El presidente de AmCham fue invitado por el Diario La Segunda a debatir, junto al embajador de Chile en EE.UU. y al economista Felipe Larraín sobre cómo se percibe el proceso eleccionario en EE.UU. y las posibles consecuencias para Chile.
Elecciones en EE.UU.:
El Resultado De La Elección No Depende De Ellos, Sino De Lo Que Hagamos Nosotros.
Mateo Budinich
Presidente de AmCham
Quiero hacer un análisis diferente sobre las consecuencias para Chile de la elección presidencial en EE.UU. Esto, partiendo de la base que las relaciones entre ambos países son hoy excepcionalmente buenas y que y el gobierno norteamericano ha dado innumerables muestras de consideración y aprecio por Chile. Es, por lo demás, nuestro principal socio comercial, concentrando cerca del 23% del total de las exportaciones e importaciones de nuestro país.
Este proceso eleccionario de EE.UU. ofrece elementos que nos llaman a la reflexión, pero quizás más importante aún, oportunidades únicas, pero acotadas en el tiempo.
Cuando se plantea la pregunta de cómo puede esta elección afectar a Chile o a la región, especialmente en la relación comercial y respecto de los TLC’s., algunos estiman que su futuro depende de la postura de los candidatos (y del electorado): Hillary Clinton se ha expresado con algunos reparos, Barack Obama ha opinado a favor y en contra, mientras McCain ha sido consistentemente favorable a éstos.
¿Tendrá alguna consecuencia práctica eso?
Creo que ninguno de los tres candidatos apostaría a revertir el proceso de globalización del comercio y de las economías. Más allá de que nos mencionen o no en sus discursos, Estados Unidos es el aliado natural del continente y especialmente de Chile, por razones culturales, económicas y geográficas.
Es sabido, por otra parte, que los TLC's son fuente no sólo de desarrollo, sino que de consensos en la región. Y en este momento, generar esos consensos en Latinoamérica es de la mayor importancia estratégica para Estados Unidos.
Por lo mismo, deberíamos saber aprovechar no sólo el que el TLC con Chile no sea un "issue", como sí lo han sido en los debates electorales los de otros países de la región, sino que más bien al contrario, que nos sigan señalando como ejemplo de resultado exitoso del mismo.
Aquí está nuestra oportunidad: Aprovechar ahora esa "ventaja" para fortalecer y profundizar la relación con EE.UU., pasando de una relación de comercio, a una más profunda de negocios, considerando el enorme potencial de su mercado, de sus unviersidades y de innovación. El acuerdo Chile-California es un excelente ejemplo que se está desarrollando en esa línea.
Y todo lo que hagamos en esta dirección es poco y nos traerá enormes beneficios.
Lo que sí hay que tener muy presente -y que es preocupante- es que esta oportunidad tiene un plazo acotado: el momento para generar más negocios con EE.UU. es ahora. Una vez que entren a operar otros TLC’s en la zona....¿podrá Chile competir como lo está haciendo hoy?
Por lo mismo, más que estar atentos a lo que dice cada candidato, Chile debería estar alerta a las señales que entrega el mercado norteamericano y sus consumidores. En este sentido, hay que tener claro que ninguna exportación puede basar su ventaja competitiva en diferencias laborales o medioambientales con el país de destino. Tampoco puede perder dichas ventajas por prácticas laborales o medioambientales que dejan de ser consistentes o van más allá de la razonabilidad.
Lo anterior me lleva a concluir que lo que le pueda pasar a Chile y a su economía respecto de EE.UU. no depende tanto de quien resulte electo en las primarias o gane la carrera presidencial. Depende de qué hagamos nosotros ahora para profundizar nuestra relación de negocios y ser verdaderamente competitivos, independiente de un resultado electoral político. Para Chile, las consecuencias de la elección no dependen tanto de quién gane, sino de lo que hagamos desde acá para fortalecernos allá.
