RSE: Un nuevo Marco para la Empresa

22 Agosto 2011

AmCham reconoce los programas de RSE que van en beneficio de la comunidad. Vea más información y postule aquí.


RSE: Un Nuevo Marco para Empresa


Por Javier Irarrázaval A. PUBLICADA EN DIARIO FINANCIERO, EL 11 DE AGOSTO
Presidente
AmCham


La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no sólo es un tema apasionante. Es uno que cobra cada vez mayor valor estratégico dentro de la empresa chilena. Es una herramienta, una manera de hacer los negocios, que ha evolucionado mucho en los últimos años y que ofrece oportunidades cada vez más importantes y es también parte integral de los planes de desarrollo de muchas de las mejores empresas.  Baste pensar la importancia que está adquiriendo en este marco el concepto de sustentabilidad de la actividad empresarial. Es el hoy el fundamento ineludible de las renovadas bases de la RSE, a la que se han ido subordinando las denominadas  "habilidades blandas" de quienes trabajan en la empresa, y consideraciones por el entorno en la que ésta opera, mediante el desarrollo innovador de metodologías  y modelos de negocios del tipo inclusivo.


El objetivo de la actividad empresarial  ha sido tradicionalmente la creación de riqueza. No obstante, este primer nivel de obligaciones ha sido objeto de cambio hacia lo que se denomina la creación de “valor compartido”. La obligación del empresario es, por tanto, primeramente con su empresa, sus propietarios y trabajadores, pero sin descuidar las variables de su entorno y de las relaciones con la comunidad.
Hoy importa tanto el qué se produce, como el cómo se produce. No sólo importa el balance económico. Importa el balance social y el medio ambiental Y la comunidad así lo entiende, exigiendo cada día más fuertemente a las empresas y a los empresarios para que adopten estas herramientas y principios de la responsabilidad social empresarial. En definitiva, que sean sustentables en el largo plazo en cada uno de estos tres ámbitos. Cuando la empresa no satisface estas exigencias, la presión de la comunidad hacen de este camino no una opción, sino una necesidad estratégica.

 En este marco –que se da a nivel mundial y no sólo en Chile- de mayores exigencias para la empresa, nos preguntamos cómo enfrentarán estos desafíos aquellas de menor tamaño. Nos preocupa cómo las Pymes o pequeños proveedores de grandes empresas puedan adaptar sus procesos productivos y sus modelos de trabajo para que cumplan con la normativa que se les está "imponiendo" desde más arriba ("Para ser proveedor mío, tiene que cumplir con los requisitos a, b, c, d...."). Nos preocupa no sólo que puedan acceder a la información adecuada, sino que estas nuevas exigencias sean posibles de financiar y no terminen por "ahogar" a estos pequeños empresarios que son los que aquí y en Estados Unidos generan la mayor cantidad de empleos.


¿Qué se puede hacer para ayudarlos? ¿Están las grandes empresas dispuestas a colaborar en este proceso? Por cierto que creemos que sí, y sabemos de muchas empresas que lo hacen en forma metódica y habitual, sobre todo porque son parte interesada en el proceso. Si no cuentan con variedad de proveedores, sus costos también crecerán. Por lo tanto, este es el camino donde todos ganan. Gana el empresario, gana su proveedor PYME y gana la sociedad en su conjunto. Solo así la empresa se asegura su sostenibilidad en el tiempo.

Como se trata de un camino nuevo y cambiante, iniciativas como el Premio AmCham al Buen Ciudadano Empresarial son un aporte concreto y por eso AmCham las impulsa y valora altamente. Y por noveno año consecutivo AmCham convoca a las empresas a presentar sus programas de RSE a este reconocimiento. Estamos convencidos que ha sido un aporte importante para el desarrollo de más y mejores programas sociales y comunitarios. La mayor difusión de lo que concretamente hacen las empresas en este ámbito deviene en modelos y prácticas para todo el mundo empresario. Reconocimientos como éste muestran que la conducta sustentable de las empresas es un camino posible y que hay experiencias en Chile que se pueden y deben compartir con la comunidad empresarial.

