Para los ejecutivos chilenos, ir a estudiar a Estados Unidos puede mejorar las perspectivas laborales, pero también puede ser costoso y a menudo pone bajo presión a la familia y a la vida laboral. Para resolver este dilema, muchos ejecutivos están recurriendo a programas flexibles de MBA ejecutivo con doble titulación, los que prometen ayudarles a destacar entre la competencia mientras obtienen un título de una universidad en Chile y una en Estados Unidos al mismo tiempo.
Los potenciales estudiantes de MBA pueden escoger entre varios programas en Chile que cuestan hasta US$ 30.000 y demoran hasta dos años en finalizarse. Los programas varían en calidad y enfoque, pero la mayor parte están acreditados por la estadounidense Association to Advance Collegiate Schools of Business (AACSB) y/o por la Association of MBA (AMBA), la autoridad en la educación de posgrado en negocios del Reino Unido.
Las universidades que ofrecen programas ejecutivos de MBA con doble titulación incluyen a instituciones tradicionales como la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile así como a entidades privadas tales como la Universidad Adolfo Ibáñez y la Universidad del Desarrollo.
El prestigio internacional de muchas universidades chilenas también las ha ayudado a asociarse con algunos de los programas de MBA más grandes de Estados Unidos y Europa.
Escoger un programa a menudo tiene que ver -en primer lugar- con la razón para volver a estudiar. Algunos ejecutivos quieren avanzar en sus carreras subiendo en la escalera corporativa, mientras que otros quieren cambiarse a un área de negocios diferente. Sin embargo, Shaun Sheffield, fundador y gerente general de The Austral Group, quería iniciar una empresa.
The Austral Group, empresa de servicios educacionales dedicada a organizar giras internacionales de estudio para MBA ejecutivos en América del Sur, comenzó como un proyecto de clases para el programa de doble titulación del que Sheffield, originario de Indiana, se graduó en el 2005.
Su idea surgió en una clase de emprendimiento denominada “Creación de Empresas” como parte del programa Executive MBA for the Americas ofrecido de manera conjunta por la Universidad de Chile y la Tulane University de Nueva Orleáns.
“Los principales programas de MBA en Chile son muy sólidos, pueden competir a nivel regional y los dos o tres más importantes pueden competir a nivel global en términos de la calidad de los profesores, la entidad y sus instalaciones”, señala Sheffield.
En un mundo globalizado, cuando las fronteras son cada vez más permeables y los mercados emergentes como el de Chile dependen de hacer negocios en el extranjero, las ventajas de este tipo de programas son numerosas.
“Hay una nueva forma de hacer negocios que toma en cuenta los paradigmas del mundo desarrollado además de los del mundo en desarrollo, y quienes conocen ambos están mejor preparados para aprovecharlos”, afirma Alejandro Ruelas, profesor y director académico de la Adolfo Ibáñez School of Management en Miami.
Tras abrir su campus en Miami en el 2006, la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago se convirtió en la primera universidad latinoamericana en ofrecer un programa acreditado de MBA en Estados Unidos. Y, este año, selló un acuerdo con la John Anderson School of Management de la UCLA para el programa Global Executive MBA para las Américas de doble titulación.
Destacándose del Resto
Los chilenos a menudo son clasificados de acuerdo con lo que estudiaron en la universidad y despegarse del molde puede ser difícil, pero volver a estudiar ofrece un camino alternativo.
Un programa con doble titulación entrega a los ingenieros comerciales o civiles comunes la posibilidad de destacarse de la multitud al exponerlos a nuevas ideas a través de la interacción con nuevas culturas.
“El título hace la diferencia entre dos personas que están igualmente calificadas para el mismo empleo”, explica Leslie Cooper, socia y directora ejecutiva de la firma de búsqueda de ejecutivos con sede en Santiago HK Human Capital.
