Reforma Fiscal y DesarrolloFiscal Reform and Development

01 Diciembre 2008


Varias estadísticas más bien alarmantes emergieron del informe Perspectivas Económicas de América Latina 2009 de la OCDE, lanzado el mes pasado en Santiago. Por ejemplo, el hecho de que sólo uno de cada tres latinoamericanos está sujeto a impuestos sobre su renta. O que los sistemas tributarios a lo largo de la región no hacen casi nada por aliviar la inequidad.


Motivo para reflexionar a medida que la región se prepara para lo que sin lugar a dudas será un año difícil. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) está comprometida en hacer frente a tales temas. La entidad es un exclusivo grupo de 23 Estados y, al menos por ahora, Chile no se cuenta entre sus miembros.


Sin embargo, junto con Brasil, Colombia y México, Chile forma parte del Centro de Desarrollo de la OCDE, que es el puente de la organización con el mundo en desarrollo. El director del centro es el español Javier Santiso, quien estuvo en Santiago para el lanzamiento del mes pasado.


¿Por qué tan pocos latinoamericanos pagan impuestos a la renta?


Hay muchas razones y grandes diferencias entre los países. La situación aquí en Chile, por ejemplo, es muy distinta a lo que vemos en América Central. Pero si comparamos la estructura de los sistemas fiscales en América Latina y los que tienen los países miembro de la OCDE, queda claro que la mayor diferencia radica en la cantidad recaudada a través del impuesto a la renta, utilidades y ganancias sobre el capital. Cerca del 14% o el 15% del PIB se recauda a partir de esos impuestos en los países miembro de la OCDE, pero apenas un 4% o 5% en América Latina. El gran mercado laboral informal de Latinoamérica es una de las razones de la baja tributación, pero hay otros factores como la evasión tributaria.


Los sistemas tributarios de muchos países latinoamericanos simplemente no son lo suficientemente avanzados. En algunas áreas, como la seguridad social, en realidad son retrógrados: se tiene una situación donde el gasto se dirige a los segmentos más ricos de la sociedad.


Entonces, ¿qué cambios deben hacer los países latinoamericanos a sus sistemas tributarios?


No hay una solución estándar para todos, pero deben tratar de recaudar más dinero a través de los impuestos. Es algo que resulta muy fácil y obvio de decir para economistas como yo y mucho más difícil de hacer en realidad para los encargados de la política fiscal. Sin embargo, países como México, Brasil y otros ahora están tratando de reformar sus sistemas tributarios para incrementar la captación de impuestos. Esto es particularmente importante en lugares donde la recaudación es baja, como en México, donde representa apenas cerca del 15% del PIB, cuatro puntos por debajo del promedio regional.


El otro lado de la moneda es el gasto. No importa si el gasto es grande o pequeño, tiene que ser lo mejor posible. Lo importante no es gastar más, sino gastar más sabiamente. Para la OCDE, esta pregunta de legitimidad fiscal es clave para mantener la democracia y desarrollar una economía de mercado.


Usted ha elogiado a Chile por adoptar políticas fiscales contracíclicas que le permiten amortiguar los efectos de una desaceleración. ¿Han tomado medidas similares otros países de la región?


El problema aquí es que no todos están partiendo desde el mismo punto que Chile. Los superávits fiscales que este país ha acumulado en los últimos años han sido mayores que en casi cualquier otra parte del mundo. De modo que, en ese caso, Chile es atípico. Pero, sí, hay otros países en la región que registran superávits o que al menos equilibran sus presupuestos y, por tanto, tienen la capacidad de incrementar el gasto público cuando necesitan hacerlo. E incluso los países que tienen déficits fiscales pueden hacer lo mismo.


De hecho, en los Estados miembro de la OCDE, no estamos en posición de dictar lecciones a otros países en esta materia. Prácticamente todos estamos registrando déficits fiscales y estos están aumentando. No obstante, están aumentando debido al gasto anticíclico y ahora es el momento apropiado para estar haciendo eso. Pero volviendo a América Latina, hemos visto a México aumentar su gasto público recientemente y Brasil tiene el potencial para hacer lo mismo.


