Expertos y representantes de los principales gremios y sectores productivos alertan sobre el crecimiento del empleo público y como éste afectaría la evaluación real de la tasa de desempleo.
Por Kamila Cortez y Catalina Jofré
La desaceleración económica sumada al clima de incertidumbre, como resultado de las reformas impulsadas por el Gobierno, han generado dudas sobre el real estado del mercado laboral chileno, qué cambios está viviendo y cómo se proyecta a 2016.
La cifra de desempleo dada a conocer por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) para el trimestre móvil mayo-julio indica que éste se situó en 6,6%, en línea con las expectativas, lo que representa un incremento de 0,1 punto porcentual, respecto del trimestre móvil anterior y en doce meses. Contrastando con la tendencia en torno a 6,1% que se registró entre los períodos septiembre-noviembre de 2014 y febrero-abril de 2015.
Considerando esta cifra y la desaceleración económica que vive el país, hecho que se confirma con la proyección a la baja de crecimiento para 2015 hecha por el Banco Central y situada en un rango entre 2% y 2,5%, distintos actores manifiestan preocupación sobre el deterioro del mercado laboral.
Uno de los mayores cuestionamientos es la cantidad de empleos creados por el sector público, en desmedro de los impulsados por el sector privado. Al respecto, Antonio Horvath, director ejecutivo del Instituto Libertad, señala que al tener de empleador al Estado se dan trabajos de baja calidad y conlleva una “alerta”, pues lo natural es que en una economía sana el promotor del desarrollo sea el sector privado.
“Todas las señales muestran que hay un retroceso del sector privado muy grande y eso no se ve en las cifras de desempleo hasta ahora, porque ha sido absorbido por el sector público. Lamentablemente el Gobierno busca a través de la generación de empleo esconder la cifra real de desempleados y yo me pregunto qué es lo que hacen esas personas del sector público si claramente el Estado funcionaba sin ellas”, plantea Horvath.
Es este sentido, Juan Andrés Fontaine, consejero del Instituto Libertad y Desarrollo y ex Ministro de Economía, durante el gobierno de Sebastián Piñera, comenta que “es muy posible que al incorporarse la expansión fiscal que refleja los datos del INE y proyectando que durante el próximo año la política fiscal inevitablemente va a tener que tornarse más restrictiva, es muy posible que el desempleo comience a crecer para situarse el próximo año entre 7% y 8%”.
Desde el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Universidad Católica (Clapes - UC) también alertan sobre el cambio de la composición en la calidad del empleo en forma negativa. Según un informe elaborado en junio de 2015 por economistas de Clapes - UC, desde el trimestre diciembre 2014 a febrero de 2015 se registró una fuerte moderación en el crecimiento del empleo, llegando a 0,8% en el trimestre febrero-abril de 2015.
El informe, además, consigna que si bien no existe una definición única de empleo precario ni de calidad, un análisis adecuado debiese considerar factores que permitan establecer cuán protegido se encuentra el trabajador, por ejemplo, a la existencia de un contrato escrito y contar con previsión social, cotizaciones de salud, seguro de desempleo y no ser subempleados (corresponde a una jornada completa o parcial voluntaria). En este sentido, los trabajos que cumplen estos criterios corresponden a 47,9% de la creación total de empleo en 2014. En cambio durante el período 2010-2013, el empleo de calidad representó 63,7% de la creación total.
La visión de los gremios
Desde algunos gremios advierten que las cifras oficiales entregadas trimestralmente por el INE aún no evidencian los efectos de un freno en la actividad económica. Patricio Crespo, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), apunta a que esto sucede porque el empleo público -administración pública y servicios sociales- ha registrado un fuerte incremento a la par de áreas puntuales como la inmobiliaria, “pero el freno sí se advierte ya en la minería, la industria y el comercio”, sostiene.
En esta línea, señala que la agricultura, encontrándose aún en la parte baja del ciclo de ocupación, presenta un nivel de empleo levemente más alto que el trimestre mayo-julio de 2014 con ocho mil ocupados más y que de mantenerse esta tendencia es probable que la ocupación alcance niveles más altos que la temporada anterior.
