El anuncio que se pondrá a disposición del mercado, una propuesta para regular el uso de información privilegiada, fue uno de los aspectos que abordó Guillermo Larraín, Superintendente de Valores y Seguros, durante la reunión del Comité de Finanzas de la Cámara Chileno-Norteamericana de Comercio, AmCham. Presidida por Fernando Concha, vicepresidente de AmCham y Mario Farren, gerente de Finanzas de Citibank y presidente de este comité, en la reunión, Larraín entregó, en primer lugar, una visión de cómo se ha desarrollado el mercado de capitales y de valores en Chile, para luego hablar con mayor detalle sobre la necesidad de regular adecuadamente el tema del acceso y uso de información privilegiada.
Mario Farren, presidente del Comité de Finanzas, Roberto Peralta, abogado, Juan Andrés Camus, socio de Celfín, el Superintendente y Fernando Concha, Gerente General de Citibank y Vicepresidente de AmCham .
En cuanto al mercado, a su juicio, demuestra un crecimiento exponencial. No sólo en cantidad de actores, sino en sofisticación también del mercado. En forma paralela, se ha ido legislando a razón de una ley cada dos años para este mercado, a lo que se suma una cantidad considerable de reglamentos.
A la larga este conjunto de leyes, a las cuáles se le van superponiendo reglamentos que requieren cada vez mayor nivel de sofisticación y de sutilezas, debería dar paso a leyes más generales (en vez de tan detallistas como son ahora) y reglamentos más flexibles, señaló Larraín.
Frente a los temores de que la normativa se preste para uso discrecional de la autoridad, en este caso del Superintendente Larraín plantea que toda el cambio debería apuntar tener una institucionalidad que favoreciera la mayor predictibilidad del mercado y no una mayor discrecionalidad frente a este de parte de la autoridad. Para ello, dijo ser partidario de la creación de un cuerpo colegiado integrado por personas de competencias reconocidas e independientes, similar a lo que ocurre en el Banco Central.
Entre los aspectos que mencionó están la preocupación por la mayor concentración accionaria que se ha estado observando en el último tiempo y cómo se debe compartir la información entre los mayoritarios y los minoritarios. El Insider Trading es otro de los temas que preocupan, sobre todo porque es un tema muy sutil y subjetivo. La oportunidad de la información es también muy importante.
El público sostuvo un interesante diálogo con el Superintendente. Entre los que intervinieron se contaban Jorge Errázuriz, de Celfin, el abogado Guillermo Morales y Juan Andrés Camus, también de Celfin.
A su juicio, las asimetrías en el mercado son inevitables, pero hay que intentar ver cuál es el nivel aceptable. Larraín mostró un análisis del comportamiento de los mercados accionarios de México, Brasil, Argentina y Chile, entre otros, una vez que se da a conocer un hecho esencial o se filtra una noticia.
Comparativamente, en el caso de Chile el tiempo que transcurre entre el conocimiento del hecho, hasta su materialización es bastante menor que el de algunos de los países analizados e incluso el mercado no incorpora previamente toda la información.
Para mitigar estos efectos, que a su juicio dañan al mercado y producen ineficiencias, se hace necesaria la autorregulación por parte de los actores, lo cual presenta ventajas, así como un mayor “enforcement” en los casos de incumplimiento por parte de la autoridad. Frente a las dudas que genera la capacidad de enforcement en Chile, considerando el actual sistema judicial chileno y el modus operandi de los tribunales, Larraín se manifestó partidario de estudiar el modelo francés, cuya superintendencia tiene por vecino a un tribunal que se especializa en esta materia.
Otro de los temas difíciles que debe abordar esta nueva normativa se refiere a la prensa. Sobre todo considerando para los actores que están negociando, por ejemplo un joint venture, el tiempo entre el inicio de las conversaciones y el conocimiento público de ellas puede jugar muy en contra de los intereses de éstos. Larraín sostuvo que ni la entrega de información continúa la fusión sorpresiva garantizan el no uso de la información privilegiada. De ahí que propusiera un esquema en donde los actores deben, ya sea informar a la prensa o a la SVS en forma reservada o, de otra forma, sobre la veracidad de las informaciones que se conocieron públicamente. En este sentido propone que si la noticia de prensa se refirió también a la posibilidad de que los hechos reservados puedan ser enviados vía correo electrónico. A su juicio las normas apuntan no a una censura de prensa, sino a que los actores cuenten antes con una planificación sobre la entrega de información.