El programa Executive MBA, como el nombre lo indica, está diseñado específicamente para profesionales y ejecutivos con experiencia, a diferencia de quienes están recién titulados cuyos currículos por lo general están repletos de experiencia educacional y pasatiempos.
Si bien la mayoría de los estudiantes en estos programas proviene del área de negocios o la ingeniería, esto no es un requisito. Abogados, agrónomos, periodistas y otros también participan para obtener un profundo conocimiento del mundo de los negocios.
“La mezcla es muy poderosa. Estos programas ofrecen la posibilidad de salirse de lo convencional”, sostiene Cooper.
Cooper, quien tiene un Masters of Arts en Economía de la North Texas State University, estima que los profesionales chilenos a menudo caen en la trampa de estudiar como pregrado una carrera del área de los negocios, para luego trabajar en un campo relacionado y después volver a estudiar con compañeros que tienen una formación similar para hacer un MBA.
“La exposición de los estudiante y los profesores a otros países en un programa internacional de MBA da a los alumnos las herramientas para ver los problemas desde un ángulo diferente, lo que conduce a la innovación”, indica.
La Ventaja Local
Si bien el enfoque específico adoptado por las distintas universidades con sus programas de MBA varía, como por ejemplo el énfasis de la Universidad del Desarrollo en el emprendimiento y el objetivo de la Pontificia Universidad Católica de crear ejecutivos de primer nivel, algunos elementos son estándar.
Las clases normalmente se imparten ya sea dos veces por semana en las noches o mediante un programa de fin de semana, que se reúne una vez cada tres semanas para tener clases el viernes, el sábado y el domingo.
El inglés es un requisito y normalmente se exige a los estudiantes aprobar el examen TOEFL para poder ingresar al programa. Los profesores visitantes dictan sus cátedras en inglés, la mayoría de los textos de estudio están en inglés y los estudiantes comúnmente pasan al menos algunas semanas en un entorno universitario en Estados Unidos. Sin embargo, algunas clases fundamentales como micro y macroeconomía normalmente se dictan en español.
No obstante, hay algunas dificultades con el programa de doble titulación. Debido a que la mayoría de los estudiantes de Executive MBA tiene entre 30 y 40 años, una familia y muchos años de experiencia profesional a cuestas, se vuelve cada vez más difícil para ellos tomar sus cosas y partir a estudiar al extranjero.
“Dejar Chile por un año, para alguien que está trabajando como profesional y tiene una familia es muy costoso”, afirma Francisco Santibáñez, director del programa de MBA de la Universidad del Desarrollo.
Es por ello que muchas universidades que ofrecen programas de doble titulación además tienen programas de certificación con universidades de Estados Unidos que sólo exigen estadías que varían entre un par de semanas y un par de meses.
La Universidad del Desarrollo, que tiene un programa de doble titulación con Babson College de Massachusetts, también ofrece programas de intercambio con cerca de 50 instituciones internacionales de educación superior.
Por ejemplo, a través del programa Doing Business in Latin American la universidad trae estudiantes de Babson para ofrecer servicios de consultoría a empresas locales. Los estudiantes chilenos luego viajan a Babson por una semana para finalizar la labor de consultoría.
En el caso de Sheffield de The Austral Group, la Universidad de Chile trajo profesores de la Tulane University a Santiago, lo que permitió que él y sus compañeros obtuvieran un título doble mientras pasaban muy poco tiempo lejos de su familia y su trabajo.
“Es un programa único debido a que todo el programa se realiza en Chile, lo que fue realmente conveniente desde una perspectiva profesional”, sostiene Sheffield.
Volver a Estudiar
En tanto, la crisis financiera global que afectó fuertemente el año pasado al mercado laboral local fue una buena noticia para los programas de MBA de Chile. Los ejecutivos que de repente se quedaron sin trabajo tuvieron el tiempo para volver a estudiar.