¿Qué impacto prevé que tendrá la crisis financiera global en América Latina?


Hay algo un poco injusto respecto de esta crisis. Es la primera vez en la que los países latinoamericanos y otras naciones emergentes no son los responsables. Las crisis anteriores tuvieron sabor a tequila o caipirinha. Muchas de ellas comenzaron en América Latina o hubo algunas que tuvieron sabor a vodka ruso o licores asiáticos. Pero no es así está vez.


Dicho esto, es una crisis mundial y obviamente va a tener un impacto aquí. Veremos menos liquidez en los mercados financieros, menos inversión y una caída en las remesas. En términos de comercio, la demanda de los países miembro de la OCDE se contraerá. Reducirán sus importaciones.


Los países cuyos sistemas bancarios estén estrechamente ligados al sistema bancario internacional podrían encontrarse ante una sequía de liquidez debido a los bancos extranjeros, que están siendo afectados por las crisis subprime en sus propios países. No obstante, esto variará de país en país. En Brasil, por ejemplo, el 80% del sistema bancario está en manos locales, mientras que en México el 80% está en manos de extranjeros.


Pero, pese a la crisis, las economías de América Latina seguirán creciendo. Lo harán a un ritmo más lento, por supuesto, pero van a crecer. Y no podemos decir lo mismo para los países miembro de la OCDE y, en particular, en el caso de los países del G7 que posiblemente entrarán en recesión.


¿Esto es porque las economías de América Latina se han desacoplado de las del mundo desarrollado?


No creo en el desacoplamiento. Creo que es más acucioso decir que en estos días vivimos en un mundo que es multipolar, con más centros de poder. Y se volverá incluso mucho más multipolar como resultado de esta crisis.


¿Qué desafíos enfrenta Chile en su apuesta por unirse a la OCDE?


No enfrenta muchos, si se le compara con otros países. Hay algunos temas que involucran a la banca, pero comparado con el acceso de otros países, diría que Chile probablemente es el caballo que lidera la carrera. El secreto bancario es un tema, pero no es sólo un tema y si usted compara eso con los temas que enfrenta Rusia, por ejemplo, están en un nivel totalmente distinto.


Pero ¿es el secreto bancario el principal obstáculo para Chile?


Sí, lo es. Pero este país ha tomado tantas otras medidas positivas durante los últimos 10 o 15 años. De hecho, muchas de las reformas implementadas aquí han servido de ejemplo para países miembro de la OCDE. Otros países tienen 20 o 30 obstáculos que superar antes de poder convertirse en miembros.


Y, ¿ Chile podría unirse a la OCDE para el 2010, justo a tiempo para el bicentenario?


Eso sería maravilloso y sería una gran forma de poner fin a este período de cortejo. Ambas partes lo quieren y ambos pueden ver los beneficios que traería.


Gideon Long se desempeña como periodista freelance en Santiago. Además trabaja para la BBC.



Several rather alarming statistics emerged from the OECD’s Latin American Economic Outlook for 2009, launched in Santiago last month. For example, the fact that only one in three Latin Americans is subject to tax on their income. Or that taxation systems across the region do almost nothing to alleviate inequality.

Food for thought as the region braces itself for what will undoubtedly be a tough year. The Organisation for Economic Co-operation and Development (OECD) is committed to addressing such issues. It’s an exclusive group of 23 states and, for now at least, Chile is not a member.

But along with Brazil, Colombia and Mexico, Chile forms part of the OECD’s Development Centre - the organization’s bridge to the developing world. The Centre’s director is Spaniard Javier Santiso, who was in Santiago for last month’s launch.

Why do so few Latin Americans pay tax on their income?

There are many reasons and big differences between countries. The situation here in Chile, for example, is very different from what we see in Central America. But if we compare the structure of fiscal systems in Latin America and those of the OECD countries, it’s clear that the biggest difference is in the amount raised through taxes on income, profits and capital gains. Around 14% or 15% of GDP is raised by those taxes in the OECD countries but barely 4% or 5% in Latin America. The large informal labor market in Latin America is one reason for the low tax take but there are others, like tax evasion.

