Una Historia con FuturoA History with a Future

01 Agosto 2006


Es gracias al trabajo arduo y a la perseverancia que hoy Chile tiene una relación de “beneficio mutuo” con los Estados Unidos, pero esto no debería ser una causa para la complacencia, advirtió el Senador Eduardo Frei, el orador invitado al desayuno de julio de AmCham. “Las amenazas existen y pueden... destruir lo que ha tomado años construir”, le dijo a los miembros de la Cámara y sus invitados.

Como presidente de Chile entre los años 1994 y 2000, el actual Senador fue parte del largo proceso de construcción de esta relación de beneficio mutuo. En el año 1994, anunció junto al Presidente William J. Clinton el comienzo de las negociaciones para la entrada de Chile al North American Free Trade Agreement (NAFTA) formado por los EE.UU., Canadá y México. Pero ese plan falló ya el Presidente Clinton no logró fast-track del Congreso, y no fue sino hasta el año 2003 que ambos países finalmente firmaron su Tratado de Libre Comercio (TLC).

El “beneficio” para Chile es evidente, afirmó Frei, quien actualmente preside el Senado. Desde que el TLC entró en vigencia el 1de Enero del año 2004, las exportaciones hacia los Estados Unidos han aumentado en más de un 30% cada año, señaló.

Pero “beneficio mutuo” significa ganancias para ambas partes, y también es importante preguntarse cúales son los beneficios para los Estados Unidos, continuó el Senador. Sugirió que dichos beneficios podrían ser principalmente en términos de las relaciones de los EE.UU. con el resto de la región.

“A decir verdad, creo que Estados Unidos no ha sido consistente en Latinoamérica y no parece considerarla como prioridad”, dijo. En su opinión, es ahí donde Chile puede ayudar. Su sólida amistad con los Estados Unidos podría ayudarle a este país de modelo para desarrollar sus relaciones con otros países a través de la región, sugirió el Senador.

“Se ha hablado mucho respecto a Chile como una plataforma de inversión para el resto de Latinoamérica”, agregó Frei, “ y... podría proporcionarle a los EE.UU. una plataforma política desde la cual reproducir este modelo con los otros países latinoamericanos”.

El Senador Frei también hizo observaciones sobre por qué Chile es tan atractivo como socio comercial. El sólido crecimiento le ha dado uno de los ingresos per cápita más altos de Latinoamérica, mientras que la baja corrupción y un ambiente competitivo le dan una ventaja aún mayor, afirmó. “Y nuestra fortaleza fiscal ha alcanzado niveles inimaginables 20 años atrás”, añadió.

Chile es un país pequeño, pero su integración internacional ha impulsado un crecimiento liderado por las exportaciones. Eso no sucedió por casualidad – “lo que hemos logrado es el resultado de una visión estratégica forjada hace años”, afirmó Frei. “Somos un país que ha sabido rescatar lo bueno de los más grandes y obviar lo malo”, añadió.

Sin embargo, Chile no puede permitirse dormir en sus laureles, insistió, y enfrenta un sinnúmero de desafíos. Los estándares educacionales son uno de los más importantes, observó, y con un quinto del presupuesto fiscal destinado a la educación, el problema no son los recursos. “Estamos educando a nuestro futuro, y si no realizamos mayores cambios en el sistema, la educación en Chile fracasará”, advirtió.

Pero, en otra área, los recursos sí son un problema. Chile no está gastando lo suficiente en investigación y desarrollo, argumentó Frei. Es un país rico en recursos naturales, pero no hace mucho por incorporar valor agregado a sus exportaciones, señaló. La innovación y la tecnología son áreas en las cuales Estados Unidos podría cooperar mucho más con Chile, les dijo a los asistentes al desayuno.

Respondiendo a una pregunta respecto a los recortes en el suministro de gas natural argentino (que fue introducido durante su gobierno), el Senador Frei recordó que lo veía como una fuente de energía limpia y barata, y lamentó que Argentina no haya respetado sus obligaciones. “Estoy muy conciente de que la base energética de Chile debe ser el agua... no podemos depender de fuentes energéticas extranjeras”, admitió.

