[:es]Ya está presente en Australia, Perú y Estados Unidos.En 2017, planea además de exportar a Washington, llegar
California y lanzar nuevos productos para la agricultura orgánica.
Por Kamila Cortez
La historia de Patagonia Biotecnología, firma que produce bio-estimulantes para distintos cultivos, comienza en 2002, bajo el nombre de Fartum, que en ese entonces comercializaba sus productos a nivel local. En 2013, Rebeca Gálvez, actual CEO y gerente general, tras estar a cargo de una empresa pesquera se sumó a este proyecto junto a David Hockley y Claudio Fernández.
“Encontramos este diamante en bruto, que era Fartum, con un producto que del punto de vista de la ciencia tiene muchos beneficios y excelentes resultados, pero que requería mayor gestión comercial, conexión y capital de trabajo”, comenta la ejecutiva, quien asumió la responsabilidad de hacer crecer la empresa y expandirla.
Gálvez señala que en estos casi 15 años de historia, la clave de Fartum ha sido la constancia en la investigación y el perfeccionamiento del producto. “Hoy contamos con uno de los bio-estimulantes más potentes del mercado. A nivel mundial podemos estar dentro de los mejores cinco, con la virtud de que es un producto 100% natural”, destaca.
El bio-estimulante aporta fitohormonas -hormonas naturales- que se producen en las algas marinas del mar chileno, las que son tratadas para que sean solubles. Se aplica a través del riego, de manera que las plantas lo puedan utilizar eficientemente, y es al mismo tiempo un proceso que no destruye las fitohormonas que ya tiene la planta.
Respecto de los beneficios del bio-estimulante, expresa que optimiza los rendimientos agrícolas, aumenta la producción por hectárea, mejora los calibres y la calidad de los productos, lo que se traduce en una mayor resistencia post cosecha.
“Hoy, el desafío más grande a nivel mundial es producir más alimentos en un número limitado de hectáreas, que se va reduciendo año a año. La población está creciendo y las hectáreas disponibles disminuyen. ¿Cuál es la manera de solucionar este problema?… logrando mejores rendimientos”, plantea la ejecutiva.
Añade que para la exportación esto es crucial, porque la fruta debe mantenerse en buenas condiciones durante los 90 días que demora en llegar al consumidor final.
Mayor presencia en EE.UU.
Actualmente, la firma cuenta con una oferta de 40 productos, ocho de ellos certificados para la agricultura orgánica, los que son comercializados a empresas como Viña Cono Sur, Viu Manent y Santa Rita.
“Cuando descubrimos que Fartum estaba buscando inversionistas tomamos este desafío y durante el primer año, en 2014, doblamos las ventas de la empresa en sus 12 años de historia. En 2015, las duplicamos y este 2016 estamos nuevamente incrementándolas en aproximadamente 70%”, afirma Gálvez.
Debido a estos buenos resultados, Patagonia Biotecnología ya está haciendo las primeras exportaciones a Australia, Perú y Washington, Estados Unidos. Y para 2017 planea exportar al estado de California.
“Hoy, nuestro fuerte a nivel local está en los arándanos, la uva de mesa, uva vinífera y hortalizas. En ese sentido, California es un mercado natural, porque es un espejo de Chile, tiene los mismos suelos y cultivos”, comenta la ejecutiva.
A los proyectos para el próximo año se suma el lanzamiento de dos nuevas líneas de productos, con el apoyo de Corfo, entre ellos un suplemento para la alimentación animal.
Patagonia Biotecnología es emprendedor Endeavor desde diciembre de 2015. Al respecto, su CEO comenta que tras ingresar aeste programa, tenían una meta de crecer 100 veces en los próximos cinco años, “pero los expertos de Endeavor internacional esperan que la firma crezca mil veces en ese período, lo que es muy ambicioso, pero a la vez, es un voto de confianza”, concluye Gálvez.[:en]Already present in Australia, Peru and certain parts of the US, the company now plans to begin exports to the American states of Washington and California, as well as to launch a new range of products for organic agriculture.
By Kamila Cortez
The story of Patagonia Biotecnología starts in 2002 when the company, then known as Fertum, began selling biostimulants for different crops at the local level. Jumping forward a decade, Rebeca Gálvez, current CEO of the firm and who previously worked in charge of a small fishing company, joined the project in 2013 together with David Hockley and Claudio Fernández.
“We found a diamond in the rough in Fertum, with a product that, from a scientific point of view, has numerous benefits and excellent results, but which required better commercial management, additional connections and working capital”, says Gálvez, who at the time was responsible for growing and expanding the business.
After almost 15 years of existence, Gálvez claims that the key to Fertum’s success has been the accuracy of the research and product refinement. “Today we have one of the strongest biostimulants on the market. Globally, we are probably in the top five thanks to our product being 100% natural”, she adds.
The biostimulant provides naturally occurring phytohormones that are produced in Chilean seaweed and treated to become soluble. Application is by means of irrigation, in such a way in which plants can maximize their efficient use of the biostimulant while also ensuring that they do not destroy their own existing phytohormones.
Regarding the benefits of the biostimulant, Gálvez affirms that they help to optimize production per hectare and improve the caliber and quality of the products, which means greater post-harvest resistance.
“Today, the greatest challenge on the global scale is producing increasing amounts of food across a limited number of hectares, which is decreasing year-on-year. Populations are growing and available hectares are shrinking. So what’s the way to resolve this problem? Achieving better yields”, she suggests.
Gálvez contends that this is critical for exports because fruit has to remain in a good condition for the 90 days it takes to reach the end consumer.
Greater presence in the United States
Currently, the firm supplies 40 products, eight of which are certified for use in organic agriculture and sold to companies such as Viña Cono Sur, Viu Manent and Santa Rita.
Gálvez explains that, “when we discovered that Fertum was looking for investors we took up the challenge, and during the first year, in 2014, we doubled the sales that the company had previously achieved over its preceding 12 years of existence. In 2015, we doubled them (again) and in 2016 we are increasing them by a further 70%, approximately”.
Thanks to these good results, Patagonia Biotecnología is already conducting its first exports to Australia, Peru and the US state of Washington. The plan for 2017 is to begin exporting to California.
“At present, our strengths at the local level are blueberries, table grapes, wine grapes and vegetables. As a result, California is a natural export market because it is very similar to Chile, with the same soils and crops”, she notes.
Additional projects for 2017 include the launch of two new product ranges, with the help of Corfo, the Chilean Economic Development Agency, including a supplement for animal feed.
Patagonia Biotecnología has been an Endeavor entrepreneur since December 2015. Accordingly, Gálvez describes how after becoming part of this program, the company established a target to grow a hundredfold over the course of the next five years. However, “the experts at Endeavor International expect the firm to grow a thousandfold in this period”, she proclaims, “which is incredibly ambitious, but at the same time a vote of confidence”.[:]