La educación ocupa el primer lugar de la agenda del Gobierno en este momento, pero los estudiantes chilenos tendrán un oscuro futuro sin suministros de energía confiables. De hecho, la energía es uno de los temas de política publica más importantes a los que Chile necesita hacer frente si quiere continuar con su crecimiento económico y unirse al club de los países desarrollados para fines de esta década.
Suministros de energía más limpios y de menor costo son esenciales para mantener la competitividad del país, pero esto requerirá una mayor diversificación de la matriz energética del país. AmCham comprende la importancia que la energía tiene para el crecimiento de Chile y encabezó una iniciativa, anunciada por los presidentes Barack Obama y Sebastián Piñera en marzo, para crear el Consejo Empresarial Chile - Estados Unidos sobre Energía.
El 6 de octubre, AmCham celebró en el Hotel W en Santiago la ceremonia que marcó la creación del Consejo, la que fue inaugurada por el presidente de la Cámara, Javier Irarrázaval, quien también es presidente del Consejo. El embajador de Estados Unidos en Chile, Alejandro Wolff, y el ministro de Energía de Chile, Rodrigo Álvarez, también intervinieron en el evento, que contó con la asistencia de socios de AmCham y otros invitados.
“Este Consejo está en el centro de nuestra misión, que es promover el comercio y la inversión entre nuestros dos países”, afirmó Irarrázaval.
El objetivo del Consejo es crear oportunidades comerciales para empresas estadounidenses y chilenas en el área de energía; promover proyectos comerciales viables en energías limpias y eficiencia energética; y respaldar el desarrollo sustentable del sector energético en ambos países.
El consejo está abierto a todos los miembros del sector privado que deseen participar. Además proporcionará un foro para interactuar con autoridades de ambos países.
“Este Consejo puede hacer una importante contribución al inmenso desafío que enfrenta Chile en materia de energía en las próximas décadas”, indicó el ministro Álvarez.
El Consejo creó cinco grupos de trabajo que se concentrarán en los distintos desafíos que enfrenta. Estos grupos con sus respectivos coordinadores son: financiamiento (René Muga), marco regulatorio (Esteban Illanes), capacitación (Gerardo Barrenechea), tecnología (Gabriel Olguín) e infraestructura (Antonio Monzón).
Estados Unidos tiene una enorme experiencia en todas estas áreas, lo que beneficiará en gran medida a Chile. Esto incluye universidades líderes a nivel mundial, centros innovadores de investigación, experiencia regulatoria que es distinta en cada estado, e incentivos por el desarrollo de energías limpias, sostuvo Irarrázaval.
Cada uno de los grupos de trabajo estudiará las propuestas de un informe presentado recientemente por un panel de expertos al Ministerio de Energía a fin de determinar cómo el trabajo del Consejo puede complementarlos, indicó Irarrázaval.
“Chile debe ser competitivo. Y [en el mundo de hoy] claro está, para competir, y ganar, el componente energético es condición necesaria”, dijo Irarrázaval. Dado que los costos de los combustibles y la electricidad en Chile están entre los más altos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, u OCDE, encontrar fuentes nuevas y más baratas de energía debería ser una prioridad clave para el país, añadió.
El ministro Álvarez concordó en que los altos precios de la energía son una preocupación. Para lograr la meta del Gobierno de convertirse en un país desarrollado esta década, Chile debe crecer a una tasa promedio anual del 6%, lo que requiere más energía que sea más barata, más segura y más limpia, sostuvo.
“Tenemos que hacer un enorme esfuerzo en materia de eficiencia energética, pero aún entonces la demanda de energía se duplicará en la próxima década”, dijo Álvarez.
Considerando este crecimiento, las principales metas del Ministerio de Energía son seguridad energética, menores costos de la energía y protección del medio ambiente. Para cumplir estos objetivos, se requieren más proyectos de energías renovables no convencionales y de eficiencia energética, destacó Álvarez.
El Consejo puede desempeñar un papel importante en ayudar al Gobierno a lograr estas metas, al tiempo que también promueve nuevas oportunidades de negocios, pero la coordinación con el sector público es esencial, sostuvo Irarrázaval de AmCham.
A nombre del secretario de Energía de Estados Unidos, Steven Chu, el embajador Wolff felicitó a AmCham por la creación del Consejo.
“Estados Unidos y Chile tienen una agenda energética común”, dijo Wolff. “Suministros de energía limpios, seguros y accesibles son importantes para todos nosotros, pero los sectores público y privado deben trabajar en conjunto si queremos lograr nuestros objetivos”.
Wolff elogió el progreso de Chile en el desarrollo de fuentes de energía no basadas en hidrocarburos, pero afirmó que la mejor forma de mejorar la productividad y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que se ahorra dinero y se impulsa el crecimiento económico, es invertir en eficiencia energética. La experticia y experiencia de Estados Unidos en esta área podría beneficiar enormemente a Chile, añadió.
Chile y Estados Unidos tienen una larga historia de cooperación energética y comparten un enfoque en materia de seguridad energética, crecimiento sustentable y protección del medio ambiente, destacó Wolff. Chile ya es miembro de la Alianza de Energía y Clima de las Américas, que promueve las energías limpias y medidas para mitigar el cambio climático en la región.
En el marco de esta iniciativa, Chile ha creado el Centro de Energías Renovables (CER), diseñado para convertirse en el centro para la investigación en esta área de América Latina. En mayo, un grupo de expertos estadounidenses visitaron Chile para estudiar su potencial de energía geotérmica y los dos países están desarrollando un proyecto de energía solar en el desierto de Atacama.
“Esperamos que, con el Consejo, este tipo de iniciativas continúen y se expandan”, señaló Wolff.