Otro sector relevante en términos de mercado laboral es la minería. Allí Álvaro Merino, gerente de estudios de la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) comenta que respecto de 2014, el sector ha perdido cinco mil empleos (2,3%) en el primer semestre de este año, siendo la minería una de las actividades económicas donde porcentualmente se manifiesta con mayor fuerza la baja en la ocupación.
La paralización de proyectos mantiene al sector en una posición incierta, reconoce Merino. “Para el año 2012 Sonami estimaba inversiones por US$ 110.000 millones para los siguientes 10 años, en tanto que hoy más de la mitad de ese monto está detenida o en revisión”. Recientemente la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) disminuyó su carpeta de proyectos mineros de US$ 105.000 millones a US$ 77.000 millones para los próximos diez años.
Desde la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), Fernando Alvear, gerente general, destaca la tasa de creación de empleos asalariados -los de mayor calidad- que sigue mostrando cifras positivas, por sobre 2% en 12 meses. El ejecutivo, no ve un aumento de la tasa de desempleo al cierre del año, ubicándola en torno a 6,6%, mientras que para 2016 proyecta que pueda alcanzar valores cercanos a 7%.
En tanto, durante agosto, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) dio a conocer cifras que indicaban una disminución de la creación de puestos de trabajo asociados a nuevos proyectos. En la duodécima edición del Observatorio de la Inversión, que realiza un catastro de proyectos en construcción, por ejecutar y potenciales, actualizó las estimaciones de la demanda de capital humano requerido por los diversos proyectos de inversión y, al mes de junio de 2015, evidenció una contracción, pasando de 484.542 en 2014 a 436.348 plazas en 2015, lo que se traduce en una diminución de 9,9%.
Efectos de las reformas
Ante este panorama de desaceleración económica y aumento en la tasa de desempleo, la reforma laboral propuesta por el Gobierno despierta suspicacias en los distintos actores sobre los efectos que ésta pueda tener en el mercado laboral.
Al respecto, Hermann von Mühlenbrock, presidente de Sofofa, señala que “al principio, la gente va a privilegiar una unidad de capital por sobre la contratación de personas, con una economía que trabaje con tasas de desempleo más altas, pero va a depender básicamente del crecimiento”.
En esta misma línea, Fontaine de LyD, comenta que la orientación de la reforma laboral y el efecto redistributivo desde las rentas de la empresa hacia los sueldos de los trabajadores, desalienta la contratación y obliga a que las empresas busquen otras formas de producir con mecanización de faenas y reducción de plantas de trabajadores. A esto se suma un clima poco propicio para la inversión y el emprendimiento asociado a otras reformas y anuncios.
Si bien es difícil medir con precisión los efectos de la reforma laboral en el mercado del trabajo, el ejecutivo de la CPC argumenta que ésta no apunta en la dirección de buscar incentivos para favorecer a los grupos que tienen mayores dificultades para acceder al mercado laboral. Se trata de las mujeres, cuya participación es del orden de 50% y jóvenes entre 15 y 24 años que alcanzan a 36,3%, proporción ampliamente menor en comparación con países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y América Latina.
Desde los gremios apuntan a que la propuesta de reforma laboral no considera las particularidades de cada sector productivo del país, alterando el funcionamiento del mercado.
Crespo de la SNA advierte que la iniciativa “presenta un desconocimiento de la realidad de nuestro sector y una subestimación de los negativos efectos que se pueden generar en nuestra actividad, donde el trabajo con seres vivos es la base (…). En la agricultura la negociación se hace a diario en la gran mayoría de las empresas con trabajo temporal, sin embargo, pareciera que en la iniciativa que se discute no se concibe el trabajo temporal como deseable”.
Desde el rubro minero, en tanto, expresan una preocupación del no reemplazo absoluto en huelga, puesto que existen ciertas actividades del sector que se necesitan mantener por motivos ambientales o de conservación de equipos, por ejemplo, el control de soluciones o efluentes en plantas de procesos. Esto, podría generar un desequilibrio en la negociación colectiva causando daños a las empresas y perjudicando a los trabajadores involucrados.
