Nicola Romanello: «La salud debe considerarse como una inversión para el futuro del país y no como un gasto»
24 Mayo 2025
Autor: AmCham Chile
El nuevo Gerente General de Roche Pharma Chile abordó los desafíos de la industria en América Latina y la necesidad de invertir más en prevención e innovación en salud.
Los sistemas sanitarios de los países de la región enfrentan diversos retos, como la desigualdad en el acceso a terapias, la falta de financiamiento público, el envejecimiento de la población y la alta prevalencia de enfermedades crónicas, entre otros. En esta línea, Nicola Romanello, destaca la necesidad urgente de abordar la salud como una inversión estratégica para el desarrollo económico y social de las comunidades. “Este será un gran desafío para la próxima administración del país. Las elecciones abren una oportunidad para repensar las estrategias sanitarias que el país necesita”, señaló.
Romanello asumió su rol con una visión clara: hacer de los desafíos actuales una oportunidad para impulsar el desarrollo de un ecosistema de salud más equitativo, eficiente e innovador para los pacientes.
¿Cuáles son los principales desafíos del sistema de salud en Chile y América Latina?
Los sistemas de salud en América Latina enfrentan una paradoja: existen recursos, conocimiento clínico y una población altamente comprometida con su salud, pero los resultados siguen siendo desiguales. En el caso de Chile que cuenta con un sistema mixto, uno de los principales desafíos es reducir la brecha que hoy existe entre el sistema público y el privado, mientras el acceso y la calidad de la atención sanitaria dependa del nivel socioeconómico de cada persona, continuaremos reforzando desigualdades estructurales.
Otro gran desafío es la fragmentación de los mecanismos de cobertura. Existe el Comité de Drogas Oncológicas de Alto Costo (DAC), el sistema de Garantías Explícitas en Salud (GES) y la Ley Ricarte Soto (LRS), todos los cuales están orientados a ofrecer financiamiento a terapias, pero que no conversan entre sí. Esta fragmentación dificulta garantizar un acceso equitativo para los pacientes.
Junto con esto, las largas listas de espera y el financiamiento del sistema hospitalario, destacan como retos estructurales que requieren atención urgente de parte de las autoridades.
Según los datos preliminares del Censo 2024, hoy un 14% de los chilenos tiene más de 65 años (el doble que en 1992), lo que exige repensar el sistema. En esta realidad, necesitaremos sistemas más integrados, eficientes y preparados para abordar el aumento de condiciones como el cáncer, la diabetes y las enfermedades neurodegenerativas, que ya representan una carga significativa.
¿Qué rol juega la inversión en salud en este contexto?
La inversión en salud juega un rol central. América Latina invierte en promedio tan solo el 3,7% de su PIB en salud, muy por debajo del 6% que recomienda la OPS. Chile ha hecho esfuerzos importantes, alcanzando el 5,6%, pero aún está distante del promedio OCDE y, más preocupante aún, con una eficiencia que ha caído un 21% entre 2010 y 2019.
No podemos seguir viendo la salud como un gasto, como una carga financiera. Invertir en prevención, innovación y diagnóstico temprano genera beneficios directos para la economía: reduce el ausentismo laboral, mejora la productividad y alivia la carga sobre los sistemas de salud públicos.
Se estima que por cada dólar invertido en salud, se generan 3 dólares en retorno social. Invertir en salud propicia una sociedad sana y productiva y en Roche creemos firmemente que la salud es una de las inversiones más inteligentes que puede hacer un país.
¿Cómo puede la tecnología ayudar a transformar el sistema de salud chileno?
La transformación digital es un catalizador clave para consolidar sistemas de salud sostenibles y centrados en el paciente. Lamentablemente, en la región solo el 20% del presupuesto sanitario se destina a innovación, y son pocos los países que cuentan con estrategias claras en salud digital.
La tecnología permite reducir listas de espera, ampliar el acceso, ofrecer diagnósticos certeros y oportunos, además de optimizar la atención sanitaria. Por ejemplo, en Chile concretamos una alianza entre Roche y la Universidad de Valparaíso, para implementar el Sistema de Información en Salud Territorial (SISTAM) en un centro de atención primaria con foco específico en el Programa Ministerial de Salud de la Mujer. Este proyecto permitió aumentar las capacidades de análisis, seguimiento y planificación de los equipos de salud en la gestión de la atención de personas con enfermedades crónicas no transmisibles en la Región de Valparaíso.
¿Cómo puede acelerarse la inversión y el acceso en salud en la región y en Chile?
Existen varias estrategias que pueden ayudar a ver un real progreso en inversión y acceso a la salud. Por ejemplo, superar la fragmentación de los mecanismos de coberturas, expandir el financiamiento y facilitar el acceso son claves para lograr sistemas de salud resilientes, sostenibles y equitativos, que permitan el desarrollo de comunidades sanas y prósperas.
Los líderes políticos juegan un rol fundamental para impulsar entornos favorables que incentiven la democratización de las innovaciones de próxima generación y reconozcan el valor de los medicamentos y diagnósticos innovadores.
En Roche comprendemos que es esencial coordinar estos esfuerzos entre los distintos actores del sector, para establecer políticas que promuevan un acceso equitativo y de calidad a la atención médica. Solo a través de un enfoque colaborativo y políticas adecuadas podremos superar estas barreras.