La Rica Veta de las Minas de FluorFluor Mines Rich Seam

01 Julio 2005


Fluor Corp., con sede en EE.UU., está utilizando a Chile como una plataforma desde la cual prestará servicios a compañías mineras en toda Sudamérica.

El principal producto de exportación de Chile, el Cobre, está logrando precios históricamente altos en los mercados internacionales y en Sudamérica la industria minera está floreciente. Por supuesto éstas son buenas noticias para Fluor Corporation, con sede en California, un contratista internacional líder en ingeniería y construcción.

Y también son buenas noticias para la oficina de la compañía en Santiago, que administra las operaciones de Fluor en Sudamérica. En términos de minería, la oficina de Flúor en Santiago, es la más ocupada mundialmente, aventajando a la de Vancouver, Perth y Johannesburgo, cuenta Alan Fraser, gerente general de Fluor Chile y director de desarrollo de negocios para Sudamérica.

Con 550 empleados, Fluor Chile informa ventas anuales de entre USD 30 y USD 40 millones. Y de ese total, alrededor del 40% es generado por proyectos mineros fuera de Chile, especialmente en Perú, Bolivia, Argentina y Brasil.

Una parte de las razones por las cuales Fluor opera en Santiago, es la importancia de Chile en la industria minera del Cobre internacional. Pero esa no es toda la historia.

“Chile ha demostrado que es el país más estable y menos corrupto de América Latina: lo denominamos La Isla”, expresa Fraser.

Y la experiencia también constituye un factor. Fraser destaca los altos estándares técnicos de ingeniería existentes en Chile. En lo que se refiere a los negocios, él también califica a sus compatriotas como excelentes. “Pienso que los chilenos tienen un muy buen sentido acerca de aquello que ocurre en Sudamérica”, señala.

Los emigrantes constituyen alrededor del 10% de la fuerza de trabajo de Fluor Chile. “Los extranjeros son buenos si han estado trabajando en la compañía durante largo tiempo y pueden venir y capacitar al personal local, pero un chileno es siempre más competitivo”, indica.

Pero Fluor Chile también enfrenta un desafío. La caída de la minería en los años ‘90 presenció un éxodo de profesionales, que pensaban que el campo de su elección era demasiado riesgoso y se desplazaron hacia otras industrias. Ellos no han regresado.

“Al analizar el Mercado de mediados de los ‘90, y el que tenemos hoy día, he identificado entre 1.000 y 1.500 profesionales que ya no trabajan más en minería”, expresa Fraser, un ingeniero de minas de 42 años. “Además de esto, el personal ejecutivo principal se ha jubilado y no existen suficientes personas que hayan ascendidos a través de los rangos para reemplazarlos”, agrega.

La lucha por encontrar personal adecuado es una que afecta a todo el mercado y limitará el crecimiento de Fluor Chile. “Hemos estado invirtiendo en nuestros empleados y pienso que podemos crecer un poco, a lo mejor a un personal de 600 personas, pero crecer demasiado rápido, es un riesgo; traer gente al sistema que no está capacitada, puede crear errores”, explica.

Proyectos de Fluor

El presente auge minero es en parte, por supuesto, el resultado de la gran demanda china de materias primas. “Un año de crecimiento en China es equivalente al tamaño de Chile y se requiere de nuevos automóviles, televisores, refrigeradores, casas con aire acondicionado, de todo”, señala Fraser. Y esa demanda continuará creciendo, predice.

Como resultado, Fraser espera que el precio del cobre permanezca alto y también anticipa que se avecinan buenos tiempos para el oro, plata, níquel y hierro. “El oro desde hace un tiempo largo, ha estado sobre los USD 400,- por onza y pienso que aún existe espacio para que suba”, pronostica.

Y está igualmente optimista acerca de la serie de proyectos de Fluor. “Existe una larga lista de posibles proyectos y teniendo en cuenta las perspectivas de precios de las materias primas, tal como están hoy en día, tiene un gran sentido comenzar a invertir”, afirma.