“Pensaron: ‘No voy a encontrar un buen trabajo ahora considerando cómo está el mercado, de modo que voy a gastar algo de dinero y hacer un MBA’ En otras palabras, la crisis fue positiva para nosotros”, señala Joanna Herzfeld, coordinadora comercial y de marketing del programa de MBA de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Otras universidades también han registrado un aumento en las inscripciones. Al programa de Executive MBA de fin de semana de la Universidad del Desarrollo, que se inició en la sureña ciudad de Concepción, le fue tan bien que ahora también ofrece el programa en Santiago además de en la localidad turística de Puerto Varas, en el sur del país, y en la ciudad minera de Antofagasta, en el norte.
La Universidad del Desarrollo tenía 125 alumnos de MBA en el 2008, los que aumentaron a 145 el año pasado y Santibáñez espera que bordeen los 180 este año.
Los programas de MBA aparentemente son un buen negocio para las universidades, pero los alumnos también pueden beneficiarse. Herzfeld estima que estudiar en un programa con doble titulación en Chile termina siendo cerca de un 30% más barato que hacer un MBA en Estados Unidos
No obstante, el retorno sobre la inversión en definitiva dependerá de cómo los estudiantes apliquen lo que han aprendido y cómo saquen partido de los contactos logrados.
Si bien no hay ninguna norma estricta para saber cuándo un estudiante obtendrá un retorno tras culminar un programa de MBA, normalmente un ejecutivo puede esperar ver una notable diferencia en su sueldo en uno o dos años.
“La curva salarial para los ejecutivos con este tipo de calificaciones académicas cambia drásticamente”, afirma Cooper, para luego añadir que un año después de la graduación los ejecutivos pueden esperar ganar cerca de un 25% más.
Sheffield, quien gastó cerca de US$ 30.000 en su MBA, agrega: “Costó sangre, sudor y lágrimas (…) pero la inversión se ha pagado con creces”.
Anthony Esposito es periodista de Dow Jones Newswires en Santiago.
[:en]Para los ejecutivos chilenos, ir a estudiar a Estados Unidos puede mejorar las perspectivas laborales, pero también puede ser costoso y a menudo pone bajo presión a la familia y a la vida laboral. Para resolver este dilema, muchos ejecutivos están recurriendo a programas flexibles de MBA ejecutivo con doble titulación, los que prometen ayudarles a destacar entre la competencia mientras obtienen un título de una universidad en Chile y una en Estados Unidos al mismo tiempo.
Los potenciales estudiantes de MBA pueden escoger entre varios programas en Chile que cuestan hasta US$ 30.000 y demoran hasta dos años en finalizarse. Los programas varían en calidad y enfoque, pero la mayor parte están acreditados por la estadounidense Association to Advance Collegiate Schools of Business (AACSB) y/o por la Association of MBA (AMBA), la autoridad en la educación de posgrado en negocios del Reino Unido.
Las universidades que ofrecen programas ejecutivos de MBA con doble titulación incluyen a instituciones tradicionales como la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile así como a entidades privadas tales como la Universidad Adolfo Ibáñez y la Universidad del Desarrollo.
El prestigio internacional de muchas universidades chilenas también las ha ayudado a asociarse con algunos de los programas de MBA más grandes de Estados Unidos y Europa.
Escoger un programa a menudo tiene que ver -en primer lugar- con la razón para volver a estudiar. Algunos ejecutivos quieren avanzar en sus carreras subiendo en la escalera corporativa, mientras que otros quieren cambiarse a un área de negocios diferente. Sin embargo, Shaun Sheffield, fundador y gerente general de The Austral Group, quería iniciar una empresa.
The Austral Group, empresa de servicios educacionales dedicada a organizar giras internacionales de estudio para MBA ejecutivos en América del Sur, comenzó como un proyecto de clases para el programa de doble titulación del que Sheffield, originario de Indiana, se graduó en el 2005.
