Mirando hacia el 2008Looking Ahead to 2008
UBS espera que para el 2008 el crecimiento mundial alcance un 3,7%, tras un moderado 3,4% en el 2007, impulsado principalmente por los países del G-7 y, particularmente, por Estados Unidos. Confiamos en que los precios de los commodities se mantendrán razonablemente sólidos durante los próximos dos años y, aunque prevemos que los precios del petróleo y del cobre tendrán un leve descenso, anticipamos que se mantendrán muy por encima de la media histórica. Esto es corroborado en gran medida por lo que observamos ahora en los mercados de futuros para las entregas de mediados del 2008. Además, con el crecimiento mundial razonablemente estable y una creciente demanda por los commodities en China e India, la demanda de estos últimos debiera seguir teniendo un buen soporte.
Hablando en términos amplios, si estas proyecciones para el contexto mundial resultan ser ciertas, pareciera que el ambiente externo de apoyo del que ha gozado Chile en los últimos años continuaría hasta el 2008. Si, además de eso, consideramos que Chile ha estado “volando a una altitud razonablemente alta”, sin acumular ni mucha presión inflacionaria ni desequilibrios externos (negativos), con el gobierno manteniendo sólidas posiciones fiscales y el Banco Central contando con altas y crecientes reservas en moneda extranjera, debiéramos tener razones para estar optimistas.
Nuestras proyecciones para la economía chilena en el 2008 giran alrededor de un ambiente con tendencia de crecimiento estable, que avanza gradualmente hacia un 5,5% a medida que continúa la reaceleración desde la pronunciada disminución registrada en el 2006. La recuperación de la demanda por inversión, incorporadas en nuestras proyecciones para el 2007, parcialmente ayudada por el fuerte incremento del gasto fiscal, debiera consolidarse en el 2008 a medida que la economía mundial comienza a repuntar. Nuestra proyección supone que la administración de Bachelet abordará exitosamente los temas energéticos que actualmente enfrenta.
La historia del 2008 se apoya en la demanda interna, pero con un consumo privado desempeña un papel de menor importancia que en el 2006 y en el 2007, al mismo tiempo que el crecimiento del empleo alcanza su máximo nivel y los incentivos monetarios siguen restringidos en el 2007. Creemos que el índice de precios al consumidor se mantendrá controlado, pero el efecto rezagado de una política monetaria restrictiva finalmente tendrá un costo sobre la demanda de los consumidores en el 2008, momento en el cual, con los precios del petróleo a la baja, llegando a USD 62 por barril, según las proyecciones (de UBS), el Banco Central comenzará a flexibilizar su política monetaria.
En el ámbito del exterior, esperamos que las exportaciones totales disminuyan levemente en el 2007 de manera acorde con el escenario de bajo crecimiento mundial, proyectado por UBS, pero los aún altos precios del cobre mantendrán la balanza comercial con un amplio superávit. De acuerdo al escenario mundial de “suave despegue”, que se contempla para el 2008, esperamos entonces que un cambio en el efecto cantidad ayude a compensar el deterioro de los términos de intercambio, al tiempo que una expansión de otros sectores exportadores reciban apoyo del gran número de tratados de libre comercio suscritos por Chile, el más reciente de ellos con China. Si bien se mantiene en territorio “saludable”, prevemos un deterioro de la cuenta corriente en el 2007 y una ligera recuperación en el 2008, mientras que la balanza comercial seguirá retrocediendo con respecto a su peak del 2006, mientras que los niveles de remesas de utilidades desde el exterior (como porcentaje del PIB) disminuirán en magnitud.
In 2008, UBS expects world growth to pick up to 3.7%, following a mild trough to 3.4% in 2007, propelled mainly by the G-7 countries and, particularly, the U.S. We are confident that commodity prices will remain reasonably robust over the next two years and, although we expect crude oil and copper to decline somewhat, we anticipate that they will remain well above historical means. This view is to a large extent corroborated by what we now see in the futures markets for mid-2008 deliveries. Additionally, with global growth reasonably robust and commodity-hungry China and India growing well, demand for commodities should remain well-supported.
Broadly speaking, if these projections for the global context prove true, it would appear that the supportive external environment enjoyed by Chile over the past few years would continue into 2008. If, on top of that, we consider that Chile has been cruising along at a reasonably high altitude, building neither much inflationary pressure nor external (negative) imbalances, with the government maintaining solid fiscal positions and the Central Bank enjoying a high and growing stock of foreign reserves, we should have some reasons to be upbeat.
Our projections for the Chilean economy in 2008 revolve around an environment of steady trend-like growth, gradually moving toward the 5.5% handle as the re-acceleration from the sharp slowdown registered in 2006 continues. The recovery of investment demand, which our 2007 forecasts incorporate, partly aided by the sharp rise in fiscal spending, should consolidate into 2008 as the global economy begins to turn around. Our forecast assumes that the Bachelet administration will successfully tackle the energy issues it currently faces.
The 2008 story remains one of domestic demand, but private consumption plays a lesser role than in 2006 and 2007 as employment growth peaks and monetary stimulus remains restrained in 2007. Aided by high bases of comparison, we believe the consumer inflation index will be kept in check, but the lagged effect of restrictive monetary policy will finally take a toll on consumer demand in 2008 at which point, with oil prices projected to decline to US$62/barrel (UBS forecast), the Central Bank will begin to ease monetary policy.
On the external front, we expect that total exports will decline slightly in 2007 in line with the below-trend global growth scenario forecast by UBS, but that still elevated copper prices will keep the trade balance at a wide surplus. In line with the “soft take-off” global scenario envisaged for 2008, we then expect a quantity-effect shift to make up for deteriorating terms of trade, while a pickup in growth from other export sectors receives support from the plethora of free trade agreements signed by Chile, most recently with China. While remaining in healthy territory, we see the current account deteriorating in 2007 and recovering slightly in 2008, with the trade balance continuing to come off its 2006 peak, while profit repatriation levels (as a percentage of GDP) decline in magnitude.