Entre las normas que se someterán a la opinión del mercado durante las próximas tres semanas, se cuentan la disminución del tiempo de información de un hecho relevante de una compañía, así como la necesidad de que sus ejecutivos y directores mantengan un registro actualizado de todas las sociedades en las que participan.
Entre los comentarios, realizados por los asistentes a este comité estuvieron:
· -la necesidad de evitar toda discrecionalidad.
· -mayor uso de la racionalidad entre los actores y autoridades
· -necesidad de modernizar la parte contable, donde todavía prima la forma sobre la sustancia.
· -necesidad de un “enforcement” real y que tenga un efecto monetario y privación de libertad a los que cometen faltas.
· -necesidad de rebajar el tiempo de conocimiento de hecho relevantes para disminuir las posibilidades de filtración o uso de información privilegiada
· -necesidad de que exista un rol fiduciario de corredores de bolsa en relación a clientes relevantes.
· -necesidad de que la autoridad regule de tal manera que existan los incentivos para que más y más empresas se abran al mercado accionario y no, como puede estar sucediendo ahora, que decidan no hacerlo. Entre otras razones por la propuesta de tener que contar con un director externo, que puede ser visto como una suerte de interventor o por los efectos que se han visto en EE.UU. luego de la aplicación de la ley Sarbanes Oxley.
Larraín concordó con la necesidad de incentivar la apertura al mercado bursátil como una manera de mejorar el financiamiento de empresas. En cuanto a los directores independientes, señaló que debían ser vistos como un complemento para la empresa. Por último, en cuanto a la regulación, señaló que Chile debe propender a mantener la competitividad en este mercado y que en este sentido hay que estar muy atento a lo que está sucediendo en los mercados internacionales que pueden ser más atractivos que el Chileno.
El anuncio que se pondrá a disposición del mercado, una propuesta para regular el uso de información privilegiada, fue uno de los aspectos que abordó Guillermo Larraín, Superintendente de Valores y Seguros, durante la reunión del Comité de Finanzas de la Cámara Chileno-Norteamericana de Comercio, AmCham. Presidida por Fernando Concha, vicepresidente de AmCham y Mario Farren, gerente de Finanzas de Citibank y presidente de este comité, en la reunión, Larraín entregó, en primer lugar, una visión de cómo se ha desarrollado el mercado de capitales y de valores en Chile, para luego hablar con mayor detalle sobre la necesidad de regular adecuadamente el tema del acceso y uso de información privilegiada.
Mario Farren, presidente del Comité de Finanzas, Roberto Peralta, abogado, Juan Andrés Camus, socio de Celfín, el Superintendente y Fernando Concha, Gerente General de Citibank y Vicepresidente de AmCham .
En cuanto al mercado, a su juicio, demuestra un crecimiento exponencial. No sólo en cantidad de actores, sino en sofisticación también del mercado. En forma paralela, se ha ido legislando a razón de una ley cada dos años para este mercado, a lo que se suma una cantidad considerable de reglamentos.
A la larga este conjunto de leyes, a las cuáles se le van superponiendo reglamentos que requieren cada vez mayor nivel de sofisticación y de sutilezas, debería dar paso a leyes más generales (en vez de tan detallistas como son ahora) y reglamentos más flexibles, señaló Larraín.
Frente a los temores de que la normativa se preste para uso discrecional de la autoridad, en este caso del Superintendente Larraín plantea que toda el cambio debería apuntar tener una institucionalidad que favoreciera la mayor predictibilidad del mercado y no una mayor discrecionalidad frente a este de parte de la autoridad. Para ello, dijo ser partidario de la creación de un cuerpo colegiado integrado por personas de competencias reconocidas e independientes, similar a lo que ocurre en el Banco Central.