The tax systems of many Latin American countries are simply not progressive enough. In some areas, like social security, they are actually regressive - you have a situation where the spending is directed to the wealthier sections of society.

So what changes must Latin American countries make to their tax systems?

There’s no one-size-fits-all solution, but they have to try to raise more money from taxation. It’s a very easy and obvious thing for economists like me to say and much more difficult for the policymakers to actually do. But countries like Mexico, Brazil and others are now trying to reform their tax systems to increase the tax take. It’s particularly important in places where receipts are low, like Mexico, where they represent only about 15% of GDP, four points below the regional average.

The other side of the coin is spending. It doesn’t matter whether the spending is big or small, it has to be the best possible. The important thing is not to spend more but to spend more wisely. For the OECD, this question of fiscal legitimacy is key for upholding democracy and developing a market economy.

You’ve praised Chile for adopting counter-cyclical fiscal policies that allow it to cushion the effects of a slowdown. Have other countries in the region taken similar measures?

The problem here is that not everyone is starting from the same point as Chile. The fiscal surpluses that this country has built up in recent years have been bigger than almost anywhere else in the world. So, in that sense, Chile is atypical. But, yes, there are other countries in the region that are running fiscal surpluses or at least balancing their budgets and, therefore, have the capacity to increase public spending when they need to. And even countries with fiscal deficits can do the same.

In fact, in the OECD states, we’re in no position to give lessons to other countries on this. We’re practically all running fiscal deficits and they’re getting bigger. But they’re getting bigger because of anti-cyclical spending, and now’s the right time to be doing that. But coming back to Latin America, we’ve seen Mexico increasing public spending recently, and Brazil has the potential to do the same.

What impact do you expect the global financial crisis to have in Latin America?

There’s something a little unfair about this crisis. It’s the first crisis in which Latin American and other emerging countries aren’t to blame. The previous crises had a taste of tequila or caipirinha about them. Lots of them started in Latin America, or there were others that had a taste of Russian vodka or of Asian spirits. But not this time.

Having said that, it’s a global crisis and it’s obviously going to have an impact here. We’ll see less liquidity in the financial markets, less investment and a fall in remittances. In terms of trade, the demand from OECD countries will contract. They will reduce their imports.

Countries whose banking systems are closely tied to the international banking system might find they face a liquidity drought due to foreign banks which are suffering from the subprime crises in their own countries. This will vary from country to country though. In Brazil, for example, 80% of the banking system is in domestic hands while in Mexico 80% is in foreign hands.

But, despite the crisis, the economies of Latin America will carry on growing. They’ll do so at a slower rate, of course, but they will grow. And we can’t say the same for the OECD countries, and particularly the G7 countries, which are likely to go into recession.

Is that because the economies of Latin America have decoupled from those of the developed world?

I don’t believe in decoupling. I think it’s more accurate to say that these days we live in a world that is multi-polar, with more centers of power. And it will become even more multi-polar as a result of this crisis.

What challenges does Chile face in its bid to join the OECD?

It doesn’t face many, compared to other countries. There are some issues involving banking but compared to other accession countries, I’d say that Chile is probably the horse leading the race. Bank secrecy is an issue, but it’s only one issue, and if you compare that with the issues that, say, Russia faces, they’re on a whole other level.

But bank secrecy is the main obstacle for Chile?

Yes, it is. But this country has taken so many other positive steps in the past 10 or 15 years. Indeed, many of the reforms implemented here have served as examples for OECD countries. Other countries have 20 or 30 obstacles to overcome before they can become members.

And could Chile join the OECD by 2010, in time for the bicentenary?

That would be marvelous, and it would be a great way to end this period of courtship. Both sides want it and both can see the benefits it would bring.

Gideon Long is a freelance journalist based in Santiago. He also works for the BBC.
Compartir