Una de las primeras actividades del Consejo será reunirse con una misión comercial de energía de Illinois que visita el país del 23 al 24 de marzo del 2012. Además participará en la feria International Energy Fair (IFT Energy) que se celebrará en Santiago entre el 9 y el 11 de mayo. El objetivo de la feria, que es organizada por Kallman Worldwide y es auspiciada por el Gobierno de Chile, es exhibir tecnologías de energías limpias. “Queremos convertir a Chile en la capital de la energía del hemisferio”, afirmó Irarrázaval de AmCham.
Depende de las empresas chilenas y estadounidenses aprovechar las oportunidades creadas por el Consejo, pero AmCham está orgullosa de su participación en el lanzamiento de esta prometedora iniciativa bilateral. Como dijo el embajador Wolff: “el Consejo es una iniciativa que ofrece solo ventajas para ambos países”.
Julian Dowling es editor de bUSiness CHILE
Education is top of the government’s agenda at the moment but Chilean students will have a dim future without reliable energy supplies. In fact, energy is one of the most important public policy issues Chile needs to address if it is to continue its economic growth and join the club of developed countries by the end of this decade.
Cleaner, lower cost energy supplies are essential for maintaining the country’s competitiveness but this will require greater diversification of the country’s energy mix. AmCham understands the importance of energy for Chile’s growth and led an initiative, which was announced by President Obama and President Piñera in March, to create a US-Chile Business Council on Energy.
On October 6, AmCham held a ceremony at the W Hotel to mark the creation of the Council, which was opened by AmCham’s president, Javier Irarrázaval, who is also the president of the Council. The US Ambassador to Chile, Alejandro Wolff, and Energy Minister Rodrigo Álvarez also spoke at the event which was attended by AmCham members and other guests.
“This Council is at the core of our mission, which is to promote trade and investment between our two countries,” said Irarrázaval.
The objective of the Council is to increase business opportunities for US and Chilean companies in the energy area; promote viable commercial projects in clean energy and energy efficiency; and support the sustainable development of the energy sector in both countries.
The Council is open to all members of the private sector who wish to participate. It will also provide a forum to interact with authorities from both countries.
“This Council can make an important contribution to the immense challenge Chile faces in energy in the coming decades,” said Minister Álvarez.
The Council has created five working groups that will focus on the various challenges it faces. These groups with their respective coordinators are: financing (René Muga), regulatory norms (Esteban Illanes), training (Gerardo Barrenechea), technology (Gabriel Olguín) and infrastructure (Antonio Monzón).
The United States has a wealth of experience in all these areas which will greatly benefit Chile. This includes world leading universities, innovative research centers, regulatory experience which is different in each state, and incentives for clean energy development, said Irarrázaval.
Each of the working groups will study the proposals in a report recently submitted by a panel of experts to the Energy Ministry to determine how the Council’s work can complement them, said Irarrázaval.
“Chile needs to be more competitive in today’s world and energy is an absolutely vital component of this,” said Irarrázaval. With electricity and fuel costs in Chile amongst the highest in the OECD, finding new, cheaper sources of energy should be a key priority for the country, he added.
Minister Álvarez agreed that high energy prices are a concern. To achieve the government’s goal of becoming a developed country this decade, Chile must grow at an average 6% annually, which requires more energy that is cheaper, safer and cleaner, he said.
“We have to make a huge effort in energy efficiency but even then energy demand will double in the next decade,” said Álvarez.
Considering this growth, the Energy Ministry’s main goals are energy security, lower energy costs and environmental protection. To meet these goals, more non-conventional renewable energy and energy efficiency projects are needed, noted Álvarez.
The Council can play an important role in helping the government achieve its goals, while also promoting new business opportunities, but coordination with the public sector is essential, said AmCham’s Irarrázaval.
On behalf of the US Energy Secretary, Steven Chu, Ambassador Wolff congratulated AmCham on the Council’s creation.
“The US and Chile have a common energy agenda,” said Wolff. “Accessible, secure and clean energy supplies are important for all of us, but the public and private sectors must work together if we want to achieve our objectives.”
Wolff praised Chile’s progress in developing sources of energy not based on hydrocarbons, but said the best way to improve productivity and reduce greenhouse gas emissions, while saving money and driving economic growth, is to invest in energy efficiency. The United States’ expertise and experience in this area could greatly benefit Chile, he added.
Chile and the United States have a long history of energy cooperation and share a focus on energy security, sustainable growth and environmental protection, noted Wolff. Chile is already a member of the Energy and Climate Partnership for the Americas, which is promoting clean energy and measures to mitigate climate change in the region.
Under the framework of this initiative, Chile has created a Center for Renewable Energy (CER), designed to become Latin America’s center for research in this area. In May a group of US experts visited Chile to study its geothermal energy potential and the two countries are also developing a solar energy project in the Atacama Desert.
“We hope that, with the Council, these types of initiatives will continue and expand,” said Wolff.
One of the first activities of the Council will be to meet with an energy trade mission from Illinois on March 23-24, 2012. It will also take part in the International Energy Fair (IFT Energy) to be held in Santiago on May 9-11. The aim of the Fair, which is being organized by Kallman Worldwide and sponsored by the Chilean government, is to showcase clean energy technologies. “We want to make Chile into the energy capital for the hemisphere,” said AmCham’s Irarrázaval.
It is up to Chilean and US companies to take advantage of the opportunities created by the Council, but AmCham is proud of its involvement in launching this promising bilateral initiative. As Ambassador Wolff said, “the Council is an initiative that offers only advantages for both our countries.”
Julian Dowling is Editor of bUSiness CHILE