A poco más de un año de la implementación del TLC entre Chile y EE.UU., un estudio de AmCham explica la forma en que éste ha impactado el comercio bilateral, identificando los sectores y productos que han sido capaces de beneficiarse de las nuevas oportunidades de mercado.
El 2004 trajo muy buenas noticias para el comercio entre Chile y los Estados Unidos. El Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambas naciones entró en vigencia el 1º de Enero del 2004, eliminando de inmediato aranceles para más del 95% de las exportaciones chilenas a EE.UU., y para el 90% de los productos importados desde ese país.
Durante el año pasado, el comercio bilateral de productos creció en un 33,0%, alcanzando la cifra de USD 7.945 millones. Esto excedió la expectativa general de un crecimiento comercial a mediano plazo de un 30%, que igualmente era considerado como un inicio muy positivo para el TLC.
Las exportaciones chilenas a EE.UU. se incrementaron en un 31.7%, en el 2004, alcanzando un total de USD 4.569 millones, un récord en la historia comercial de ambos países. Esto no sólo fue atribuido a la reducción de tarifas, sino también al impacto positivo del TLC sobre la imagen país de Chile en EE.UU.
Norteamérica continúa siendo el mayor mercado de exportación para Chile y registró el 14.8% del total de los embarques en el 2004. Y no obstante el importante crecimiento de las importaciones chilenas desde EE.UU., el superávit comercial a favor de Chile, creció alrededor de un 24%, situándose en la cifra de USD 1.192 millones.
El año pasado, las importaciones provenientes de EE.UU., totalizaron USD 3.377 millones, con un incremento de un 34.7% con relación al año 2003, y que fueron incrementadas, en gran medida, por la eliminación de parte de Chile, del arancel general del 6% sobre casi todos los productos estadounidenses. Y lo que es más importante, los productos norteamericanos representaron el 15,1% de la totalidad de las importaciones chilenas, comenzando a recuperar su participación en el mercado de importaciones chilenas, que había caído desde el 25.5%, en 1995, a un 14.5%, en el 2003. Esta baja reflejó la competencia proveniente de otros países con convenios comerciales preferenciales -principalmente Argentina, Brasil, Canadá y México-, combinados con una devaluación del peso chileno, en relación al dólar durante dicho período.
En el 2004, 2.129 compañías chilenas exportaron 2.089 productos a EE.UU., mientras que 10.821 importadores trajeron 4.993 productos de origen norteamericano al país. Por lo menos, 120 compañías chilenas sin experiencia exportadora, vendieron productos a Norteamérica por primera vez, la principal de las cuales alcanzó una cifra cercana a los USD 22 millones.
Sin embargo, el impacto del TLC no solo está confinado a los ahorros resultantes de las reducciones arancelarias. También ha sido un apoyo para los exportadores y proveedores de servicios, ya que dicho tratado comercial le ha dado a Chile el más alto perfil que jamás haya podido imaginar, frente a los clientes y proveedores norteamericanos. Además, el marco legal del convenio ha incrementado el atractivo de Chile como destino para las inversiones estadounidenses -ya sea en forma de una decisión unilateral, o como parte de una sociedad mixta (joint venture) con empresas chilenas- y facilitó el ingreso de inversiones chilenas a los Estados Unidos.
Exportaciones chilenas
El sector que experimentó el mayor crecimiento en las exportaciones a EE.UU., durante el 2004, fue la industria láctea, seguida por el cobre y los textiles. El incremento en los envíos del metal rojo se debió, principalmente, al alto precio de esta materia prima en los mercados internacionales, mientras que el crecimiento de las exportaciones lácteas y textiles, fueron el resultado de la apertura de estos mercados en EE.UU., debido a las reducciones arancelarias del TLC.
En un logro fundamental de la diversificación continua de exportaciones chilenas, hacia industrias y productos no tradicionales con mayor valor agregado, nuevos productos y compañías exportadoras están obteniendo éxito y encontrando nichos de mercado en el país del Norte. Por ejemplo, durante el año pasado, la categoría de exportación con mayor crecimiento en el rango de “productos pequeños”, entre los USD 60.000 – USD 600.000, fue la madera compactada en placas y las piezas para la fabricación de muebles.
