[:es]Líder de empresarios de EE.UU. en Chile desestima riesgos para comercio y negocios[:]
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Entrevista de diario El Mercurio a Presidenta de AmCham Chile, Kathleen Barclay, sobre resultados de la Elección Presidencial de Estados Unidos 2016.
Tranquila. Sorprendida, pero tranquila. Así asegura estar Kathleen Barclay, presidenta de la Cámara Chileno Norteamericana de Comercio (AmCham Chile), luego del triunfo del candidato republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales del pasado martes en Estados Unidos.
"Confío mucho en EE.UU., en su gente y su institucionalidad, y eso me da tranquilidad. Pero no voy a bajar mis defensas, porque tengo el derecho a hablar si no me gusta lo que pasa. Tenemos la responsabilidad de hablar si sentimos que algo no anda bien. Como Cámara, seguiremos adelante con nuestro trabajo, porque la relación bilateral entre Chile y Estados Unidos representa mutuos beneficios para los dos países y su gente", sostiene quien lidera el gremio que agrupa a compañías estadounidenses y chilenas con intereses en ambas naciones, varias de ellas multinacionales.
Barclay votó por la demócrata Hillary Clinton, pero dice ser muy respetuosa del resultado, de la decisión mayoritaria de los electores y de la democracia norteamericana. "Voté por Hillary, pero ahora Trump es mi Presidente. El Presidente de todos los estadounidenses, como él mismo ya lo dejó en claro en sus primeras intervenciones", afirma. Y subraya, además, que la institucionalidad de su país establece límites y un adecuado balanceo del poder que impiden eventuales desajustes. "Nadie, ni Trump, tiene el poder absoluto en una democracia como la de EE.UU.", recalca.
Por lo mismo, desestima riesgos para la relación bilateral entre Estados Unidos y Chile, el Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente entre Washington y Santiago, el programa Visa Waiver (exención de visa para ingresar a EE.UU.) y el clima de negocios entre ambos países, al punto que -lejos de ser una amenaza o apanicarse- califica la victoria de Trump como una "gran oportunidad" para incrementar aún más estos lazos.
"Nadie, ni Trump, está sobre la ley"
-¿Por qué votó por Hillary Clinton?
"Estoy muy orgullosa de haber votado por ella. Es una tremenda persona, que tiene una estupenda carrera, siempre con mucho compromiso con el país, con mucha altura y visión. La altura la mostró también en su charla donde reconoció el triunfo de Trump. Pero más que mi voto, lo que es importante es que votaron 128 millones de norteamericanos, cerca del 56% del universo electoral y solo 1% menos que en 2012. Es una representación bien amplia, que les da credibilidad al proceso y a la institucionalidad que tiene Estados Unidos. Es un gran reflejo de la fortaleza de su democracia, que la gente se sienta motivada a participar y con la responsabilidad de votar, para que sean ellos mismos los responsables de su propio destino".
-¿Por qué perdió Clinton; hizo una mala campaña o Trump realmente era un buen candidato?
"Es una combinación de factores. Trump fue capaz de inspirar a más personas a votar, y a votar por él; apeló a la falta de representación en ciertos asuntos de una parte importante de la población que no ha sido considerada dentro de lo que pasa con la globalización. Y Trump les dijo: 'yo me voy a preocupar de ustedes'. Eso inspiró más que Hillary, que tenía problemas, era percibida como parte de una élite que no ha respondido efectivamente a las personas, ha sido involucrada durante su vida en varios escándalos, sin mucho mérito a mi juicio, pero no generó toda la confianza que tiene que generar una persona que aspira a la Presidencia".
"La disyuntiva en esta elección presidencial era elegir entre continuidad con certidumbre (Hillary) versus cambio con incertidumbre (Trump). Y ganó cambio con incertidumbre, que es Trump. Es natural el nerviosismo inicial en los mercados, pero debiera tender a moderarse".
-¿La institucionalidad de EE.UU., que usted tanto destaca, le impedirá a Trump hacer locuras?
"Espero que una persona que ha estado más bien en el mundo de los negocios haga las cosas bien en el servicio público, con buenos asesores y con el peso de la responsabilidad de estar al frente de 300 millones de personas. Esta es una responsabilidad distinta que manejar una compañía".
"En todo caso, el sistema, la institucionalidad de Estados Unidos, a veces es frustrantemente lento, justamente para dar tiempo para construir consensos, para que la gente pueda opinar y hay alcances, balances y chequeos al poder, a través del Congreso, la Justicia, la Corte Suprema, etc. Y sobre todo, basado en el Estado de Derecho. Nadie, ni Trump, está sobre la ley. Somos todos iguales bajo el Estado de Derecho; así que él tiene que respetarlo".