AmCham reconoce los programas de RSE que van en beneficio de la comunidad. Vea más información y postule aquí.


RSE: Un Nuevo Marco para Empresa


Por Javier Irarrázaval A. PUBLICADA EN DIARIO FINANCIERO, EL 11 DE AGOSTO
Presidente
AmCham


La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) no sólo es un tema apasionante. Es uno que cobra cada vez mayor valor estratégico dentro de la empresa chilena. Es una herramienta, una manera de hacer los negocios, que ha evolucionado mucho en los últimos años y que ofrece oportunidades cada vez más importantes y es también parte integral de los planes de desarrollo de muchas de las mejores empresas.  Baste pensar la importancia que está adquiriendo en este marco el concepto de sustentabilidad de la actividad empresarial. Es el hoy el fundamento ineludible de las renovadas bases de la RSE, a la que se han ido subordinando las denominadas  "habilidades blandas" de quienes trabajan en la empresa, y consideraciones por el entorno en la que ésta opera, mediante el desarrollo innovador de metodologías  y modelos de negocios del tipo inclusivo.
 
El objetivo de la actividad empresarial  ha sido tradicionalmente la creación de riqueza. No obstante, este primer nivel de obligaciones ha sido objeto de cambio hacia lo que se denomina la creación de “valor compartido”. La obligación del empresario es, por tanto, primeramente con su empresa, sus propietarios y trabajadores, pero sin descuidar las variables de su entorno y de las relaciones con la comunidad.
Hoy importa tanto el qué se produce, como el cómo se produce. No sólo importa el balance económico. Importa el balance social y el medio ambiental Y la comunidad así lo entiende, exigiendo cada día más fuertemente a las empresas y a los empresarios para que adopten estas herramientas y principios de la responsabilidad social empresarial. En definitiva, que sean sustentables en el largo plazo en cada uno de estos tres ámbitos. Cuando la empresa no satisface estas exigencias, la presión de la comunidad hacen de este camino no una opción, sino una necesidad estratégica.


 En este marco –que se da a nivel mundial y no sólo en Chile- de mayores exigencias para la empresa, nos preguntamos cómo enfrentarán estos desafíos aquellas de menor tamaño. Nos preocupa cómo las Pymes o pequeños proveedores de grandes empresas puedan adaptar sus procesos productivos y sus modelos de trabajo para que cumplan con la normativa que se les está "imponiendo" desde más arriba ("Para ser proveedor mío, tiene que cumplir con los requisitos a, b, c, d...."). Nos preocupa no sólo que puedan acceder a la información adecuada, sino que estas nuevas exigencias sean posibles de financiar y no terminen por "ahogar" a estos pequeños empresarios que son los que aquí y en Estados Unidos generan la mayor cantidad de empleos.
 
¿Qué se puede hacer para ayudarlos? ¿Están las grandes empresas dispuestas a colaborar en este proceso? Por cierto que creemos que sí, y sabemos de muchas empresas que lo hacen en forma metódica y habitual, sobre todo porque son parte interesada en el proceso. Si no cuentan con variedad de proveedores, sus costos también crecerán. Por lo tanto, este es el camino donde todos ganan. Gana el empresario, gana su proveedor PYME y gana la sociedad en su conjunto. Solo así la empresa se asegura su sostenibilidad en el tiempo.


Como se trata de un camino nuevo y cambiante, iniciativas como el Premio AmCham al Buen Ciudadano Empresarial son un aporte concreto y por eso AmCham las impulsa y valora altamente. Y por noveno año consecutivo AmCham convoca a las empresas a presentar sus programas de RSE a este reconocimiento. Estamos convencidos que ha sido un aporte importante para el desarrollo de más y mejores programas sociales y comunitarios. La mayor difusión de lo que concretamente hacen las empresas en este ámbito deviene en modelos y prácticas para todo el mundo empresario. Reconocimientos como éste muestran que la conducta sustentable de las empresas es un camino posible y que hay experiencias en Chile que se pueden y deben compartir con la comunidad empresarial.
 


 

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