El presidente de AmCham fue invitado por el Diario La Segunda a debatir, junto al embajador de Chile en EE.UU. y al economista Felipe Larraín sobre cómo se percibe el proceso eleccionario en EE.UU. y las posibles consecuencias para Chile.
Elecciones en EE.UU.:
El Resultado De La Elección No Depende De Ellos, Sino De Lo Que Hagamos Nosotros.
Mateo Budinich
Presidente de AmCham
Quiero hacer un análisis diferente sobre las consecuencias para Chile de la elección presidencial en EE.UU. Esto, partiendo de la base que las relaciones entre ambos países son hoy excepcionalmente buenas y que y el gobierno norteamericano ha dado innumerables muestras de consideración y aprecio por Chile. Es, por lo demás, nuestro principal socio comercial, concentrando cerca del 23% del total de las exportaciones e importaciones de nuestro país.
Este proceso eleccionario de EE.UU. ofrece elementos que nos llaman a la reflexión, pero quizás más importante aún, oportunidades únicas, pero acotadas en el tiempo.
Cuando se plantea la pregunta de cómo puede esta elección afectar a Chile o a la región, especialmente en la relación comercial y respecto de los TLC’s., algunos estiman que su futuro depende de la postura de los candidatos (y del electorado): Hillary Clinton se ha expresado con algunos reparos, Barack Obama ha opinado a favor y en contra, mientras McCain ha sido consistentemente favorable a éstos.
¿Tendrá alguna consecuencia práctica eso?
Creo que ninguno de los tres candidatos apostaría a revertir el proceso de globalización del comercio y de las economías. Más allá de que nos mencionen o no en sus discursos, Estados Unidos es el aliado natural del continente y especialmente de Chile, por razones culturales, económicas y geográficas.
Es sabido, por otra parte, que los TLC's son fuente no sólo de desarrollo, sino que de consensos en la región. Y en este momento, generar esos consensos en Latinoamérica es de la mayor importancia estratégica para Estados Unidos.
Por lo mismo, deberíamos saber aprovechar no sólo el que el TLC con Chile no sea un "issue", como sí lo han sido en los debates electorales los de otros países de la región, sino que más bien al contrario, que nos sigan señalando como ejemplo de resultado exitoso del mismo.
Aquí está nuestra oportunidad: Aprovechar ahora esa "ventaja" para fortalecer y profundizar la relación con EE.UU., pasando de una relación de comercio, a una más profunda de negocios, considerando el enorme potencial de su mercado, de sus unviersidades y de innovación. El acuerdo Chile-California es un excelente ejemplo que se está desarrollando en esa línea.
Y todo lo que hagamos en esta dirección es poco y nos traerá enormes beneficios.
Lo que sí hay que tener muy presente -y que es preocupante- es que esta oportunidad tiene un plazo acotado: el momento para generar más negocios con EE.UU. es ahora. Una vez que entren a operar otros TLC’s en la zona....¿podrá Chile competir como lo está haciendo hoy?
Por lo mismo, más que estar atentos a lo que dice cada candidato, Chile debería estar alerta a las señales que entrega el mercado norteamericano y sus consumidores. En este sentido, hay que tener claro que ninguna exportación puede basar su ventaja competitiva en diferencias laborales o medioambientales con el país de destino. Tampoco puede perder dichas ventajas por prácticas laborales o medioambientales que dejan de ser consistentes o van más allá de la razonabilidad.
Lo anterior me lleva a concluir que lo que le pueda pasar a Chile y a su economía respecto de EE.UU. no depende tanto de quien resulte electo en las primarias o gane la carrera presidencial. Depende de qué hagamos nosotros ahora para profundizar nuestra relación de negocios y ser verdaderamente competitivos, independiente de un resultado electoral político. Para Chile, las consecuencias de la elección no dependen tanto de quién gane, sino de lo que hagamos desde acá para fortalecernos allá.