RSE: Demos un paso más, por Michael Grasty
"Se debe...Se puede...Se valora.
El tema de la Responsabilidad Social Empresarial se puede y debe abordar desde muchos ángulos". Así comenzaba la carta que publicaramos en estas mismas páginas el año pasado.
AmCham reitera ese compromiso y esa voluntad al presentarles por segunda vez esta publicación. Lo hacemos, también,
al anunciar la cuarta convocatoria para presentar proyectos de RSE a la versión de nuestro Premio AmCham al Buen Ciudadano Empresarial.
Está claro que la RSE es una práctica ineludible para la empresa moderna. Y que ya no son "obstáculos" el giro, ubicación geográfica o tamaño de la empresa. En AmCham creemos que nuestra obligación no es sólo promover la RSE por razones éticas o para promover simplemente
las "buenas costumbres ciudadanas". Nuestro compromiso va más allá. Creemos que como Cámara Chileno-Norteamericana podemos aportar al enraizamiento de este nuevo enfoque a la actividad empresarial
desde varios ángulos.
Una manera de hacerlo es promoviendo todas aquellas acciones que tiendan a fortalecer en Chile el libre comercio.
¿Qué tiene que ver eso con RSE? Muy simple: en la medida que se asienten en Chile más y más empresas extranjeras,
especialmente norteamericanas,
éstas no sólo traen empleo e inversión. Traen consigo también, sus códigos de ética, sus prácticas laborales y también las prácticas de RSE que sus casas matrices implementan hace tiempo. Es el caso de muchas empresa s
de EE.UU. que están asentadas en Chile, las que hoy son reconocidas por diversas instituciones como líderes en el campo del cuidado del medio ambiente, buenas prácticas laborales o en RSE.
Creemos que el que se reconozcan sus planes y programas en estos ámbitos es una muestra de que han sabido hacer las cosas bien. Y un estímulo para que otros puedan hacer programas similares adaptados a sus circunstancias.
Otra manera es reconociendo y difundiendo programas de RSE. Es lo que buscamos con el Premio Buen Ciudadano Empresarial: reconocer el esfuerzo y difundirlo de manera de estimular a que otros sigan el ejemplo. De esta mane ra
creemos que se expanden los efectos de la RSE y de los programas en concreto.
Una tercera modo en el que podemos hacer un aporte
efectivo es promoviendo una discusión a fondo e informada
sobre el tema, incorporando la experiencia de Estados Unidos, de sus empresarios y ONG's en la materia. Es lo que realizamos mes a mes en nuestro comité de Alianza Social al que están invitados a participar todos nuestros asociados.
Y es lo que pretendemos hacer también
con la
realización de un seminario en el que abordamos no sólo la experiencia de la empresa, sino que también
discutir cómo la legislación
y la política tributaria pueden favorecer ( o desincentivar) la captación de fondos (o favorecer las donaciones) para programas de RSE de empresas o entidades sin fines de lucro.
Esta es otra forma que tiene nuestra Cámara de promover la RSE: aprovechar los contactos y experiencias de nuestros asociados para
discutir seriamente cómo mejorar el aporte a la comunidad desde los más diversos ángulos.
Porque hay que discutir TODOS los ángulos que favorezcan la implementación de más y más programas de RSE.
Hay quienes consideran que las obras de bien común, de ayuda social o lo que huela a "donación" tiene carácter filantrópico y no cae dentro del ámbito de la RSE. Entendemos que este es un tema que está comenzando a discutirse fuertemente. En AmCham creemos que no nos corresponde entregar una definición única o excluyente. Creemos sí que en la medida que aportemos a una mayor discusión del tema y de todas sus aristas, estaremos contribuyendo a crear conciencia de que las conductas empresariales socialmente responsables son ineludibles hoy.
Chile ya lleva cierto camino recorrido
en esta materia, pero creemos que hay que dar nuevos pasos. Uno de ellos es la mayor profesionalización de la RSE dentro de cada empresa.
Ya no se trata de que las empresas implementen un programa con fines marketeros "porque es lo políticamente correcto", "para mejorar la imagen" etc.
La experiencia internacional enseña que los programas no sólo deben ser de largo plazo, sino que
autosustentables en la medida de lo posible.
Chile afortunadamente cuenta con organizaciones capaces de ayudar a las empresas a idear planes que apunten a cumplir con estos dos aspectos y pronto, creemos existirán instancias que permitan "certificaciones" de estos programas, práctica a la que muy pocas empresas en Chile recurren.
Por cierto que a AmCham enorgullece haber sido de los
pioneros en Chile en la promoción de la RSE a través de la creación del Premio AmCham al Buen Ciudadano Empresarial. Pero esto mismo nos lleva a asumir el compromiso de perseverar en nuestro compromiso.
Michael Grasty
Presidente AmCham 2005-2007