Con una dosis de pesimismo declarado por el futuro del país, comenzó su exposición el destacado analista Roberto Méndez. El presidente de Adimark fue el orador invitado al Desayuno Mensual de AmCham, para conocer su respuesta a la pregunta ¿Hacia dónde va Chile?
Basado en encuestas y estudios de opinión de Adimark y otras instituciones, a lo que se suma su reconocida experiencia en el análisis de éstas, entregó las claves de la percepción de los chilenos sobre el futuro próximo. Sostuvo, en primer lugar, que el año se inició en un clima de pesimismo que ha ido en aumento, algo que, por lo demás, va aparejado a la curva de pesimismo en Estados Unidos.
Entre los elementos de análisis que entregó se contaron se contaban:
-La percepción de aumento de inflación es la más alta desde el 2002, año en que comenzaron a realizar en Adimark este tipo de medición. Ello, a su juicio delata que no se le cree al Banco Central y que las personas pueden comenzar a actuar acorde a estas percepciones. Añadió que esta inflación es más peligrosa y cruel para los sectores medios y bajos, puesto que el componente alimentación y vivienda, que son los que más han subido, tienen un peso mucho mayor en su canasta.
-Los salarios reales también han decrecido en mayor medida para este sector si es que se le aplica la corrección del IPC.
-Existe también la percepción que el desempleo aumentará.
Se preguntó luego ¿cuándo se traslada este pesimismo a la demanda interna?. En este punto recalcó que hay actividades que se mantienen bien, como la automotriz. En cuanto a vivienda, si bien las ventas se mantienen, las personas piensan que no es un buen momento para adquirir casas.
En materia de inversión, si bien estas se mantienen altas en el área minera, la confianza empresarial está es un nivel más bajo.
Esto demuestra que este no es sólo un tema de consumidores, también hay inquietud entre los empresarios.
¿Qué sucede con el Gobierno? Si bien la popularidad de la Presidenta bajó fuertemente a raíz del Transantiago, se observa una recuperación y está incluso mejor evaluada que otros Presidentes(Alywin, Frei, Lagos) en el mismo lapso de su mandato. Eso quiere decir, a juicio de Méndez, que la partida de la Presidente Bachelet no está jugada y que con un mejor gabinete puede revertir su situación.
Las encuestas demuestran que el Gobierno se ve enfrentado a tres problemas cruciales: Transantiago, delincuencia y corrupción. Ésta última es el tema que recibe la peor evaluación (la percepción del Transantiago experimenta una leve mejoría) y atraviesa todos los organismos del Estado, si bien el tema de Educación es lo que hoy tiene enojado a los consultados. La corrupción es, en definitiva, el problema más grave.
El tema de la energía, no aparece apremiante, algo que se puede explicar por el hecho de que todavía no se dan las alzas en las tarifas eléctricas y no se han aplicado cortes de agua.
A juicio de Méndez, la llegada de Pérez Yoma al Gobierno ha ayudado al cambio en la percepción y que es esperable y deseable que la agenda de modernización planteada por él se pueda concretar.
¿Y cómo están evaluados los políticos? Los resultados son malos para ambos bandos y la oposición no logra acaparar el espacio. Sí cree Méndez que iniciativas como Chile Primero, Independientes en Red, Chile Justo y otras pueden ganar espacio vs. los grupos políticos tradicionales.
Donde no aparecen dudas, según su análisis, en la adhesión al modelo económico, a la iniciativa individual y a la libertad en este campo. Esta adhesión es especialmente fuerte en los grupos más jóvenes de la población.
En donde también parece que el país está bien posicionado comparativamente con los otros países de Latinoamérica es en el mercado de capitales y tecnología (especialmente en el uso del celular). Sin embargo, cuando se compara al país con los desarrollados, se observa que la distancia es considerable.
Para concluir su análisis sostuvo que Chile ha fortalecido sus instituciones, pero hay un deterioro importante de las expectativas. A su juicio, la modernización del aparato del Estado, la incorporación de tecnología y el desarrollo del mercado de capitales aparecen como los grandes desafíos de fondo para el país.Con una dosis de pesimismo declarado por el futuro del país, comenzó su exposición el destacado analista Roberto Méndez. El presidente de Adimark fue el orador invitado al Desayuno Mensual de AmCham, para conocer su respuesta a la pregunta ¿Hacia dónde va Chile?