Su idea surgió en una clase de emprendimiento denominada “Creación de Empresas” como parte del programa Executive MBA for the Americas ofrecido de manera conjunta por la Universidad de Chile y la Tulane University de Nueva Orleáns.
“Los principales programas de MBA en Chile son muy sólidos, pueden competir a nivel regional y los dos o tres más importantes pueden competir a nivel global en términos de la calidad de los profesores, la entidad y sus instalaciones”, señala Sheffield.
En un mundo globalizado, cuando las fronteras son cada vez más permeables y los mercados emergentes como el de Chile dependen de hacer negocios en el extranjero, las ventajas de este tipo de programas son numerosas.
“Hay una nueva forma de hacer negocios que toma en cuenta los paradigmas del mundo desarrollado además de los del mundo en desarrollo, y quienes conocen ambos están mejor preparados para aprovecharlos”, afirma Alejandro Ruelas, profesor y director académico de la Adolfo Ibáñez School of Management en Miami.
Tras abrir su campus en Miami en el 2006, la Universidad Adolfo Ibáñez de Santiago se convirtió en la primera universidad latinoamericana en ofrecer un programa acreditado de MBA en Estados Unidos. Y, este año, selló un acuerdo con la John Anderson School of Management de la UCLA para el programa Global Executive MBA para las Américas de doble titulación.
Destacándose del Resto
Los chilenos a menudo son clasificados de acuerdo con lo que estudiaron en la universidad y despegarse del molde puede ser difícil, pero volver a estudiar ofrece un camino alternativo.
Un programa con doble titulación entrega a los ingenieros comerciales o civiles comunes la posibilidad de destacarse de la multitud al exponerlos a nuevas ideas a través de la interacción con nuevas culturas.
“El título hace la diferencia entre dos personas que están igualmente calificadas para el mismo empleo”, explica Leslie Cooper, socia y directora ejecutiva de la firma de búsqueda de ejecutivos con sede en Santiago HK Human Capital.
El programa Executive MBA, como el nombre lo indica, está diseñado específicamente para profesionales y ejecutivos con experiencia, a diferencia de quienes están recién titulados cuyos currículos por lo general están repletos de experiencia educacional y pasatiempos.
Si bien la mayoría de los estudiantes en estos programas proviene del área de negocios o la ingeniería, esto no es un requisito. Abogados, agrónomos, periodistas y otros también participan para obtener un profundo conocimiento del mundo de los negocios.
“La mezcla es muy poderosa. Estos programas ofrecen la posibilidad de salirse de lo convencional”, sostiene Cooper.
Cooper, quien tiene un Masters of Arts en Economía de la North Texas State University, estima que los profesionales chilenos a menudo caen en la trampa de estudiar como pregrado una carrera del área de los negocios, para luego trabajar en un campo relacionado y después volver a estudiar con compañeros que tienen una formación similar para hacer un MBA.
“La exposición de los estudiante y los profesores a otros países en un programa internacional de MBA da a los alumnos las herramientas para ver los problemas desde un ángulo diferente, lo que conduce a la innovación”, indica.
La Ventaja Local
Si bien el enfoque específico adoptado por las distintas universidades con sus programas de MBA varía, como por ejemplo el énfasis de la Universidad del Desarrollo en el emprendimiento y el objetivo de la Pontificia Universidad Católica de crear ejecutivos de primer nivel, algunos elementos son estándar.
Las clases normalmente se imparten ya sea dos veces por semana en las noches o mediante un programa de fin de semana, que se reúne una vez cada tres semanas para tener clases el viernes, el sábado y el domingo.
El inglés es un requisito y normalmente se exige a los estudiantes aprobar el examen TOEFL para poder ingresar al programa. Los profesores visitantes dictan sus cátedras en inglés, la mayoría de los textos de estudio están en inglés y los estudiantes comúnmente pasan al menos algunas semanas en un entorno universitario en Estados Unidos. Sin embargo, algunas clases fundamentales como micro y macroeconomía normalmente se dictan en español.
