El término PIGS ha sido popular en la prensa financiera durante los últimos meses. Sin embargo, esto no se debe a una nueva crisis de la mal nombrada “gripe avear”, sino que se refiere al acrónimo de las iniciales de países como Portugal, Italia, Grecia y españa. En algunos reportes
se suman una I adicional (PIIGS) que se refiere a Irlanda.
¿Qué tienen en común Portugal, Italia, Grecia, España e Irlanda? Bueno, todos son miembros de la Unión Europea, por supuesto, pero también tienen los más altos niveles de déficits de cuenta corriente y de deuda pública de la Unión Europea, lo que ha preocupado de sobremanera tanto a los encargados de política monetaria como a los inversionistas.
A comienzos de este año, los mercados financieros comenzaron a reaccionar a estos altos niveles de deuda así como a la pérdida de competitividad de Portugal, Italia, Grecia, España e Irlanda por la fortaleza del euro frente a otras monedas. El diferencial al que se comercializan los bonos soberanos de estos países respecto de los títulos comparables del Tesoro de Estados Unidos o de los bonos del Gobierno alemán se incrementó de manera significativa. Y sus mercados bursátiles cayeron en picada.
De ese grupo de países, el que tiene el problema más serio es Grecia, que registró un déficit equivalente al 12,7% de su PIB en el 2009, mientras que su deuda pública alcanzó casi el 100% del PIB. Estas son cifras que usualmente se relacionan con países emergentes en crisis, incluidas las de América Latina en la década de los 80 y el Sudeste Asiático en la década de los 90.
En los últimos 10 años, Grecia pasó de ser una economía emergente a un país desarrollado, pero parece que podría experimentar un retroceso. Ello pese a ser un miembro fundador de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos y miembro de la Unión Europea desde 1981 (cuando era conocida como la Comunidad Europea). No obstante, hoy en día su calificación de riesgo (“A-“ asignada por Standard & Poor's) es inferior a la de otros países emergentes, incluida la de Chile (“A+”).
Otra de las naciones de este grupo en problemas es Irlanda. La economía irlandesa ha estado en recesión, o lo que algunos denominarían depresión, desde el 2008. Se prevé que la actividad económica de Irlanda se contraerá un 14% en el 2010. Irlanda ha experimentado una significativa crisis bancaria luego que explotara su burbuja del sector de la vivienda en el 2008 y el sector financiero se desplomara debido a la crisis económica. Irlanda estuvo a punto de clasificar a la Copa del Mundo de la FIFA que se llevará a cabo este año en Sudáfrica (cuando Francia fue el villano y rompió los corazones de los irlandeses con un controvertido gol que contó con la ayuda de la mano de Thierry Henry), pero los irlandeses son los campeones mundiales en el coeficiente de deuda a PIB, ¡el que supera el 800%!
Italia tampoco ha mostrado cifras macroeconómicas positivas; su deuda pública supera el 105% del PIB. Si bien lo está haciendo mejor que sus pares en este grupo, el país aún es conocido como "el enfermo de Europa" debido a su estancamiento, la inestabilidad política (pese a los esfuerzos de Berlusconi) y la falta de reformas para cambiar esta situación.
Las situaciones macro de Portugal y España son más manejables que las de Grecia e Irlanda, pero ellas también han sido víctimas del "contagio" de inestabilidad que se originó en el Mar Egeo. Como otras economías del sur de Europa, han mostrado significativas vulnerabilidades, de manera más importante en términos de la tasa de desempleo (un 20% en España y un 10% en Portugal). España, en particular, vio como sus niveles de desempleo se disparaban cuando estalló su burbuja del sector de la vivienda.
Las autoridades españolas y portuguesas se han visto obligadas a dar confianza a los inversionistas en cuanto a que ellos no son Grecia o Irlanda. Ayuda el hecho de que, tal como Italia, ambos países tienen sistemas financieros bastante robustos, los que en comparación han visto problemas menores.
De las cinco naciones incluidas en este grupo, Grecia, Irlanda y Portugal son mencionadas con frecuencia como modelos a los que Chile debiera aspirar en su camino hacia el desarrollo, tanto en términos de ingreso per cápita como de indicadores más amplios, como el índice de desarrollo humano. Sin embargo, los chilenos deberían tener cuidado con estas comparaciones. No deben olvidar que ellos pueden elevarse, pero también pueden caer de golpe.
Axel Christensen es director gerente de BlackRock Chile.
The term PIGS has been popular in the financial press during the last few months. However, it is not due to a new outbreak of the misnamed "swine flu," but rather an acronym referring to Portugal, Italy, Greece and Spain. In some reports, an additional I is added (PIIGS) to include Ireland.
What do these European countries have in common? Well, they are all members of the European Union, of course, but they also have the EU’s highest levels of current account deficits and public debt, which has made policymakers and investors extremely concerned.
Earlier this year, financial markets started to react to these high debt levels as well as the loss of competitiveness of the PIIGS due to the strength of the Euro versus other currencies. The spread at which the sovereign bonds of these countries trade against U.S. Treasury or German government bonds increased significantly. And their stock markets nosedived.
Of the lot, the one with the most serious problem is Greece, which posted a deficit equivalent to 12.7% of its GDP in 2009, while its public debt reached almost 100% of GDP. These are figures usually related to emerging countries in crisis, including Latin America in the 1980s and South-East Asia in the 1990s.
Greece has graduated from an emerging economy to a developed country in the last ten years, but it seems it might be headed back. This is despite being a founding member of the Organisation for Economic Co-Operation and Development and a member of the EU since 1981 (when it was known as the European Community). Today, however, its risk rating (A- by Standard & Poor's) is below other emerging countries, including Chile (A+).
Another of the PIIGS in trouble is Ireland. The Irish economy has been in a recession, or some would say a depression, since 2008. Ireland’s economic activity in 2010 is expected to contract by 14%. It has undergone a significant banking crisis after its housing bubble burst in 2008 and the financial sector slumped due to the economic crisis. Ireland narrowly missed qualifying for the FIFA World Cup to be held in South Africa this year (France played the villain, breaking Irish hearts with a controversial goal set up by Thierry Henry's handball), but the Irish are the world champions of debt ratio to GDP, exceeding 800%!
Italy has not shown very positive macroeconomic figures either; its public debt exceeds 105% of GDP. Although it is doing better than its peer group, it is still known as "the sick man of Europe" due to economic stagnation, political instability (despite Berlusconi’s efforts) and the lack of reforms to change this situation.
The macro situations of Portugal and Spain are more manageable than those of Greece and Ireland but they too have been victims of the "contagion" of instability that originated in the Aegean Sea. Like other Southern European economies, they have shown significant vulnerabilities, most importantly in terms of unemployment (20% in Spain, 10% in Portugal). Spain, in particular, saw unemployment levels soar when its housing bubble burst.
Spanish and Portuguese authorities have been forced to reassure investors that they are no Greece or Ireland. It helps that, like Italy, they have fairly robust financial systems, which have seen comparatively minor problems.
Of the PIIGS, Greece, Ireland and Portugal are frequently cited as models to which Chile should aspire on its path to development, both in terms of per capita income as well as broader indicators, such as human development. But Chileans should be careful with these comparisons. They mustn’t forget that pigs might be able to fly but they can also come tumbling down to earth.
Axel Christensen is Managing Director of BlackRock Chile.