La exportación de estos productos alcanzó los USD 259.000, durante el 2004, o sea un crecimiento de 144.017%. Este es un ejemplo de un producto con mayor valor agregado, que se origina de un sector de exportación tradicional, que ha encontrado oportunidades de crecimiento en el mercado de EE.UU., con posterioridad a la eliminación, producto del TLC, de una tarifa arancelaria de importación del 3,7%.
Las exportaciones de aceite de oliva a los Estados Unidos experimentaron un crecimiento de 1.113%, alcanzando la cifra de USD 175.000. Norteamérica es el principal destino de exportación para este producto, que tiene un potencial de crecimiento importante para los próximos años.
De manera similar, las ventas de mantequilla chilena a EE.UU. crecieron alrededor de un 44.110%, en términos de valor y un 67.895%, en términos de volumen, alcanzando la cifra de USD 225.000 y de 95 toneladas durante el 2004, mientras que los envíos de queso se incrementaron en un 340%, a USD 1.8 millones y 452 toneladas. Para cada uno de estos grupos de productos, el TLC proporciona a los productores chilenos, una cuota libre de arancel: 300 toneladas de mantequilla y 1.432 toneladas de queso, durante el año pasado, la que será incrementada anualmente en un 7%, hasta que pase a ser “ilimitada” en el 2015. En el 2004, los productores sólo hicieron uso del 32% de ambas cuotas.
Diversos productos metálicos, con valores de exportación de entre USD 600.000 y USD 2.5 millones, también vieron incrementar sus ventas a EE.UU., durante el 2004. Las placas laminadas y anódicas de plomo crecieron alrededor de un 3.139%, a USD 1,7 millones, mientras que las bandas esmaltadas de acero sin aleaciones recubiertas con plástico crecieron alrededor del 578%, a USD 1.1 millones. Estos productos se beneficiaron de la eliminación de las tarifas arancelarias de entre 1 y 3%, existentes con anterioridad al TLC y, mientras que ellas se originan en la tradicional industria minera chilena, tienen valor agregado y son utilizadas como productos intermedios en la industria norteamericana.
Las alfombras de piso para vehículos, elaboradas de caucho vulcanizado, también experimentaron un incremento de 1.081%, alcanzando USD 1.0 millones, el año 2004. El TLC eximió a este producto terminado de un arancel del 2.7%.
Dentro del rango de USD 2,5 – USD 7,5 millones, algunos bienes de las industrias no tradicionales de plásticos y confiterías, vieron incrementos importantes en sus exportaciones. Las ventas de hojas y película plástica no celular, alcanzaron USD 4.1 millones, con un crecimiento del 373% y las exportaciones de confitería sin contenido de chocolate, crecieron alrededor de un 66%, llegando a los USD 4.4 millones.
Los envíos textiles también mostraron un fuerte incremento, especialmente en los jeans masculinos y chaquetas de lana, pantalones y ternos. Estos productos crecieron en alrededor de un 122%, alcanzando los USD 19.1 millones en exportaciones a EE.UU., durante el 2004.
Importaciones provenientes de EE.UU.
El sector con mayor crecimiento en importaciones provenientes de EE.UU., durante el año pasado, fue el de combustibles minerales -especialmente los combustibles destilados, tales como el gasóleo y el petróleo diesel- que crecieron alrededor de 381%, a USD 329 millones. Las importaciones de turborreactores, turbopropulsores y otras turbinas de gas, aumentaron alrededor del 311%, alcanzando la cifra de USD 62.6 millones, siendo los motores y partes de motores de aeronaves, responsables del 50% de esta cifra. Los equipos agrícolas y de agroindustria, registraron un incremento de un 148%, a USD 40.8 millones, mientras que las importaciones de fertilizantes crecieron en alrededor de un 92.6%, a USD 79.8 millones.