El Senador Frei también se refirió al amplio panorama regional y su efecto en Chile. “No podemos ignorar el riesgo que se presenta debido a la aparición de populismos en la región”, afirmó. “Un vecindario que se alimenta de promesas de riqueza fácil y falsedades utópicas no se encuentra dentro de los intereses de Chile”, destacó.

El rendimiento de Chile durante estos últimos años demuestra que el camino de la estabilidad política y económica es el correcto, dijo, y ese es el camino en el cual debemos mantenernos, para seguir formando tratados de beneficio mutuo con los países más grandes del mundo. “Para crecer, las plantas necesitan buena tierra, agua y luz; la buena tierra de Chile se encuentra en los mercados del mundo,” concluyó el Senador Frei.

It is thanks to hard work and perseverance that Chile today has a “win-win” relationship with the United States, but that should not be a cause for complacency, warned Senator Eduardo Frei, the guest speaker at AmCham’s July breakfast. “The threats are there and can…destroy what it took years to build,” he told Chamber members and their guests.

As Chile’s president between 1994 and 2000, Frei was himself part of the long process of building that win-win relationship. In 1994, he stood alongside President William J. Clinton to announce the launch of negotiations for Chile’s entry into the North American Free Trade Agreement (NAFTA) formed by the U.S., Canada and Mexico. But that plan came adrift on President Clinton’s failure to obtain fast track authority from Congress and it wasn’t until 2003 that the two countries finally signed their Free Trade Agreement (FTA).

The ‘win’ for Chile is evident, noted Frei, who today chairs the Senate. Since the FTA came into force on January 1, 2004, exports to the U.S. have grown at over 30% per year, he pointed out.

But win-win means gains for both sides and it’s also important to look at the benefits for the United States, continued Frei. These could, he suggested, be mostly in terms of U.S. relations with the rest of the region.

“To be honest, I think the U.S. has not been consistent on Latin America and doesn’t seem to consider it a priority,” he said. That is where, in his view, Chile can help. Its solidly-grounded friendship with the U.S. could, he said, serve the latter as a model for developing its relations with other countries around the region.

“Much has been said about Chile as an investment platform for the rest of Latin America,” noted Frei, “and…it could provide the U.S. with a political platform from which to reproduce the model with the other Latin American countries.”

Senator Frei also looked at why Chile is such an attractive business partner. Strong growth has given it one of Latin America’s highest per capita incomes, he noted, while low corruption and a competitive environment give it a further edge. “And our fiscal strength has reached levels unimaginable just 20 years ago,” he added.

Chile is, of course, a small country, but set against that is the international integration that has driven its export-led growth. That didn’t happen by chance - “what we’ve achieved is the result of a strategic vision forged years ago,” noted Frei. “And we’ve managed to copy what’s good in larger countries while avoiding what’s bad,” he added.

But Chile cannot afford to rest on its laurels, he insisted, and must get to grips with a number of challenges. Educational standards are one of the most important, he observed, and with a fifth of the fiscal budget now going to education, the problem is not resources. “We are educating our future, and if we do not make major changes to the system, education in Chile will fail,” he warned.

But, in another area, resources are a problem. Chile is not spending enough on research and development, argued Frei. It is rich in natural resources, but does little to add value to its exports, he pointed out. Innovation and technology are an area in which the U.S. could cooperate much more with Chile, he told the breakfast.

In answer to a question about restrictions on supply of Argentine natural gas (which was introduced during his presidency), Senator Frei recalled that he saw it as a cheap and clean source of energy and lamented that Argentina has failed to respect its obligations. “I’m very conscious that Chile’s energy base must be water…we cannot depend on foreign sources of energy,” he admitted.

Senator Frei also looked at the broader regional picture and its effect on Chile. “We cannot ignore the risk posed by the appearance of cases of regional populism,” he said. A neighborhood fed on promises of easy riches and utopian falsehoods is not in Chile’s interest, he noted.

Chile’s performance over the past years shows that the road of political and economic stability is the right one, he said, and this is the road along which it must persist, continuing to form mutually-beneficial agreements with the world’s larger countries. “In order to grow, plants need good soil, water and light; the good earth of Chile is in the markets of the world,” concluded Senator Frei.
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