Entre los aspectos que mencionó están la preocupación por la mayor concentración accionaria que se ha estado observando en el último tiempo y cómo se debe compartir la información entre los mayoritarios y los minoritarios. El Insider Trading es otro de los temas que preocupan, sobre todo porque es un tema muy sutil y subjetivo. La oportunidad de la información es también muy importante.
El público sostuvo un interesante diálogo con el Superintendente. Entre los que intervinieron se contaban Jorge Errázuriz, de Celfin, el abogado Guillermo Morales y Juan Andrés Camus, también de Celfin.
A su juicio, las asimetrías en el mercado son inevitables, pero hay que intentar ver cuál es el nivel aceptable. Larraín mostró un análisis del comportamiento de los mercados accionarios de México, Brasil, Argentina y Chile, entre otros, una vez que se da a conocer un hecho esencial o se filtra una noticia.
Comparativamente, en el caso de Chile el tiempo que transcurre entre el conocimiento del hecho, hasta su materialización es bastante menor que el de algunos de los países analizados e incluso el mercado no incorpora previamente toda la información.
Para mitigar estos efectos, que a su juicio dañan al mercado y producen ineficiencias, se hace necesaria la autorregulación por parte de los actores, lo cual presenta ventajas, así como un mayor “enforcement” en los casos de incumplimiento por parte de la autoridad. Frente a las dudas que genera la capacidad de enforcement en Chile, considerando el actual sistema judicial chileno y el modus operandi de los tribunales, Larraín se manifestó partidario de estudiar el modelo francés, cuya superintendencia tiene por vecino a un tribunal que se especializa en esta materia.
Otro de los temas difíciles que debe abordar esta nueva normativa se refiere a la prensa. Sobre todo considerando para los actores que están negociando, por ejemplo un joint venture, el tiempo entre el inicio de las conversaciones y el conocimiento público de ellas puede jugar muy en contra de los intereses de éstos. Larraín sostuvo que ni la entrega de información continúa la fusión sorpresiva garantizan el no uso de la información privilegiada. De ahí que propusiera un esquema en donde los actores deben, ya sea informar a la prensa o a la SVS en forma reservada o, de otra forma, sobre la veracidad de las informaciones que se conocieron públicamente. En este sentido propone que si la noticia de prensa se refirió también a la posibilidad de que los hechos reservados puedan ser enviados vía correo electrónico. A su juicio las normas apuntan no a una censura de prensa, sino a que los actores cuenten antes con una planificación sobre la entrega de información.
Entre las normas que se someterán a la opinión del mercado durante las próximas tres semanas, se cuentan la disminución del tiempo de información de un hecho relevante de una compañía, así como la necesidad de que sus ejecutivos y directores mantengan un registro actualizado de todas las sociedades en las que participan.
Entre los comentarios, realizados por los asistentes a este comité estuvieron:
· -la necesidad de evitar toda discrecionalidad.
· -mayor uso de la racionalidad entre los actores y autoridades
· -necesidad de modernizar la parte contable, donde todavía prima la forma sobre la sustancia.
· -necesidad de un “enforcement” real y que tenga un efecto monetario y privación de libertad a los que cometen faltas.
· -necesidad de rebajar el tiempo de conocimiento de hecho relevantes para disminuir las posibilidades de filtración o uso de información privilegiada
· -necesidad de que exista un rol fiduciario de corredores de bolsa en relación a clientes relevantes.
· -necesidad de que la autoridad regule de tal manera que existan los incentivos para que más y más empresas se abran al mercado accionario y no, como puede estar sucediendo ahora, que decidan no hacerlo. Entre otras razones por la propuesta de tener que contar con un director externo, que puede ser visto como una suerte de interventor o por los efectos que se han visto en EE.UU. luego de la aplicación de la ley Sarbanes Oxley.
Larraín concordó con la necesidad de incentivar la apertura al mercado bursátil como una manera de mejorar el financiamiento de empresas. En cuanto a los directores independientes, señaló que debían ser vistos como un complemento para la empresa. Por último, en cuanto a la regulación, señaló que Chile debe propender a mantener la competitividad en este mercado y que en este sentido hay que estar muy atento a lo que está sucediendo en los mercados internacionales que pueden ser más atractivos que el Chileno.