Esto reflejó el incremento de la demanda de productos agrícolas, para apoyar así el crecimiento de este sector, en la medida que las exportaciones chilenas aumenten y las tarifas sobre los productos de origen norteamericanos caigan. De manera similar, las importaciones de maquinarias para movimiento de tierras, utilizadas en las industrias de construcción y minera, crecieron en alrededor de un 69.9%, a USD 279 millones, demostrando también cómo los bienes de capital norteamericanos, apoyan la producción de las principales actividades económicas chilenas.
Los envíos de automóviles para pasajeros, provenientes de EE.UU. aumentaron alrededor de un 35.6%, a USD 49.3 millones, impulsados por una reducción en los impuestos, sobre los automóviles de lujo en Chile, así como por la exención del 6% del arancel general del país. Los camiones de volteo y otros vehículos motorizados para el transporte de productos crecieron alrededor de 84.7%, a USD 131.3 millones, proveyendo principalmente a la industria minera.
En términos de productos más pequeños que ingresan al mercado chileno, las importaciones de tejas de techo de cerámica, fabricadas en EE.UU., experimentaron un crecimiento de 2.253%, alcanzando los USD 171.000, mientras que aquellas de los simuladores de vuelos en tierra y otros dispositivos de capacitación de vuelo, incrementaron alrededor de 1.317%, a USD 192.000. Estos estuvieron dentro de las diez categorías de importación, de entre los USD 60.000 y USD 600.000, con mayor crecimiento en el 2004.
Chile importó USD 1.7 millones desde EE.UU., en redes fabricadas con materiales textiles, para diversos propósitos, representando un crecimiento de 214%. El setenta por ciento de estos ítems fueron utilizados en la industria pesquera y el 9.6% fueron redes de mallas y bolsas para la industria alimenticia.
Observando a los diez ítems de mayor crecimiento, con valores de importación en el rango de USD 2.5 millones a USD 7.5 millones, los aparatos de radar representaron el mayor valor, con una cifra de USD 5.0 millones, mostrando un incremento del 181%. De este total, los aparatos de ayuda de radio navegación, fueron responsables del 84.9% y los aparatos de control remoto, del 9.3%.
Los tractores fueron otra de las “estrellas” de las importaciones provenientes de EE.UU., durante el 2004, incrementándose en alrededor de 309%, a USD 24.5 millones, incluyendo tractores para acoplados (84%) y tractores para uso en la industria forestal (10.3%).
Los productos químicos inorgánicos de fabricación norteamericana, también estuvieron dentro de las diez categorías de importación de más rápido crecimiento, en diversos rangos de valor. El yodo, en la categoría de USD 60.000 – USD 600.000, aumentó alrededor de un 6.113%, a USD 261.000; y el trióxido de cromo en la categoría de USD 600.000 – USD 2.5 millones, creció alrededor de 1.704% a USD 887.000. En la categoría de USD 2.5 millones – USD 7.5 millones, el amonio anhidro aumentó cerca de 41.968%, a USD 3.1 millones y los sulfuros de sodio en solución acuosa, se incrementaron en alrededor de 2.917%, llegando a los USD 5.9 millones.
Conclusión
Las ventajas del TLC se han traducido en oportunidades concretas para los productores chilenos y norteamericanos de bienes de consumo, intermedios y de capital, con diversos rangos de valor. Esto demuestra la existencia de innumerables nichos de mercado y destaca la existencia de industrias con gran potencial en ambos mercados. Los patrones comerciales también ilustran medios, a través de los cuales ambos países se pueden complementar entre sí, como por ejemplo, Chile importa equipos agrícolas desde EE.UU. y exporta productos agrícolas, tales como frutas y aceite de oliva.
Este artículo es un resumen de un informe más extenso que está disponible en inglés y en castellano en el sitio en la red de Amcham (
www.amchamchile.cl). Para obtener información adicional o ayuda, agradeceremos contactar a Melissa Rekas (e-mail:
[email protected]).
Just over a year after the implementation of the Chile-U.S. FTA, an AmCham report looks at its impact on bilateral trade, identifying sectors and products that have been able to tap into new market opportunities.