No obstante, hay algunas dificultades con el programa de doble titulación. Debido a que la mayoría de los estudiantes de Executive MBA tiene entre 30 y 40 años, una familia y muchos años de experiencia profesional a cuestas, se vuelve cada vez más difícil para ellos tomar sus cosas y partir a estudiar al extranjero.
“Dejar Chile por un año, para alguien que está trabajando como profesional y tiene una familia es muy costoso”, afirma Francisco Santibáñez, director del programa de MBA de la Universidad del Desarrollo.
Es por ello que muchas universidades que ofrecen programas de doble titulación además tienen programas de certificación con universidades de Estados Unidos que sólo exigen estadías que varían entre un par de semanas y un par de meses.
La Universidad del Desarrollo, que tiene un programa de doble titulación con Babson College de Massachusetts, también ofrece programas de intercambio con cerca de 50 instituciones internacionales de educación superior.
Por ejemplo, a través del programa Doing Business in Latin American la universidad trae estudiantes de Babson para ofrecer servicios de consultoría a empresas locales. Los estudiantes chilenos luego viajan a Babson por una semana para finalizar la labor de consultoría.
En el caso de Sheffield de The Austral Group, la Universidad de Chile trajo profesores de la Tulane University a Santiago, lo que permitió que él y sus compañeros obtuvieran un título doble mientras pasaban muy poco tiempo lejos de su familia y su trabajo.
“Es un programa único debido a que todo el programa se realiza en Chile, lo que fue realmente conveniente desde una perspectiva profesional”, sostiene Sheffield.
Volver a Estudiar
En tanto, la crisis financiera global que afectó fuertemente el año pasado al mercado laboral local fue una buena noticia para los programas de MBA de Chile. Los ejecutivos que de repente se quedaron sin trabajo tuvieron el tiempo para volver a estudiar.
“Pensaron: ‘No voy a encontrar un buen trabajo ahora considerando cómo está el mercado, de modo que voy a gastar algo de dinero y hacer un MBA’ En otras palabras, la crisis fue positiva para nosotros”, señala Joanna Herzfeld, coordinadora comercial y de marketing del programa de MBA de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Otras universidades también han registrado un aumento en las inscripciones. Al programa de Executive MBA de fin de semana de la Universidad del Desarrollo, que se inició en la sureña ciudad de Concepción, le fue tan bien que ahora también ofrece el programa en Santiago además de en la localidad turística de Puerto Varas, en el sur del país, y en la ciudad minera de Antofagasta, en el norte.
La Universidad del Desarrollo tenía 125 alumnos de MBA en el 2008, los que aumentaron a 145 el año pasado y Santibáñez espera que bordeen los 180 este año.
Los programas de MBA aparentemente son un buen negocio para las universidades, pero los alumnos también pueden beneficiarse. Herzfeld estima que estudiar en un programa con doble titulación en Chile termina siendo cerca de un 30% más barato que hacer un MBA en Estados Unidos
No obstante, el retorno sobre la inversión en definitiva dependerá de cómo los estudiantes apliquen lo que han aprendido y cómo saquen partido de los contactos logrados.
Si bien no hay ninguna norma estricta para saber cuándo un estudiante obtendrá un retorno tras culminar un programa de MBA, normalmente un ejecutivo puede esperar ver una notable diferencia en su sueldo en uno o dos años.
“La curva salarial para los ejecutivos con este tipo de calificaciones académicas cambia drásticamente”, afirma Cooper, para luego añadir que un año después de la graduación los ejecutivos pueden esperar ganar cerca de un 25% más.
Sheffield, quien gastó cerca de US$ 30.000 en su MBA, agrega: “Costó sangre, sudor y lágrimas (…) pero la inversión se ha pagado con creces”.
Anthony Esposito es periodista de Dow Jones Newswires en Santiago.
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