Actualmente, el contrato más grande de Fluor en Chile es para un proyecto de lixiviación de sulfuros de cobre, que debe iniciar sus operaciones el próximo año en la mina La Escondida. Controlada por BHP Billiton, Escondida es una de las minas de cobre más grandes del mundo y a través de instalaciones de sulfuración, que tienen un costo de USD 870 millones, estará en capacidad de aumentar su producción al procesar minerales de bajo contenido.

Fluor también está trabajando en el norte de Chile con Codelco, el productor de cobre estatal, en estudios para un proyecto destinado a incrementar su capacidad de procesamiento de sulfuros. Esta expansión servirá a la nueva mina Mansa Mina, que está programada para iniciar sus operaciones a fines del 2007.

Y desde su oficina de Santiago, Fluor está participando en programas de expansión y de modernización en la mina peruana de Yanacocha, el principal productor de oro en América Latina, controlado por Newmont Mining Corporation con sede en Colorado. También está trabajando en el proyecto de Minas Conga de USD 1,2 billones, un yacimiento de oro y cobre vecino a Yanacocha y también controlado por Newmont.

Aemás, Fluor está modernizando una fundición de cobre en el Puerto peruano de Ilo para Southern Peru Copper Corporation. Este proyecto, de USD 400 millones, está diseñado para modernizar la instalación, de acuerdo a las nuevas regulaciones medioambientales.

Pero no siempre resulta fácil desarrollar nuevos negocios en la industria minera Sudamericana y está claro que las tremendas oportunidades que están en oferta en Brasil, siguen siendo una frustración para Fraser. Fluor realizó la ingeniería básica para Salobo, un yacimiento de cobre y oro en el noreste de Brasil, controlado por la Companhia Vale do Rio Doce, pero en general ha encontrado que el avance en Brasil, es lento.

“Brasil es un país muy, muy difícil para trabajar”, manifiesta Fraser. “Es tan atractivo y las cifras que hemos observado son impresionantes, pero, como compañía internacional, es difícil para nosotros ser competitivos; el mercado es tan protegido”, se lamenta.

“Brasil va a invertir sobre USD 2 billones en cobre, otros USD 2 billones en níquel y probablemente, USD 1 billón en hierro”, dice Fraser. “Hemos hecho estudios allá, pero cuando se llega a la fase de construcción, resulta muy difícil para nosotros ganar los negocios”, informa él.

No obstante, Fluor Chile, con sus contratos locales y a través de la región, es responsable por algo más del 5% del ingreso total de Fluor Corporation y de alrededor de un tercio de sus ingresos mineros. “Somos una pequeña parte”, dice Fraser. “Pero Fluor es una compañía dentro del Fortune 500 y me siento muy orgulloso de decir que nosotros estamos incluidos allí con el 5%”, concluye.

U.S.-based Fluor Corp. is using Chile as a platform from which to provide services to mining companies around South America.

Copper, Chile’s main export, is fetching historically high prices on international markets and, around South America, the mining industry is booming. That is, of course, good news for California-based Fluor Corporation, a leading international engineering and construction contractor.

And it is particularly good news for the company’s office in Santiago, which manages Fluor’s operations around South America. In terms of mining, the Santiago office is Fluor’s busiest worldwide, ahead of Vancouver, Perth and Johannesburg, says Alan Fraser, general manager of Fluor Chile and business development director for South America.

With 550 employees, Fluor Chile reports an annual turnover of between US$30 million and US$40 million. And of that total, around 40% is generated by mining projects outside Chile, principally in Peru, Bolivia, Argentina and Brazil.

Part of Fluor’s reason for operating out of Santiago is Chile’s importance in the international copper mining industry. But that is not the whole story.

“Chile has demonstrated that it is the most stable and least corrupt country in all Latin America; we call it The Island," says Fraser.