No sólo la reforma laboral podría tener impactos negativos en el mercado laboral. Según plantea Antonio Horvath, la reforma tributaria también podría tener repercusiones. “No responsabilizo sólo a la reforma laboral, le doy responsabilidad al concepto de la retroexcavadora (…). La Presidenta (Michelle Bachelet) insiste en seguir adelante con un programa de reformas profundas a una velocidad que no corresponde, que no son la respuesta que la ciudadanía está esperando y que claramente acrecientan un daño a todos los sectores productivos del país”. Argumenta también que el impacto no sólo se concentra en el empleo, sino que afecta a las familias de clase media.
Lo cierto es que desde el punto de vista de los actores del mercado laboral, el escenario económico, los cambios en la composición del empleo -aumento del trabajo público- y la discusión en torno a la reforma laboral, están impactando e impactarán el desarrollo del mercado del trabajo.
Experts and representatives of the main professional associations and productive sectors warn of the growth in public employment and how it could affect evaluations of the real unemployment rate.
By Kamila Cortez and Catalina Jofré
Economic slowdown and a climate of uncertainty caused by the reforms pursued by the government have raised doubts regarding the genuine state of the Chilean labor market, the changes to which it is being subjected and projections to 2016.
The unemployment rate recorded by the Institute of National Statistics (INE) for the moving quarter May – July was 6.6%. This is in line with expectations and represents an increase of 0.1% compared to the previous moving quarter and 12 month period. It contrasts with the trend of 6.1% recorded from September – November 2014 and February – April 2015.
Given this figure and the national economic slowdown, which has been confirmed by the low growth projection of between 2% and 2.5% by the Central Bank for 2015, different actors are warning of a decline in the labor market.
One of the major questions concerns the amount of jobs being created in the public sector at the expense of those being promoted in the private sector. Accordingly, Antonio Horvath, Executive Director of Instituto Libertad, believes that having the state as a major employer results in low quality jobs and that the trend should represent a “warning”, since a natural part of a healthy economy is the promotion of private sector development.
“All the signs point to a very strong decline in the private sector not yet reflected in the unemployment figures, because it has been absorbed by the public sector. Unfortunately, the government is hiding the real unemployment figure by seeking to create jobs, and I wonder exactly what these people are doing in the public sector if previously the state clearly functioned without them”, says Horvath.
Similarly, Juan Andrés Fontaine, adviser to Instituto Libertad and former Minister of Economy under the government of Sebastián Piñera, states that, “it is very possible that in addition to the fiscal expansion reflected by the INE findings and by projecting that over the next year fiscal policy will inevitably become more restrictive, it is likely that unemployment will begin to rise to between 7% and 8% in 2016”.
The Latin American Center for Economic and Social Policy of the Universidad Católica (Clapes – UC) also warns of the negative impact of the changes to job quality and composition. According to a report compiled by economists from Clapes – UC in June 2015, from the first quarter of December – February 2014 a significant change in the growth of employment was registered, reaching 0.8% in the quarter February – April 2015.
The report also indicates that while there is no single definition of precarious or quality employment, appropriate analysis should consider numerous factors that can be used to gauge just how secure a worker is. For example, this includes a written contract and pension cover, healthcare contributions, unemployment insurance and not being underpaid (in terms of full-time or part-time voluntary work). As such, jobs that fulfil these criteria represent 47.9% of all positions created in 2014. In contrast, from 2010 – 2013, 63.7% of all jobs created were deemed quality employment.
The view from professional associations
Certain professional associations warn that the official quarterly figures published by the INE still do not document the full effects of the economic slowdown. Patricio Crespo, President of the National Society of Agriculture (SNA), says that this is because public employment (public administration and social services) has undergone a significant rise in conjunction with other isolated areas, such as real estate, but that, “the slowdown is evident in mining, industry and trade”.
Crespo explains that in terms of agriculture, the sector is still in the low cycle regarding job activity, with employment slightly higher than in the quarter May – July 2014, with 8,000 more jobs. He says that if this trend continues, it is likely that employment will exceed levels from the previous season.