-¿Dónde se basa, entonces, la preocupación y el nerviosismo en los mercados que despierta Trump?
"Trump representaba cambio e incertidumbre, y cambio e incertidumbre generan preguntas, eso es natural. En este caso, es particularmente fuerte, porque fue una campaña intensa y dura; además, mucha gente no se sentía representada, lo que hacía que el proceso fuera más duro aún y porque tenemos un Presidente electo que nunca ha tenido una posición en el servicio público".
"Por lo menos, hasta hoy, ha hecho dos positivas intervenciones, cuando ganó y después de reunirse con el Presidente Obama, reconociendo siempre que será el Presidente de todos. Hoy tenemos una página en blanco, incertidumbre, y a la vez cambio por el discurso en la campaña, pero tenemos que ver cómo el Presidente electo va llenando esta página, y las primeras señales han sido positivas".
TLC y Visa Waiver: "Beneficios mutuos"
-¿Es bueno o malo para Chile que haya ganado Trump?
"En AmCham sentimos que puede ser una oportunidad. En el caso del libre comercio, he escuchado varias preguntas acerca de si Trump puede abrir el TLC con Chile. Lo que ha dicho Trump sobre libre comercio no es que él esté en contra del libre comercio, está en contra de acuerdos que no tienen beneficios para la gente de EE.UU.".
-¿Y el TLC los tiene?
"Ha sido mutuamente beneficioso. Francamente, dentro de los TLC de Estados Unidos, si no ha sido el más exitoso, ha sido uno de los más exitosos. Y la verdad es que EE.UU. tampoco tiene muchos TLC. Está generando beneficios concretos para los estadounidenses. ¿Qué está exportando Chile? Cobre, que Estados Unidos va a necesitar para reconstruir su infraestructura; fruta en el invierno, que ayuda a que la gente sea sana, tenga más opciones y mejores precios; madera también, otros recursos naturales y otro sinfín de productos muy diversos. Entonces, es puro beneficio".
"Además, las compañías norteamericanas también han aumentado sus exportaciones hacia Chile, lo que genera actividad y empleo en EE.UU. Eso es exactamente lo que Trump quiere sobre el libre comercio, algo que sea bueno para la propia gente de Estados Unidos. Y nosotros vamos a hacer presente nuestra opinión".
-¿Podría decir lo mismo sobre el programa Visa Waiver?
"Es otro beneficio. No veo a cientos de miles de chilenos yendo a EE.UU., eso no es un problema de inmigración. Es un flujo normal de personas haciendo turismo. ¿Eso es bueno o malo para Estados Unidos? Es bueno para su economía. De nuevo, es otro programa que cumple con lo que él ha dicho".
"La verdad es que veo puras oportunidades. Lo que no queremos es una ola proteccionista de parte de EE.UU. Eso, incluso si no toca el tratado con Chile, no es bueno para el mundo. Países como Chile dependen de la apertura comercial con el mundo para tener éxito. Por lo demás, el TLC con Chile es una ley aprobada por el Congreso".
-¿Y el Acuerdo Transpacífico (TPP)?
"Tenemos que ir viendo lo que pasa en el camino. Además, en ese tema habría pasado lo mismo con Hillary; hubiese sido un desafío con cualquiera de los dos candidatos".
-¿Existe alguna posibilidad que el TPP se apruebe antes del 20 de enero?
"Hay una posibilidad. Hay tiempo limitado, pero tenemos que ver qué pasa ahora. El Presidente Obama, que es Mandatario de Estados Unidos hasta el 20 de enero, dijo que iba a ponerlo en la agenda para ser votado. Hasta escuchar noticias distintas, tenemos que suponer eso, y seguimos empujando para que así ocurra".
-¿Las empresas chilenas que han invertido en EE.UU. debieran apanicarse con Trump en la Casa Blanca?
"Al contrario, es una gran oportunidad. Es una tremenda oportunidad, porque lo que quiere Trump es generar trabajo en Estados Unidos. Si alguien hace una planta de productos de madera en EE.UU., es un 'regalo del cielo', y me imagino que será muy bienvenida".
"Trump ha hablado de cosas muy necesarias en Estados Unidos, como mejorar la infraestructura, el desarrollo de la industria energética y los aeropuertos, algunos de los cuales se caen a pedazos. Así que las empresas pueden tener grandes oportunidades".
Por Andrés Venegas
Economía y Negocios
El Mercurio
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