The year 2004 brought very good news for trade between Chile and the United States. The Free Trade Agreement (FTA) between the two nations entered into force on January 1, 2004, immediately eliminating tariffs on more than 95% of Chilean exports to the U.S. and on 90% of the U.S. products imported into Chile.
During 2004, bilateral trade in goods grew by 33.0%, reaching US$7,945 million. This exceeded the general expectation of a 30% medium-term increase in trade and was considered a very positive start for the FTA.
Chilean exports to the U.S. increased by 31.7% in 2004, reaching a total of US$4,569 million, a record high in the two countries’ trade history. This was attributed not only to the reduction of tariffs but also to the FTA’s positive impact on Chile’s country image in the U.S.
The United States continues to be Chile’s largest export market and accounted for 14.8% of total shipments in 2004. And, in spite of an important increase in Chilean imports from the U.S., the trade surplus in Chile’s favor grew by 24%, reaching US$1,192 million.
In 2004, Chilean imports from the U.S. totaled US$3,377 million, up by 34.7% in 2003, boosted by the elimination of Chile’s 6% general tariff on almost all U.S. products. And, most importantly, U.S. products represented 15.1% of Chile’s total imports, beginning to recuperate their participation in the Chilean import market, which had fallen from 25.5% in 1995 to 14.5% in 2003. This drop reflected competition from other countries with preferential trade agreements - mainly Argentina, Brazil, Canada and Mexico - combined with a devaluation of the Chilean peso with respect to the dollar over that period.
In 2004, 2,129 Chilean companies exported 2,089 products to the U.S., while 10,821 importers brought 4,993 products of U.S. origin into the country. At least 120 Chilean companies without export experience sold goods to the U.S. for the first time, the largest reaching US$22 million.
However, the FTA’s impact is not confined to savings resulting from tariff reductions. It has aided exporters and service providers by giving Chile its highest profile ever in the minds of U.S. clients and suppliers. In addition, the agreement’s legal framework has increased the attractiveness of Chile as a destination for U.S. investment (either as a unilateral decision or as part of a joint venture with Chilean businesses) and facilitated the entrance of Chilean investment into the U.S.
Chilean exports
The sector that experienced the greatest growth in exports to the U.S. in 2004 was the dairy industry, followed by copper and textiles. The increase in copper exports was mainly an effect of the high price of this commodity on international markets, while the growth of dairy and textile exports resulted from the opening of these markets in the U.S. due to the FTA’s tariff reductions.
In a fundamental achievement for Chile’s continued export diversification towards non-traditional industries and products with greater value-added, new products and exporting companies are achieving success and finding market niches in the United States. For example, in 2004, the export category with highest growth in the US$60,000-US$600,000 range of “small products” was densified wood in plates and pieces for the fabrication of furniture.
Exports of these products reached US$259,000 in 2004, up by 144,017%. This is one example of a product with greater value-added, originating from a traditional export sector, that has found opportunities for growth in the U.S. market, following the FTA’s elimination of a 3.7% import tariff.
Olive oil exports to the U.S. experienced growth of 1,113%, reaching US$175,000. The U.S. is the principal export destination for this product, which has potential to grow significantly in the next few years.
Similarly, Chile’s sales of butter to the U.S. grew by 44,110% in terms of value and 67,895% in terms of volume, reaching US$225,000 and 95 tons in 2004, while exports of cheese increased by 340% to US$1.8 million and 452 tons. For each of these product groups, the FTA provides a duty-free quota for Chilean producers: 300 tons of butter and 1,432 tons of cheese in 2004, which will increase by 7% annually until becoming “unlimited” in 2015. Last year, producers took advantage of only 32% of both quotas.
Several metal products with export values of between US$600,000 and US$2.5 million also saw sales to the U.S. increase during 2004. Laminated and anode plates of lead grew by 3,139% to US$1.7 million while enameled bands of non-alloy steel covered with plastic rose by 578% to US$1.1 million. These products benefited from the elimination of pre-FTA tariffs of between 1% and 3% and, while they originate in Chile’s traditional mining industry, they have added value and are used as intermediate goods in U.S. industry.