Another significant sector in terms of the labor market is mining. Álvaro Merino, Research Manager at the National Society of Mining (Sonami) says that compared to 2014, the sector has lost 5,000 jobs (2.3%) in the first quarter of this year. Indeed, mining is an area of economic activity with one of the highest rates of employment reduction.
The suspension of projects, according to Merino, means the sector finds itself in an uncertain position. “For 2012, Sonami estimated that investment would total US$110 billion over the subsequent ten years, while today over half of this amount has been suspended or is under review”, he says. The Chilean Copper Commission (Cochilco) has recently reduced its mining project portfolio from US$105 billion to US$77 billion for the next ten years.
The General Manager of the Confederation of Production and Commerce (CPC), Fernando Alvear, stresses that the job creation rate (of high quality positions) continues to be positive, with growth of more than 2% over the 12 month period. He does not believe that unemployment will rise by the end of the year, placing it at about 6.6%, although for 2016 he projects it to rise to almost 7%.
Furthermore, in August the Chilean Federation of Industry (Sofofa) published figures indicating a reduction in the creation of jobs associated with new projects. In its twelfth edition of the Investment Observatory report, which provides a breakdown of projects under construction, under way and with future potential, an update is provided of estimates relating to the demand of human capital required for the different investment projects. To June 2015, a contraction from 484,542 jobs in 2014 to 436,384 in 2015 was documented, corresponding to a reduction of 9.9%.
The impact of the reforms
Against the background of an economic slowdown and a rising unemployment rate, the labor reform proposed by the government is causing mistrust across the different actors involved in terms of the effects it might have on the labor market.
Accordingly, Hermann von Mühlenbrock, President of Sofofa, says that, “to begin with, people will favor a unit of capital over hiring people, with an economy operating with higher rates of unemployment, but (that) it will essentially depend on growth”.
Similarly, Fontaine from Instituto Libertad says that the aim of the labor reform and the redistributive effect of company income being directed towards worker salaries discourage hiring and oblige businesses to seek alternative methods of production by mechanizing tasks and reducing plant staff. In addition, the climate is not conducive to investment or entrepreneurship associated with other reforms and announcements.
While it is difficult to accurately measure the effects of this reform on the labor market, Fernando Alvear from the CPC argues that it fails to incentivize groups which find it harder to access the labor market. These groups include women, whose participation is around 50%, and young people between 15 and 24 years old, for whom the figure is 36.3%. These findings are generally lower than comparative statistics from other countries in the Organisation for Economic Co-operation and Development and Latin America.
Professional associations stress that the proposed labor reform does not take into account the specific realities of each productive sector in Chile, thereby disrupting the workings of the market.
Crespo from the SNA warns that the initiative, “shows a lack of awareness regarding the reality of our sector and an underestimation of the negative effects that could arise in our area of business, which is based on the work of human beings (…). In agriculture, daily negotiations take place in the overwhelming majority of companies with seasonal work. (H)owever, it seems that in the initiative being discussed seasonal work is not considered desirable”.
In the mining sector, there is concern over the issue of the complete non-replacement of workers on strike. The preoccupation stems from the fact that certain mining activities need to ensure work teams remain in place at all times for environmental or conservation purposes, such as solution controls or processing effluents in process plants. This could generate an imbalance in collective bargaining that damages companies and is detrimental to the workers involved.
It is not only the labor reform which may have negative impacts on the labor market. According to Antonio Horvath, the tax reform might also have undesirable repercussions. “I do not only hold the labor reform responsible, but also the stubborn attitude to push ahead regardless. The president (Michelle Bachelet) insists on pursuing a program of deep reforms at an unnecessary speed, which do not provide the answers the public is hoping for and which are clearly damaging the productive sectors of the country”. He also argues that the impact will not only be felt in the area of employment, but also by middle class families.
From the point of view of labor market representatives, it is clear that the economic scenario, changes being made to employment composition (such as the increase in public employment), and discussions relating to the labor reform are all affecting, and will continue to affect, the development of the job market in Chile.