[:es]Foco Económico: Sigue la desaceleración[:en]The Downshift Continues[:]

02 Abril 2016
[:es]

Los eventos recientes en América Latina han servido como una bienvenida distracción para los participantes del mercado chileno y han dado algo de
esperanza para mejores perspectivas de crecimiento en la región, como resultado de los procesos democráticos que apuntan a cambios políticos positivos. Esto ha creado una percepción de relativa tranquilidad en Chile para comenzar el año. Sin embargo, el crecimiento sigue cayendo y los economistas han reducido sus expectativas, destacando el difícil entorno que persiste a nivel local.


Como esta columna pronosticó en su publicación para cerrar el año 2015, América Latina se ha embarcado en un potencial cambio de política que podría potenciar una nueva era de crecimiento secular. La región ya ha visto varios procesos democráticos que han comenzado a arrancar de raíz los establecimientos no ortodoxos en Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela. A pesar de estos avances, aún persisten desafíos externos e internos. En el intertanto, el crecimiento permanece por debajo del potencial y, en algunos casos, en terreno negativo, lo que no ayudará a las perspectivas de crecimiento general para la región en el corto plazo.

Mientras tanto, Chile sigue enfrentando sus propios desafíos, como menores precios de los commodities, las reformas estructurales, varios escándalos y la incertidumbre continua, los cuales han tenido efectos perjudiciales sobre la inversión y el sentimiento. Esto ha sido evidente en los principales indicadores, como la producción industrial, que mostró un descenso de 8,3% a/a en enero. Las ventas del comercio han sido más resistentes, con un crecimiento de 3,4% a/a en enero, pero siguen siendo insuficientes para compensar totalmente la caída de los sectores productivos. Como resultado, el crecimiento del PIB real alcanzó solo 0,3% en enero, según el Imacec. A pesar de un nivel de desempleo estable, hay señales de deterioro en su calidad, especialmente porque los puestos no calificados son los que explican la mayor parte de la creación de empleo. Por otra parte, los bancos han visto un incremento relevante de su cartera morosa.

Teniendo en cuenta los actuales vientos en contra y las tendencias subyacentes débiles, los economistas han seguido reduciendo sus previsiones. El crecimiento del PIB real según consenso del Banco Central para 2016, ahora se sitúa en 1,7%, frente a 3,5% de hace un año. Las autoridades también han comenzado a ajustar sus números a la nueva realidad con el Ministerio de Hacienda anunciando recientemente un nuevo pronóstico de 2,0% para 2016, por debajo del 2,6% anterior. El Banco Central también cortó drásticamente sus expectativas a un rango de 1,25-2,25% desde 2-3% que publicó en diciembre y 2,5-3,5%, en septiembre.

untitled

Con la inflación por encima del límite superior del rango objetivo de 2-4% del Banco Central, este escenario de estanflación hace que las decisiones de política monetaria sean más difíciles, especialmente teniendo en cuenta las declaraciones de una política más restrictiva. Al mismo tiempo, los recursos en el lado fiscal siguen siendo limitados con el gasto del Gobierno para 2016 recién recortado en el último ajuste presupuestario hasta 4,4% desde 5,4% del PIB, mientras que las expectativas de un creciente déficit fiscal sólo han aumentado.

A falta de una recuperación más amplia en las economías globales y regionales, Chile va a continuar enfrentando presiones sobre su crecimiento en 2016. Como resultado, es probable que se intensifique el debate interno entre reformas adicionales y las iniciativas a favor del crecimiento con implicancias relevantes para las elecciones municipales este año y también la campaña presidencial de 2017.

POR BRIAN P. CHASE
Portfolio Manager Head of Andean Equities
Itaú Asset Management[:en]Recent developments in Latin America have served as a welcome distraction for market participants in Chile and have provided a glimmer of hope for better medium-term growth prospects in the region, as democratic due processes pave the way for positive political change.  This has at the very least created a perception of relative tranquility in Chile to start the year.  However, growth continues to soften and economists have slashed their forecasts, underscoring the challenging environment that persists at the local level.

As this column hypothesized in its closing publication of 2015, Latin America is embarking on a potential political shift that could help ring in a new era of secular growth.  The region has already seen a whirlwind of democratic processes that have begun to uproot the unorthodox establishments in Argentina, Bolivia, Venezuela and Brazil.  Despite these positive developments, external and domestic challenges remain.  In the interim, growth will hover below potential and in some cases, negative territory, which won’t help the general growth outlook for the region in the near term.

Meanwhile, Chile continues to face its own challenges with lower commodity prices, reforms, scandals and ongoing uncertainty taking their toll on investment and sentiment.  This has been evident in leading indicators, such as Industrial Production, which was down 8.3% y/y in January.  Retail sales have been more resilient, growing 3.4% y/y in January, but are still insufficient to fully compensate the slide in productive sectors.  As a result, real GDP growth reached just 0.3% in January, as measured by the IMACEC index.  Despite stable unemployment levels, there are signs of deterioration in quality with non-qualified positions explaining most of the job creation.  Furthermore, banks have seen a relevant increase in non-performing consumer loans.

Given the current headwinds and weak underlying trends, economists have continued to reduce their forecasts.  Consensus real GDP growth for 2016 now stands at 1.7%, down from 3.5% a year ago.  Authorities have also begun to adjust their numbers to the new reality with the Finance Ministry recently announcing a new forecast of 2.0% for 2016, down from 2.6% previously.  The Central Bank also took its numbers to the wood shed, reducing its growth expectation range to just 1.25-2.25%, down from 2-3% published in December and 2.5-3.5% published in September.

untitled

With inflation still above the upper band of the Central Bank’s 2-4% target range, this stagflation scenario makes monetary policy decisions more difficult, especially given previously hawkish pronouncements.  At the same time, resources on the fiscal front remain limited with government spending for 2016 recently cut to 4.4% from 5.4% of GDP in the latest budget adjustments, while the expectations for a widening fiscal deficit have only increased.

In the absence of a broader recovery in global and regional economies, Chile is likely to continue facing growth pressures in 2016.  This is likely to intensify the ongoing internal debate between further reform and pro-growth initiatives with relevant implications for municipal elections later in the year and ultimately the 2017 presidential campaign.

By Brian P. Chase
Portfolio Manager, Head of Andean Equities
Itaú Asset Management[:]
Compartir