Car floor mats made of vulcanized rubber also experienced an increase of 1,081%, reaching US$1.0 million in 2004. The FTA exempted this finished product from a 2.7% tariff.
In the US$2.5 million-US$7.5 million range, some products in the non-traditional industries of plastics and sweets saw significant increases in exports. Sales of sheets and film of non-cellular plastic reached US$4.1 million, up by 373%, and exports of sugar confectionery not containing chocolate increased by 66% to US$4.4 million.
Textile exports also showed strong growth, especially in men’s jeans and wool jackets, pants and suits. These products grew by 122%, reaching US$19.1 million in exports to the U.S. in 2004.
Imports from the U.S.
The sector with the highest growth in imports from the U.S. during 2004 was that of mineral fuels - mainly distilled fuel oils such as gas oil and diesel oil - which rose by 381% to US$329 million. Imports of turbo-reactors, turbo-propellers and other gas turbines grew by 311%, reaching US$62.6 million, with aircraft engines and parts representing approximately 50% of this amount. Agricultural and agribusiness equipment registered an increase of 148% to US$40.8 million, while imports of fertilizers grew by 92.6% to US$79.8 million.
This reflected increased demand for agricultural inputs to support growth in this sector as Chilean exports expand and tariffs on U.S.-made goods drop. Similarly, imports of excavation machinery, used in the construction and mining industries, grew by 69.9% to US$279 million, also demonstrating how U.S. capital goods support production in Chile’s principal economic activities.
Imports of passenger automobiles from the U.S. grew by 35.6% to US$49.3 million, boosted by a reduction in Chile’s luxury tax on automobiles as well as exemption from the country’s 6% general tariff. Dump trucks and other motor vehicles for the transport of goods rose by 84.7% to US$131.3 million, mainly supplying the mining industry.
In terms of smaller products entering the Chilean market, imports of U.S.-made ceramic roof tiles experienced growth of 2,253%, reaching US$171,000, while those of flight simulators and other flight training devices increased by 1,317% to US$192,000. These were among the ten import categories of between US$60,000 and US$600,000 with the highest growth in 2004.
Chile imported US$1.7 million in nets made of textiles for various purposes from the U.S., representing growth of 214%. Seventy percent of these items were for use in the fishing industry, and 9.6% were mesh nets and bags for the food industry.
Looking at the ten highest-growth items with import values of between US$2.5 million and US$7.5 million, radar apparatus represented the largest value at US$ 5.0 million, showing an increase of 181%. Of this total, radio navigational aid apparatus accounted for 84.9% and remote control apparatus for 9.3%.
Tractors were another “star” import from the U.S. during 2004, expanding by 309% to US$24.5 million, comprising road tractors for semi-trailers (84%) and tractors for use in the forestry industry (10.3%).
U.S.-made inorganic chemicals were also among the ten fastest-growing import categories in several ranges of value. Iodine, in the US$60,000-US$600,000 range, grew by 6,113% to US$261,000 and chromium trioxide, in the US$600,000-US$2.5 million range, grew by 1,704% to US$887,000. In the US$2.5 million-US$7.5 million range, anhydrous ammonia grew by 41,968% to US$3.1 million and sodium sulfides in aqueous solution increased by 2,917% to US$5.9 million.
Conclusion
The FTA’s advantages have translated into concrete opportunities for Chilean and U.S. producers of consumer, intermediate and capital goods in various ranges of value. This demonstrates the existence of innumerable market niches and highlights the existence of industries with great potential in both markets. Trade patterns also illustrate ways in which the two countries complement each other with, for example, Chile importing agricultural equipment from the U.S. and exporting agricultural products, such as fruit and olive oil.
This article is a summary of a more extensive report that is available in English and Spanish on AmCham’s website (
www.amchamchile.cl). For additional information or assistance, please contact Melissa Rekas e-mail:
[email protected]).