he were 19 again, Zurita says he would still go to the US rather than try to make it in Chile. In a bigger country, there will always be more sponsors and a larger audience, he says. Since freestyle riding isn’t an Olympic sport, there is no chance of getting state support in Chile, giving riders even less reason to stay home.

Companies can also break the chicken-and-egg cycle by changing their expectations. Silva, at the Ministry, says companies tend to evaluate the impact of their marketing expenses and want an immediate return.

“I’ve seen a few studies on return on investment, and they aren’t always so favorable for the sports activities. That’s why the companies sometimes don’t invest.”

Nike is one company that has decided to take a long view, says Palma. Nike sponsors the country’s most successful soccer players, Alexis Sánchez and Arturo Vidal. But it also aims to sponsor extreme sports, especially skateboarding, snowboarding and surfing.

With a longer view, he says, return on investment is difficult to measure. Nike wants a mix of increased sales, a stronger emotional connection to the brand, and a social impact, he says. “When the investments are very short-term, it’s hard for them to bear fruit,” he says.

A Chilean Jerry Maguire?

The private sector can help professionalize sports in Chile by offering more and better sports management services. An increasing number of athletes are recognizing the need for professional advice and support, and consultants are springing up to offer the service.

“My message is for the athletes,” Grob says. “They can’t wait for some angel or Good Samaritan to show up and say ‘I’ll support you’. No, they need to turn their image into a product that appeals to companies.”

Vidal, the fencer, says he has recently been working with advisers but there are not enough sports agents in Chile. “It’s what we’re missing. Someone who can say, we’re going to present you to this company.”

But to get an agent to represent them, athletes first need to develop their talents. The frustration is that in sports where Chile should have a competitive advantage, it hasn’t distinguished itself on the world stage, says Silva.

Ski teams from the US, Norway, Austria and elsewhere train in the Andes above Santiago in the Southern Hemisphere winter. But the presence of high-quality ski runs and a group of top competitors is not enough to create a top skier – athletes need to train on snow during the long northern winter as well.

And focusing on winter sports may not be the fastest route to the podium. About 300 of the 1,000 medals given out at the South American Games are for track and swimming events. A country seeking more gold needs to train for those events, says Silva.

Even as the government seeks to increase funding for athletes, it also sees mega-events as a way to establish Chile’s name in sport. Most recently, the newly appointed Minister of Sport, Gabriel Ruiz-Tagle, traveled with the Chilean portion of the Dakar Rally.

Up next, the Olympic Committee is focused on the South American Games, scheduled for March 7-18 in Santiago. The games have given Chile a reason to improve its swimming, track and cycling facilities and may focus the public’s attention on sports other than soccer — at least for 11 days.

Steven Bodzin is a freelance journalist based in Santiago

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