Basado en encuestas y estudios de opinión de Adimark y otras instituciones, a lo que se suma su reconocida experiencia en el análisis de éstas, entregó las claves de la percepción de los chilenos sobre el futuro próximo. Sostuvo, en primer lugar, que el año se inició en un clima de pesimismo que ha ido en aumento, algo que, por lo demás, va aparejado a la curva de pesimismo en Estados Unidos.
Entre los elementos de análisis que entregó se contaron se contaban:
-La percepción de aumento de inflación es la más alta desde el 2002, año en que comenzaron a realizar en Adimark este tipo de medición. Ello, a su juicio delata que no se le cree al Banco Central y que las personas pueden comenzar a actuar acorde a estas percepciones. Añadió que esta inflación es más peligrosa y cruel para los sectores medios y bajos, puesto que el componente alimentación y vivienda, que son los que más han subido, tienen un peso mucho mayor en su canasta.
-Los salarios reales también han decrecido en mayor medida para este sector si es que se le aplica la corrección del IPC.
-Existe también la percepción que el desempleo aumentará.
Se preguntó luego ¿cuándo se traslada este pesimismo a la demanda interna?. En este punto recalcó que hay actividades que se mantienen bien, como la automotriz. En cuanto a vivienda, si bien las ventas se mantienen, las personas piensan que no es un buen momento para adquirir casas.
En materia de inversión, si bien estas se mantienen altas en el área minera, la confianza empresarial está es un nivel más bajo.
Esto demuestra que este no es sólo un tema de consumidores, también hay inquietud entre los empresarios.
¿Qué sucede con el Gobierno? Si bien la popularidad de la Presidenta bajó fuertemente a raíz del Transantiago, se observa una recuperación y está incluso mejor evaluada que otros Presidentes(Alywin, Frei, Lagos) en el mismo lapso de su mandato. Eso quiere decir, a juicio de Méndez, que la partida de la Presidente Bachelet no está jugada y que con un mejor gabinete puede revertir su situación.
Las encuestas demuestran que el Gobierno se ve enfrentado a tres problemas cruciales: Transantiago, delincuencia y corrupción. Ésta última es el tema que recibe la peor evaluación (la percepción del Transantiago experimenta una leve mejoría) y atraviesa todos los organismos del Estado, si bien el tema de Educación es lo que hoy tiene enojado a los consultados. La corrupción es, en definitiva, el problema más grave.
El tema de la energía, no aparece apremiante, algo que se puede explicar por el hecho de que todavía no se dan las alzas en las tarifas eléctricas y no se han aplicado cortes de agua.
A juicio de Méndez, la llegada de Pérez Yoma al Gobierno ha ayudado al cambio en la percepción y que es esperable y deseable que la agenda de modernización planteada por él se pueda concretar.
¿Y cómo están evaluados los políticos? Los resultados son malos para ambos bandos y la oposición no logra acaparar el espacio. Sí cree Méndez que iniciativas como Chile Primero, Independientes en Red, Chile Justo y otras pueden ganar espacio vs. los grupos políticos tradicionales.
Donde no aparecen dudas, según su análisis, en la adhesión al modelo económico, a la iniciativa individual y a la libertad en este campo. Esta adhesión es especialmente fuerte en los grupos más jóvenes de la población.
En donde también parece que el país está bien posicionado comparativamente con los otros países de Latinoamérica es en el mercado de capitales y tecnología (especialmente en el uso del celular). Sin embargo, cuando se compara al país con los desarrollados, se observa que la distancia es considerable.
Para concluir su análisis sostuvo que Chile ha fortalecido sus instituciones, pero hay un deterioro importante de las expectativas. A su juicio, la modernización del aparato del Estado, la incorporación de tecnología y el desarrollo del mercado de capitales aparecen como los grandes desafíos de fondo para el país.