And expertise is also a factor. Fraser draws attention to the high technical standards of engineering in Chile. In terms of business sense, too, he rates his compatriots highly. "I think that Chileans have a very good feeling for what happens in all of South America," he notes.

Expatriates make up around 10% of Fluor Chile's workforce. "Expatriates are good if they have been working in the company for a long time and can come in and train local staff, but a Chilean is always more competitive," argues Fraser.

But Fluor Chile also faces a challenge. The dip in mining in the 1990s saw an exodus of professionals who, believing their chosen field to be too risky, moved over to other industries. They have not returned.

"Analyzing the market of the mid-1990s and the one we have today, I have identified between 1,000 and 1,500 professionals who are no longer in mining," says Fraser, a 42-year-old mining engineer. "On top of that, senior staff have retired and there are not enough people who have come up through the ranks to replace them," he adds.

The struggle to find adequate staff is one that affects the whole market and will limit Fluor Chile's growth. "We have been investing in our employees and I think we can grow a little, perhaps to 600 staff, but growing too fast is a risk; bringing in people who are not trained in your system can create errors,” explains Fraser.

Project pipeline

The present boom in mining is, of course, partly the result of soaring Chinese demand for raw materials. “Just one year’s growth in China is equivalent to the entire size of Chile and requires new cars, new televisions, new refrigerators, new houses with air conditioning - everything,” points out Fraser. And that demand is going to keep on growing, he predicts.

As a result, Fraser expects that the price of copper will remain high and also anticipates good times ahead for gold, silver, nickel and iron ore. "Gold has been over US$400/ounce for a long time now, and I think there is still room for it to go up," he forecasts.

And he is correspondingly optimistic about Fluor’s project pipeline. "There is a long list of possible projects and, with the outlook for prices of commodities as it is today, it makes a lot of sense to start investing,” he says.

Fluor's largest current contract in Chile is for a copper sulphide leach project, due to start operation next year at the Escondida mine. Controlled by BHP Billiton, Escondida is one of the world’s largest copper mines and, through the US$870 million sulphide facility, will be able to expand its production by processing marginal-grade ore.

In the north of Chile, Fluor is also working with state copper producer Codelco on studies for a project to increase its capacity to process sulphides. This expansion would serve the new Mansa Mina mine scheduled to start operations in late 2007.

And, from its Santiago office, Fluor is involved in a program of expansions and upgrades at Peru’s Yanacocha mine, the largest gold producer in Latin America, controlled by Colorado-based Newmont Mining Corporation. And it is also working on the US$1.2 billion Minas Conga project, a copper and gold deposit close to Yanacocha and also controlled by Newmont.

In addition, Fluor is modernizing a copper smelter in the Peruvian port of Ilo for Southern Peru Copper Corporation. This US$400 million project is designed to bring the facility into line with new environmental regulation.

But developing new business in South America’s mining industry is not always easy, and it is clear that the tremendous opportunities on offer in Brazil remain a frustration for Fraser. Fluor did the basic engineering for Salobo, a copper and gold deposit in northeastern Brazil controlled by Companhia Vale do Rio Doce, but has, in general, found progress slow in Brazil.

"Brazil is very, very difficult to work in," says Fraser. "It is so attractive and the numbers we have seen over there are impressive, but, as an international company, it is difficult for us to be competitive; the market is so protected," he laments.

"Brazil is going to be investing over US$2 billion in copper, another US$2 billion in nickel and maybe US$1 billion in iron ore," says Fraser. "We have done studies over there, but when it comes to the construction phase, it becomes very difficult for us to win business," he reports.

Nonetheless, Fluor Chile, with its contracts at home and around the region, accounts for a little over 5% of the total revenue of Fluor Corporation and around a third of its mining revenue. "We are a small piece," says Fraser. "But Fluor is a Fortune 500 company and I am very proud to say that we are there with 5%,” he concludes.
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