Michael Grasty Presidente de Amcham La Importancia de Estar EnfocadosAmCham President Michael Grasty The Importance of Focus
Michael Grasty recuerda que cuando se incorporó a AmCham a fines de los años 70, lo hizo como “soldado de infantería”. Pero continuó trabajando para formar el Comité de Ética de la Cámara y su Centro de Arbitraje y para luego convertirse en su secretario, y posteriormente en su tesorero. Hoy día, en su papel de nuevo presidente de la Cámara, Grasty -socio de Grasty Quintana Majlis & Compañía, un estudio de abogados de Santiago- cuenta a bUSiness Chile sus planes para AmCham, por los dos próximos años.
Como presidente de AmCham ¿cuáles serán sus prioridades?
Lo que me entusiasma, pero a la vez me atemoriza, es que se pueden hacer tantas cosas. Sin embargo, me quiero centrar en el valor y abarcar lo suficiente para que podamos agregar valor sustancial a nuestros objetivos. AmCham tiene algunos directores muy talentosos, no obstante, ellos también son personas muy ocupadas y me interesa que se concentren en los aspectos importantes, es decir, en aquellas áreas que agregan valor para los socios de la Cámara.
El TLC entre Chile y EE.UU. marcó el comienzo de una nueva etapa en la historia de AmCham…
Definitivamente estamos en una nueva etapa. Durante más de diez años, tuvimos a los socios de la cámara detrás del directorio, ayudándolo en sus esfuerzos por lograr el TLC. Ahora, creo que ha llegado el momento de devolver la mano. Tenemos que otorgar servicios directamente a nuestros socios, ayudándoles a aprovechar las nuevas oportunidades de hacer negocios—básicamente para ayudarlos a ayudarnos a cumplir nuestro primer objetivo, que es el de promover el libre comercio y la inversión entre Chile y EE.UU.
Hoy día vemos claramente un escenario muy próspero para Chile. Tenemos un TLC con el país más poderoso del mundo y ya estamos viendo los resultados, después de sólo un año de su entrada en vigencia. No obstante, no podemos echarnos para atrás y descansar. Tal vez el problema más serio que debemos enfrentar es la competencia. Muchos otros países están abriendo sus economías, y en el mundo actual, cada vez más globalizado, es muy difícil competir.
Ese es el desafío. Mi predecesor, Richard Diego, ha demostrado la forma de hacerlo lanzando iniciativas como PROCOM, que reúne a AmCham, SOFOFA, CORFO, McKinsey y Fundación Chile en la búsqueda de sectores que tienen potencial para lograr mayor competitividad. Ese es un excelente ejemplo del tipo de valor que AmCham puede agregar si se centra en ideas específicas.
¿Qué importancia le atribuye usted a las alianzas?
Eso es algo que Richard hacía muy bien y yo espero continuar su trabajo. Después de todo, los recursos de AmCham son limitados. Las alianzas -con SOFOFA, CORFO y, más recientemente, con la Confederación de la Producción y del Comercio bajo la presidencia de Hernán Somerville, y el con el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura, así como también con importantes organizaciones en EE.UU.- están adoptando un nuevo papel en las actividades de la Cámara, que espero desarrollar.
Sin embargo, el tiempo constituye una restricción…
He decidido no dedicar más de la mitad de mi tiempo a AmCham, a pesar de que existe una directa relación con la labor que realizo en mi propio estudio de abogados. Gran parte del trabajo que ejecuto en mi oficina particular implica conocer lo que está sucediendo en el mercado, y tratar de identificar oportunidades, y eso es también parte de lo que haré en AmCham. Afortunadamente, me he dado cuenta de que AmCham funciona sola. El personal está muy bien preparado y eso me da una tranquilidad enorme. Sin embargo, una de las claves será establecer prioridades. Después de todo, un buen líder es alguien que sabe priorizar.
¿Qué espera aportar personalmente a AmCham?
Mi padre era oriundo de Texas, mi madre de Chile, yo nací en Chile, me eduque en Estados Unidos y estudie derecho en Chile. Me siento cómodo en ambos lugares. Además, como abogado experto en comercio internacional, tengo más de 25 años de experiencia trabajando con diferentes industrias, en muchas actividades, no sólo en el aspecto legal, sino también, en los aspectos comercial e internacional. Esa es una parte importante de la experiencia que puedo aportar a AmCham.
Michael Grasty recalls that when he joined AmCham in the late 1970s, he did so as a “foot soldier”. But he went on to form the Chamber’s Ethics Committee and its Arbitration Center and to become its secretary and, subsequently, its treasurer. Today, as the Chamber’s new president, Grasty - a partner in Grasty Quintana Majlis & Cía, a Santiago law firm - talks to bUSiness CHILE about his plans for AmCham over the next two years.
As AmCham president, what will your priorities be?
What’s exciting and scary is that there are so many things that can be done. But I want to focus on value, on biting off just enough so that we can add substantial value to our objectives. AmCham has some very talented directors, but they’re also very busy people and I want to keep them focused on important issues, on those areas that add value for the Chamber’s members.
The Chile-U.S. FTA marked the start of a new stage in AmCham’s history…
Yes, it is a new stage. For over ten years, we had the Chamber members behind the board, helping the board in its efforts to obtain the FTA. Now, I think it’s payback time. We have to turn round and provide services directly back to our members, helping them to take advantage of the new opportunities to do business - basically to help them to help us to comply with our first objective, which is to promote free trade and investment between Chile and the United States.
Today, we have a pretty clear vision of a very prosperous scenario for Chile. We have an FTA with the world’s most powerful nation and we’re already seeing the results after just one year. But we can’t sit back and relax. Perhaps the biggest issue we need to deal with is competition. Many other countries are opening up, and today, in an increasingly globalized world, competing is very difficult.
That’s the challenge. And my predecessor, Richard Diego, has shown the way with initiatives like PROCOM that brings together AmCham, SOFOFA, CORFO, McKinsey, and Fundación Chile in seeking out sectors with the potential for greater competitiveness. That’s a brilliant example of the kind of value that AmCham can add if it focuses on specific ideas.
How much importance do you attach to alliances?
That’s something that Richard was very strong on and I plan to continue his work. After all, AmCham’s resources are limited. Alliances - with SOFOFA, CORFO and, more recently, the Confederation of Industry and Trade under Hernán Somerville, and the Chilean-North American Institute of Culture as well as with important organizations in the United States - are taking on a new role in the Chamber’s activities that I hope to develop.
But time is a constraint…
I’ve decided not to spend more than half of my time on AmCham, although there’s an overlap with my own law firm - a lot of the work I do involves knowing what’s happening in the market, trying to identify opportunities, and that’s part of what I’m going to be doing for AmCham as well. Fortunately, what I’ve found is that AmCham runs itself. The staff are very well-prepared and that’s tremendously reassuring. But one of the keys will be to set priorities. After all, a good leader is someone who knows how to prioritize.
Personally, what do you hope to contribute to AmCham?
My father was a Texan, my mother is Chilean, I was born in Chile, I was educated in the States, and I did law school in Chile. And I’m comfortable in both places. In addition, as an international business lawyer, I have over 25 years of experience working with different industries in many activities, not just on the legal side, but also on the commercial and international side. And that’s an important part of the expertise I can bring to AmCham.