Consejo de Energía realizó taller “Discusión regulatoria y el rol de las distribuidoras”

30 Septiembre 2014

AmCham, a través del Consejo Empresarial de Energía Chile-EE.UU., realizó a principios de septiembre un encuentro entre representantes de las principales empresas distribuidoras del país: SAESA, Chilquinta, Chilectra y Grupo CGE, así como Empresas Eléctricas y el asesor estratégico Pacific Gas & Electric Company (PG&E), Rafael Friedmann. 


La exposición a cargo del experto, quien cuenta con un doctorado en Energía y Recursos de la Universidad de Berkeley además de más de 35 años de experiencia en el área de desarrollo energético, se centró en la experiencia de Estados Unidos en temas relacionados al marco regulatorio en materia de eficiencia energética y en las necesidades que hoy predominan en los clientes.



-¿Cuál considera qué es la importancia del compromiso de AmCham con la eficiencia energética?
Es muy satisfactorio presenciar la participación de AmCham en este seminario, debido a que contribuye a establecer vínculos con las empresas extranjeras y sus respectivas experiencias a nivel de eficiencia energética, lo que es clave para ayudar a Chile en dicho ámbito. Además, se demuestra un compromiso que se suma al de los representantes de la sociedad civil, empresarial, y el Estado. Sólo así podremos abarcar todas las oportunidades en cuanto a eficiencia de energía que existen en el mundo.


-¿Cuáles son los desafíos a nivel energético?
¡Se vienen cambios muy importantes! No sabemos muy bien cómo vamos a estar en diez años más, si bien tenemos claro que es necesario contar con una matriz energética mucho más diversificada. La pregunta que nos debemos formular es ¿quién va a manejar el sector de energía? Los usuarios, sólo las empresas o ambos de manera coordinada. Estoy seguro que se producirán cambios positivos que implicarán esquemas muy diferentes a los que predominan hoy respecto del uso de la energía.


-¿En qué consistió el taller realizado con representantes de empresas eléctricas?
El objetivo se centró en promover el ahorro de energía entre nuestros usuarios. Gran parte de dicho anhelo proviene de los propios clientes, pero también de los representantes a nivel gubernamental, y de los empresarios. Actualmente, no todo depende de la venta de electricidad y de gas natural. Se han sumado de manera activa las compañías, cuyos integrantes se han dado cuenta de los enormes beneficios que significa la relación con los usuarios, una que promueva la confianza. Los clientes ven que las empresas ya no están sólo disponibles para cobrar la cuenta, sino también para incentivar el consumo de una forma más eficiente y económica.


-¿Cuáles son los modelos energéticos que serán relevantes en el futuro?
La casa inteligente y el uso de automóviles eléctricos son parte de la tendencia del mañana. Hace treinta años no existía dicho campo de oferentes, servicios o productos. A partir de los programas de gobierno, las compañías distribuidoras empezaron a crear dicho mercado. De este modo, a nivel empresarial nos dimos cuenta de que había un enorme negocio en cuanto al ofrecimiento de nuevos servicios y productos, eficientes a nivel energético, para los usuarios. Este resultado o cambio también atrae a mucha gente joven porque hoy son más creíbles las empresas que están comprometidas con el entorno.


-¿Qué otros beneficios se producen por medio de este tipo de talleres?
En la medida en que cualquier insumo eléctrico se va transformando en algo más complicado, con más oferentes y maneras de uso de energía, es imprescindible que se estrechen vínculos entre empresarios y organismos estatales. A ello se suma la relevancia del medio académico y de las organizaciones civiles que son clave para entender al usuario. Sólo de esta forma los clientes modificarán sus patrones de comportamiento y la relación que tienen con la eficiencia energética.




Imágenes del taller “Discusión regulatoria y el rol de las distribuidoras”.

AmCham, a través del Consejo Empresarial de Energía Chile-EE.UU., realizó a principios de septiembre un encuentro entre representantes de las principales empresas distribuidoras del país: SAESA, Chilquinta, Chilectra y Grupo CGE, así como Empresas Eléctricas y el asesor estratégico Pacific Gas & Electric Company (PG&E), Rafael Friedmann. 

La exposición a cargo del experto, quien cuenta con un doctorado en Energía y Recursos de la Universidad de Berkeley además de más de 35 años de experiencia en el área de desarrollo energético, se centró en la experiencia de Estados Unidos en temas relacionados al marco regulatorio en materia de eficiencia energética y en las necesidades que hoy predominan en los clientes.

 

-¿Cuál considera qué es la importancia del compromiso de AmCham con la eficiencia energética?
Es muy satisfactorio presenciar la participación de AmCham en este seminario, debido a que contribuye a establecer vínculos con las empresas extranjeras y sus respectivas experiencias a nivel de eficiencia energética, lo que es clave para ayudar a Chile en dicho ámbito. Además, se demuestra un compromiso que se suma al de los representantes de la sociedad civil, empresarial, y el Estado. Sólo así podremos abarcar todas las oportunidades en cuanto a eficiencia de energía que existen en el mundo. 

-¿Cuáles son los desafíos a nivel energético?
¡Se vienen cambios muy importantes! No sabemos muy bien cómo vamos a estar en diez años más, si bien tenemos claro que es necesario contar con una matriz energética mucho más diversificada. La pregunta que nos debemos formular es ¿quién va a manejar el sector de energía? Los usuarios, sólo las empresas o ambos de manera coordinada. Estoy seguro que se producirán cambios positivos que implicarán esquemas muy diferentes a los que predominan hoy respecto del uso de la energía. 

-¿En qué consistió el taller realizado con representantes de empresas eléctricas?
El objetivo se centró en promover el ahorro de energía entre nuestros usuarios. Gran parte de dicho anhelo proviene de los propios clientes, pero también de los representantes a nivel gubernamental, y de los empresarios. Actualmente, no todo depende de la venta de electricidad y de gas natural. Se han sumado de manera activa las compañías, cuyos integrantes se han dado cuenta de los enormes beneficios que significa la relación con los usuarios, una que promueva la confianza. Los clientes ven que las empresas ya no están sólo disponibles para cobrar la cuenta, sino también para incentivar el consumo de una forma más eficiente y económica. 

-¿Cuáles son los modelos energéticos que serán relevantes en el futuro?
La casa inteligente y el uso de automóviles eléctricos son parte de la tendencia del mañana. Hace treinta años no existía dicho campo de oferentes, servicios o productos. A partir de los programas de gobierno, las compañías distribuidoras empezaron a crear dicho mercado. De este modo, a nivel empresarial nos dimos cuenta de que había un enorme negocio en cuanto al ofrecimiento de nuevos servicios y productos, eficientes a nivel energético, para los usuarios. Este resultado o cambio también atrae a mucha gente joven porque hoy son más creíbles las empresas que están comprometidas con el entorno. 

-¿Qué otros beneficios se producen por medio de este tipo de talleres?
En la medida en que cualquier insumo eléctrico se va transformando en algo más complicado, con más oferentes y maneras de uso de energía, es imprescindible que se estrechen vínculos entre empresarios y organismos estatales. A ello se suma la relevancia del medio académico y de las organizaciones civiles que son clave para entender al usuario. Sólo de esta forma los clientes modificarán sus patrones de comportamiento y la relación que tienen con la eficiencia energética. 

Imágenes del taller “Discusión regulatoria y el rol de las distribuidoras”.

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